En una empresa tóxica se nota la
insatisfacción, el miedo y la desconfianza. Los trabajadores no sólo se sienten
mal sino también poco valorados porque ni si quiera son parte de la, misión,
visión y valores de la empresa.
En la empresa no hay una buena
comunicación, lo que hace que las personas tengan miedo y por tanto
compitan entre sí en lugar de cooperar para unos objetivos comunes. Esto suele
ser así porque tienen grandes niveles de exigencias pero no ven que nadie les
apoye, sólo tienen miedo a que no cumplir los objetivos les haga perder su
trabajo. Esto influye también en que no haya una buena conciliación de la vida
personal y familiar, porque en muchas ocasiones tienen que pasar más tiempo
trabajando y se sumen en una situación de estrés y desmotivación que también
afecta a la familia.
Las razones por las que se puede
llegar a una empresa tóxica suelen ser una gestión tóxica, una
falta de liderazgo y una visión de los empleados como víctimas. Y aunque puede
parecer una situación difícil de superar, si se plantean pequeños cambios poco
a poco se puede conseguir mejorar la empresa hasta eliminar su toxicidad.
Mejorar la comunicación de la empresa, hacer partícipes a los trabajadores de los
éxitos, fomentar la formación de los trabajadores, crear espíritu de equipo,
bajar los niveles de exigencias, son pequeños detalles que se pueden hacer y
mejorarán considerablemente los resultados de cualquier empresa. Está más que
demostrado desde hace mucho tiempo que mantener satisfechos a los empleados y
ganar dinero son perfectamente compatibles.
El problema es que estamos ante unos malos
momentos de crisis económica en que la empresa necesita ganar dinero y para
ello en ocasiones tiene que perjudicar al trabajador, bien porque le tiene que
recortar el sueldo, porque hay que trabajar más horas para conseguir los mismos
resultados, porque presionan a sus empleados para conseguir más y porque, en
empresas sin tomar estas medidas, los trabajadores temen perder su empleo.
Y aunque la empresa pueda aprovechar la
crisis para su provecho en perjuicio de sus trabajadores aún puede
mirar más hacia delante y pensar en los empleados para así buscar los mejores
resultados. Un gerente tóxico hace que la empresa sea poco efectiva, aunque
explote al máximo a sus trabajadores, porque la solución no está ahí. Es hora
de que las empresas se planteen cosas y piensen cómo conseguir unos mejores
resultados manteniendo contentos a los empleados.
Nuevos estudios han demostrado que las empresas
ahorrarían una gran cantidad de dinero si lograran mantener un
buen clima laboral de sus empleados en la empresa, sobre todo ahora
que hay que hacer grandes sacrificios. Y por otro lado, según la OIT, los
problemas que generan el estrés laboral con un peligro para las economías de
países en vías de desarrollo e industrializados, y este estrés suele venir de
organizaciones tóxicas.
Pierre Cubique.·.
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