El ’management’ ya es algo muy cotidiano, aunque muchas veces no muy bien entendido y por lo tanto puesto en práctica.
Mientras tanto, el ‘Síndrome de Diógenes’ se entiende como ‘un
trastorno del comportamiento que normalmente afecta a personas de
avanzada edad que viven solas, que se enfoca hacia el abandono personal y
social y por el aislamiento voluntario en el propio hogar, acompañados
en muchos casos de la acumulación de grandes cantidades de desperdicios
domésticos’.
Vamos a unir ambos conceptos a ver que nos encontramos (Management + Sindrome de Diógenes).
Supongamos en la definición anterior que sustituimos ‘persona de avanzada edad’ por ‘persona de más responsabilidad’ o sea ‘jefe‘, ‘abandono personal y social y por el aislamiento voluntario’ por ‘endiosamiento profesional’, ‘hogar’ por ‘organización‘ y ‘desperdicios domésticos’ por ‘colaboradores no aptos’. Obtendríamos lo siguiente:
Síndrome de Diógenes aplicado al management: Caso de un jefe, endiosado dentro de su cometido dentro de la organización que se suele rodear de un equipo mediocre e incompetente.
Estamos describiendo la forma de actuar de un jefe cualquiera, dentro de una organización cualquiera , de cualquier país del mundo, pero para nada es lo que sería una imagen de un líder.
¿Por qué actúan así los jefes?
- La mayoría de los ‘jefes‘ se sienten inseguros, por lo tanto observan a los miembros de su equipo como potenciales rivales, con lo cual mientras menos preparados y reconocidos estén, menos peligra su situación profesional. Si se rodea de buenos profesionales querrá ‘fagotizarlos’ lo que sería el ‘Síndrome de Cronos’.
- Entre la mediocridad del grupo, lo menos malo se hace destacable. Los buenos profesionales de su entorno hace que salgan a la luz sus carencias, con lo que peligra su status.
- Muchas veces los jefes prefieren rodearse de un equipo que acepte sus decisiones en vez de que sea crítico-constructivo. Se valora más la sumisión que la creatividad o el talento.
- Los ‘jefes‘ en las organizaciones, son ellos mismo lo primero y el equipo secundario. El merito de lo conseguido es gracias a su jefatura.
- Muchos han llegado a su puesto sin estar capacitados para ello, por su ‘networking’ (me vale también contactos o enchufe). La incapacidad en su cometido hace que no sepa rodearse de un buen equipo, que puede ser que lo quiera de verdad o que ocurra lo anterior, que para no ser descubierto, ya ni busca a los mejores.
Por lo tanto, a muchos jefes
les caracteriza la inseguridad, miedo al fracaso, exceso de ambición,
falta de preparación, exceso de ego,….. Todo esto conduce a una
dirección de su equipo mediocre, desmotivadora y para nada generadora de
talento.
¿Cómo actúan los líderes?
- Un líder se siente seguro de lo que hace y de sus decisiones. No obstante, siempre está abierto a que el equipo aporte nuevos puntos de vista.
- Nunca ve a los miembros del equipo como ‘el enemigo’ o ‘el sucesor’. Su puesto es temporal, lo que interesa es el bien del grupo a la vez que se consigue el bien individual de cada miembro.
- Siempre busca nuevas aportaciones de su equipo y que este se sienta motivado y participativo, ya que es en esos entornos donde con más probabilidad surja el talento.
- Se ven como miembro del equipo. Este es el primero. Los éxitos son del equipo y no de las personas.
- Un líder ha llegado a su puesto con el tiempo, habiendo generado una confianza en su organización y ganándoselo a pulso.
- No tolera las adulaciones desmedidas y menos premiarlas frente al esfuerzo de los demás miembros.
No conozco a ningún líder que no quiera tener siempre en su equipo a los mejores.
Los líderes crean y
hace que los demás creen por su cuenta. Los jefes conservan, bien su
status, bien a su equipo para no ser descubierto y buscan la estabilidad
en su entorno y la no aparición del talento de los miembros como la
forma de perdurar en el cargo.
¿Conoces a líderes? Seguro.
Pero ¿a qué por desgracia conocéis a más jefes?
Por algo estamos como estamos.
Fuente: http://delcampovillares.com
Pierre Cubique.·.
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