En extraordinaria Tenida del miercoles 8 de mayo y con la anuencia del QH.·. VM.·. del tall.·. Angel Medina, luego de darles las gracias por su invitación a la misma, nos permitiremos publicar un tema que a su vez esta preparado por el QH.·. Juan José Saavedra, quien es el decano de Prensa de FENIX NEWS, lo cual nos parecio muy importante poder compartir en arás del progreso y del bien general de la Or.·. Masónica.
De igual forma agradezco a los QQHH.·. Franchesco C. ,Natalio P., Eliezer S., Josué P.,Miguel Angel I.,Pedro D´.,Enrique H., Guanclaudio G., José Q. y Ricardo G. ; .por sus excelentes atenciones
Mil Gracias a todos una vez mas ..!
Mil Gracias a todos una vez mas ..!
A continuación el texo:
Los Enemigos de la Masonería...
¿Cómo es posible
que la Masonería tenga enemigos?
¿Los tiene
realmente?
Claro que los
tiene y son poderosísimos.
El enemigo
tradicional ha sido la Iglesia Católica Romana, a pesar de que en un comienzo
también pertenecieron a la Masonería miembros del clero tanto católico como
protestante.
Sin embargo,
contrariamente a lo que podríamos pensar, el verdadero y contumaz enemigo de la
Masonería no es la Iglesia pese a sus anatemas y excomuniones manifestadas en
varias bulas papales que todos conocemos.
No, los
verdaderos enemigos no están afuera, sino adentro, en el interior de las
logias, disfrazados, camuflados, personificados, reconocibles, con nombres y
apellidos. Así como decimos que tal o cual persona es la encarnación de la
virtud, la belleza, la bondad, la equidad, etc., así también hay personas que
son encarnaciones de lo contrario, de lo negativo, de lo viciado.
He aquí una lista
negra de esos indeseables enemigos:
-El mentiroso
convencido de que dice la verdad.
-El ignorante que
pretende saber y en realidad no sabe.
-El innovador que
pretende cambiar esto y lo otro, a su estilo, especialmente el que viene de
otro Rito.
-El prepotente,
con ínfulas de pavo real, sobre todo si ha alcanzado un alto grado.
-El falsificador
de documentos.
-El calumniador
que difama a su H:. a sus espaldas.
-El plagiador de
trabajos, tomados de otras personas o bajados de Internet.
-El acosador de
HH:. . con mentiras, con ofrecimientos de grados, si está en posición tal de
otorgarlos; que pretende “purificar” el “aura” de sus HH:.. con ceremonias de
su demencial invención.
-El ladrón que se
queda con los fondos de su logia u Orden. Lo curioso e inexplicable es que este
espécimen siempre tiene cómplices y defensores.
-El borracho que
en su falta de control y de criterio se aprovecha del ágape para embriagarse.
-El cómplice de
las malas acciones de otro.
-El perjuro que
no respeta ninguno de sus juramentos prestados en diferentes grados.
-El irrespetuoso
y anarquista que no está dispuesto a acatar el orden jerárquico de la Orden y
actúa individualmente a su conveniencia promocionando su imagen, pese a haberse comprometido a trabajar en
equipo, por la Orden y no por satisfacer su ego.
-El aprovechador
que trata de obtener beneficio personal de su condición de masón, pecuniario o
de influencia social y política, y que seguramente ingresó a la Masonería con
esta intención.
-El intolerante
que no soporta las ideas, opiniones ni comentarios contrarios a los que él
detenta no obstante que la Masonería preconiza la tolerancia (principio que
debe tener necesariamente un límite para que se conserve como una virtud).
-El que ve en la
Masonería una especie de “carrera de grados”, una escalera jerárquica al estilo
militar.
-El “vivo” que
logra grados adulando o comprando grados que no tiene ni merece.
-El que se otorga
a sí mismo grados para poder liderar y mandar.
-El divisionista,
el separatista, que quiebra la Orden para crear otra según su personal estilo,
y que a su vez es víctima de otros divisionistas que inventan otra Orden, etc.
(carioquinesis masónica).
