sábado, 5 de julio de 2014

Gala en La Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela en Carabobo;Discurso con motivo del 203 aniversario del 5 de julio de 1811






Discurso de orden pronunciado por el ciudadano General Eumenes Fuguet Borregales, Individuo de Numero del Docta Academia de Historia del estado Carabobo, en el Museo de la Casa del General Páez de la ciudad de Valencia, sede de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela en el Estado Carabobo.         


               Valencia 5-VII-2014


Nuestro glorioso pasado nos convoca en esta ocasión para celebrar con cívico fervor, el 203 aniversario de la declaración de la independencia. Es el día mas significante de la transformación política de Venezuela; alto honor encontrarnos en esta vieja casona, conocida como “La Casa de Páez”, Museo Histórico y sede de la digna Sociedad Bolivariana de Carabobo, decretada en ocasión de la efeméride sesquicentenaria de la magna Batalla de Carabobo, cuyo principal combatiente fue el Taita Páez, único militar ascendido en el mismo campo de batalla por nuestro Padre Libertador. Estas paredes, guardan historias y leyendas no olvidadas, residencia preferida del Centauro llanero, adquirida en 1822, orlada con nueve murales, de las acciones donde participó denodadamente y descritas personalmente con lujo de detalles al reconocido pintor Pedro Castillo, abuelo materno de Arturo Michelena, cultor pictórico de la historia y uno  de los máximos exponentes de la pintura Venezolana. Para comprender mejor el significado y proyección de esta grandiosa fecha Nacional, es necesario retroceder, las páginas de Oro  de la Historia Patria, escritas con la tinta del sacrificio y del honor: una corresponde al 8 de septiembre de 1777, cuando el rey Carlos III, emitiera una Real Cedula asignando por primera vez el territorio de la Capitanía General de Venezuela, a la Real Audiencia de Santo Domingo, separándola del Virreinato de la Nueva Granada. Incluía a Caracas como Capital de la Capitanía General, y las provincias de: Cumana, Guayana, Maracaibo e islas  de Margarita y Trinidad. Esta dependencia se mantuvo hasta el 19 de abril de 1810. 

Nuestras constituciones señalan en sus primeros artículos la territorialidad que poseíamos hasta el 19 de abril de 1810, aplicando el principio jurídico romano del utis possidetis Juris, aún vigente, significa que lo que poseías, así o poseerás y es en la Carta Magna promulgada en Valencia en 1830, en la Casa de la Estrella, donde se empieza a indicar esta esencial información. Otra importante fecha, corresponde al 19 de abril de 1810, jueves Santo, cuando la campanilla del ayuntamiento caraqueño, convocara muy temprano, para dar inicio a la sesión extraordinaria, para tratar la delicada situación española, a raíz de la invasión Napoleónica en mayo de 1808, que trajo al poder real  a José Bonaparte, conocido como “Pepe Botellas”,  y la abdicación de Carlos IV, a favor de su hijo Fernando VII. En la península ibérica se forman Consejos de Regencia y Juntas en apoyo del nuevo rey, prisionero en Valencey-Francia. Vicente de Emparan y Orbe, Capitán General de Venezuela, ocultando informaciones, prefirió esperar el desarrollo de la situación  en España y acude a la Catedral de Caracas, para asistir a los oficios religiosos. 

En la pila o fuente bautismal, fue conminado por Francisco Salias a regresar al Cabildo, donde el sacerdote chileno, José Cortes de Madariaga, verdadero protagonista de esa jornada, autoproclamado Diputado del Pueblo y del Clero, le exigió la renuncia a Emparan, que se concreta con su famoso “Pues yo tampoco quiero mando”, hecho que da nacimiento a la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII y sería el primer gobierno de los blancos criollos caraqueños. En Valencia, se encontraban los hermanos Francisco y Fernando Rodríguez del Toro, realizando los contactos necesarios para sumarse el 21 de abril, al ejemplo que Caracas dio. Una de las  decisiones de la Junta, fue designar en junio de ese memorable año, una Comisión Electoral presidida por el Dr. Juan German Roscio, “el ideólogo del nacimiento de la República”, quien elaboró el Reglamento Electoral, considerado el primero de Hispano América. Las elecciones, se realizaron en las iglesias de las siete provincias  durante los meses de octubre, noviembre y diciembre; sin poder votar, las mujeres, ni los menores de veintiún años a menos que estuviesen casados y con bienes de fortuna. Resultaron electos 44  diputados a saber: 24 por Caracas, 9 por Barinas, 4 por Cumaná, 3 por Barcelona, 2 por Mérida, 1 por Margarita y  1 por Trujillo. 

