lunes, 26 de noviembre de 2018

Hablando de...Bolívar Diplomático; El tratado de regularización de la guerra.




Cuando El Libertador Simón Bolívar y El Capitán General Pablo Morillo, quienes eran  los jefes de los dos bandos en guerra, se entrevistaron personalmente entre el 26 y 27 de noviembre de 1820, y se dieron el célebre abrazo de Santa Ana de Trujillo, fue la ocasión perfecta para que esos mismos días promulgaran y se firmaran los acuerdos,los cuales marcarían los destinos de la guerra, es decir, el armisticio y con él la pausa de las hostilidades y el tratado de regularización de la guerra, siendo este el primero en su género en Occidente.

Es por esto que podemos afirmar que El Libertador da así muestras irrefutables de su conducta y sagacidad diplomática. 

Este es el más importante antecedente del Derecho Internacional Humanitario (DIH) actual, es el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra, suscrito y ratificado en 1820 entre las autoridades del entonces gobierno de la Gran Colombia y el Jefe de las Fuerzas Expedicionarias de la Corona Española, en la ciudad venezolana de Santa Ana de Trujillo. Este Tratado fue suscrito en el marco del conflicto de la Independencia.

Mediante este acuerdo ambos bandos se comprometían a hacer la guerra "como lo hacen los pueblos civilizados", acordando:

El respeto a los no combatientes, el canje de prisioneros y a acabar definitivamente con las viejas prácticas de la guerra a muerte.

A partir de entonces, en el siglo XIX, los Estados han aceptado un conjunto de normas basado en la amarga experiencia de la guerra moderna, que mantiene un cuidadoso equilibrio entre las preocupaciones de carácter humanitario y las exigencias militares de los Estados.

En la misma medida en que ha crecido la comunidad internacional, ha aumentado el número de Estados que ha contribuido al desarrollo del DIH. Actualmente, éste puede considerarse como un Derecho verdaderamente universal.

Hoy día, El DIH se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de Ginebra el 12 de agosto de 1949, en los que son parte casi todos los Estados. Estos Convenios se completaron con otros dos tratados: los Protocolos adicionales de 1977 relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados. Hay así mismo otros textos que prohíben el uso de ciertas armas y tácticas militares o que protegen a ciertas categorías de personas o de bienes. Son principalmente:

La Convención de la Haya de 1954 para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado y sus dos Protocolos;

La Convención de 1975 sobre Armas Bacteriológicas;

La Convención de 1980 sobre Ciertas Armas Convencionales y sus cinco Protocolos;

La Convención de 1993 sobre Armas Químicas;

El Tratado de Ottawa de 1997 sobre las Minas Antipersonales;

El Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados.

Ahora se aceptan muchas disposiciones del DIH como Derecho consuetudinario, es decir, como normas generales aplicables a todos los Estados.



José Rafael Otazo M; PhD.
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Profesor Universitario.
Miembro de Número de la Academia de la Lengua del Estado Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Miembro de la Red Profesional del Instituto Panamericano de Geografía e Historia - O.E.A.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Hablando de...El papel de los agregados diplomáticos.



Una de las posiciones del servicio exterior más antiguas y cuyas funciones son más específicas y en cierta forma menos conocidas son, sin duda, los agregados diplomáticos.

Estos funcionarios que en determinados países se les denomina con el término francés ‘attache’, según su especialidad pueden clasificarse, entre otros, en: económico, de prensa, cultural, turístico, comercial, financiero, agrícola y, asimismo, de defensa (militar) y laboral.

Quienes ostentan esta posición en las embajadas suelen ser técnicos en áreas específicas relacionadas con las funciones diplomáticas “que incidentalmente forman parte del servicio exterior”.

Cabe señalar que determinados países utilizan la categoría de agregado para sus diplomáticos de carrera durante la fase preliminar, en período de prueba, previa a su designación como tercer secretario. Otros países aún conservan el término agregado para denominar la categoría inferior de su servicio exterior. Asimismo, determinadas naciones designan con la categoría de agregados, sin especificar una especialidad de funciones, a funcionarios administrativos que requieren una protección especial, o bien para agentes diplomáticos “cuyas funciones reales no se desea que sean conocidas”.

