Por;José Alfonso Luján
LA ENTREVISTA DE GUAYAQUIL de Don José Francisco de
San Martín Matorras y Don Simón Bolívar, se reunieron el 26 de julio de
1822 en Guayaquil; fue la única reunión que tuvieron. Jamás se supo que
se discutió allí. Un reciente descubrimiento histórico en Quito, a
resuelto el misterio.
Ha a aparecido el Libro del Secretario de Bolívar,
donde se anotaba toda su correspondencia. Y en la cual figura una carta
personal a Don Antonio de Sucre. En ella le hace ver las conversaciones
con el Libertador platense y sus observaciones. De acuerdo al Informe,
San Martín estaba decepcionado de la dejadez de sus generales. Así mismo
habría añadido que estaba dispuesto a dejar el mando político del Perú y
retirarse a Mendoza. Buscaba una victoria militar que le permitiera
hacerlo con honor y estaba en Guayaquil para pedir refuerzos que le
permitieran obtener ese triunfo. Su actitud fue generosa y sostuvo que,
si las tropas venían con Bolívar, él se pondría a sus órdenes. No se
discutió de Guayaquil, el cual Bolívar, lo había anexado a la Gran
Colombia, a expensas del Perú. La discrepancia fue por la posición de
San Martín, de instaurar una monarquía constitucional. Planteando traer
un príncipe europeo. Bolívar se opuso.
Su razonamiento habría enfatizado
en los intereses de la república de Colombia. En nombre de esos
intereses republicanos, Bolívar subrayó la inconveniencia de un príncipe
europeo para el Perú, porque amenazaría la libertad de los demás. Luego
añadió que si los peruanos querían esa forma de gobierno, él no se iba a
oponer. Una forma de negar los refuerzos militares solicitados. En ese
momento, San Martín habría entendido que no le quedaba ninguna
alternativa y en beneficio de lograr la victoria permanente para el Perú
dio un paso al costado. Se dice que San Martín se despidió diciéndole:
“Don Simón, le dejo la gloria”. Ella habría consumido al caraqueño, con
su vanidad y egocentrismo llevándolo a la muerte veinte años antes que
San Martín. Por el contrario, el retiro le habría permitido al
libertador platense gozar de una última paz, sazonada por la más intensa
de las melancolías.
Pero esta no es la primera vez que, tenemos prueba
del egoísmo y conveniencia de Simón Bolívar, que no solo arrebato al
Perú, el Puerto de Guayaquil, que estaba en plena ebullición, sino que
lo anexo a la Gran Colombia. Es aquí donde se da la famosa reunión.
Bolívar continuo, ingreso al Perú y junto al Ap:.M:. Don Antonio José de
Sucre y Alcalá, venció a las tropas realistas en la Pampa de Junín en
1824. Contra lo que muchos olvidan, en la Batalla de Ayacucho, Don Simón
Bolívar, no se encontraba, solo estaba Don Antonio José de Sucre. Otro
dato interesante, años antes, Francisco de Miranda, mentor de Simón
Bolívar, que retorno de su exilio a pedido de este, para hacerse cargo
de la Comandancia de las Fuerzas Militares Republicanas y que luego por
un error táctico del mismo Bolívar, tuvo que renunciar por pedido del
Congreso de la Gran Colombia. El 30 de Julio de 1812, Miranda llegó a La
Guaira, con la intención de embarcarse en la nave inglesa Sapphire en
medio de un ambiente en el que pocos sabían que las negociaciones con
los realistas, por las que muchos oficiales republicanos se sintieron
traicionados se habían iniciado por órdenes del Congreso y no por deseos
de Miranda. Por ello, cuando Miranda se hospedaba en casa del Coronel
Manuel María Casas, comandante de la plaza, se encontró con un grupo
numeroso, en el que se contaban Don Simón Bolívar, que lo “convenció” de
que se quedara, por lo menos una noche, en la residencia de Casas. A
las dos de la madrugada, encontrándose Miranda profundamente dormido,
Bolívar, Casas y Peña, se introdujeron en su habitación con cuatro
soldados armados, se apoderaron precavidamente de sus armas, lo
despertaron con rudeza, ordenáronle que se levantara y vistiera, tras lo
cual lo engrilletaron y lo entregaron al español Monteverde.
