lunes, 6 de abril de 2015

Q.·.H.·. Giancarlo Leardi B....Masonería y Sociedad en Venezuela de finales del siglo XX.



                                             
Desarrollo y Trayectoria 
Cuerpos Masónicos 

Se me ha asignado una tarea un tanto difícil, para registrar los últimos 64 años de evolución de la Masonería dentro de la Sociedad Venezolana, en solo veinte minutos; aun más difícil es el hecho de que en esta segunda mitad del siglo XX, muchos de los presentes somos actores, somos protagonistas vivos y las opiniones que yo pueda expresar pueden o no ser compartidas, por estos iguales actores y protagonistas, podrían inclusive herir susceptibilidades.

Deberíamos esperar que decantaran muchas de las pasiones humanas, decantaran las consecuencias de los comportamientos caudillistas y personalistas de muchos masones que hicieron Política en las filas de la Masonería Venezolana. La Historia contemporánea de la Masonería Venezolana, a mi entender. ha sido subestimada por los historiadores de esta época y sobre valorada por adeptos y literatos sensacionalistas, que los hay de sobra dentro y fuera de la institución, interesados en propagar fantasías ajenas al fundamento masónico. El equilibrio entre estos dos puntos; identifica la línea limítrofe entre el Mito y la Realidad. Empecemos entonces sin más preámbulos, tratando de no caer en el Mito.


Estamos en el Siglo XXI, solo ayer era el XX, hoy estamos dispuestos en analizar el probable auge o decadencia de nuestra Institución ante la Sociedad Venezolana; dispuestos a discernir en cuanto los malos o buenos actos que se cincelaron en la mente de aquellas piedras brutas que trazaron una historia, en fin nuestra historia, y que como tal nos la han entregado.

La Masonería Venezolana tiene sus albores históricos en 1797, según nuestro Q:. H:. Efraín Subero, desde 1793, Simón Rodríguez, José María España y Manuel Gual conformaban un “triangulo” de lectura de Rousseau y algunos capítulos de la “Enciclopedia” pero en sí, se inició Institucionalmente en Caracas, el 16 de Mayo 1824, su Acta Constitutiva así lo demuestra, adopta el nombre de Gran Logia de Colombia; siendo, Diego Bautista Urbaneja su primer Gran Maestro; se instala solemnemente el 24 de junio de ese mismo año, su territorio, la República de Colombia de entonces, que abarcaba los Departamentos de Venezuela, Nueva Granada y Quito. Trascurrieron así, alrededor de 30 años para conformarse en una Gran Logia con jurisdicción en partes del Territorio Nacional llamado Venezuela, Paralelamente, el Supremo Consejo de Nueva York, presidido por José Cernau, envió en 1823 patentes a 3 capítulos al Oriente de Cumaná, Barcelona y La Guaira. Para el 1820, la actividad masónica, se hizo muy conspicua, especialmente en la ciudad de Caracas.


Veamos el pasado reciente al 1824, son encontramos con una Masonería en evolución, repleta de Próceres Independendentistas que trazaron las directrices de una Revolución y con ella las directrices de una Institución Masónica por haber recibido sus iniciaciones en otros Orientes, su condición de Militares la concibieron de una forma Vertical Militarista por demás, dándole al Gran Maestro un carácter de irrecusable, situación ésta que hoy permanece prácticamente vigente. El escritor colombiano, Américo Carnicelli, se dedico a mostrar en sus escritos, la vinculación de los próceres civiles y militares de la independencia Hispanoamericana con la Masonería, no entro en detalles pero si recomiendo su lectura.

Quien podría atreverse en hacer proposiciones distintas a las propuestas, más bien diría impuestas, por nuestros beneméritos héroes nacionales; más bien el masón común, que en aquel entonces no era tan común, pertenecía a las nobles familias de la época y se movía en una utópica democracia en antagonismo con las reminiscencias de las Cortes Españolas entremezcladas con los matices de la corte Napoleónica contrapuesta a los enunciados de la Revolución Francesa, ribeteados de revolución al estilo “marsellesa” por la influencia de Rousseau, Robespier, Lafarge entre otros. Se hablaba de Patria, Patria Nuestra, con el falsete castizo, se hablaba de abolición de la esclavitud, recalcitrando con el trato discriminatorio del blanco, del mestizo, del pardo, del negro y del indio, allí estaban marcados, diríamos se toleraban. Muchos años se han requerido para sedimentar ese “romanticismo” y hoy todavía hay vestigios de marcada intolerancia, esos términos de revolucionarios y escuálidos no se inventaron hoy.

