jueves, 31 de octubre de 2013

Pido la palabra...LA LOGIA DE BOLÍVAR EN PARÍS

Por Iván Herrera Michel
             
A raíz de mi publicación anterior en la que referenciaba el reciente libro de Oscar Aguirre Gómez “Simón Bolívar y la Francmasonería”, algunos QQ:. HH:. me han escrito preguntándome si tengo alguna información adicional sobre la Logia San Alejandro de Escocia en la que el Libertador recibió los Grados de Compañero y Maestro Masón en París en 1805, de acuerdo con un Trazado de noviembre de 1804 que hoy reposa en el archivo del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Venezuela y una lista de Maestros Masones del Taller de diciembre de 1805 que se encuentra actualmente en la Biblioteca Nacional de París.


Bolívar de 23 años (Autor Desconocido)

Y no es para menos, ya que estos documentos son las principales pruebas que han sobrevivido acerca de su calidad y graduación Masónica, a los 21 años de edad, sin contar con que la Logia mixta a la que se vinculó en París gozaba de un gran prestigio en la sociedad y en la Masonería.

Por lo tanto, creo que debemos comenzar reproduciendo la versión en castellano del Trazado de la Tenida de Aumento de Salario de Bolívar, cuyo original fue redactado inicialmente en idioma francés, de la siguiente manera:

"A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, el 11, día del mes 11° del año de la Gran Luz 5805, los trabajos de Compañero fueron abiertos al Este por el Q:. H:. de la Tour D' Auvergne. El Oeste y el Sur iluminados por los QQ:. HH:. Thory y Potu. La lectura de la última Plancha Trazada fue hecha y sancionada. El Venerable propuso elevar al Grado de Compañero al Q:. H :. Bolívar, recién llegado iniciado, a causa de su próximo viaje que está en víspera de emprender. El parecer de los HH:. fue unánime para su admisión y la sanción favorable; el Q:. H:. Bolívar fue introducido al Templo y después de las formalidades requeridas prestó al pie del Trono la obligación de uso, colocado entre los dos Vigilantes fue proclamado Caballero y Compañero Masón de la Resp:. Madre Log:. Escocesa de San Alejandro De Escocia. El trabajo fue coronado de una triple Houza, y el H:. habiéndolo agradecido tomó puesto a la cabeza de la Columna del Mediodía".

Los trabajos fueron cerrados de la manera acostumbrada.

(Fdo.) J. La Tour D'Auvergne, Venerable Maestro; (fdo.) Thory, Primer Vigilante; (fdo.) Potu, Segundo Vigilante; (fdo.) Jura De; (fdo.) P. Vidal, G:. de J:. del 33°; (fdo.) D'Auduar, 33°; (fdo.) Simón Bolívar; {fdo.) C. Abraham; (fdo.) Jeanne de la Salle".

Por la anotación del Grado 33° en algunas firmas, la ubicación del nuevo Compañero en la Columna del Sur, la posición del Primero y Segundo Vigilante, así como por la aclamación escocista Houza, queda claro que Bolívar recibió su Segundo Grado Masónico en el recién constituido Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Con un detalle adicional de mucha importancia que muy poco se menciona y bastante se disimula. A la ceremonia asistió una Masona: Jeanne de la Salle. Su firma lo atestigua.

Tampoco podemos restar importancia a la presencia en la Primera Vigilancia de Claude Antoine Thory (1759 - 1827), connotado escritor y naturista francés, que en el área Masónica publicó “Histoire de la Franc-Maçonnerie et de la Grande Loge d'Ecosse” y “Acta Latomorum, ou chronoligie de l'histoire de la franche-maçonnerie Française et ètranglere”. Thory había sido con anterioridad miembro de la Logia “Contrato Social” que presidió varias veces como Venerable Maestra la Princesa de Lamballe, María Teresa de Saboya-Carignano (1749 –1792).

De todos modos, a estas alturas del escrito conviene hacer un resumen muy rápido del ambiente político y Masónico que rodeó la ceremonia Masónica parisina de Bolívar, ya que eran días convulsionados en lo uno y en lo otro. Y también conviene recordar que el Simón Bolívar de París del año 1805 aún no era el héroe que se había llenado de gloria en Boyacá, Carabobo, Etc., ni el visionario de la Carta de Jamaica, ni el guerrero implacable del Decreto de Guerra a Muerte en la Campaña Admirable, ni el amante apasionado de Manuelita Sáenz, ni el controvertido dictador de la Gran Colombia.



