Hace días que seguimos el debate generado en el seno de la 
masonería francesa a raíz de la  declaración pública del Gran Oriente de
 Francia (GODF) al respecto del concepto de regularidad masónica que 
parece ha decidido defender la que hasta ahora también se definía como 
una Obediencia liberal, la Gran Logia de Francia (GLDF).
El origen de la polémica empieza con el proceso de descomposición de la Obediencia regularfrancesa, la que disfrutaba del reconocimiento de la Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI), la Gran Logia Nacional Francesa (GLNF).
La Declaración de Basilea no es sino las condiciones que ponen cinco Obediencias anglosajonas o regulares europeas que constituyen -toda vez perdida la regularidad o reconocimiento británico de
 la GLNF debido a sus escándalos administrativos y escisiones internas 
que provocaría la posterior ruptura de tratados amistades y 
reconocimientos mutuos por parte de los Grandes Logias regulares europeas y de todo el mundo- la avanzadilla de la Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI) para rehacer el espacio regular francés
 bajo los habituales principios que lo caracteriza: la obligatoriedad de
 creer en un dios revelado  y la negación de la condición masónica a la 
mujer,  además de exigir la absoluta ruptura de relaciones, que hasta 
ahora mantenía la GLDF con el resto de Obediencias liberales adogmáticas
 francesas como el GODF, la GLFF (la femenina), la F.F. del Derecho 
Humano, etc.
 Según el autor del artículo Declaración de Basilea: La recomposición del espacio Masonico Feances., la GLDF (Gran
 Logia de Francia) –a raíz de la mencionada crisis en la GLNF (Gran 
Logia Nacional Francesa)- parece que iba buscando una fórmula que la 
permitiera sino ocupar totalmente su lugar, al menos liderar una 
coalición en Francia -confederación- de Grandes Logias regulares -al estilo alemán-, dejando de lado su histórica postura liberal y adogmàtica.
 Es aquí dondela declaración del GODF toma
 todo el sentido. La Obediencia que preside Guy Arcilet sale al paso del
 giro copernicano de la dirección de la Gran Logia de Francia (GLF) 
encaminado a ser bendecido por la GLUI (Gran Logia Unida de Inglaterra) a
 expensas de “recrear” las antiguas posturas adogmàtiques. Arcilet marca
 el terreno de la más gran Obediencia de la Masonería liberal adogmàtica
 del mundo: el GODF.
Es aquí dondela declaración del GODF toma
 todo el sentido. La Obediencia que preside Guy Arcilet sale al paso del
 giro copernicano de la dirección de la Gran Logia de Francia (GLF) 
encaminado a ser bendecido por la GLUI (Gran Logia Unida de Inglaterra) a
 expensas de “recrear” las antiguas posturas adogmàtiques. Arcilet marca
 el terreno de la más gran Obediencia de la Masonería liberal adogmàtica
 del mundo: el GODF.
¿Podrán los miembros de la Gran Logia de Francia (GLDF) tragar o digerir este abrazo del oso, en este caso, británico?  Ya veremos en qué quedará todo,  pero sin duda tendrá sus consecuencias tanto dentro como fuera de la GLDF.

 
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