El que crea: que después del 19 de Abril se rompieron las cadenas, es un idealista, un soñador, pero en ningún momento realista, dado que en las mentes de esos hombres influenciados con la educación del siglo 18, con marcado afrancesamiento, con refinado gestos, buscaban complacer antes de marcar diferencias. Este comportamiento, tanto es así, que se produce la crisis política nombrada como La Cosiata y del atentado contra la vida del Libertador Simón Bolívar en Bogotá, , dándose por decreto en esa ciudad el 8 de noviembre de 1828, la prohibición de las asociaciones y confraternidades secretas sea cual fuere su denominación, clausurándose inmediatamente todas las logias masónicas existentes en las diferentes ciudades de la República; el 22 de septiembre de 1830, los masones venezolanos se reorganizaron en Caracas, de forma independiente, fundando la Gran Logia de Venezuela (1838), bajo la Gran Maestría de Diego Bautista Urbaneja, habían transcurrido treinta años de su fundación, dando inicio a un nuevo periodo. Así lo diría nuestro inexstrañable Hermano Edgar Perramon.

Para la segunda mitad del Siglo 19 y comienzo del 20 encontramos una Masonería también repleta de figuras importantes, la “acción masónica” así denominada: va dirigida hacia la lucha por los derechos civiles, la abolición de la esclavitud, la libertad de culto, la instrucción pública, la creación del matrimonio civil, los registros civiles de nacimientos, matrimonios y defunciones, también: según Eloy Reverán; la “acción masónica” se orienta hacia la filantropía, sobre todo durante los terremotos y epidemias que sufriera nuestra población. 1838.

Se resuelve constituir el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Venezuela, y a tal efecto se reunieron en Caracas el 4 de mayo de 1840, siendo elegido como soberano Gran Comendador José Antonio Páez, entonces presidente de la República. De allí en adelante casi todos los Presidentes de la Republica fueron masones, de una manera directa y con la autoridad del momento intervinieron en la vida Masónica marcándola profundamente, resalta el General Antonio Guzmán Blanco. Responsable casi absoluto de la ley del 16 de enero de 1873 que marcó un hito por la lucha de la igualdad de los derechos civiles. Los masones iniciados de la época seguían siendo una clase selecta Mantuana, donde no tenía cabida el ciudadano común, aun cuando aparecen aisladas reacciones que respaldan la igualdad en el planos de los diferentes derechos civiles.

Eloy Revieron en uno de sus escritos plantea el hecho de ser prócer de la Independencia es para la Masonería Venezolana una virtud, un mérito, un ejemplo a seguir, pero existieron masones en esa época que no estuvieron de acuerdo con estas premisas, tenemos como ejemplo al escritor y poeta Venezolano Juan Vicente Gonzalez Delgado quien figura en el cuadro logial de la Logia Fe N, 35 del año 1866; que planteo en sus escritos no estar de acuerdo con estos preceptos cuando expresa con un marcado planteamiento que “la ruina y la desolación dejada por esos rebeldes del 19 de abril, en sus campañas libertadoras distan mucho de los preceptos masónicos”.

Traigo el pensamiento de Carlos Manuel Berhelt Berrocal, sobre el concepto de virtud en la masonería, conocida: por ser producto de ser libre pensador, tener voluntad propia y discreción absoluta. Agrega que la Logia es un lugar donde se congregan hombres independientes, y, concluye que el ser independiente es una condición esencial del ser masón. Entonces suena lógico que los masones del siglo XX hubiesen admirado a los héroes de la independencia como prototipo ideal del masón.

Ahora traigo mi propio pensamiento, los masones del siglo XX, plateando que la independencia es la consecuencia de una explosión social, justificámos que la destrucción y la desolación son consecuencia de una nueva forma de dependencia económica y de la dependencia ideológica; con plena vigencia en nuestros días siglo XXI.