Estudiando con Andrés Bello (Pintura de T. Salas)

Para la época, llega a Paris un joven y acaudalado oligarca americano, que derrocha en Europa durante años, y a manos llenas, riquezas sin fin en compañía de la más alta sociedad bilbaína, madrileña y parisina, de cuyo seno proceden su esposa y sus amantes. Era un muchacho de 21 años de edad, con muchas ganas de vivir, que se expresaba en español, inglés y Francés, y que luego de haber tenido los mejores profesores de América, había estudiado matemáticas en la Academia de San Fernando en Madrid, y en la Escuela Militar de Soreze, al sur de Francia, complementado la carrera militar que había iniciado como cadete 8 años antes en el Batallón de Milicias de Blancos Voluntarios de los valles de Aragua, Venezuela, en 1797, en el que se graduó como Subteniente al año siguiente.

Ese es el joven voluntarioso que recibe el Segundo y Tercer Grado Masónico en París, en el REAA, en la prestigiosa Logia mixta San Alejandro de Escocia, del Gran Oriente de Francia.

Entonces, comencemos recordando que el Supremo Consejo del Grado 33° en Francia (el segundo en el mundo), fue creado el 20 de octubre de 1804 por el Conde Auguste de Grasse-Tilly, a partir de cinco Logias que se encontraban en conflicto con el Gran Oriente de Francia: "La Perfecta Unión", "La Reunión de Extranjeros", "Los Alumnos de Minerva", "El Circulo Oriental de Philadelphia" y "San Alejandro de Escocia", que con otras siete, el 22 de octubre de ese mismo año, reunidas en el edificio de la Logia San Alejandro de Escocia constituyeron la “Gran Logia General Escocesa del Rito Antiguo y Aceptado” bajo la Gran Maestría del Príncipe Luis Bonaparte y la Diputación de Grasse-Tilly.

Muy rápidamente, las dos Obediencias establecen negociaciones dirigidas a una fusión entre la Gran Logia General Escocesa del Rito Antiguo y Aceptado y el Gran Oriente de Francia. El 27 de noviembre de 1804, José Bonaparte se convirtió en Gran Maestro del Gran Oriente de Francia y Luis Bonaparte en su Primer Gran Maestro Adjunto. Mientras tanto, el dos de diciembre de ese año Napoleón se coronó a sí mismo como Emperador en la catedral de Notre Dame de París.

Al día siguiente de la coronación, el tres de diciembre de 1804, Delegados del Gran Oriente de Francia y de la Gran Logia General escocesa firmaron el “Acta de Unión y Concordato” de las dos Obediencias, definiendo de paso la manera en que en adelante se administraría el Rito Escocés Antiguo y Aceptado del Grado 1° al 33°, teniendo al Gran Oriente de Francia como titular de su Tradición. En consecuencia, la Logia San Alejandro de Escocia pasó al Gran Oriente de Francia, y el Gran Oriente de Francia detentó desde entonces la titularidad de la Tradición escocista del segundo Supremo Consejo del mundo, fundado por Grasse-Tilly.


Casi un año después, es este el marco Obediencial, en que el 11 de noviembre de 1805 el joven Simón Bolívar recibió el Grado de Compañero Masón en el seno del Gran Oriente de Francia y posteriormente el de Maestro.



Bolívar de 23 años (Autor desconocido)

Cuando Bolívar regresa al nuevo mundo en 1806, la Masonería que encuentra es de estirpe anglosajona y deriva de la Gran Logia Provincial de Jamaica, nacida al amparo de la “Gran Logia de Masones Libres y Aceptados de Inglaterra” (1751) conocida principalmente como la “de los Antiguos”, en contraposición con la “Gran Logia de Londres y Westminster” (1717) llamada “de los Modernos”. La unión entre los “Antiguos” y los “Modernos” solo se daría el 27 de diciembre de 1813, con el nacimiento de la Gran Logia Unida de Inglaterra.

Es decir, que Bolívar se topa en América con una Masonería comprometida con la geopolítica del momento, pero que no había transitado por el jacobinismo, la Revolución Francesa y las guerras napoleónicas.

Por sau parte, lo sociedad que fundó el médico francés Luis de Rieux y el procer Antonio Nariño, con el nombre de “Arcano Sublime de la Filantropía”, así como el ofrecimiento con base en poderes franceses de De Lacroix al General Santander para organizar la Masonería en la Nueva Granada, fueron, en el mejor de los casos, un par de golondrinas que no hicieron verano, pero esa es otra historia para otro artículo.

Hablando de... Pedro Grases hizo volver a leer a Simón Rodríguez, Juan Manuel Cagigal y Cecilio Acosta.

