Por Iván Herrera Michel
Y si necesitamos un indicador para darnos cuenta de para donde están corriendo las aguas, solo basta mirar lo que ocurrió en el Primer Coloquio y Asamblea General de la “Federación Americana de Masonería Femenina” (FAMAF - http://famaf.org/) organizado por la Gran Logia Femenina de Argentina, del 3 al 5 de octubre de 2013 en el Or:. de Buenos Aires, Argentina.
Allí
se reunieron cuatrocientas Masonas procedentes de Argentina, Bolivia, Brasil,
Chile, Méjico, Uruguay, Venezuela, Perú, Aruba, Panamá, Colombia, Francia, Rumanía y España. También asistieron representantes de la “Confederación de Grandes Logias Femeninas
Regulares de México” (tiene 22 años de existencia), y del “Centre
de Liaison International de la Maçonnerie Féminine” (CLIMAF) – Fundado hace 21 años, reúne a Grandes Logias
Femeninas de Francia, Bélgica, Suiza, Italia, Alemania, Portugal, España,
Turquía, Rumanía, Grecia y Noruega -. De
Colombia asistió una Delegación de Masonas de la Federación Colombiana de
Logias Masónicas, como única Obediencia Masónica mixta invitada al evento.
En
la cita llamó la atención que ninguna de las cuatrocientos Masonas
asistentes
representaba a la vertiente femenina subordinada a Grandes Logias
masculinas, que conocemos como “Logias de
Adopción”. Por el contrario, allí había desde Grandes Maestras y Soberanas
Grandes Comendadoras de Supremos Consejos Femeninos del REAA, hasta Aprendizas
recién Iniciadas. La sola Delegación de Masonas Chilenas contaba con un
centenar de Hermanas.
Aspecto de la Ten:. de Clausura - FAMAF / 2013 - |
Nadie
podrá negar que, ya sea en América o en Europa, difícilmente una organización
Masónica internacional, sea masculina o mixta, reúna semejante guarismo de asistencia,
que hubiera podido ser mucho mayor si las directivas de la FAMAF, totalmente
sobrepasadas por su propia convocatoria, no cierran las inscripciones un mes
antes, y abren una lista de espera.
La
FAMAF tiene sus orígenes remotos alrededor del año 2000 en los “Encuentros Latinoamericanos” (ELA), creados
principalmente a instancias de la Gran Logia Femenina de Chile, que en el
hemisferio occidental ha desarrollado un rol promotor similar al que en Europa distingue
a la Gran Logia Femenina de Francia, y hoy se define a sí misma como “una organización que reúne a Grandes Logias,
Grandes Orientes y Confederaciones de Grandes Logias Masónicas Femeninas del
continente americano que cumplan con
los requisitos estipulados en su Constitución y Reglamento General y se
identifiquen con el ideario masónico universal, con el fin de aunar fuerzas que
permitan extenderlo y fortalecerlo.”
V Encuentro del ELA en Montevideo |
Después
vendría lo de Buenos Aires en
octubre del año 2013, en donde se aprueba que la anfitriona
para la próxima reunión sea la Gran Logia Femenina de Bolivia, cuya Gran
Maestra es la Q:. H:. Teresa Loza Ballester, y se acuerda la II Asamblea General y
Coloquio para el año 2016 en Cochabamba, Bolivia, un país que con 10 millones
de habitantes cuenta con cerca de 5.000 Masones con un fuerte arraigo
masculinista.
La
Presidenta actual de la FAMAF es la Q:. H:. Oriana Valdés, Ex Gran Maestra de la Gran Logia
Femenina de Chile (2007 – 2010), Obediencia que fundada en 1983 hoy cuenta con
24 Logias y seis Comités distribuidos a lo largo de ese país, trabajando en el
Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
En
lo personal, esta reunión de Buenos Aires me ha hecho recordar a una Masona
extraordinaria, la poetisa argentina Norma Mazur (En Or:. Eter:.), a quien conocí
en la reunión de CLIPSAS del año 1999 en Montreal, Canadá, cuando perteneciendo
ella a la Gran Logia Femenina de Chile, trabajaba para levantar las Columnas de
la Gran Logia Femenina de Argentina, de la que fue su primera Gran Maestra. Suya
es la frase: “la igualdad espiritual no
se legisla”.
Gran Maestra Norma Mazur (En Or:. Eter:.) |
Aún
conservo con mucho cariño un ejemplar autografiado que me envío de su obra “La Mirada”, y considero como una
verdadera joya su artículo “La Mujer y la
Masonería”, publicado en el libro “Presencia
Masónica en el Patrimonio Cultural Argentino”, en el año 2003 (que fue el
de su paso al Or:. Eter..), por la Comisión para la Preservación del Patrimonio
Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, mediante el cual se
analizó “el factor masónico en la
identidad nacional argentina y en su cultura”.
Hoy
Norma Mazur estaría muy orgullosa de cómo han ido corriendo las aguas de la
Masonería femenina en su país, que era uno de sus grandes sueños, así como de
la forma en que las Masonas de su tierra han afrontado semejante compromiso
histórico.
Y
por último, debemos reconocer que es
admirable la forma en que la Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de Argentina, Rosa Surijón, en compañia de
su Gran Canciller, Stella Maris, han honrado con lujo de competencia el
espíritu constructivo heredado.
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