Que tal, si no se entendiera como un hecho masónico, la independencia como consecuencia de la guerra, pero si se entendiera el hecho masónico promovido con el abrazo de Bolívar y Morillo a la hora de firmar el armisticio, ese abrazo debería ser considerado indiscutiblemente como un símbolo masónico de reconocimiento, de igualdad, de respeto fraternal, en donde se exalta la tolerancia como símbolo dándole fin a la Guerra a Muerte.

Para adentrarme a la segunda mitad del siglo XX debo hacer unas cuantas observancias, en torno a las vivencias, las divisiones y los sismos masónicos en Venezuela. La memoria de la historia oficial de la Gran Logia de la República de Venezuela del siglo XX, siempre ha colocado masones Ilustres, por encima de la Historia de los valores promovidos por la misma Organización. A caso no es cierto? A esta realidad se habla más de la decadencia de la Orden que de su evolución. Esto lo dice un informe del Instituto Venezolano de Estudios Masónicos extraído de la Cátedra de Historia de Venezuela para una maestría en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual” En este informe asume la palabra Crisis como el tránsito de determinadas condiciones que establecen el paso de un periodo histórico a otro. Si aceptamos lo expuesto con anterioridad como una Masonería Gloriosa hasta finales de la segunda mitad del siglo XIX por la presencia de nuestros héroes independentistas por las Ilustre Excelencias de los Presidente Masones, la masonería del siglo XX, debe aparecer decadente, falta de estimulo, dormida sobre su pasado, y eso para mí, no es cierto.

En un email le pedí al Gran Secretario me permitiese explorar en la documentación existente de la Gran Logia, la cual como masón iniciado creo que no encierra nada que yo no pueda conocer y saber, sigo en la espera de una respuesta favorable, es probable que tenga tareas más apremiantes y no pudo atender mi requerimiento. Me estimuló el interés por lo escrito en esta Maestría, cuando se pregunta, ¿cuál sería el parámetro para medir el auge y o la decadencia en la Masonería Venezolana?, cuando tomamos como ejemplo, luego de haberse fundada demoro más de 30 años en conformarse la Gran Logia.

Se responde… “fue un parámetro político, por no decir profano”… plantea primero una …“Orden de Próceres de la Independencia”…, en segundo lugar una …“Orden de Presidentes de la República”… que no se ve afecta por todos los desastres políticos que propiciaron sus masones presidentes, manteniéndose como la institución de los obreros de la paz. Sigue lo escrito…“la Masonería venezolana en el siglo XIX fue un instrumento de la política de Guzmán Blanco cuando vinculamos su auge y decadencia con el auge y decadencia de la figura política de este personaje que luce más como un político y o un guerrero que murió dejando una herencia millonaria en Francia, que como un fervoroso obrero de la paz, iniciado en unos augustos misterios que lo guiaron por la senda de la luz masónica”…. Y un tercer juicio, la lucha por la igualdad en el plano de los derechos civiles de lo cual podríamos decir…“!!Esta es una historia oculta de la Masonería!!”…


Adentrémonos a la segunda mitad del Siglo XX, no antes de hacer una breve síntesis de los hechos que antecedieron durante la primera mitad, Ya dijimos que se fundó el 16 de mayo del 1824 el 24 de junio se instala, en 1838 modifica su nombre por Gran Logia de los Estados Unidos de Venezuela y en 1953 por el actual: Gran Logia de la República de Venezuela.