                                                                                         Por: Carlos Maldonado-Bourgoin

Por Pedro Grases los venezolanos volvimos a leer las obras de nuestros clásicos literarios y nuestros pensadores, entre ellos, los educadores. Entre el grupo de venezolanos que ofrecieron ideas educativas importantes y novedosas al país recién emancipado están Don Simón Rodríguez, Juan Manuel Cagigal y Cecilio Acosta.


Simón Rodríguez personalidad picada por el aguijón del genio, fue ordenado y sistematizado por Pedro Grases en lo que pudo salvarse de su obra. Recordemos, Don Simón escribía:

“Vea Europa cómo inventa y la América cómo imita. // El mérito de los proyectos está en la PREVISIÓN = donde no hay previsión no hay MÉRITO”. “Nada quieren las nuevas repúblicas admitir, que no traiga el pase del Oriente o del Norte. -Imiten la originalidad, ya que tratan de imitar todo= los estadistas de esas naciones, no consultaron para sus instituciones sino la razón; y esta la hallaron en su suelo, en la índole de sus gentes, en el estado de las costumbres y en el de los conocimientos con que debían contar”. (S. R. Sociedades Americanas. Caracas, Biblioteca Ayacucho, Nº 150, 1990).

A Simón Rodríguez, pensador y agitador de conciencias nato y delirante, lo citamos y lo tenemos presente sólo por su papel de maestro de Simón Bolívar, generalmente relegando a un plano secundario su pensamiento visionario sobre el futuro y destino de nuestros países.

Establecida la Academia Militar de Matemáticas bajo la dirección de Juan Manuel Cagigal, se proyecto llevar los conocimientos de las ciencias físicos-matemáticas no sólo a los ingenieros civiles e ingenieros militares, sino la aplicación de estas leyes a la mecánica y al artesanado, mediante procesos de instrucción en las artes y los oficios con fines eminentemente prácticos, porque la técnica es y seguirá siendo la expresión social de los conocimientos y adelantos científicos. (Carlos Maldonado-Bourgoin: Ingenieros e Ingeniería en Venezuela. Siglos XV al XX. Caracas, Tecnoconsult, 1997).

Cecilio Acosta rompió los modelos impuestos por la escolástica española. Él expresa su angustia frente a la realidad signada por el atraso de un país que era: “Sangre primero, y luego odio y exclusión” (O.C. T. II. p. 903 y ss). Su propuesta sustituía la educación especulativa que daba hambre, por una educación que sirviera para la subsistencia, sustentada en oficios útiles “que dan pan”, realidades antes que abstracciones.

Para Acosta lo importante era dar un vuelco para no mantener la enseñanza elemental en decadencia, célebres son sus sentencias sobre este tema aparecidas en su obra Las cosas sabidas y por saberse.

Decía el Maestro Pedro Grases: “Venezuela será lo que sus hijos quieran que sea”.

miércoles, 30 de octubre de 2013

INFORMACIÓN IMPORTANTE Y ACLARATORIA SOBRE: Efemerides... 28 de octubre se celebra el natalicio del Q.·.H.·. Simón Rodríguez, tutor y mentor del Q.·.H.·. Simón Bolívar.

Prof. Eloy Reveron
Es para este Blog, su propietario y colaboradores una absoluta responsabilidad tanto con nuestros lectores como histórica, hacer la siguiente nota aclaratoria del articulo anterior publicado como; "28 de octubre se celebra el natalicio del Q.·.H.·. Simón Rodríguez, tutor y mentor del Q.·.H.·. Simón Bolívar" por el. distinguido Profesor de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, Eloy Reverón, al cual  le enviamos nuestro mas profundo agradecimiento.

Con todo respeto y cariño fraterno, el resultado de mis investigaciones históricas, difiere de los asuntos que de tanto repetirse, el lector desprevenido puede llegar a confundir: "reuniones secretas socialistas" con tenidas masónicas. Además, la cronología histórica contradice el vínculo del filósofo con los conspiradores de San Blas, menos aún con la de Gual y España. 

Rodríguez fue separado de su discípulo por disposición de la Real Audiencia, y rechaza la reforma que había propuesto en su informe sobre la escuela de las primeras letras. El 19 de octubre renunció a su cargo de maestro, en noviembre 15 cobró al Ayuntamiento los reales que había invertido en los muebles de la escuela. Y no hay más huellas de S.R. en Caracas. Esos eran los reales del pasaje para Jamaica, ¿Cómo podría pagarlo dos años más tarde sin trabajar?, la fecha de la conspiración de Gual y España es julio 1797, ni si quiera la llegada de los reos de San Blas que llegaron en febrero del año entrante. 