Valencia, que pertenecía a  Caracas, aportó tres diputados; Fernando Peñalver, Juan Rodríguez del Toro y el sacerdote Luis José Cazorla. En el grupo de los parlamentarios constituyentes, se encontraban tres extranjeros: José de Sata y Bussy, Peruano, Francisco Javier Yanes, Cubano y José María Ramírez, Dominicano. Nuestro siempre Precursor, Francisco “Libertad” Miranda, por invitación del joven coronel Simón Bolívar en Londres, desembarca en La Guaira, el 10 de diciembre  de 1810, contaba sesenta años de edad, es recibido como un salvador, héroe y redentor de la Patria, se incorpora al Congreso como diputado por el Pao de Barcelona y funda a finales de diciembre. “La Sociedad Patriótica, primer partido político de Venezuela”, con más de trescientos miembros.

 No debemos confundirla con la Sociedad de Agricultura y Economía, creada por la Junta Suprema,cuyo presidente fue el profesor Juan Bautista Picornell, la cual tuvo poca o ninguna actividad. Al cumplirse el 19 de abril de 1811, el primer aniversario del movimiento autonómico, los lideres de la Sociedad Patriótica, quemaron las efigies delos reyes Carlos IV y la de su hijo Fernando VII, para caracterizar la ebullición de las ideas renovadoras de nuestro “Siempre Precursor”, seguido con el entusiasmo de los jóvenes de avanzada ideológica. Se fecundaba con fuerza el embrión de la necesidad de emancipación  e independencia. Previo a la instalación del primer Congreso de las Provincias Unidas de Venezuela, el 2 de marzo, el Arzobispo, el español Narciso Coll y Pradt, ofició la solemne misa. El cuerpo legislativo, designó ese  memorable día, un triunvirato integrado por el Dr. Cristóbal Mendoza, el coronel Juan Escalona y el español Baltazar Padrón, es el Primer Poder Ejecutivo de Venezuela, en reemplazo de la Junta Suprema, surgida el 19 de abril y primer ensayo de gobierno propio en Hispano América. El Dr.  Cristóbal Mendoza es considerado el primer Presidente de nuestro país, su fecha natal 23 de junio, honra su memoria, para celebrar el Día del Abogado Venezolano. El Congreso, desde su instalación, actúa en forma lenta y dubitativa, y no consideran posible avanzar en el tema de la independencia. 

En contraposición, a partir de mayo los miembros de la Sociedad Patriótica, empezaban a considerar la búsqueda de la inexistente como ansiada disociación con el gobierno español. El 3 de julio, la historia revela un encendido discurso, coronel Simón Bolívar, al manifestar que…trescientos años de calma no bastan, pongamos la piedra fundamental de la independencia, vacilar es perdernos, el Congreso debe oír a la Sociedad Patriótica. El mensaje de la organización política, es llevado por el abogado valenciano Miguel Peña al Congreso, el Diputado Juan Antonio Rodríguez Domínguez, representante de Nutria-Barinas y Presidente del ente legislativo, concedió el derecho de palabra a Peña, que no era Diputado, en elocuentes palabras, expresadas el 4 de julio, despertó la mente y corazón de los legisladores. Rodríguez Domínguez, dispone “tratar el importante tema”; brillantes, fueron los  recordados discursos de Miranda quien dijo “O la vida para siempre, o el sacrificio de todos por la libertad”.Fernando Peñalver y sus  sabias palabras “Un pueblo para ser libre, basta que quiera serlo”.  El único Diputado que se oponía a la declaración, fue el sacerdote Manuel  Vicente Maya, representante de La Grita, quien afirmaba, que aún no estábamos preparados para dar tan importante paso. A las once de la mañana del 5 de julio, Rodríguez Domínguez consideró suficientes las discusiones, procediéndose a la votación por parte de los legisladores, la cual culminó las dos y media de la tarde con abrumadora mayoría; A las tres toma la palabra para informar emotivamente: “SENORES, QUEDA DECLARADA SOLEMNEMENTE LA INDEPENDENCIA ABSOLUTA DE VENEZUELA”. 