El primer cismo conocido se perpetro en 1882 (aun cuando hubo divisiones menores antes de esa fecha) quedando resuelto en 1884. La masonería presidida por los Presidentes de la época por ser todos ellos masones iniciados pierde su vigencia y su influencia en las altas esferas del Estado en 1899 bajo la Presidencia de Cipriano Castro. Aun cuando en 1904 el Presidente Cipriano Castro restauro el gran templo dañado por el terremoto de Caracas del 1900, igual situación se vivió durante el periodo de Juan Vicente Gomez, no la persiguió pero tampoco la favoreció, eso si la vigilo secretamente a través del secretario de la Presidencia, Francisco Gonzales, Para ese momento era nuestro Gran Maestro, Domingo A. Coronil, el pujante espíritu liberal que vibraba en las Logias, dejo de efervecer , En 1916 se disolvió en Gran Oriente Nacional de Venezuela establecido al finalizar la Guerra Federal, el 30 de abril de1865 presidido por el masón y Presidente de la República el Mariscal Juan Crisóstomo Falcón, dando nacimiento a dos organizaciones diferentes: El Supremo Consejo del Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y La Gran Logia de Los Estados Unidos de Venezuela como lo decíamos antes. Entre el 19 y 21 de diciembre del 1918 se celebra en Puerto Cabello el primer Congreso o Convento Masónico, de las veinte logias asistentes siete abandonan el Gran Templo, por no conseguir respuestas satisfactoria a las propuestas que venían cultivándose desde el de enero del 1892 en cuanto a la reforma de la Constitución En 1919 se crea separándose de la Gran Logia, una nueva: La Gran Logia Soberana de Puerto Cabello conformada por siete logias de la región al Norte del Orinoco. El Gran Oriente de Puerto Cabello todavía tiene sus columnas en pie aun cuando también sufrió una división en 1920 cuando otro grupo de logias se separo y conformo La Gran Logia Simbólica de Oriente al oriente de Ciudad Bolívar batiendo sus columnas en 1923 Sumado a esto, un grupo de masones que no habían aceptado la disolución del Gran Oriente Nacional de Venezuela lo reconstituyeron con ocho talleres entre ellos la Logia Regeneradores de Maracaibo.

La Gran Logia de Los Estados Unidos de Venezuela para el 1932 contaba con 32 talleres y en 1952 logro reagrupar a 77 logias cinco triángulos, y dos logias en las Antillas Holandesa una en Curazao otra en Aruba. En 1939 a raíz de la organización del PDN (Partido Democrático Nacional) que dio vida al partido Acción Democrática. Varios Integrantes, eran Masones: Alejandro Oropeza Castillo, Raúl Leoni ( único Presidente de la Republica iniciado para el siglo XX), Valmore Rodríguez, y el muy querido R:. H:. Luis Beltrán Prieto Figueroa y Andrés Eloy Blanco.

Al derrocamiento de Rómulo Gallegos vuelve la Dictadura a hegemonizar los 10 años siguientes, los masones vinculados al Régimen intercedieron antes los hermanos Masones caídos en desgracia por sus principios liberales; Felipe Llovera Páez, hijo de la Resp:. L:. Aurora de Paria N 42, era Ministro de Relaciones Interiores, intercedió por muchos masones, el tenebroso “Bachiller Castro” también masón, salvo a muchos masones de las torturas del no menos famoso Pedro Estrada (el esbirro N.1 de la Seguridad Nacional) otros como el Comandante Rafael Ángel Molina ayudo a muchos masones en desgracia alcanzándole el exilio.

A mi entender, en pleno apogeo de la dictadura, el 1956; se presenta un hito de la historia contemporánea de la Masonería Venezolana, aquí es cuando entraremos directamente en materia, por supuesto habrán algunas discordancias, como enfrentamiento de criterios, desprendimiento de pasiones o aferramiento a viejas pasiones, producto de casi trescientos años de acontecimientos históricos; con una elite al mando de dominadora tendencia conservadora.

Para poder pretender descifrar los alcances de este hito masónico, tuve que desarrollar una síntesis sobre los antecedentes masónicos venezolanos acontecidos, para entender por qué se produjo lo que se conoció como el “cismo del 1956”, y así definir sus posibles consecuencias, su auge o su decadencia.

Trataremos de traerlo al debate sano, productivo, beneficioso, para nuestro desarrollo futuro, que ya empieza a despertarse con los primeros actos que hemos vivido por nuestro Gran Maestro Juan Jiménez Silva, miembro de este Taller, nuestro hermano viene con una mente renovadora, asusta a los tradicionalistas que ven la Masonería Venezolana a través de los vitrales del Gran Templo de Caracas.

