Luego del triunfo
en Santa Inés el 10 de diciembre de 1859, principal combate ejecutado durante
el desarrollo de la Guerra Federal contra los Centralistas por las fuerzas del
general Ezequiel Zamora (1-2-1817 - 10-1-1860), designado por el Concejo
Municipal de Barinas el 14 de junio de 1859 "Valiente Ciudadano". Una vez reforzado su ejército, decide
avanzar hacia el centro del país. Llega a Guanare el 4 de enero de 1860; el día
9 entra por el extremo Sur de San Carlos donde consigue férrea resistencia por
parte de los oponentes enviados desde Valencia. Zamora se encuentra el día 10
en la iglesia de San Juan acompañado de su estado mayor y de su secretario Antonio
Guzmán Blanco; desde la torre observa el área de operaciones; al analizar la
situación, decide enviar a sus inmediatos hacia las casas que se encuentran
frente a la iglesia, con la misión de
acercarse a través de los solares hacia la posición enemiga para obtener la
necesaria información. Guzmán Blanco y
el doctor José Manuel Montenegro cruzan apresuradamente la calle, ingresan a la
residencia de la familia Acuña; del solar abren un boquete para pasar a la casa
contigua y proceden de igual forma a una ubicación.
Zamora preocupado por el retardo de la
comisión, decide movilizarse para cerciorarse de la situación reinante; vestía
casaca con botones dorados, pantalón azul, sobre el sombrero llevaba su
inconfundible kepis, una cobija terciada del hombro a la cadera izquierda y su
sable. A las 10.15 de la mañana, cuando conversaba con sus ayudantes, una bala
mortal le atraviesa el ojo derecho con orificio de salida por el occipital;
Guzmán Blanco lo recoge y coloca en la mesa del comedor de la familia Acuña;
deja el cadáver del "Héroe de Santa
Inés" al cuidado del general Piña, para dirigirse velozmente hacia el
sector de La Yaguara cerca del Arao, para informarle al general Juan Crisóstomo
Falcón la infausta noticia quien exclamaría
¡Qué desgracia Santo Dios! A la una de la madrugada del 11 de enero, Guzmán
y cuatro soldados enterraron a Zamora en el patio de la familia Acuña arropado
con una colcha y cubierto con una hamaca. En los solares se enterraron varios
cadáveres, de allí la confusión cuando exhumaron los presuntos restos del
"Valiente Ciudadano".
Las fuerzas sitiadas solicitan al general
Falcón una tregua para retirarse de San Carlos, quien como jefe supremo la
concede, aprovechando esa oportunidad para preparar su avance hacia Valencia a
partir del 17 de enero; movimiento que detiene en Tinaco por falta de
municiones para enfrentar a un ejército superior en hombres y logística. Al
desviar su desplazamiento al oriente es derrotado en Coplé sur de Guárico,,
cerca del rio Apure, por el general León de Febres Cordero el 17 de febrero de
1860.
El Congreso en 1864
había dispuesto los honores a la memoria de Zamora. Los generales federalistas
Desiderio Escobar (edecán de Zamora) y Ramón García,declararon que el 23 de
septiembre de 1868, habían exhumados los restos de Zamora en San Carlos,
trasladados a Valencia, recibidos pomposamente por el gobierno presidido por
Isidro Espinoza, permaneciendo en capilla ardiente en el Cuartel de Artillería
aledaño a la Plaza Bolívar, para ser llevados
por el general Rafael Carabaño hasta la iglesia de La Victoria, donde fueron
depositados temporalmente hasta el traslado a Los Teques.
La otra versión nos
indica que Guzmán Blanco, sosteniendo la autenticidad de los restos, informaba
que había autorizado al general Luis Caspers Zamora, sobrino del caudillo y al doctor Montenegro para realizar la exhumación el 4 de abril
de 1870, el señor Carlos María Oviedo trató de indicarle a Montenegro la
negativa de la ubicación de los restos, éste le contestó que no lo contrariara.
Esos restos fueron depositados provisionalmente en la iglesia de San Juan, para
seguir en septiembre a Valencia, Puerto Cabello y embarcados a La Guaira,
quedando depositados en la iglesia parroquial hasta el 13 de noviembre de 1872,
fecha de ingreso al Panteón Nacional.
En junio de 1904 el
presidente Cipriano Castro, acompañado del doctor Montenegro testigo del
momento fatal, visitó en San Carlos el sitio de la muerte de Zamora; preocupado
por conocer la veracidad sobre los verdaderos restos del caudillo federal,
escribió en la prensa solicitando información de los historiadores y testigos.
Según el historiador, el general Manuel Landaeta Rosales (27/12/1847 -
13/8/1920), los restos del líder federal fueron exhumados en 1868 por el general
Desiderio Escobar, llevados a la iglesia de La Victoria y de allí trasladados
por el sacerdote Gerardo Larrain a la sacristía de la iglesia de Los Teques,
colocados el 19 de abril de 1869; el clérigo dijo en esa ocasión: "Por
fin señores, registrad ese árido y descarnado cráneo y lo veréis traspasado de
un balazo y al través de la fisonomía de la materia y de la nada, nos revela la
imagen del esclarecido Gral. Zamora".
Según Landaeta
Rosales, los restos de Zamora colocados en Los Teques se encuentran
desaparecidos desde 1894; los historiadores indican que Guzmán Blanco no estuvo
presente en el momento de la exhumación, donde presuntamente se llevaron otros
restos. Cipriano Castro diría: "Los restos de Zamora podrán aparecer o
no, pero en todo caso nosotros hemos cumplido nuestro deber".
E.·. V.·. M.·. 2002
de la R.·. L.·. Sol de América Nº 37
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General de Brigada.
Miembro de Número de la Academia de la Historia del Edo. Carabobo.
Miembro de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Director de la Revista Internacional Historia y Tradición.
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