En la población de
Morón, capital del municipio Juan José Mora del estado Carabobo, se encuentra
el "Monumento al zancudo caído",
construido en 1955 por iniciativa del Club de Leones de Valencia, recordando
que en ese sitio se inició el 2 de diciembre de 1945, la titánica lucha contra
el paludismo, considerada la principal causa de muerte en el país.
Recordemos que María Teresa Rodríguez del
Toro, la joven esposa del futuro Libertador, fallece el 22 de enero de 1803 de
fiebre amarilla. Bolívar con Rafael Urdaneta y el prócer neogranadino Atanasio
Girardot, tienen que suspender el sitio a la fortaleza de Puerto Cabello
iniciado el 17 de agosto de 1813 hasta mediados de septiembre, debido a las
muertes por la fiebre amarilla. Páez tuvo que retirar el cerco en Puerto
Cabello el 26 de mayo de 1823 y movilizarse a Valencia, porque su ejército
"estaba siendo diezmado por la peste
de calenturas, degenerado en vomito prieto";
acción que reinicia el 7 de octubre hasta lograr la rendición del
general Sebastián de la Calzada el 8 de noviembre, último combate de la guerra
de independencia, caracterizado por
cuanto la tropa ingresó en horas nocturnas con el fusil en alto con el agua al cuello,
todos desnudos, único combate conocido con esta característica. Antes de la
lucha contra el paludismo la esperanza de vida del venezolano estaba en los
cuarenta y siete años, mejorando considerablemente a partir de 1950 al llegar casi
los sesenta; es importante resaltar que desde 1962 en Venezuela no se registra
ni una sola defunción por paludismo, es uno de los males traídos al Nuevo Mundo
por los europeos o por los negros esclavos a partir de 1528. Fue el eminente doctor trujillano Arnoldo Gabaldón
(1909-1990), en obtener los primeros éxitos en este combate contra el paludismo,
que ocasionaba no menos de diez mil muertes al año; convierte a Venezuela en el
primer país en organizar una campaña a escala nacional contra la malaria con
resultados por demás positivos.
El Dr. Gabaldón
inicia en 1936 la estrategia para erradicar este mal del país, como fundador de
la Dirección Especial de Malariología adscrita al ministerio de Sanidad y
Asistencia Social; igualmente funda en Maracay la Escuela de Malariología y
Saneamiento Ambiental, formando hasta la
presente fecha, innumerables profesionales malariólogos nacionales y
extranjeros. Gracias a las investigaciones y coordinaciones realizadas por el
Dr. Gabaldón relacionadas con el la lucha antimalárica, el Congreso Nacional
sanciona en 1936 la Ley de Defensa contra
el Paludismo. En 1944 se traslada a Washington como participante de la V
Conferencia Panamericana de Directores Nacionales de Sanidad, se relaciona con
el general James Simmons, quien le informa de un polvillo blanco empleado con
fines militares y que ligado con kerosén, ofrecía un buen efecto sobre el
trasmisor del paludismo; el polvo sería el D.D.T (Dicloro-Difenil-Tricloetano).
Gabaldón realiza las diligencias necesarias para traer al país el referido
componente, ansioso de utilizarlo en la lucha antimalárica; a tal fin los entes
gubernamentales y estadales brindaron el apoyo necesario; el Presidente
(gobernador) de Carabobo para la época era el conocido Dr. Enrique Tejera. El distinguido
doctor valenciano Pedro Rafael Guerra Méndez (1866-1946), adelantó campañas
antimaláricas y en sus escritos sobre el paludismo, se refería como el
principal agente de mortalidad en Carabobo.
El profesor Alexis
Coello Cronista Oficial del municipio Juan José Mora, en su excelente obra
"Morón auge y caída del Paludismo en
Venezuela", patrocinado por la ilustre Cámara Municipal, editado en
2005, nos ilustra con gran acierto en forma didáctica y documental, sobre el
flagelo que sufrió el país a causa del zancudo transmisor del paludismo y
pormenores de la lucha iniciada en Morón, por ser Morón, vecina a Puerto
Cabello, la región con elevada mortalidad, donde el eminente Dr. Gabaldón
ejercía la medicina antes de 1936, amplio conocedor del aspecto sanitario de la
región costera carabobeña.
El 2 de diciembre
de 1945, inicia en forma experimental su labor utilizando el D.D.T en un rancho
propiedad de Melecio Castillo, empleando un pequeño ejército de rociadores o
dedetizadores con su característico uniforme gris y casco de aluminio en forma
de hongo, que pronto se desplazarían en mulas, a pie o en vehículos rústicos.
Recorrieron gran parte del territorio nacional, fumigando casa por casa,
caseríos, aldeas, pueblos y ciudades; marcando cada casa rociada. Son
ellos merecedores del permanente
reconocimiento y agradecimiento
nacional; algunos de ellos fallecieron en cumplimiento de su loable actividad.
Acompañaron a Gabaldón en el histórico primer rociado distinguidas
personalidades del área gubernamental y sanitaristas.
El Dr. Gabaldón
logró ganar la gran batalla del siglo XX, esta vez contra el paludismo. El inédito monumento al "zancudo caído", colocado donde
estaba el primer rancho rociado, es de metal colocado yacente sobre una base de
piedra redonda.
Por; QH.·. Eumenes Fuguet Borregales.
E.·. V.·. M.·. 2002
E.·. V.·. M.·. 2002
de
la R.·. L.·. Sol de América Nº 37
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General
de Brigada.
Miembro
de Número de la Academia de la Historia del Edo. Carabobo.
Miembro
de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro
de la Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Director
de la Revista Internacional Historia y Tradición.
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