-El moroso que
siempre se encuentra atrasado en sus cotizaciones pretendiendo que la Orden le
proporcione comodidad y enseñanza.
-El inventor de
grados superiores no precisamente para mejor exponer una doctrina superior,
sino para liderar una Orden con aparentemente mayor autoridad que sus
antecesores. (De este linaje fueron Ramsay, Esteban Morin, Grasse-Tilly, entre
otros)
-El que apela a
la “fraternidad”, mal entendida obviamente, para que se ayude y que después de
recibir la ayuda se olvida de la “fraternidad” y se aleja de la Orden sin dar
aviso ni explicaciones.
-El que hace caso
omiso de las normas institucionales cuando le conviene.
-El que se
ausenta de su logia cuando le da la gana y que pretende volver a ella y ser
recibido en gloria y majestad, abusando de la tolerancia y fraternidad.
-El que no cumple
no con sus trabajos ni con su asistencia, y pretende igual que se le considere
para un grado superior.
-El que en una
actitud psicológica bipolar saluda a todos con aparente afecto fraternal para
criticarlos el retirarse de su logia.
-El que evade
asumir un cargo oficial de menor cuantía aparente como no sea el de S.·.V.·.,
P.·.V.·., V.·.M.·. u Orador.
-El que no cumple
bien el cargo asignado y libremente aceptado
-El impuntual que
siempre llega atrasado a la tenida, sin sus paramentos a veces, y que se retira
lo antes posible con pretextos increíbles.
-El que al hacer
uso de la palabra para dar su opinión sobre el tema presentado en logia,
comenta cualquier otra cosa sin atingencia con el tema, pero que pretende que
se le escuche igual.
-El político, o
el politiquero más bien, cuyos comentarios en logia llevan siempre un sesgo
político y que desearía que la Masonería
se involucrara un poco más, o bastante más, en la política contingente del
país, que, por supuesto, no es el objetivo fundamental de la verdadera
Masonería.
-El agnóstico o
ateo que no cree en nada espiritual, para quien lo espiritual es sinónimo de
intelectual y que vería con sumo agrado que se eliminara el concepto y la
alusión al G.·.A.·.D.·.U.·. en los rituales con que opera la verdadera
Masonería, principio Supremo, sin el cual la logia no pasa de ser una especie de
club social con un techo intelectualoide.
-El alérgico a la
Biblia, el Libro de la Ley o Libro Sagrado, y que desearía verla reemplazada
por la Constitución política del país, convirtiendo a la logia en un taller
social, intelectual y político. Esto no es Verdadera Masonería en ninguna
parte.Y así tantos
otros.
En conclusión,
los verdaderos enemigos de la Masonería están en la propia mente y personalidad
de algunos de sus enclenques adherentes. Estos elementos viciosos destruyen
logias y ordenes. Son perversos adeptos que nunca lograron despejarse de su
profanidad, profanos amandilados, que mancillan el templo que los aceptó y
cobijó con fraternal afecto.
Y a propósito de
la expresión “profano amandilado”, el profano con mandil es quien la iniciación
no surtió ningún efecto; es quien no se produjo un cambio de consciencia de lo
inferior a lo superior, de lo profano a lo propiamente iniciático; es quien la
transmutación alquímica de los “metales” fue un rotundo fracaso.
¿Qué
correspondería hacer con estos malos elementos?
Son delincuentes
psicopáticos que tienen necesariamente que se eliminados y expulsados de la
Orden para que la Verdadera Masonería siga viva y sana. Son como tumores
malignos que aparecen en el cuerpo de la Orden y que hay que extirpar por
doloroso que sea.
Y, al exponer a
la luz a estos siniestros personajes, verdaderos demonios encarnados y
camuflados que medran en la tierra feraz de la Masonería (y en cualquier otra
institución religiosa o iniciática por espiritualista que sea), no estamos
propiciando una suerte de persecución o quema de pseudo-iniciados, sino, más
bien, para que permanezcamos alertas y no permitamos que personajes de esta
calaña socaven y destruyan una institución tan respetable y digna de ser
preservada para bien de la humanidad.
Pierre Cubique.·.
Pierre Cubique.·.
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