Decir que en el mundo actual vivimos en un entorno que se mueve
rápidamente y que está en constante evolución no es decir nada nuevo,
como tampoco lo es afirmar que los líderes de las organizaciones deben
tener las habilidades necesarias para ser capaces de dirigir a sus
organizaciones en ese entorno, asegurando su funcionamiento y su
permanencia en el mercado.
El Dr. Bob Johansen, autor del libro “Leaders Make the Future: Ten New Leadership Skills for an Uncertain World”, define este entorno como un “entorno VUCA” acrónimo de “Volatility, Uncertanty, Complexity and Ambiguity” y, en su opinión, este entorno cambiante, caótico y complejo en el que nos movemos no es algo temporal, sino que se irá acentuando cada vez más en el futuro.
En el “entorno VUCA” el término “Volatility” hace referencia a la
dinámica, la velocidad y la naturaleza del cambio. Con “Uncertanty” se
pretende reflejar la falta de previsibilidad de los eventos futuros. La
“C” de “Complexity” ilustra las múltiples fuerzas, la confusión de
cuestiones y el caos y la confusión que rodea a una organización.
Finalmente “Ambiguity” pone de manifiesto la imprecisión de la realidad,
el potencial de errores de lectura y la confusión entre la causa y
efecto de la realidad.
El campo de juego es global, los cambios se producen a una gran
velocidad y las organizaciones deben ser conscientes de las tendencias
del entorno para poder adaptarse. ¿Cuáles son las principales tendencias
del entorno en que nos movemos? Sin duda uno de los aspectos relevantes
es la aparición de mercados con un fuerte potencial de crecimiento
frente a los mercados tradicionales. Entre ellos destaca la importancia que ha cobrado Asia, que se posiciona como la economía de mayor y más rápido crecimiento en el mundo.
Según estudios recientes, está previsto que en el año 2030 su PIB más
que doble los 67 trillones de dólares americanos superando las
proyecciones conjuntas de crecimiento del PIB de Europa y América.
En este sentido podemos destacar también el auge de las multinacionales de América Latina, las conocidas como “multilatinas”. Según publicaciones recientes, existen en torno a 150 “multilatinas” acelerando su internacionalización, siendo destacable el hecho de que dichas empresas tienen una capitalización bursátil mayor que muchas multinacionales europeas.
Finalmente, y sin ánimo de hacer un listado exhaustivo de las
principales tendencias del entorno, la evolución demográfica es sin duda
un hecho a tener muy en cuenta. Una de las consecuencias del
crecimiento previsto de la economía en los llamados países emergentes será el crecimiento exponencial de la clase media en el mundo.
Un estudio publicado por el Banco Mundial indica que tras décadas de
estancamiento, la población de clase media en América Latina y el Caribe
ha aumentado en un 50%.
Otros estudios apuntan a que la evolución de la clase media en el
mundo supondrá que pasemos de los aproximadamente 2.000 millones de
personas “catalogadas” como clase media actualmente a 5.000 millones de
personas en el año 2025. }+
Independientemente de las cifras concretas que pueden ser más o menos
precisas, si está clara la tendencia, y por tanto es preciso
reflexionar sobre los cambios y las oportunidades que este hecho supone
para las empresas.
Las organizaciones deben conocer las tendencias del entorno y los
mercados para poder adaptarse a ellas, ya que en caso contrario se puede
poner en riesgo su viabilidad.
Mirando la historia reciente, podemos encontrar casos de empresas de
éxito, que hasta hace pocos años eran un referente en su sector y que
en poco tiempo han dejado de serlo por no haber sido capaces de
adaptarse lo suficientemente rápido al entorno, cediendo su posición de
liderazgo a favor de competidores que han sabido anticipar dichos
cambios y que han sabido incorporar novedades tecnológicas y
revolucionar el sector.
Como ilustración de esta situación podemos citar la reciente
evolución del sector de la telefonía móvil y cómo quien fue líder
indiscutible y empresa de referencia en el sector hace 10 años, Nokia,
ha cedido su posición de liderazgo en favor de Apple y Samsung.
De la misma forma, aunque en sentido contrario, hace una década era
imposible anticipar la importancia que más tarde han cobrado empresas
como Facebook o LinkedIn.
Según el Dr. Johansen el entorno “VUCA” plantea tanto riesgos como oportunidades, y los líderes deben aprender nuevas habilidades para sobrevivir y progresar.
¿Cómo se preparan los líderes de las organizaciones para poder dirigir a
sus organizaciones en este entorno? Johansen plantea que los mejores
“líderes VUCA” se caracterizan por “Vision, Understanding, Clarity and
Agility”.
“Vision” es fundamental para determinar hacia dónde debe dirigirse la
organización y hacer frente a la Volatilidad del entorno turbulento.
“Understanding” hace referencia a la capacidad de comprender el entono y
a sus actores para contrarrestar la incertidumbre (Uncertanty).
“Clarity” supone ser capaces de dar sentido y gestionar el caos y
finalmente “Aglity” invoca la habilidad para tomar decisiones de forma
rápida y para comunicar los cambios necesarios a toda la organización.
Ante esta realidad, cada vez son más los directivos que, tras
acumular años de experiencia en puestos clave en sus organizaciones, se
plantean realizar programas específicos de alta dirección. El objetivo
de estos programas es doble, por una parte facilitar la comprensión de
un entorno complejo, global y las dinámicas de cambio que en ellos se
producen, y por otra parte potenciar el desarrollo personal y la
capacidad de liderazgo de los participantes que les permitan dirigir a
sus organizaciones con éxito.
Dentro de la oferta de programas para alta dirección que se ofrecen
en el mercado, destaca el Advanced Management Program (AMP) que imparte
la escuela de negocios ESADE, fruto de una alianza entre Wharton University of Pennsylvania y ESADE Business School.
El AMP está diseñado desde una triple óptica: la del entorno, la de
la organización y la del individuo. El objetivo es que los participantes
hagan un alto en su camino como directivos que les permita reflexionar
sobre su propio estilo de liderazgo y sobre lo que el entorno cambiante
en el que vivimos inmersos está demandando. Esta reflexión es
fundamental para afrontar los retos a los que se enfrentan nuestras
organizaciones, aprovechar las oportunidades, que sin duda se presentan,
y contribuir a un desarrollo sostenible de la economía y de la
sociedad.
Por: Teresa Corrales,
Pierre Cubique
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