Es muy lindo llamarlo Q:.H:. pero será por reconocimiento posterior, como en el caso de Miranda, reconocido oficialmente como masón, en la celebración del bicentenario de su nacimiento, en 1950, y como el caso de S .Rodríguez no hay salida histórica o seria para pensar que perteneció a algunas de las tantas masonerías que existieron entonces.

 Reciban un TAF

 Eloy Reverón

lunes, 28 de octubre de 2013

Efemerides... 28 de octubre se celebra el natalicio del Q.·.H.·. Simón Rodríguez, tutor y mentor del Q.·.H.·. Simón Bolívar.






Simón francisco Jesús El acta de bautismo que tuvo lugar el día Lunes 14 de noviembre se le llamó Simón Narciso de Jesús , nació en Caracas,Venezuela, la noche del 28 de octubre de 1771.(Según acta de Bautismo encontrada en la Iglesia de la Parroquia Candelaria, Ciudad Caracas, en el año 1979)*, "párbulo expósito", es decir sin padres conocidos, tal como aparecería en 1793, en el acta de matrimonio, y el historiador chileno, Miguel Luis Amunátegui, lo considera así, pues posiblemente se afincó en el testimonio de Andrés Bello, quien fue vecino de Simón Rodríguez en Caracas.

fue activo masón, que supo llevar la luz del raciocinio a las más apartados comarcas del Nuevo Mundo.


Criado en casa del sacerdote Alejandro Carreño, toma de él su apellido y es conocido como Simón Carreño Rodríguez. Documentos de la época y otros testimonios hacen pensar que el sacerdote era en efecto padre de Simón Rodríguez y de su hermano José Cayetano Carreño, cuatro años menor que él y quien se desarrollara como notable músico. Sin embargo, es también conocido, según acta de bautismo de José Cayetano Carreño, que también era Expósito. De tal manera que se puede considerar que eran hermanos de crianza. Su madre Rosalía Rodríguez era hija de un propietario de haciendas y ganado, descendiente de canarios. En mayo de 1791 el Cabildo de Caracas le da un puesto como profesor en la “Escuela de Lectura y Escritura para niños”, en 1794 presentó un escrito crítico “Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento”. En esta escuela tiene la oportunidad de ser el tutor del futuro Libertador Simón Bolivar  Fuertemente influenciado por Emilio deJean-Jacques Rousseau, Simón Rodríguez desarrolla una revolucionaria concepción de lo que debe ser el modelo educativo de las naciones americanas. El mismo Bolívar en carta al general Santander en 1824 decía que su maestro "enseñaba divirtiendo". Este espíritu que intentaba romper con las rígidas costumbres educativas del colonialismo español se reflejaría en toda la obra y el pensamiento de Simón Rodríguez.


Su participación en la Conspiración de Gual y España en contra de la corona española en 1797 lo fuerza a dejar el territorio venezolano.

En Kingston Jamaica , cambia su nombre a Samuel Robinsón, y después de permanecer algunos años en los Estados Unidos, viaja a Francia (1801). En 1804 se encuentra allí con Simón Bolivar , de quien había sido maestro cuando niño. Juntos realizan un largo viaje por gran parte deEuropa. Son testigos presenciales de la coronación de Napoleón Bonaparte en Milán , como Rey de Italia  y de roma. Y es testigo del famoso juramento de Bolívar sobre el monte Sacro, en donde profetiza que liberaría a toda América de la corona española, y lo registra para la historia.

Entre 1806 y 1823, mientras se libraba gran parte de laGuerra de Independencia  en su maravillosa tierra natal Venezuela, Rodríguez se hospeda en Italia,  Alemania, Rusia, Prusia, y Holanda. Luego daría su opinión sobre este periodo de tiempo diciendo:

Permanecí en Europa por más de 20 años; trabajé en un laboratorio de química industrial […]; concurrí a juntas secretas de carácter socialista […]. Estudié un poco de literatura, aprendí lenguas y regenté una escuela de primeras letras en un pueblecito de Rusia.

