Recopilación
y Edición:
René
A. Thomas
Maest.·.Mas.·.
Resp.·.Log.·.”Sol
de Curpa” Nº112
"La Regularidad
del individuo es dada por su iniciación"
"La Regularidad de la Logia es dada por la Carta de Patente expedida por una Gran Logia"
"La Regularidad de las Grandes Logias es dada por el reconocimiento de otras Grandes Logias"
"La Regularidad de la Logia es dada por la Carta de Patente expedida por una Gran Logia"
"La Regularidad de las Grandes Logias es dada por el reconocimiento de otras Grandes Logias"
En esta tercera parte, la historia nos cuenta que
hay un acuerdo general sobre el hecho de que la
Masonería Moderna, o Francmasonería Especulativa, nace en 1.717, y rápidamente empezaron a crearse nuevas
logias de este nuevo tipo, tanto en Londres como en otros lugares de Inglaterra
y Europa bajo la jurisdicción de la recién nacida obediencia y, en 1.723, se
aprueba su carta magna.
Este documento, elaborado por James Anderson y Jean
Théophile Désaguliers, es conocido como las Constituciones de Anderson
y siendo el único documento oficial que se conserva del tiempo en el que la
Francmasonería especulativa se estableció sobre la Francmasonería operativa, y
hay consenso en considerarlo como el documento base de la masonería moderna. La
parte esencial de estas "Constituciones de Anderson", es la que trata
sobre los deberes de un Francmasón.
Estos deberes son la verdadera carta constitucional
de la Francmasonería especulativa o moderna, y es a ellos a los que debemos
referirnos para interpretar el verdadero espíritu de los fundadores de
Francmasonería. Las regulaciones generales que figuran en estas
"Constituciones" han sido modificadas a menudo por la Gran Logia
Unida de Inglaterra, creada por la fusión de la Gran Logia de Londres o de Los
Modernos y la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones de Inglaterra o de Los
Antiguos.
Cada Potencia Masónica ha adoptado las reglas que
le parecía que mejor satisfacían su desarrollo y ninguna objeción podemos hacer
a esto puesto que el artículo 39 de las regulaciones generales de 1.723
determina que "la Gran Asamblea Anual tiene poder y autoridad suficiente para
hacer modificaciones o nuevas regulaciones en beneficio de la Fraternidad,
siempre y cuando se respeten los antiguos Linderos".
Algunas personas han pretendido completar estos
"Deberes" con nuevos "Linderos", pero los escritores
Masónicos no han podido ponerse de
acuerdo en el número ni en el texto exacto de éstos. Por eso es completamente
imposible bajo una autoridad arbitraria invocar como condición de regularidad
estos "Linderos" de los que ningún texto se ha presentado ni
verificado como exacto por cualquier autoridad reconocida.
Los Deberes de Anderson de 1.723 son el único texto
al que pueden sentirse vinculados todas las potencias masónicas universalmente.
Este valioso documento fue escrito en el comienzo del siglo XVIII con el
sentido que las palabras tenían en su contexto; ciertamente se impregnó con las
concepciones espirituales que se admitían universalmente en ese momento, pero
para aquellos que deseen penetrar su significado más profundo, está animado por
un espíritu de tolerancia que nosotros deberíamos imitar siempre; expresa las
aspiraciones más nobles y exalta la Hermandad en pasajes tan admirables que
nunca podremos meditar suficientemente en ellos.
La Masonería actual está dividida en dos corrientes
principales, una liderada por la Gran Logia Unida de Inglaterra y, la otra, por
el Gran Oriente de Francia.
Puede decirse que todos están de acuerdo en que la
legitimidad de origen es esencial para que una obediencia sea considerada
regular. Esta legitimidad de origen implica que cualquier nueva obediencia deba
recibir el certificado o transmisión de regularidad de otra obediencia regular,
considerándose a la antigua Gran Logia de Londres como la obediencia de la que
emana en principio tal regularidad.