Este despertar tiene inicio cuando se convoco en el Gran Templo a una Convención donde asistieron 72 logias para aprobar una Constitución destinada a promover la unidad; una vez aprobada esta nueva constitución se le sumaron otras 28 logias; así lo reportan ambas las partes, cuando nuevas discrepancias y desacuerdos a los acuerdos últimos en octubre del 1957 se rompe dramáticamente la unión.

Yo diría, no fue un cismo, fue el despertar de un letargo, un rechazo al autoritarismo, al mandato vertical, al absolutismo, a la infalibilidad “papal”; acepto que hubo errores de parte y parte, pero los acontecimientos surgidos en 1916, que violentaron los principios filantrópicos masónicos, fueron el hervidero de la paila de la discordia, cuando, es doloroso recordarlo, nuestras altas autoridades incurrieron en el deplorable desacierto de apoderarse de los dineros recolectados para los huérfanos franceses producto de la primera guerra mundial. Bien se dijo que esta fue la gota que reboso el vaso, sobre todo cuando lo reconocieron y pretendieron disfrazarlo con un escrito producido el 27 de marzo del 1917 cuando dijeron que ese depósito había pasado desapercibido. La primera logia en declarase independiente fue la Protectora de las virtudes N.1 al Oriente de Barcelona. Al año, 1918, se produce otra separación creándose La Logia Soberana de Libres y Aceptados Masones. En 1924 con motivo de primer centenario, viendo el descimbramiento, las Logias remanentes, se reúnen para definir una nueva constitución, aprobada el 10 de mayo del 1924 de corte centralista, totalitario y absolutista. No se hiso esperar el desacuerdo, 1926 quince logias salen del Gran Templo, realizan una Asamblea y conforman la Gran Logia de Venezuela que luego paso a ser Gran Oriente. La integran prominentes masones, hombres de ciencias, las finanzas y la cultura. Apellidos como Lisandro Alvarado, que pronto lo veremos conformando un cuerpo en San Felipe Edo Yaracuy, Laureano Vallenilla Lanz, Alfredo de Granier, Fortunato Benaserraf entre otros.

Recordemos, los Delegados, para la época, no eran la representación por elección directa de las logias, eran nombrados a dedo, por un grupo que se había apoderado de la Masonería Venezolana y eso permitía, las manipulaciones, las arbitrariedades por ese grupo de poder y por la acción permisible de los indulgentes. El gran Maestro era elegido por esos diputados y era de suponer que beneficiaban ciertos intereses unos dirían “capitalinos” otros, “políticos” y otros más de “poder” pero la realidad era, la de no ceder este poder, por la ceguedad que el mismo poder enferma.

Se manejaban logias de papel, por la afiliación de unos hermanos a múltiples logias, lo que beneficiaba a la hora de elegir, poder controlar los votos. Un grupo de hermanos que querían el rescate del Simbolismo, se le hacía muy difícil elevar un Gran Maestro por el camino de los votos. Esto se logra llevando al Gran Maestro Rafael Ernesto Otero (1953), poco dado a la consulta democrática, según lo investigado por Q:.H:. Efraín Subero, además entre sus planes era demoler el Gran Templo para construir un edificio rentable. Estas ideas, aun no bien fundamentadas, le restaban poder a otro grupo los “tradicionalistas”, que manejaron un golpe de estado, destituyéndolo el 28 de enero del 1954.

Esto provocó el 18 de Abril del 1954 que 20 logias reunidas en Valencia, se separan de la constitución del 1924, por considerar se había violentado un principio jurídico, a su vez conforman una “Comisión Unificadora” para buscar una solución honorable al mundo masónico del momento. El 14 de Noviembre del 1955 se presenta el proyecto de reforma, se abortaron muchas convocatorias y reuniones, las pasiones se exaltaron, perdiéndose el principio de la tolerancia, la prudencia, y el respeto que todo Mason debe promover. Con todo y esto, se logra convocar a una Gran Convención Masónica Nacional en el Gran Templo en Caracas a partir del 18 de Agosto de 1956 para poner fin, a los problemas que mancharon a la Institución. El 21 de Agosto, todos los delegados la suscriben, la refrenda el Gran Maestro y el Gran Secretario. De las 100 logias registradas 98 la convalidaron cumpliéndose la consigna “Reforma y Unificación”. Así lo describe el primer Gran Maestro electo por el voto directo de la membresía, el R:. H:. Augusto Ascanio Sauce. Cuando presento su Memorias ante la Alta Cámara del Simbolismo Nacional.