Recuérdese, igualmente, que cuando especialistas de renombre en su área incidentalmente incursionan en el servicio exterior de su país, en ciertas naciones suele concedérseles el rango de consejero técnico para otorgarles mayor categoría, que la del rango de agregado, que sería el que le corresponde propiamente. Entre ellos tenemos a los consejeros comerciales y culturales, entre otros, tal como ocurre con los agregados.

Por su particular importancia nos referiremos a cuatro de las especialidades que corresponden a la categoría de agregados. Son estos los económicos, culturales, de defensa (militares) y los laborales.

Los agregados económicos, dependiendo de las características del país y del tamaño de la Embajada a la que están acreditados, como ocurre con los agregados de otras especialidades, pueden estar al frente de una sección de la misión diplomática, que puede denominarse oficina o agregaduría, que puede ocuparse de asuntos económicos específicos, o también de los asuntos comerciales; en ocasiones también de los financieros si no existen otros funcionarios que se encarguen de estas importantes funciones. En estos casos se les denominaría agregado económico, comercial y financiero.

A tales funcionarios se les suele conferir una triple función: de información, de asistencia y de asesoramiento.

En lo relativo a los agregados de defensa (militares), estos tienen particularidades que no son aplicables a los demás agregados. Entre éstas hay países que requieren la solicitud de beneplácito para el nombramiento de estos agregados (de defensa, militares, de las fuerzas armadas, del ejército nacional, navales y de aeronáutica). Así lo hacen: Estados Unidos, España, Francia, Brasil y Argentina, entre otros. Asimismo, estos no suelen acreditarse como encargados de negocios ad interim.

Conforme al Ceremonial Diplomático , los agregados militares y policiales, cuando tengan rango de general de brigada u otro mayor, en la fila de recibo de la misión se colocarán después del Jefe de Misión. Cuando tengan el grado de coronel, teniente coronel o mayor, o bien de capitán de navío, de fragata o de corbeta se colocarán después de los consejeros de embajada. En casos de rangos inferiores se colocarán luego de los secretarios de embajada.

Recuérdese, igualmente, que los agregados militares pueden ser escogidos o recomendados por sus respectivos estados mayores, o bien por el ministerio correspondiente. Asimismo ocurre con otros agregados y los ministerios vinculados al tema de su especialidad, pero estos tienen que estar sujetos en el desempeño de sus funciones, a la autoridad del Jefe de Misión Diplomática a la cual han sido asignados, tal como ocurre con los demás miembros del personal diplomático. 

En lo concerniente a los agregados laborales, estos han tenido una particular relevancia cuando entre ambos países (acreditante y receptor) existe una significativa corriente de trabajadores migratorios, por lo cual han sido históricamente muy importantes. Contrariamente a otras épocas estos funcionarios hoy no están facultados para el reclutamiento de trabajadores migratorios.

En la actualidad, debido a medidas de austeridad no es tan frecuente la proliferación de agregados de las diferentes áreas en las embajadas. En consecuencia, cuando estas labores se requieren suelen ser asignadas por el Jefe de Misión a otros funcionarios acreditados en la misión, con capacidad para ejercerlas, en adición a las responsabilidades que les son propias.




José Rafael Otazo M; PhD.
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Profesor Universitario.
Miembro de Número de la Academia de la Lengua del Estado Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Miembro de la Red Profesional del Instituto Panamericano de Geografía e Historia - O.E.A.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.

sábado, 3 de noviembre de 2018

Hablando de...Personas diplomáticas: 5 rasgos que las caracterizan.



En muchas ocasiones pensamos que por ser demasiado impulsivos o “decir las cosas a la cara” necesariamente impone una especie de condena sobre nosotros, la de ser poco respetuosos. Nada más lejos de la realidad: la sinceridad no está necesariamente reñida con la educación. Tiene más que ver con saber enviar mensajes de manera clara y amable, pero asertiva. Eso hacen las personas diplomáticas.

