sábado, 15 de septiembre de 2012

Recomposición del paisaje masónico francés

 
Hace días que seguimos el debate generado en el seno de la masonería francesa a raíz de la  declaración pública del Gran Oriente de Francia (GODF) al respecto del concepto de regularidad masónica que parece ha decidido defender la que hasta ahora también se definía como una Obediencia liberal, la Gran Logia de Francia (GLDF).
 
El origen de la polémica empieza con el proceso de descomposición de la Obediencia regularfrancesa, la que disfrutaba del reconocimiento de la Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI), la Gran Logia Nacional Francesa (GLNF).
 
La Declaración de Basilea no es sino las condiciones que ponen cinco Obediencias anglosajonas o regulares europeas que constituyen -toda vez perdida la regularidad o reconocimiento británico de la GLNF debido a sus escándalos administrativos y escisiones internas que provocaría la posterior ruptura de tratados amistades y reconocimientos mutuos por parte de los Grandes Logias regulares europeas y de todo el mundo- la avanzadilla de la Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI) para rehacer el espacio regular francés bajo los habituales principios que lo caracteriza: la obligatoriedad de creer en un dios revelado  y la negación de la condición masónica a la mujer,  además de exigir la absoluta ruptura de relaciones, que hasta ahora mantenía la GLDF con el resto de Obediencias liberales adogmáticas francesas como el GODF, la GLFF (la femenina), la F.F. del Derecho Humano, etc.
 
 Según el autor del artículo Declaración de Basilea: La recomposición del espacio Masonico Feances., la GLDF (Gran Logia de Francia) –a raíz de la mencionada crisis en la GLNF (Gran Logia Nacional Francesa)- parece que iba buscando una fórmula que la permitiera sino ocupar totalmente su lugar, al menos liderar una coalición en Francia -confederación- de Grandes Logias regulares -al estilo alemán-, dejando de lado su histórica postura liberal y adogmàtica.
 
Es aquí dondela declaración del GODF toma todo el sentido. La Obediencia que preside Guy Arcilet sale al paso del giro copernicano de la dirección de la Gran Logia de Francia (GLF) encaminado a ser bendecido por la GLUI (Gran Logia Unida de Inglaterra) a expensas de “recrear” las antiguas posturas adogmàtiques. Arcilet marca el terreno de la más gran Obediencia de la Masonería liberal adogmàtica del mundo: el GODF.
 
¿Podrán los miembros de la Gran Logia de Francia (GLDF) tragar o digerir este abrazo del oso, en este caso, británico?  Ya veremos en qué quedará todo,  pero sin duda tendrá sus consecuencias tanto dentro como fuera de la GLDF.

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