Nuevamente, salta a la palestra el grupo de poder tradicionalista, convenciendo al Gran Maestro a derogar la constitución del 1956 y reponer la del 1924, produciéndose así el indigno Decreto N 21, la causa, el desacato a los Landmark; nadie sabe a ciencia cierta del porqué, pero cuando se pretende adentrarse surgen las retaliaciones de parte y parte, los que abandonaron el templo se le estimó de “Irregulares”.

No quiero adentrarme en el análisis de los considerandos del decreto 21, por estar aún frescas las heridas que este fatídico resuelto nos dejó, que produjo un fenómeno insólito en el masón contemporáneo aflorando el Odio en sus corazones, de parte y parte, yo, viví esta etapa, soy hijo de la Resp.. L:. Guaicaipuro N 43 considerada “irregular” convivo y comparto en esta Resp.. L: Sol de Miranda N 204, diríamos “Regular” pero ambas nos guiamos por el trazado R:.E:. A:. A:. con igual Ritual y pensamiento Masónico, solo nos separó el influjo venenoso del poder.

A todos ustedes mis QQ:.HH:. Si le recomiendo la lectura y el análisis de los dos libros que recoyeron las dos versiones, no para hondar más sobre las heridas, sino, todo lo contrario, evitar que estas se mantengan abiertas, sus mentes frescas y no contaminadas por los hechos, podrán controlar las pasiones que tanto se ha pretendido manejar, el labrar nuestra piedra bruta, el no permitirnos distanciarnos de la realidad, alcanzaremos el poder, que el poder en cualquier nivel no nos ciegue, practiquemos el equilibrio y la tolerancia de verdadero masón.

Si se destila la concepción ideológica de la Globalización. La Masonería tendría que adaptarse a las realidades del siglo XXI, sin perder lo esencial de su tradición y solo podremos lograrlo unidos como un solo hombre.

Por ultimo hay un hecho histórico poco divulgado, y creo de muy escaso conocimiento de la población urbe et orbe en la Masonería. Se trata del incendio perpetrado a la Gran Logia de la República de Venezuela el 11 de mayo del 1990 y descrito en cinco cuartillas por el Soberano Gran Comendador Edicto Acevedo y traducido a dos idiomas, se dice que un piro maniático de 46 años de origen Alemán llamado Peter Anto Litwin, tres días después de los hechos confeso haber sido el autor material del lamentable hecho que destruyo gran parte de la entrada Principal del Templo ubicado entre Jesuita a Maturín N.5 considerado patrimonio Histórico. Con esto no solo destruyo el aspecto físico original del templo, como el gran portón, el mobiliario de databa entre el siglo XVIII y XIX, destruyo documentos, archivos, y la casi totalidad de las piezas de incalculable valor histórico, las joyas Masónicas que allí estaban expuesta; profano nuestro espíritu, nuestro sentimiento simbolizado en este sagrado lugar que había resistido las inclemencias de las guerras civiles, el verbo político la acción radicalista de los grupos de poder. Un enfermo mental, daño nuestros corazones, de él no se supo más nada. Se desconocen las medidas tomadas en contra de este agresor, ni se conocen las medidas tomadas para el resguardo, por lo menos yo no pude llegar a ellas. 


Es por esto, además de recomendar la lectura, del libro del I:.H:. Efraín Durand, titulado Gobernanza Masónica, es poner en práctica casi de forma inmediata la aplicación de las siguientes recomendaciones que describo brevemente, para cerrar este Ensayo: Revisión: de los procesos administrativos, legales, rituales y procesales actuales. Reestructuración: de la Orden en lo orgánico operativo y en su estructura y funcionalidad organizacional. Reorientación: de los procesos de formación y técnicas del desarrollo individual masónico. Reinvención: de la evaluación masónica como filosofía de La Orden y fundamento institucional moral y ético.

Con amor y respeto vuestro Q:. H:.


Giancarlo Leardi B.
M:. M:. 