También es cierto que estas últimas suelen tener una serie de habilidades concretas que les permiten desempeñar mejor su trabajo y mantener relaciones sociales más saludables. Pero como ya sabéis, ¡las habilidades se entrenan! Por eso, si quieres desarrollar estas dotes, toma nota. 

Taxonomía básica de las personas diplomáticas

Para poder entender cómo son las personas diplomáticas, hemos tomado como referencia los rasgos de personalidad que suelen tener aquellos profesionales que se dedican a ello por ejemplo, las personas que trabajan para el servicio exterior de su país así como los embajadores. Con este propósito, vamos a describir cuáles son, según el modelo Big Five de Costa y McRae, los factores estables de los que se compone la personalidad de los diplomáticos.

Apertura a la experiencia

Alguien que es destinado a un país extranjero, en el que ha de desempeñar una labor mediadora, debe ser curioso y abierto. Por ello, se presupone que está dispuesto a entender y a adaptarse en ocasiones al mundo que le rodea, su gente, su cultura, sus tradiciones… Esto lleva aparejado que sea tolerante y respetuoso con la que será su casa durante años.

Por eso, esta mentalidad abierta es la base sobre la que se construyen el resto de sus habilidades. Esta posición supone saber escuchar opiniones contrarias a la suya y, lo que es más importante, saber usarlas a su favor. Una prerrogativa puede convertirse en una oportunidad.

Tener en cuenta las quejas, peticiones, disconformidades de los demás, te puede ayudar a mejorar. No solo la relación con tus clientes o con tu personal, sino contigo mismo. Te ayuda a ser más autocrítico y a entender cómo piensan y son los demás. Por tanto, no seas cerrado de mente, escucha y aprende.

Estabilidad emocional

Costa y McRae definen este como lo opuesto del neurotismo. En el caso de las personas diplomáticas, esta tiene que ser baja o insignificante. Imaginemos que hay una crisis institucional y los encargados de solventarla se vieran fácilmente superados por las emociones.

Sería un auténtico disparate dejar en manos de alguien tan impredecible una tarea con tanta repercusión como es la mediación. Es recomendable y mucho más acertado que un diplomático tenga un carácter tranquilo y sosegado. Además, esta actitud es especialmente valiosa en situaciones estresantes o a la hora de tomar decisiones muy relevantes.

La estabilidad emocional potencia en sí misma la diplomacia. Mantener la calma en la vida diaria acentúa nuestra capacidad analítica y estratégica. Poder estar tranquilos en situaciones de gran presión o responsabilidad marca la diferencia. No significa que en un momento dado podamos sentir rabia o frustración. Pero la clave está en que estas personas saben controlarla.

Responsabilidad

Evidentemente, las personas diplomáticas han de poseer un sentido del deber muy alto. Para conseguir resultados satisfactorios es necesario que tengan autodisciplina y orden. Sin embargo, esto no puede convertirse en rigidez o cabezonería, ya que sabemos que para ser un buen negociador, en muchas ocasiones, hay que tirar de manga ancha.

Cuanto más riguroso y fiel sea consigo mismo, mayor será su credibilidad y fiabilidad. Pensemos en alguien de nuestra familia. 


Amabilidad

Para poder ejercer esta profesión, la cordialidad -el buen trato- es uno de los rasgos de personalidad más básicos. Y no solamente por la empatía y la cooperación que se requieren en un ambiente intercultural, sino por lo esencial que resultan para un diplomático sus contactos.

Tener a la gente de su alrededor contenta, valorada y entendida es una baza muy importante para el buen desempeño de su trabajo. Alguien amable suele contar con un círculo íntimo social sólido, basado en la confianza y el respeto.

Es uno de los factores clave en el carácter de toda persona que quiera ser diplomática. Y no se trata solo de caer bien. No significa falsear ni tratar de decir siempre lo que quiera el otro. Se basa en intentar mantener la coherencia entre pensamientos/valores y conductas sin herir a las personas que te rodean y que tienen opiniones contrarias. Es decir, ser capaces de hacer observaciones sin dañar sensibilidades.