Sin embargo, tanto el Gran Oriente de Francia como
la Gran Logia Unida de Inglaterra, teniendo su origen ambas en esta fuente
legítima, discrepan sobre los principios de la regularidad masónica. La Gran
Logia Unida de Inglaterra estableció en 1.929 los siguientes criterios,
vigentes en la actualidad, que deben cumplir las obediencias que deseen
establecer relaciones con ella:
1).-“La obediencia debe haber sido legalmente establecida por una Gran
Logia regular o por tres o más logias bajo los auspicios de una Gran Logia
regular.”
2).-“Ha de ser realmente independiente y tener
gobierno propio, con autoridad no discutida sobre los grados simbólicos de la
Francmasonería (es decir, aprendiz, compañero y maestro) bajo su jurisdicción y
no ha de estar sometida de ninguna otra manera ni compartir soberanía con
ningún otro cuerpo masónico”.
3).-“Los francmasones bajo su jurisdicción han de ser hombres y ni ella
ni sus logias han de tener contacto masónico con logias que admitan la
membrecía de mujeres.”
4).-“Los francmasones bajo su jurisdicción han de creer en un Ser
Supremo.”
5).-“Todos los francmasones bajo su jurisdicción han de asumir sus
compromisos sobre el volumen de la ley sagrada (la Biblia) o a la vista de él o
del libro considerado sagrado por el que realiza el compromiso.”
6).-“Las tres "Grandes Luces" de la Francmasonería (es decir,
la Biblia, la escuadra y el compás) han de estar expuestas cuando la Gran Logia
o sus logias subordinadas estén abiertas”.
7).-“La discusión sobre religión o política en sus logias ha de estar
prohibida.
Debe adherirse a los principios establecidos (los antiguos "landmarks" o "marcas de referencia") y las costumbres de la Francmasonería y debe insistir en que sean observados en sus logias”.
Debe adherirse a los principios establecidos (los antiguos "landmarks" o "marcas de referencia") y las costumbres de la Francmasonería y debe insistir en que sean observados en sus logias”.
La Gran Logia Unida de Inglaterra, establece un
criterio que va más allá de su propia forma de organización añadiendo: "Hay
algunos autodenominados cuerpos Masónicos que no se atienen a este estándar.
Por ejemplo aquellos que no requieren la creencia en un Ser Supremo o quienes
permiten a sus miembros participar como tales en materias políticas. Estos
cuerpos son considerados por la Gran Logia de Inglaterra como Masónicamente
irregulares y el contacto masónico con ellos está prohibido".
Los puntos esenciales de discrepancia se contemplan
en las condiciones 4, 5 y 6, e involucran al Libro de la Ley Sagrada y la
obligatoriedad de profesar la creencia en el Gran Arquitecto del Universo y en
su testamento revelado; es decir la Biblia y el Dogma.
La pregunta que hay que hacerse es: ¿en virtud de
qué deber antiguo se exige la presencia en Logia de la Biblia? ¿Cuál es el
Lindero que lo prescribe? La verdad es
que por mucho que nos remontemos en el tiempo, no encontramos ningún rastro de
este uso.
Si bien los manuscritos que se conservan en el
museo británico, prescriben determinados deberes religiosos, de carácter
básicamente aconfesional, no aparecen en ellos ningún rastro de la Biblia o
cualquier otro Libro Sagrado. Además, se sabe que en su origen la Gran Logia de
Inglaterra no puso ninguna Biblia sobre el altar, y no será hasta 1.760 que
ésta sea considerada como una de las Grandes Luces de la Masonería.
El Gran Oriente de Francia aduce que desciende
directamente de la primera Gran Logia de Francia fundada por los masones
británicos. Durante dos siglos nunca ha considerado la Biblia como una Gran
Luz, y no hay ningún rastro de que en algún momento el trabajo en las primeras
Logias francesas se haya realizado en presencia de la Biblia. Muy al contrario,
en los rituales más viejos que conserva el Gran Oriente de Francia, los
candidatos siempre han hecho su juramento sobre la Constitución y la Espada.
