Recopilación
y Edición:
René
A. Thomas
Maest.·.Mas.·.
Resp.·.Log.·.”Sol
de Curpa” Nº112
"La Regularidad
del individuo es dada por su iniciación"
"La Regularidad de la Logia es dada por la Carta de Patente expedida por una Gran Logia"
"La Regularidad de las Grandes Logias es dada por el reconocimiento de otras Grandes Logias"
"La Regularidad de la Logia es dada por la Carta de Patente expedida por una Gran Logia"
"La Regularidad de las Grandes Logias es dada por el reconocimiento de otras Grandes Logias"
En esta cuarta y última parte de este trazado,
debemos recordar que El Gran Oriente de Francia, es una Obediencia que en el
artículo I y II de su Constitución de 1.773 respondía a la cuestión de la
regularidad masónica de la siguiente
manera:
¿Qué es un masón regular? un masón miembro de una Logia regular...
¿Qué es una Logia regular? una logia provista de constituciones
acordadas o renovadas por el Gran Oriente de Francia que es quien únicamente
puede librarlas.
Se comprende que el debate de la regularidad,
estaría acabado para el Gran Oriente de Francia si no fuera permanentemente
utilizado como un argumento insidioso destinado a aislar, discriminar y dividir
a los masones.
Según la corriente promovida
por la Gran Logia Unida de Inglaterra, y la CMI (Confederación Masónica Interamericana) la regularidad
masónica requeriría:
a) La obligatoriedad de la creencia en dios o un
Gran Arquitecto del Universo.
b) La obligatoriedad de la creencia de la
inmortalidad del alma.
c) Ser varón.
Según la corriente promovida
por el Gran Oriente de Francia, y CLIPSAS, la regularidad masónica de una logia estaría determinada por:
- Ser reconocida por al menos tres Potencias Masónicas, y estar conformada al menos por siete maestros masones.
- Trabajar con un ritual utilizando las herramientas de la construcción.
- Reunirse en lugares cerrados, y trabajar en los grados de aprendiz, compañero y maestro.
Es masón regular es quien ha
sido iniciado en una logia regular.
Aquí es conveniente hacer una
breve disquisición en cuanto al significado de Patente, Dispensa y otros
conceptos, que en su mayoría son palabras de Albert Mackey, de William Preston,
o de Oliver y otros distinguidos escritores Masónicos:
Poder de Constitución,
Patente, Carta Patente, Carta Constitutiva, Patente de Constitución, Patente
Constitutiva, son diferentes nombres para un mismo elemento, que describe un
documento donde se le otorga derechos a unos Hermanos para constituir, fundar,
formar o crear una Logia. En inglés se le llama “Charter”, “Warrant” o “Warrant
of Contitution”
En Inglaterra la Patente la
otorga el Gran Maestro, en los Estados Unidos el Gran Maestro otorga solamente
una Dispensa para reunir una Logia la cual será confirmada o revocada por la
Gran Logia; y en caso de confirmación entonces se emitirá la Patente.
La Patente otorga un número a
la Logia y solo puede ser revocada en dos formas:
Primera, por la Gran Logia que
la concedió, después de un debido proceso Masónico legal y su debida votación.
Segunda, devuelta
voluntariamente por una mayoría de miembros de la Logia, y mediante una
comunicación especial para ese propósito Se dice inclusive que el Venerable
Maestro de la Logia debe estar de acuerdo con la devolución, ya que si no lo
hace, siendo el custodio del instrumento, no se le puede quitar, excepto
mediante un juicio y condena de ofensa competente ante la Gran Logia.
La Patente continúa vigente
mientras así lo quiera la Gran Logia, y puede por lo tanto, ser revocada en
cualquier momento por la Gran Logia. La Logia puede ser disuelta por la Gran
Logia mediante el debido proceso Masónico y votación. Por eso la palabra
Patente en este sentido se toma como un permiso, y no en el sentido de un
documento permanente incorporando esa autorización. Es más, la Carta Patente
puede ser “temporalmente arrestada”, o “temporalmente suspendida” por un edicto
del Gran Maestro.
