Admirable sacerdote jesuita, intelectual, escritor y precursor de la
independencia americana, nació en la población de Pampacolca, cerca de Arequipa-Perú
el 26 de junio de 1748; realizó sus estudio elementales en el terruño natal,
continuándolos en el conocido colegio Real de San Bernardo de Cuzco; ingresó en
1761 junto a su hermano José Anselmo como novicio en la Orden Jesuita, teniendo que
abandonar el aprendizaje y el país, a causa del decreto del rey Carlos II,
emitido el 27 de febrero de 1767, que ordenaba la expulsión inmediata sin
autorización para regresar so pena de muerte, de todos los jesuitas que se
encontraban en los dominios españoles en hispano América, igualmente los que se
encontraban en Francia y Portugal, los cuales sumaban unos cinco mil; de ellos
cuatrocientos cuarenta y dos se encontraban en el Perú.
Decreto de expulsión de los
jesuitas de España despachado por Carlos III el 27 de febrero de 1767
(transcripción original)
Habiéndome conformado con el
parecer de los de mi Consejo Real en el Extraordinario, que se celebra con
motivo de las ocurrencias pasadas, en consulta de veinte y nueve de Enero
próximo; y de lo que sobre ella me han expuesto personas del más elevado
carácter: estimulado de gravísimas causas, relativas a la obligación en que me
hallo constituido de mantener en subordinación, tranquilidad, y justicia mis
Pueblos, y otras urgentes, justas, y necesarias, que reservo en mi Real ánimo:
usando de la suprema autoridad económica, que el Todo Poderoso ha depositado en
mis manos para la protección de mis Vasallos, y respeto de mi Corona: he venido
en mandar se estrañen de todos mis Dominios de España, e Indias, Islas
Filipinas, y demás adyacentes, a los Religiosos de la Compañía, así Sacerdotes,
como Coadjutores o legos, que hayan hecho la primera Profesión, y a los
Novicios, que quisieren seguirles; y que se ocupen todas las temporalidades de
la Compañía en mis Dominios.
Y para su ejecución uniforme en
todos ellos, os doy plena y privativa autoridad; y para que forméis las
instrucciones y órdenes necesarias, según lo tenéis entendido, y estimareis
para el más efectivo, pronto, y tranquilo cumplimiento. Y quiero, que no sólo
las Justicias y Tribunales Superiores de estos Reynos executen puntualmente
vuestros mandatos; sino que lo mismo se entienda con los que dirigiereis a los
Virreyes, Presidentes, Audiencias, Gobernadores, Corregidores, Alcaldes
Mayores, y otras qualesquiera Justicias de aquellos Reynos y Provincias; y que
en virtud de sus respectivos Requerimientos, qualesquiera tropas, milicias, o
paisanaje, den el auxilio necesario, sin retardo ni tergiversación alguna, so
pena de caer el que fuere omiso en mi Real indignación. Y encargo a los Padres
Provinciales, Prepósitos, Rectores, y demás superiores de la Compañía de Jesús
se conformen de su parte a lo que se les prevenga, puntualmente, y se les
tratará en la ejecución con la mayor decencia, atención, humanidad y asistencia:
de modo que en todo se proceda conforme a mis soberanas intenciones.
Tendréislo entendido para su exacto cumplimiento, como lo fío y espero
de vuestro zelo, actividad, y amor a mi Real servicio; y daréis para ello las
Órdenes, e Instrucciones necesarias, acompañando exemplares de este mi Real
Decreto, a los quales, estando firmados de Vos, se les dará la misma fe, y
crédito que al original.
Rubricado de la Real Mano.
En el Pardo a veinte y siete de Febrero de mil setecientos sesenta y
siete.
Al Conde de Aranda, Presidente del Consejo.