Sin embargo, en 1.849, influenciado por los
eclesiásticos Galicanos, el Gran Oriente de Francia rompió con su pasado
introduciendo en su Constitución la fórmula dogmática de la "creencia
en Dios y en la inmortalidad del alma", sin embargo 28 años más
tarde, en 1.877, eliminó esta afirmación de la Constitución y algunos vieron en
esto una negación formal de la glorificación del G\A\D\U\, lo cual
era inexacto.
Con ello, en
realidad el Gran Oriente de Francia lo único que hacía era volver a su
tradición firme de respeto, no sólo para los ritos y creencias, sino a todas
las concepciones filosóficas. El artículo primero de su Constitución contempla
desde entonces que: La Francmasonería institución esencialmente filantrópica,
filosófica y progresiva, tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio
de la moral y la práctica de la solidaridad; trabaja por el mejoramiento
material y moral, y el perfeccionamiento intelectual y social de la Humanidad.
Tiene por principios la tolerancia mutua, el respecto a los otros y a sí mismo,
la libertad absoluta de conciencia.
Considerando las concepciones metafísicas como del
dominio exclusivo de la apreciación individual de sus miembros, rechaza toda
afirmación dogmática. Tiene por divisa: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
Con todo, el problema, a efectos de la división
masónica, no reside en la forma en las organizaciones masónicas deciden
libremente configurarse sino en la pretensión, en este caso de la Gran Logia
inglesa, de hacer extensivo su propio modelo de organización como un estándar
exigible a las otras.
El enfoque del Gran Oriente de Francia respecto a
las relaciones masónicas es distinto, puesto que no ha considerado necesario
establecer ninguna condición "a priori", a aquellas Obediencias a las que otorga su
reconocimiento, basándose sólo en su regularidad de origen, y en la autoridad
de sus Grandes Asambleas anuales, reconocida por el artículo 39 de las
Constituciones de 1.723, para establecer sus propias regulaciones como ya se
expresó anteriormente. Se basa, por tanto, más en el criterio de la legitimidad
de origen y en la coincidencia de principios y objetivos que en la adecuación a
un marco preestablecido para otorgar sus reconocimientos.
Respecto al primer punto, hay que recordar que, de
hecho, el Gran Oriente de Francia es, de todas las Obediencias masónicas que
existen en la actualidad la más antigua.
Efectivamente el Gran Oriente de Francia nace
técnicamente en 1.738 y formalmente en 1.773 fecha en la que además de adoptar
ese nombre aprueba modificaciones como la elección democrática del Consejo de
la Orden y de su Presidente.
Teniendo en cuenta que la Gran Logia Unida de
Inglaterra (el foco de la regularidad anglófila) nace en 1.813, es un hecho que
ninguna otra Obediencia en el mundo tiene una antigüedad comparable a la del
Gran Oriente de Francia.
Las evoluciones habidas en su seno, basadas en la
legitimidad, en la independencia y la regularidad, son tan válidas como las que
más tarde han tenido lugar en el seno de la Gran Logia Unida de Inglaterra. La
diferencia entre ambas es que el Gran Oriente de Francia jamás pretendió hacer
valer su mayor antigüedad para imponer sus propias evoluciones a las demás
Obediencias regulares, a las que respetó su soberanía
.
El concepto de regularidad, utilizado como
"marca franquiciable" resulta totalmente extraño y hasta hiriente
para una Obediencia, como el Gran Oriente de Francia que, desde sus casi tres
siglos de existencia observa como los miembros de otras Obediencias, desde la
ignorancia que les confiere haber nacido "ayer a mediodía", le
discuten y le niegan su propia regularidad. Resulta especialmente rechazable
para una Obediencia de la que emanan la mayoría de los ritos masónicos, los
usos y costumbres, lemas y reglamentos que aquellos que la desconocen,
practican hoy. Es la parábola del hijo que niega a su propia madre.
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