sábado, 18 de mayo de 2013

Masonería siglo XXI...GODF y GLI: Dos oponentes y un GADU de por medio.





El desencuentro ante el concepto del Gran Arquitecto del Universo (GADU) que vengo exponiendo en este blog, desde que D. Jesús Soriano  como Gran Comendador del Supremo del Grado 33 del REAAGran Logia de España, expresó en un titular de prensa en Asturias aquello de: “para ser masón solo hay que creer en Dios”, lo cual  tiende dicha aseveración a algo que parece estar grabado a sangre y fuego en la llamada “regularidad” masónica, y sí no veamos algunos ejemplos que nos dejan muy a las claras lo que hay detrás de ese titular, el cual presentaba como referencia esencial la cabeza jerárquica del filosofismo “regular” español, como es D. Jesús Soriano.

Para ver la relatividad que  hay en todo lo concerniente al tema del GADU , y como a veces este concepto es moneda de cambio, más que concepto de peso, desarrollo este trabajo de reflexión poniendo el acento en la contienda de dos grandes organizaciones como la Gran Logia de Inglaterra y el Gran Oiente de Francia y el concepto del Gran Arquitecto del Universo (GADU)...

Para aclarar estos temas,  expongo lo que desde mediados del siglo XIX exponía la Gran Logia de Inglaterra:La masonería no es un movimiento filosófico […] la verdadera masonería es un culto […] Debe ser una religión monoteísta que exige la creencia en Dios como Ser Supremo… y debe ser una religión en la que haya un libro sagrado sobre el cual el iniciado pueda prestar su juramento ante la Orden Masónica.”

Estas contundentes frases nacen de esa continua querencia por querer remachar una vez más frente a las posiciones que predica la masonería “liberal” y que se referencian en la posición del Gran Oriente de Francia (GODF) de añadir las Constituciones del GODF como sustituto del libro de la Ley que además llegan a modo de auxilio de las Constituciones de Anderson, aprobadas en su día como referentes de los trabajos de la GLI. Constituyéndose a partir de 1760 el citado libro en una de las Tres Grandes Luces de la Masonería: La Biblia (Corán o Vedas) con la Escuadra y el Compás.

Y no solo eso, sino que la GLI en unas misivas dirigidas a la Gran Logia de Uruguay,  que ésta reproduce en su momento, remacha que “ningún libro moral, puede sustituir al libre de la Religión” lo cual encaja perfectamente dentro del organigrama de un “credo que es estricto, y absolutamente rígido”.

Por tanto, ante las premisas que el Gran Oriente de Francia que  iba tomando a partir de 1875, con una evolución de sus orientaciones conceptuales y rituales haciendo que le hacen perder el reconocimiento en 1878 como “Potencia Masónica” ante otros organismos masónicos, los cuales pasan a denominar al GODF como una simple y llana “Asociación Fraternal” por muchos signos, palabras y toques masónicos que utilice, y todo deviene como digo, por la modificación que el GODF realiza en 1877 en el primer Artículo de su Constitución ( Asamblea General del 23 de septiembre de 1877)

Esta cuestión que parece capital, y que se ha ido conformando de alguna forma como una cuestión tópica, funcionando a modo de una “verdad a medias”, ya que el auténtico rompimiento entre ambas instituciones ya se había producido un siglo antes, y por cuestiones bastantes divergentes a la denominada tolerancia religiosa.

Tanto es así que uno de los antecedentes institucionales de lo que luego daría lugar a la fundación al GODF, como era la Gran Logia de Francia, en 1766 cerraba un concordato con la GLI y como testigos de ello lo firmaban el Diputado Gran Maestro Rowland Holt, y el Gran Secretario J. Hezeltine de la GLI y el Barón de Toussaint, Gran Guarda Sellos de la Gran Logia de Francia (1774).

En dicho acuerdo plantean que ninguno de los dos estamentos abriría logias en el país de su otro “partenaire” ni en sus “dominios”, y por supuesto no interferían en la autoridad de cada una de ellas.