(fin de la cita)
Juan Pablo, se traslada junto a su hermano a la población de Massa Carrara, cerca de
Génova-Italia, donde completa sus estudios religiosos; se hacía llamar el abate Paolo Rossi y su hermano Antonio Valossi. Desde el exilio apoya
pero sin éxito al movimiento independentista en el Perú de Tupac Amarú (José
Gabriel Condorcanqui) en 1780 y 1781. Sin medios económicos al no poder recibir su herencia por la confiscación
de sus bienes, se ve obligado a
trasladarse en 1782 a Londres. El sacerdote
Juan Pablo Viscardo Guzmán pasa a la posteridad al escribir en esa ciudad en
1791 su famoso documento: “CARTA
A LOS ESPAÑOLES AMERICANOS POR UNO DE SUS COMPATRIOTAS”, con su lema “El amor a la Patria vencerá”. Considerado uno de los primeros documentos políticos, que plantea
abiertamente la independencia total, se inspira en los libros del ginebrino
Juan Jacobo Rousseau y de los franceses Carlos Montesquieu y Francisco Voltaire;
Viscardo becado con trescientos pesos en Londres desde 1796, explica el
principio de autodeterminación de los pueblos, resume en cuatro palabras los
tres siglos del coloniaje español: “Ingratitud,
Injusticia, Servidumbre y Desolación”. Este valioso escrito que dejó honda
huella en el proceso emancipador, es denominado por muchos historiadores como: “La Primera clarinada de la libertad
americana”, como “La Primera Proclama
de la Revolución Americana”
y como “La Partida
de Nacimiento de la independencia Hispanoamericana”. La Carta de Viscardo es una
larga acusación contra España durante los tres siglos de colonización, se
refiere igualmente al texto de Montesquieu, a la verdadera lucha contra la
monarquía y la reivindicación del indio. Este digno pensador y luchador, antes
de fallecer en Londres el 10 de febrero de 1798, entregó el material en
custodia a Rufus King, diplomático norteamericano, con quien mantenía excelente
amistad, para que se los entregara a Francisco Miranda, que no lo conocía, pero
sabía de su afán emancipador. Los documentos llegan a manos de nuestro “Siempre Precursor”, quien a los
dieciséis meses de la muerte de Viscardo, emocionado por el contenido redentor, lo inmortaliza al escribir el prólogo,
le coloca un falso pie de imprenta de elaboración en Filadelfia y lo reparte
clandestinamente a los emancipadores y conspiradores hispanoamericanos. Este
valioso e histórico documento se traduce en 1801 al español y será el gran
texto de influencia de las futuras actas de independencias en Suramérica.
Miranda inspirado en este documento, tomó nota para la elaboración de su
proclama leída y colocada en Coro en agosto de 1806, igualmente le hizo llegar
en Trinidad un ejemplar al protomártir Manuel Gual, quien se hallaba desterrado
luego del fallido movimiento emancipador de 1797 conocido como de Gual y
España. Este documento sirvió de referencia en la Carta visionaria sobre la América española, escrita
por nuestro Libertador en Jamaica el 6 de septiembre de 1815. Don Andrés Bello,
en su “Alocución a la Poesía”, escrita en
Londres y publicada en 1823, menciona ideas de Viscardo. Extractos de este
valioso documento precursor: “Queridos
Hermanos y compatriotas, puesto que España, siempre nos ha tratado y
considerado de manera tan diferente a los españoles europeos, y que esta
diferencia solo nos ha aportado una ignominiosa y esclavitud, decidamos ahora
por nuestra parte, ser un pueblo diferente. Renunciemos al ridículo sistema de
unión y de igualdad con nuestros amos y tiranos, renunciemos a un gobierno, que
a una distancia tan enorme, no pueda darnos ni siquiera en parte, los grandes
beneficios que todo hombre puede esperar de la sociedad a la que se encuentra
unido. Descubramos nuevamente América para todos nuestros hermanos de toda la
tierra, y nuestra recompensa, no será inferior a la de todo el resto del mundo, de donde la ingratitud, la
injusticia y la codicia mas insensata nos han desterrado”. La memoria de Juan Pablo Viscardo Guzmán es
apreciada por los inmigrantes latinos que se encuentran en Londres, lo consideran
su patriarca y Protector.
Por; QH.·. Gral. Eumenes Fuguet Borregales ; Historia y Tradición
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