Octubre 2014

Agradecimiento: al Q:. H:. José Rafael Otazo

Bibliografías:

  • Instituto Venezolano de estudios Masónicos
  • La Historia de la Masonería Venezolana José Antonio Ferrer Benimelli
  • Gobernanza Masónica Dr. Efrain Durand Ramírez
  • La doctrina social de la Masonería en el Mundo
  • Diferentes escritos por Eloy Reveron
  • La verdad en traje de rigor Aníbal Cuervo Romero
  • El Templo de la verdad y el templo de la mentira Santos Orlando
  • Carlos Manuel Berhelt Berrocal Conceptos sobre virtud masónica
  • La más antigua logia Masónica en Venezuela Jesús Manuel Subero
  • La Masonería en Venezuela Tomo 1 y 2 por Efraín Subero *
* El Q H Efraín Subero (D) fue miembro de nuestro taller y el Gran Maestro Juan Ubaldo Jimenez Silva en su programa lleva rescatar su obra en 14 tomos “ La Masonería en Venezuela

2 comentarios:

  1. Felicitamos al Q:.H:. por el esfuerzo. Sería interesante realizar un taller sobre Teoría Masónica de la Historia: ¿Cómo analizar la historia?, partiendo de una explicación desde el punto de vista masónico. Esta tendría que ser una interpretación que parta de la Libertad, la unión e integración y, la eudaidomía.

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  2. El presente texto merece algunas acotaciones porque aprecio comentarios que no están debidamente sustentados. Solamente me voy a referir a una.
    1.- El Q:.H:. Giancarlo debería aclarar el contexto donde dice que yo escribí: “Eloy Revieron (sic) en uno de sus escritos plantea el hecho de ser prócer de la Independencia es para la Masonería Venezolana una virtud, un mérito, un ejemplo a seguir, pero existieron masones en esa época que no estuvieron de acuerdo con estas premisas, tenemos como ejemplo al escritor y poeta Venezolano Juan Vicente Gonzalez Delgado quien figura en el cuadro logial de la Logia Fe N, 35 del año 1866; “ Cuando yo dije algo semejante (http://granlogiavzla.blogspot.com/2013/09/decadencia-de-la-masoneri-por-eloy.html), me refería a los masones del siglo XX, no a todos los masones venezolanos dentro de la totalidad del tiempo y el Espacio. Precisamente en mi Libro Masonería e Independencia: ¿Cuál Masonería y Cuál Independencia? (Spanisch) Taschenbuch – 16. Mai 2014
    disponible en: http://www.amazon.de/Masoneria-Independencia-%C2%BFCu%C3%A1l-Masoner%C3%ADa-Cu%C3%A1l/dp/1499578008

    El tema es precisamente ese. La masonería venezolana del siglo XX, pretendía ser una sociedad de tradición iniciática, cuando su proyección hacia la sociedad venezolana, a partir de que el Q:.H:. José Tomás Uzcátegui, cuando ocupó el cargo de Gran Maestro concentró la Acción Masónica de la Gran Logia en la labor de rendirle culto a los héroes de la Patria, y a Miranda como el Héroe prototipo masón. El siglo XIX nos habla de una masonería ocupada en valores colectivos, como la lucha por los derechos civiles en: http://www.libreroonline.com/venezuela/libros/88293/reveron-garcia-eloy/influjos-masonicos-en-la-instauracion-del-matrimonio-civil-en-venezuela.html
    De la cual podemos encontrar comentarios en: http://ivem.ve.tripod.com/ivem/id3.html
    Podemos citar casos del QH:. José Silverio González, en su lucha por la abolición de la esclavitud en Venezuela estudiados magistralmente por el doctor José Marcial Ramos Guedes. O el caso de Dalla Costa en la educación gratuita y obligatoria, que tampoco ha sido estudiado por los masones. En Masonería Desnuda: (Los masones ante la Historia) (Edición en español) (español) Paperback - May 1, 2014. Disponible en: http://www.amazon.com/Masoneria-Desnuda-masones-Historia-Spanish/dp/1499577354 Tratamos el tema en su punto de partida, como continuación a un trabajo de grado realizado para optar al título de Licenciado en Historia, UVC, 1992 Masonería en Venezuela.


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