Fue el resultado favorable del poder legislativo; el público agolpado en los alrededores de la capilla Santa Rosa de Lima, celebraba el inédito acontecimiento de la América hispana. Miranda, con los miembros de la Sociedad Patriótica y un grupo de entusiastas seguidores recorrieron las calles y plazas caraqueñas, llevando la buena nueva, celebraban con vítores y fuegos artificiales;  exteriorizaban a los cuatro vientos ¡Al fin somos libres! Por ello, 19 de abril de 1810, la semilla, el 5 de julio de 1811, el fruto…y que buena la cosecha. España había sembrado cabildos y recogería un manojo de naciones libres.  

A partir del glorioso día que hoy celebramos, dejamos de ser españoles americanos para convertirnos en VENEZOLANOS. El Congreso realizó una segunda sesión, para designar al Diputado Juan Germán Roscio y al italiano Francisco Isnardi, para la redacción del Acta de Independencia, presentada el día  7 de julio para su aprobación. Iniciándose las firmas el día 8, que concluyen el 18 de agosto; en esa misma sesión, el Congreso designo:  a Francisco Miranda, al capitán de fragata Lino de Clemente y al capitán y Diputado José de Satta y Bussy, para el diseño de la bandera y la escarapela, aprobadas el día 7. La Bandera fue izada por primera vez el 14 de julio, en el cuartel San Carlos y luego  en la Plaza Mayor, hoy Plaza Bolívar de Caracas  por los hijos del Protomártir José María España, paradójicamente ajusticiado en ese sitio, el 8 de mayo de 1799, no sin antes exclamar moribundo, proféticas palabras ¿no pasará mucho tiempo sin que mis cenizas sean honradas!. Otra de las disposiciones del Congreso, fue la de ordenar la redacción de la Constitución Nacional, primera en Hispano América y que la misma española, con fundamentos en los postulados de la Revolución Francesa, aprobada el 21 de diciembre de 1811, vigente hasta el 15 de febrero de 1819, cuando fue reemplazada por la Constitución promulgada por el segundo Congreso, reunido en Angostura, para dar forma jurídica a la III República, decretada en Margarita en 1816 por el Libertador. El Cuerpo Legislativo reinició sus actividades en Valencia el 2 de marzo de 1812, cuando fue declarada Ciudad Federal. Se complica la situación política en Venezuela, debido al avance exitoso desde Coro del jefe español Domingo Monteverde. Las sesiones se suspenden el 6 de abril del funesto año, como preámbulo al fenecer inexorable de la I República. Juan Germán Roscio y Francisco Espejo, representantes del Poder Ejecutivo, autorizan a Miranda capitular ante Monteverde. Las actas del Soberano Congreso, estuvieron extraviadas hasta octubre de 1907, cuando Roberto Smith, consigue en Valencia el  histórico material, utilizado como cojín, en clases de piano en la residencia de Doña María Josefa Gutiérrez de Navas Spínola, documentos entregados al distinguido abogado valenciano Francisco González Guinan, Miembro Fundador de la Ilustre Academia Nacional de la Historia. 

Al ser reconocidos los documentos por la Docta Corporación, por disposición del Ejecutivo, en la persona del general Juan Vicente Gómez, se colocaron en Arca de vidrio, en el Salón Elíptico de la Asamblea Nacional el 5 de julio de 1911, fecha centenaria de la Declaración de la Independencia; de igual manera, le brindó el honor al Dr. González  Guinán ofrendar el discurso, referido a tan espléndida fecha. No debo concluir estas palabras, sin antes, indicar aspectos de nuestra Deuda Histórica. Es Carabobo, magnífica región, pletórica de glorias y esperanzas, única entidad con nombre de batalla y precisamente la decisiva. Tenemos deudas con hechos y personajes, que nos legaron independencia, soberanía y democracia, que merecen ser evocadas con gigantes vallas alusivas.  Nuestro siempre precursor, luego de ocupar Valencia, el 13 de agosto de 1811, en la parte Noroeste de la Plaza Mayor, hoy Plaza Bolívar, colocó por primera vez en combate terrestre la Bandera Nacional, por el diseñada, acompañado del  coronel Simón Bolívar, nuestro futuro “Libertador” y el entonces capitán de dieciséis años Antonio José de Sucre, futuro “Gran Mariscal de Ayacucho”. 