La suspensión temporal es algo
que se comprende fácilmente. El “arresto
temporal” se explica ya que la Logia se reúne solamente por la autoridad de
esta Patente, ninguna Logia puede abrir o llevar a cabo sus deberes, a menos
que la Patente esté presente. Si se pierde o se destruye, tiene que ser
recuperada o se debe obtener otra; y hasta que esto no se haga, las reuniones
de la Logia deben suspenderse; y si la Patente se saca del templo de la Logia
durante las sesiones, la autoridad del Venerable Maestro cesa instantáneamente.
Por lo tanto esta carta se puede “retener” y al hacerse esto la Logia no puede
reunirse y el Venerable Maestro pierde su autoridad. Pero esto no quiere decir
que el Gran Maestro pueda exigir la devolución de la Patente para su custodia,
ya que la Logia recibió esta Patente de la Gran Logia quien es la única que
puede solicitar su devolución.
Así las cosas deberíamos dejar
a un lado los términos injuriosos y buscar la unión, en general ha existido un
choque de personalidades y un desconocimiento de la ley Masónica. La Masonería
no puede quedar petrificada en los años de 1.717 o anteriores.
Ya en nuestro continente y muy
especialmente en Colombia, Ivan Herrera Michel nos ilustra sobre la historia de
este tema tal como sigue: “el primer
Taller Masónico de que se tenga noticia tuvo sede en la ciudad de Cartagena, y
corresponde a la "Logia Británica No. 1", que funcionó entre 1.770 y
1.815 bajo el liderazgo del Masón escocés Wellwood Hyslop, y la cual contó con Carta Patente expedida
por la Gran Logia Provincial de Jamaica, con asiento en Kingston, que para la
fecha estaba subordinada a la Gran Logia de Londres. De esta Logia existe
muy poca información puesto que su accionar en Cartagena de Indias debía ser
muy discreto por la circunstancia geopolítica de que obedecía a los intereses
del imperio británico en su lucha contra el español, en el marco de la
guerra abierta que mantenían en los mares y la "fría" en las
colonias.”
“Al parecer, la segunda Logia
Masónica en Colombia lo fue la titulada "Las Tres Virtudes Teologales",
también con sede en Cartagena, que se reunía en la esquina de la Calle de la
Estrella con la Calle de Don Sancho, Nº 24 - 98, y la cual contaba igualmente
con Carta Patente expedida por la misma Gran Logia Provincial de Jamaica, con
asiento en Kingston. De la misma manera esta Logia servía a los intereses
británicos y coordinó desde sus columnas las actividades de los criollos
inconformes con el imperio español y a ella se vinculó desde un principio la
burguesía local independentista. Los estudiosos discuten acerca de sí
esta Logia se fundó en 1.804 o 1.808.”
“Además de las anteriores, en
Cartagena funcionó la Logia La Beneficencia, que fue
fundada el 5 de Noviembre de 1.821 y al igual que las dos mencionadas contó con
Carta Patente proferida por la Gran Logia Provincial de Jamaica.”
“Dentro de la estructura
administrativa usual en la Masonería del estilo anglosajón, una Gran Logia
Distrital es un organismo directamente subordinado a una Obediencia principal
que trabaja en su mismo territorio nacional, mientras que una Gran Logia
Provincial es lo mismo pero con la diferencia de que lo hace fuera de las
fronteras del país.”
“En contraste con lo anterior,
no se conoce noticia de que haya contado con una Carta Patente la Logia "Fraternidad
Bogotana" Nº 1, fundada con el nombre inicial de "Libertad
de Colombia" el día 2 de enero de 1.820, de la que fue Venerable
Maestro el General Francisco de Paula Santander, ni tampoco que las hayan
poseído las Logias que fundó este prócer en el territorio nacional entre 1.820
y 1.828 en que fueron prohibidas por el General Simón Bolívar.”
“Sin embargo, al reorganizarse
la Masonería colombiana, el 19 de junio de 1.833, con la constitución en
Cartagena del "Gran Oriente y Supremo Consejo Neogranadino" - hoy "Supremo
Consejo del Grado 33 para Colombia" - de nuevo se busca una Carta
Patente, la cual le es expedida el 11 de julio de 1.851 por el "Gran
Oriente de Francia". Esta Carta Patente se puede observar
actualmente en el Despacho del Gran Secretario del mencionado Supremo Consejo
en la ciudad de Bogotá.”