Aunque la Gran Logia de Francia abatirá sus columnas  dando paso a la Gran Logia Nacional de Francia, que a su vez dará como resultado el nacimiento del Gran Oriente de Francia, ello no impide que el GODF le envíe por medio de Chaillon de Jonville a la GLI y de forma oficial la demanda el intercambio de una correspondencia, a la vez que  le adjuntara un “corps de sus operactions después que le duc de Chartres en a accepté la Grande Maîtrise “ (5 de abril 1772) con el fin de disipar algunas dudas; lo cual es aceptado unos meses más tarde por Holt y Hezeline, declarando que sería un honor aceptar la obligatoria invitación del GODF de mantener una justa correspondencia mutua, expresando el deseo de sí el GODF seguiría adelante con el Concordato heredado de la Gran Logia de Francia.

Está claro que en todo este trasunto está pesando, en unos y otros, sentirse como herederos de una u otra organización: ¿Era en realidad era el GODF heredero de la Gran Logia de Francia de aquella de 1735, y de la última…? Esto hace que todos quieran “ponerse a tono” con aquellos acuerdos que de alguna manera los dos parecían querer proyectar en sus futuras relaciones.

De hecho el GODF designará una comisión para lograr un “Tratado de Unión” o de Alianza, aunque no queda claro si al final de todo el proceso lo que se buscaba no era tanto una fuerte implicación, sino lograr un “cierto intercambio de correspondencia” aunque al tenor del fuerte fuste de los Hermanos Comisionados, ello nos hace dudar de esa pretendida cierta ambigüedad. Los comisionados eran: La Chaussée, Guillotin. Jubert de la Bourdiniere, Savalette de Langes, uniéndose más adelante también los Hermanos Rozier, Daubertin, Le Roy, y Machy),

Los cuales al final de todo una serie de reuniones generan una propuesta compuesta de seis artículos que fue enviado a la GLI el 13 de junio de 1775, aunque sabemos que nunca fue estudiado de forma oficial, aunque sí de forma oficiosa, puesto que estaba en manos del Marqués de Vignoles, Gran Maestro Provincial de la GLI, encargado de la relación con los “Orientes Extranjeros”.

Algunas incidencias, malentendidos, y como no, la dimisión de Secretario General del GODF Barónd de Toussaint harán todavía más difíciles las relaciones entre ambas organizaciones, hasta que la GLI en septiembre de 1775 por medio de Vignoles lo hace pero con la intención de no “entrar al trapo del GODF “ y sus propuestas, lo cual es inmutable para la GLI, puesto que por en medio estaba el tema del cambio en el artículo primero de la Constitución del GODF, y también la negativa a aceptar como Gran Logia Madre a la Gran Logia de Inglaterra, todo esto les lleva a un punto muerto en las negociaciones, estando solo de acuerdo en el principio de territorialidad que marcaba el artículo 2 del proyecto en discusión.

El proyecto nunca llegará a ser firmado, ya que además entraba en todo este embrollo la negociación para una posible unión con los Directorios Escoceses derivados de la llamada Estricta Observancia., y pese a que el GODF terminará anexionando los Directorios de Burdeos, Lyon y Estrasburgo, la GLI abandona toda idea de avanzar en unas relaciones normalizadas con el Gran Oriente de Francia.

Como estamos observando no hay de por medio ningún motivo religioso en todo este entramado, sino temas de geoestrategia, porque a ojos de la Gran Logia de Inglaterra el GOdF estaba anexionando cuerpos masónicos irregulares.

Su queja va a ir en aumento, al plantear  la obediencia francesa el reconocimiento de los Altos Grados que ella misma práctica, sino que en 1786 saca adelante el Rito Francés superponiendo a los tres grados del Rito Inglés los antiguos Cuatro Ordenes de Sabiduría: Elegidos, Escocés, Caballero del Oriente y el Rosa Cruz.