A cambio
de este acto de traición, el español dispuso darle a Bolívar el
salvoconducto que éste le había solicitado para exiliarse en el
extranjero, con el especial reconociéndole el gran servicio brindado al
Rey, con la entrega de Miranda. El creador de la Logias Lautarianas
falleció en Cádiz en una mazmorra, gracias a la traición de su pupilo.
Conclusiones Soy un San Martiniano fervoroso, no de ahora sino desde
hace muchos años atrás. Porque reconozco en el M:.R:.H:. Don José de San
Martín, los valores de la persona, del militar y ahora más aún del
masón, valores que lo hicieron luchar por la Libertad, Igualdad,
Fraternidad, desde muy joven, uniéndose a la causa americana. Su
conducta siempre fue de desprendimiento y jamás de protagonismo.
Este
descubrimiento, de ser verdadero, no hará más que aclararnos lo que
muchos ya sabíamos. La calidad humana de José de San Martín, frente al
protagonismo egocentrista del Q:.H:. Simón José Antonio de la Santísima
Trinidad Bolívar y Palacios Ponte-Andrade y Blanco (un nombre bien largo
y de abolengo), mejor conocido como Simón Bolívar. Para muestra: A San
Martín, Argentina le dio el título de General en Jefe del Ejército de
los Andes, Libertador de la Nación. Chile le designo Director Supremo,
lo que el rechazo a favor de Bernardo O’Higgins. Recibió los títulos de
Comandante en Jefe del Ejército Libertador de Chile y Capitán General
del Ejército de Chile. En Perú, se le dio los títulos de Comandante en
Jefe del Ejército Libertador del Perú, Libertador del Perú, Protector,
Fundador de la Libertad del Perú, Fundador de la República y
Generalísimo de las Armas. A Bolívar, se le dio el título de “Dictador
del Perú”. “Dictador de Guayaquil”. Presidente de la Gran Colombia (por
11 años). Presidente de Venezuela (después de dividirla de Colombia).
Presidente de Bolivia (Después de dividirla del Perú. Y Libertador de
Panamá (solo por haberla separado de la Gran Granada). Con estos actos
solo buscaba debilitar a los demás países para reforzar al suyo,
pensando geopolíticamente (ojo, no es política). Al llegar a Lima, el
Congreso lo nombra máxima autoridad como Dictador y hasta el propio
presidente Torre Tagle, le tiene que rendir cuentas. Así mismo persigue
al ex Presidente Riva Agüero y envía a Torre Tagle a negociar con los
realistas, “Para ganar Tiempo”. Para luego acusarlo de conspiración.
Impide que se proclame la Constitución e impone sus decretos y encamina
al congreso a que se disuelva. Bolívar empieza las acciones para
aumentar el Ejército Unido Libertador del Perú. Nombra como jefes
principales del ejército unido a los generales de la Gran Colombia como
Sucre, Córdova y Lara. Ningún peruano formó parte del estado mayor a
excepción del General José de la Mar, que estuvo a cargo de la rama
peruana del ejército. Ello se debía a que el Libertador no sentía
aprecio por los peruanos tal como se muestran en diversas cartas que
envió. Creo, V:.M:. que no hace falta más Conclusiones, para darnos
cuentas quien era el verdadero masón, que daba todo por los demás, sin
interesarle títulos o halagos. Y cuál era el Profano con mandil, “que
ingreso a la Masonería, pero la Masonería no ingreso en él”.
BIBLIOGRAFÍA: – Diario la República (Miércoles, 31 de julio de 2013) –
“Don José. La vida de San Martín”, por José García Hamilton – Película:
“Revolución, el Cruce de los Andes“ de Leandro Ipeña – “El General en su
Laberinto” de Gabriel García Márquez
Fenix News
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