Estamos en deuda con Carabobo en colocar una placa y un asta gigante que recuerde este hecho histórico. La primera víctima de la independencia, es el capitán Lorenzo Buroz, fallecido  el 12 de agosto de 1811, en el sector de El Morro a las órdenes de Miranda. La casa donde Bolívar se alojó en Puerto Cabello mientras trataba de retomar el fuerte San Felipe, desde el 30 de junio al 6 de julio de 1812, hoy se encuentra con daños en su estructura y ocupada. El sitio de Las Trincheras, se conoce más por sus aguas termales, que por el combate  el 3 de octubre de 1813, donde el mayor Luciano D Lúyar, derrotó a Domingo Monteverde, capitán general de Venezuela y Presidente de la Real Audiencia de Caracas. El coronel Ignacio Hernández, nacido en San Esteban, pueblo cercano a Puerto Cabello, por instrucciones del Gral. Juan José Flores, también porteño, ocupó oficialmente en febrero de 1832 las islas Galápagos, donde leyó la proclama, izó la bandera tricolor y honró el acto con una salva de fusilería. Una isla cercana llamada Santa María, bautizó “Floreana”, hoy capital de la Provincia Galápagos, en memoria de su coterráneo Juan José Flores. Gracias a esa feliz iniciativa, la hermana Republica del Ecuador, limita con China, Japón y Rusia. 


En Mariara el 22 de julio de 1811, fecha del bautizo de fuego de los jóvenes oficiales: coronel Simón Bolívar y Antonio José de Sucre; lo cual consistió en la realización del primer disparo. Ante tal acontecimiento, nuestro ruego al Supremo Creador, porque un hombre, sólo dispare por su Patria y honor. En Vigirima se realizó el combate de mayor duración durante la  Emancipación, desde el 23 al 25 de noviembre de 1813, ofensiva dirigida por nuestro Libertador; allí participaron por vez primera los jóvenes caraqueños, que luego se inmortalizaron en La Victoria, a las órdenes del intrépido José Félix Ribas, dando origen a la efeméride del Día de la Juventud Venezolana


En Guacara nació el sacerdote Francisco de Ibarra,  Rector de la Universidad de Caracas, Primer Obispo de Guayana y Primer Arzobispo de Venezuela, enterrado en el Panteón Nacional. Los ilustres próceres Andrés Ibarra Edecán del Libertador y Diego Ibarra, ambos familiares del prelado, también nacidos  en Guacara.  En Valencia, la heroína María Josefa Zabaleta, desarrolló valerosas misiones en beneficio del movimiento emancipador, verbigracia, durante la defensa de esta ciudad, en marzo de 1814, a las órdenes del Siempre Leal, Gral. Rafael Urdaneta.  La Estatua de la Libertad instalada en 1895, en Valencia, con motivo de la fecha Centenaria del Gral. Sucre, obra de Giovanny Turini, conocida como “La peregrina”, por haber sido colocada en varios sitios de la ciudad. Hoy en irreductible llanto, espera en un depósito de la Alcaldía de Valencia, junto al ecuestre del Centauro José Antonio Páez, obra de Andrés Pérez Mujica, ser, merecidamente colocadas en lugares emblemáticos como honra nacional.


Amigos todos.


Nos prohibimos mirar al pasado solo para extasiarnos y reflexionar sobre él, porque “el pasado pulido tesoro, que a la historia da brillo a la acción, y cual faro de luz ilumina, el futuro de nuestra nación, tal como gloriosamente lo menciona el coro del  Himno de la digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela; porque un himno, da fuerza, inspiración, solidaridad y  fortalece la espiritualidad institucional. Conocer y apreciar un himno, es como querer a un hijo, por ello, es un gran motivo,  para seguir adelante, con el fin de lograr un presente y futuro mejor.

Señoras y Señores.

Su presencia ha engalanado este emotivo acto, lo cual genera en mi, profunda gratitud.


Muchas gracias

                                                                                                   

     Eumenes  Fuguet Borregales

Gral. de Bgda.

Individuo de Numero de la Ilustre Academia de Historia del estado Carabobo.

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