lunes, 24 de junio de 2013

Hablando de...JANO, CANCER Y EL SOLSTICIO DE VERANO


Si se repartiera a los signos del zodiaco en los 4 trígonos elementales (representados en los 12 bueyes del Mar de Bronce, de profundo contenido astrológico), el Símbolo de Cáncer corresponde al “fondo de las aguas”, en sentido cosmológico, al medio en que están depositados los embriones del mundo manifestado, correspondientes en el orden macro cósmico al embrión del logos, al “Huevo del mundo”.


El signo de cáncer es domicilio de la Luna, cuya relación con las aguas es estrecha, y al igual que ellas representa el principio pasivo y plástico de la manifestación, la esfera lunar es propiamente “el mundo de la formación”, el mundo de la elaboración de las formas en el estado sutil, punto de partida de la existencia individual.


En el símbolo astrológico de cáncer, se ve el germen en estado de semi desarrollo que es precisamente el estado sutil, el prototipo formal cuya existencia se sitúa en el dominio psíquico o“mundo intermedio”. Su figura es la de la “U” sánscrita, elemento espiral que en el ákshara o monosílabo sagrado “OM”, constituye el punto intermedio entre el punto (M) y la no manifestación principal la línea recta (A) que representa el desarrollo completo de la manifestación en el estado corpóreo.


El símbolo de cáncer es doble: sus dos partes se sitúan en posiciones inversas, representativas de los complementarios, de manera idéntica al Tai Chi (yin-yang), representativo de las revoluciones cíclicas, al igual que las dos serpientes espirales del caduceo hermético; del cielo y la tierra; de los dos hemisferios del “Huevo del mundo” (las dos mitades del huevo de Leda, del huevo del Cisne, de la Serpiente); las dos mitades del andrógino primordial.


Transpuesto al esoterismo cristiano, la parte superior del símbolo de cáncer es el Arco Iris (restablecimiento del orden sobre el caos y la renovación por el agua fecunda) sobre la nube (aguas superiores); y la inferior es el Arca de Noé (contenedora del germen de todo lo manifestado en el mundo objetivo) sobre el mar (aguas inferiores). Ambas figuras constituyen la representación bidimensional de la esfera del paraíso terrestre. De hecho, antiguamente el arca junto con las llaves fue uno de los emblemas de Jano.


La reunión de las dos figuras representa el cumplimiento del ciclo el símbolo del ciclo solar, por la unión de su comienzo y su fin. El símbolo de Cáncer también vinculado al de la Concha, y ambos al de las aguas, representa el receptáculo de los gérmenes del ciclo futuro (el Veda, la Vida, el Verbo manifestado en los tres mundos) durante los períodos de “disolución exterior” del mundo. 

La concha guarda, conserva dentro de sí la perla suprema, el sonido primordial e imperecedero (In principium erat Verbum), el monosílabo “AUM” cuyos tres elementos sonoros (Mâtrâ) son la esencia del Veda trino y uno. Por eso las dos partes del símbolo de cáncer se asemejan a dos orejas atentas a escuchar el Verbo, el sonido primordial (ákshara).


Otra curiosidad: la letra central de los alfabetos árabe y hebreo de 27 letras es la “Nun” (“N”) ocupa al igual que en el alfabeto latino el numero 14. De ahí derivan los nombres de Noé(Nû) y Jonás (Yûnus, Dhû-n-Nûn, señor del pez), relacionados simbólicamente con las aguas y con el pez. De ahí la posible vinculación con la palabra Janus no sea muy lejana.En complemento, la letra sánscrita “Na” se representa con un semicírculo

Janus en Logia.

Nótese en la forma de la letra ” Y ” esta cualidad dual que indistintamente surge de la Unidad (yendo hacia arriba) o desemboca en ella (conduciéndose hacia abajo). La letra ” Y ” es Hércules entre la Virtud y el Vicio; es el Iniciado entre las CCol.·. J.·.y B.·. es el “Árbol de dos ramas”, el Árbol del Conocimiento, cuyo sinónimo o complemento también lo encontramos en el Tau.


De hecho estos atributos del Jano de la izquierda y el de la derecha, se sintetizan y asumen en la figura de Melquisedec (San Pablo, Epístola a los Hebreos, VII, 3) y luego por transposición, en el Cristo mismo (otra relación Juan – Cristo).
 

Dentro del Templo Masónico tenemos un conjunto simbólico polar – solar digno de ser estudiado con detenimiento:


Desde el punto de vista Solar, el no nacido, colocado en el Occidente, al centro de las columnas solsticiales (equinoccio de Otoño) Norte (invierno) y Sur (verano), mira a través del Ara (centro, eje) al Ven:. M:. (el Sol), colocado en el Oriente en su punto intermedio o central (equinoccio de primavera).


Desde el punto de vista Polar, el neófito circula dentro del templo como los signos zodiacales (12 Columnas) alrededor de la estrella polar (Ara) en su recorrido eterno por los cuatro puntos del espacio y del tiempo.

Celta.·.

1 comentario:

  1. Ampliemos el punto, porque se celebra en masoneria el 24 de Junio?
    Exoterica y esotericamente.

    Saludos

    Oscar Lian

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