1. Reconoce tus sentimientos aunque sean súper dolorosos,
hacer como que no los sientes es muy dañino. Date la oportunidad de
experimentar la tristeza y enojo verdaderamente y verás que con el
tiempo la intensidad de estas emociones disminuye.
2. Recuerda que todos cometemos errores y aunque creas que tú jamás hubieras lastimado así a alguien cercano o quiza a unser querido,
ha habido momentos en tu vida en los que has sido egoísta y has causado
dolor a otras personas, aunque haya sido sin intención. Lo que pasó,
probablemente, fue un error de la persona y jamás quiso lastimarte.
3. Libera tu resentimiento y entiende que fijarte en el enojo y
la tristeza te daña a ti más que a nadie -incluyendo a la persona que
te lastimó-. Es mucho más importante que te concentres en ser feliz y no en aferrarte a que alguien te hizo daño.
4. Date un espacio porque aunque aún ames a la persona y no
quieras terminar con él, necesitas estar en soledad ó tranquilidad mas bien... por un tiempo para
entender las cosas, ver el problema desde afuera y experimentar el
proceso. Pensar claramente es difícil si la persona que te lastimó está contigo todo el tiempo.
5. Ponte en su lugar aunque sea lo más difícil que tengas que hacer en tu vida, pregúntate si puedes ver por qué hizo lo que hizo. No tengas miedo: que encuentres la explicación no significa que sus acciones se justifiquen, y el entendimiento te liberará de las dudas que circulan por tu mente.
6. Deja ir el pasado, aunque llores y grites y vuelvas a
llorar, lo que pasó no puede cambiarse, no importa cuánto quieras que no
hubiera ocurrido. Concéntrate en qué vas a hacer a partir de ahora.
7. Recuerda que nada es imperdonable y esto no significa que tengas que seguir tu relación con alguien que te lastimó si tú no quieres. Lo que quiere decir es que siempre eres capaz de perdonar, por más horrible sea tu dolor hoy, el tiempo cura cualquier herida y pronto volverás a ser feliz.
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