En 1868, el masón Benjamín Franklin escribió el libro titulado “El camino de la fortuna”, fue su lista de trece virtudes que redactó con veinte años e intentó cultivar toda su vida. Aquí las dejo porque su vigencia y hermosura merecen ser compartidas.
Templanza: No comas hasta el hastío, nunca bebas hasta la exaltación.
Silencio: Sólo habla lo que pueda beneficiar a otros o a ti mismo, evita las conversaciones insignificantes.
Orden: Que todas tus cosas tengan su sitio, que todos tus asuntos tengan su momento.
Determinación: Resuélvete a realizar lo que deberías hacer, realiza sin fallas lo que resolviste.
Frugalidad: Sólo gasta en lo que traiga un bien para otros o para ti. Por ejemplo, no desperdicies nada.
Diligencia: No pierdas tiempo, ocúpate siempre en algo útil, corta todas las acciones innecesarias.
Sinceridad: No uses engaños que puedan lastimar, piensa inocente y justamente y si hablas, habla en concordancia.
Justicia: No lastimes a nadie con injurias u omitiendo entregar los beneficios que son tu deber.
Moderación: Evita los extremos; abstente de injurias por resentimiento tanto como creas que las merecen.
Limpieza: No toleres la falta de limpieza en el cuerpo, vestido o habitación.
Tranquilidad: No te molestes por nimiedades o por accidentes comunes o inevitables.
Castidad: Frecuenta raramente el placer sexual, sólo hazlo por salud o descendencia, nunca por hastío, debilidad o para injuriar la paz o reputación propia o de otra persona.
Humildad: Imita a Jesús y a Sócrates.
Celta.·.
Excelente!...
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