“Siguiendo la tradición
indicada, una vez fundado, el Gran Oriente y Supremo Consejo Neogranadino
expide, de 1.833 a 1.920, sesenta Cartas Patentes a igual número de logias en
Colombia y el exterior, y seis más de 1.989 a 1.999.”
“La primera en recibirla fue
la Logia “Hospitalidad Granadina”
Nº 1, con sede en Cartagena, el 23 de Junio de 1.833. De la Misma manera,
en la década de los noventas del siglo pasado expide Carta Patente a las
Grandes logias Central de Colombia, del Norte de Colombia, del Pacífico, y del
Eje Cafetero.”
“Cosa muy distinta sucede en
cambio, con las siete Grandes Logias masculinas colombianas que derivan su
legitimidad, directa o indirectamente, de la Gran Logia Nacional de Colombia
con asiento principal en la ciudad de Barranquilla, la cual nunca ha contado
con Carta Patente.”
“En efecto, la iniciativa que
desde 1.913, venía impulsando la Logia "El
Siglo XIX Nº 24", para crear una Obediencia simbólica en
Barranquilla, se materializó el 19 de julio de 1.917, cuando, en compañía de
las Logias Triple Alianza Nº 15 (después Nº 2) y Estrella del Caribe Nº 16
(luego Nº 3) de Barranquilla y la Logia Libertad Nº 54 de Calamar, fundaron sin
Carta Patente la "Gran Logia Provincial del Atlántico", que cambió su
nombre por el de "Gran Logia Nacional de Colombia" el día 24 de
enero de 1.918, decidiendo unilateralmente "asumir la dirección soberana
del Simbolismo Masónico en todo el territorio colombiano".
“Tampoco contó con Carta
Patente la "Soberana Gran Logia de Colombia" fundada en
Barranquilla en 1.919 por las Logias Astrea Nº 56, Siglo XX Nº 60, Minerva Nº 5
y Barranquilla Nº 1, que contó con una vida muy corta puesto que sus miembros
se unieron a la Gran Logia Nacional de Colombia con ocasión del reconocimiento
que se le hizo a esta por parte del Supremo Consejo del Grado 33 para Colombia
como una "autoridad regular, soberana e independiente".
También hay que mencionar en
la historia Masónica el hecho que en
1.984, en Bogotá, se levantaron las columnas del "Gran Oriente Francmasónico
Colombiano", que, al igual que el Supremo Consejo del Grado 33º
para Colombia, cuenta con una Carta Patente expedida en debida forma por el
Gran Oriente de Francia con el lleno de todas las formalidades del caso.
“De cualquier modo en que se
hayan integrado al entramado nacional e internacional de la Orden las actuales
organizaciones Masónicas colombianas, desde hace casi un siglo en que
aparecieron con fuerza, lo que se observa con facilidad es que una vez han sido
creadas han asumido dentro de su área de influencia la expedición de las Cartas
Patentes a las Logias simbólicas federadas.”
Continúa Ivan Herrera Mitchel
diciendo que “por otra parte, tampoco posee Carta Patente el "Supremo
Consejo Colombiano del Grado 33º, Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la
Francmasonería", ya que cuando se reunieron, presididos por C. Fred
Kleinknecht, 33º, Soberano Gran Comendador del "Supremo Consejo del Grado
33º del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Francmasonería para la
jurisdicción Sur de los Estados Unidos de América", en la mañana del día
15 de julio de 1.994, en su sede del "House of the Temple", en el
1.733 de la Calle 16 N. W. de la ciudad de Washington, D.C., dieciocho masones
colombianos, los trabajos se limitaron a:
1) La colación del Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado a
los visitantes de Colombia;
2) La "Consagración y Reconocimiento" de un nuevo Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en Colombia; y
2) La "Consagración y Reconocimiento" de un nuevo Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en Colombia; y
3) La elección de las
dignidades del nuevo Supremo Consejo.