En todo caso y por encima de todo  el GODF busca tener contacto con la nueva estructura que en 1815 ha devenido en  la Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI) pero en ningún momento a lo largo del desarrollo de este affaire que llega a 1851,  la aproximación se hace bajo la conceptualización religiosa, ya que el GODF en 1849 había recalcado en su declaración de principios reglamentarios aprobados en la Asamblea General de agosto de 1849 que “La Francmasonería es una institución eminentemente filantrópica, filosófica y progresiva en base a la existencia de Dios y la Inmortalidad del Alma”

Las revisiones de la Constitución de 1849 y 1854 y 1862 no aportan ninguna modificación, aunque esta se atenúa un tanto en 1865 con cierto rebaje del carácter dogmático por la adicción: “Ella [la francmasonería] busca la libertad de conciencia un derecho propio de cada individuo y no excluye a las personas por sus creencias”

Aunque la Asamblea General de 1877 rechaza expresamente toda exigencia religiosa a instancias de F. Desmond (pastor de la Iglesia Reformada) que logra que se apruebe lo siguiente: La Francmasonería institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresiva tiene por objeto la búsqueda de la verdad el estudio de la moral universal , de las ciencias y la artes y el ejercicio de la beneficencia, tiene por principio la libertad absoluta de conciencia y la solidaridad humana, no excluye a ninguna persona por sus creencias,. Y tiene por divisa Libertad, Igualdad y Fraternidad.”

La correspondencia entre las Grandes Logias: de Francia e Inglaterra se había interrumpido en 1771, y la separación aún es más grande a consecuencia de que  la Gran Logia de Francia que deviene en 1773 en el GODF, y la Gran Logia de Inglaterra se convierte en 1815 en la Gran Logia Unida de Inglaterra, con estos cambios la comunicación se romperá definitivamente en 1877, pero por parte de la Obediencia inglesa se sigue considerando a los masones franceses a nivel individual como MASONES REGULARES, y por tanto con derecho de visita en las logias inglesas, lo cual queda roto en 1877 que es cuando la GLUI prescribe a las logias de su jurisdicción admitir como visitante a todo aquel masón que se pertenezca a una logia que niegue los Antiguos Deberes, y no sean firmantes de una declaración de Creencia en Dios.

Pero aun así el GODF seguirá tendiendo la mano a la GLUI ya que no desea condenar al ostracismo a los masones de su organización, y en 1884 el Hermano Coulon como Presidente del Consejo de la Orden se dirigirá a la GLUI en nombre del Consejo de la Orden del GODF,  con una carta donde muestra la esperanza de disipar lo que él cree que ha sido un malentendido, por ello expone que la modificación de 1877 en su artículo 18-19 de la Constitución “no tiene un carácter antirreligioso, cuando por otro lado solo expresa el sentido de tolerancia del GODF, la respuesta por parte de la GLUI se anota como escrita en 12 de Enero de 1885 por mandato del Príncipe de Gales, (Gran Maestro de la GLUI) y enviada por Shandwell H. Clerke como Gran Secretario y que entre algunos de sus pasajes se encuentra este:

“La GLUI jamás ha supuesto que el GODF hubiera querido hacer una profesión formal de ateísmo o materialismo, pero la GLUI sigue sosteniendo que la creencia en Dios es la primera marca de una auténtica masonería, y defiende esta creencia como esencial en la existencia de una masonería auténtica, y ninguna asociación tiene el derecho de reclamar la herencia de las tradiciones y prácticas de la anciana y pura Masonería.

El abandono de este landmark, dentro de la opinión de la GLUI, niega la piedra fundamental de todo edificio masónica, y es por ello que el GODF hace un sincero borrado de su Constitución la modificación realizada en 1877, con la afirmación de la existencia de Dios, y llegó a ello a pesar de todo con unanimidad, pero estos cambios va a afectar a las relaciones fraternales que tienen ambos Potencias Masónicas, que bajo esa premisa de 1877 no podían continuar por más tiempo con sus relaciones.

Aunque en realidad las relaciones de correspondencia entre ambas potencias masónicas estaban interrumpidas desde 1776 por razones ajenas a la religión y al motivo expresado por la GLUI después de 1877, el tema religioso es una razón suplementaria que no era suficiente para romper una relación y una correspondencia que prácticamente no existía.

Víctor Guerra. MM.:.

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