Extroversión

Aunque está muy relacionado con la apertura a la experiencia, no se puede considerar lo mismo. La extroversión se refiere más a la tendencia de una persona a querer relacionarse con los demás. En el caso de un diplomático, esta cualidad es básica.

Alguien con su responsabilidad ha de ser asertivo, conversador, sociable y enérgico. Debe manejar las dotes comunicativas y sentirse cómodo intercambiando opiniones con los demás. Si se muestra retraído o tímido, muchas de sus labores le pedirán un esfuerzo extra que terminará por agotarle. 

Por tanto, las personas diplomáticas tienen una personalidad dialogante, resolutiva, negociadora, extrovertida. Son carismáticas, están dispuestas a conocer mundo, son estables emocionalmente, amables y muy responsables.





José Rafael Otazo M; PhD.
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Miembro de Número de la Academia de la Lengua del Estado Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
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Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Hablando de historia diplomática y militar...El hundimiento del buque petrolero Monagas en Venezuela.



El gobierno nacional presidido por el general Isaías Medina Angarita por intermedio de su canciller Caracciolo Parra Perez envió una nota de protesta a través de la delegación diplomática en Berna, Suiza; Dado que, un buque petrolero de bandera venezolana, El Monagas fue atacado y hundido provocando la muerte de algunos tripulantes venezolanos, por el U-502, un submarino de la Kriegsmarine (Marina de Guerra) de la Alemania nazi, unas pocas millas costa afuera de la Península de Paraguaná el 16 de febrero de 1942. la cual no fue aceptada por el gobierno alemán.

El buque petrolero Monagas, propiedad de la Mene Grande Oil Company, fue construido en los astilleros ingleses Palmer's Shipbuilding en 1927 y desde 1939 la mayoría de su tripulación estaba regularmente compuesta por habitantes de Carirubana. Había zarpado desde Maracaibo rumbo a la Refinería de Aruba el 15 de febrero de 1942 y fue atacado en la madrugada del 16 a pocas millas de Punta Macolla, entre Paraguaná y las Antillas Holandesas. El torpedo lanzado desde el U-502, un submarino de Tipo IXC/40 bajo el mando del Capitán Jürgen von Rosenstiel, destruyó el puente de mando, quitando la vida al marinero de guardia de timónel Lázaro Leydenz y alcanzando a otros oficiales que también fallecieron con ese impacto, mientras que Walter Buschell, como oficial superior no abandonó la nave y murió carbonizado.

​En ese mismo ataque, parte de una operación estratégica de la Marina de Guerra del Tercer Reich denominada Operación Neuland,​ sufrieron destrozos siete buques que también fueron torpedeados; San Nicolás, Tía Juana, Pedernales, San Rafael, Oranjestad y Arkansas. Las llamas que consumían a estos buques eran visibles desde Carirubana y otras poblaciones de la Península, lo que hizo que los habitantes se retiraran de las costas.

Estos hechos trajeron como consecuencia algunas acciones diplomáticas tales como el congelamiento de los bienes de ciudadanos alemanes radicados en Venezuela. Al mismo tiempo, el gobierno restringió las actividades económicas de estos grupos dentro de las fronteras del país.

Esta agresión tuvo gran trascendencia por haber sido el primer ataque alemán a un territorio del hemisferio occidental, 

Venezuela ya había roto relaciones diplomáticas desde diciembre de 1941 con los países del Eje, Alemania, Japón e Italia.

Se logró, por medio de investigaciones detener por lo menos a 800 ciudadanos de nacionalidad alemana que tenían actividades de apoyo al partido Nazi, los mismos fueron encarcelados en Lara y Trujillo. Por otro lado se clausuró el Club Alemán y el Colegio Alemán de Caracas luego de ser comprobado que tenían actividades pro-nazis.



José Rafael Otazo M; PhD.
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Profesor Universitario.
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