Para constancia de lo
anterior, los Masones colombianos redactaron un "Acta de Constitución del
Supremo Consejo Colombiano del Grado 33º", aprobada, no por los
intervinientes como es lo usual, sino, por los asistente a una reunión del
nuevo ente celebrada en la ciudad de Bucaramanga el día 16 de marzo de 1.996,
lo cual puede observarse en el sitio web del Supremo Consejo Colombiano del
Grado 33º.”
A decir verdad, la no posesión
de una Carta Patente nunca ha impedido a las organizaciones Masónicas
interactuar en alguno de los diferentes sectores en que se divide la vida
nacional e internacional de la Orden, ya que este documento ha sido reemplazado
con frecuencia por cartas constitutivas, textos fundacionales, reconocimientos
por parte de otras Obediencias simbólicas o escocistas, militancia en
confederaciones Masónicas, tratados firmados, etc.
Otra razón aducida para
defender la legitimidad de una Obediencia es la consideración de que el hilo
conductor que otorga la calidad Masónica lo constituye la iniciación de sus
miembros por parte de otros Masones que a su vez hayan sido iniciados por otros
más en igual forma, en una cadena que se interna en el pasado por la vía
iniciática.
CONCLUSIONES
La visión de un mundo mejor está
estrechamente ligada con la visión masónica de la unidad entre los hombres. El
mundo moderno ha abierto nuestros ojos a la realidad sobre la alternativa de
subir juntos o hundirnos juntos. Todas las experiencias del mundo profano nos
muestran la necesidad de salir de la confusión separatista y entrar en la luz
diáfana del concepto de la unidad con todos. ¡Cuánto más patente es esta verdad
en la masonería, siendo que su objetivo es la unidad!
La amenaza actual de la anarquía y el
caos en nuestras columnas hace imperativo un pronto restablecimiento del orden
en ellas. Los que vemos en la masonería algo mucho más profundo y más grande de
lo que aparece en la superficie, no podemos resignarnos a que pase mucho tiempo
antes que el sol salga de nuevo en su Oriente.
Nuestro objetivo debe ser revisado a la
luz de una mejor capacidad de entendimiento y asimilación que en el presente.
Tenemos un enemigo común –la división- y un amigo común –la unidad. Es indudable que cada parte en que dividimos
algo, crea un problema, y cada división que eliminamos, elimina un problema.
Nuestro símbolo principal, el de la
escuadra y el compás sobrepuestos, significa, para la masonería, la unidad en
todo sentido, de arriba y de abajo. Deben existir en ella la armonía y la
interdependencia en vez de antagonismo y la escisión; debemos poder hallar en
ella ese sentido de continuidad que reina en el universo. Para alcanzarlo,
ninguna tarea es demasiado difícil, ni camino demasiado largo, o sacrificio demasiado
grande. Cuanto antes emprendamos el camino, tanto mejor. Los grandes problemas
surgen de pequeños problemas que no se solucionan a tiempo. Lo que debe
preocuparnos principalmente es si hemos de mantenernos en el curso de la
masonería. No siempre lo hemos hecho. ¿A qué se deben estos desvíos?
Las órdenes que nos llegan desde el
puente de nuestra embarcación son, muchas veces, vagas y confusas. Hace falta
una voz clara y segura sobre el rumbo que debemos seguir, si hemos de marchar
unidos por un curso recto. ¿No somos, muchas veces, como esos cuadros que no
sabemos en qué posición ponernos?
Si pudiéramos percibir la meta más
claramente, ¿no seguiríamos el curso más diligentemente? ¿Sabemos qué
perseguimos en la masonería? ¿Podemos hallar en ella una guía segura para
llegar al corazón de ese misterio del universo que está dentro del hombre por
ser éste una reproducción de ese universo y la masonería una imagen de ambos?
Se presupone que todo el que entra en la
masonería lo hace en busca de luz sobre las preguntas: ¿De dónde vengo? ¿Qué
soy? y ¿Hacia dónde voy? Las respuestas a estas interrogantes a través de la
masonería, nos ayudan a conocernos y a orientarnos hacia un objetivo de
autorrealización. Como integrantes del cuerpo masónico, debemos para conocer su
objetivo, hacernos también las preguntas: ¿De dónde viene la masonería? ¿Qué
es? ¿Hacia dónde va? Vale decir: su pasado, su presente y su futuro.
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