Regresa a América en 1823, usando el nombre de Simón Rodríguez nuevamente. En Colombia establece la primera escuela-taller en1824. Atiende el llamado hecho por Bolívar desde el Perú y es nombrado “Director de la educación Pública, Ciencias, Artes Físicas y Matemáticas” y “Director de Minas, Agricultura y Vías Públicas” de Bolivia

En 1826, establece una segunda escuela-taller como parte del proyecto para toda Bolivia. Pero el Mariscal Antonio Jose de Sucre, presidente de Bolivia desde octubre de 1826 no tenía una buena relación con él, por lo que Rodríguez dimitió el mismo año, trabajando el resto de su vida como educador y escritor, viviendo alternadamente entre Perú, Chile y Ecuador. Muy importante es su trabajo titulado Sociedades Americanas, dividido en varias ediciones publicadas en Arequipa(1828), Concepción(1834), Valparaiso (1838), y Lima (1842). El texto insiste en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica, idea que sintetiza su frase:
La América española es original, originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales sus medios de fundar uno y otro. O inventamos, o erramos.

viernes, 25 de octubre de 2013

Actualidad...Berlín, Hacia sus 776 años de Historia...memorias de un viaje


Puerta de Brandenburgo, uno de los símbolos de la ciudad alemana. | Afp
Puerta de Brandenburgo, uno de los símbolos de la ciudad alemana. 


Con especial afecto al Dr. Luis R. Baptista Salas, Historiador nato y gran compañero de viaje.


Berlín es una ciudad con más vidas que un gato, capaz de renacer de sus propias cenizas una y otra vez, de reinventarse a sí misma y así reinventar los tiempos. Hoy Berlín se toma un respiro en las decisiones de la crisis del euro, en la construcción de edificios gubernamentales y en la acogida a turistas del mundo entero que vienen a saborear en sus calles la Historia del siglo XX. El 29 de octubre, Berlín hace un paréntesis para contemplarse a sí misma y cobrar conciencia de su edad, 776 años.

El primer berlinés del que se tiene constancia es un tal padre Simeón, del que se guardan unos escritos de 1247. Para entonces Berlín había cumplido ya un pequeño recorrido. Los primeros documentos en los que consta la existencia de esta ciudad, encrucijada de una zona de bosques pantanosos, dan fe de que fue fundada en 1237 con el nombre original de Cöll, y en 1300 ya había fagocitado a otro pueblo algo más pequeño denominado Berlín, nombre que prevalecería finalmente para una población conjunta de unos 7.000 habitantes.

Pero no entró de lleno en la Historia hasta 1415, cuando fue elegida capital del Estado de Brandemburgo, uno de los Estados que componían el Sacro Imperio Germánico.

Pronto surgieron dificultades. El elector Federico II desagravió a sus súbditos privándoles de ciertos privilegios, incluida la unidad de las dos ciudades, Cölln y Berlín. En 1447 y 1448 las levantiscas poblaciones de Cölln y Berlín se alzaron contra el monarca y este sofocó con crueldad la rebelión popular, primer momento histórico en que se restringen los poderes populares y el autogobierno conseguidos por la nueva burguesía de comerciantes y artesanos. Ahí se inicia un declinar económico y comercial que alcanza su punto más bajo durante el reinado del Elector Joaquín II, que se convierte al protestantismo, dando origen a la terribleguerra de los Treinta Años. Hacia el 1600, debido a la guerra y a los efectos de la peste, Berlín solo contaba con 12.000 habitantes.

Fueron los Federicos los que la auparon a una época de esplendor, el elector Federico Guillermo y su hijo Federico III. A ellos debe la ciudad importantes obras publicas como el Canal Oder-Spree, el palacio de Köpenick, el Luftgarten. Activaron el comercio con Hamburgo y Breslau y permitieron que otros grupos de población con diferentes religiones pudieran instalase en Berlín. Fundaron las Academias de las Artes y de las Ciencias. Así fue como llegó a capital de Prusia, en medio de delirios de grandeza y extravagancias cortesanas. Federico III llegó a tener en su corte a 6.000 franceses, en una población de 56.000 habitantes.

Sería su sucesor, Federico Guillermo I, el Merkel barroco, el que salvó al Estado de la quiebra al imponer desde 1713 una forma de vida mucho más austera y recortar drásticamente los gastos públicos. El carácter adusto, espartano y ahorrador, autoritario y laborioso, que identificamos hoy como alemán, lo impuso este monarca.

Capital del Imperio

El muro en 1989. | Afp 
El muro en 1989. 
 
Fue el epicentro del Movimiento Romántico, ligado a nombres como Tieck, Schlegel o E.T.A. Hoffman. Y tras un tropezón con Napoleón, que ocupó la ciudad el 27 de octubre de 1806, siguió su camino como capital europea. En 1826 se inaugura la iluminación a gas y en 1839 circula el primer transporte público urbano arrastrado por caballos entreAlexanderplatz y la Potsdamerplatz. Esla época en que el arquitecto Karl Friedrich Schinkel deja su sello en una Berlín que se industrializaba a toda velocidad y acogía una masa de campesinos emigrantes. El el 18 de marzo de 1847, el príncipe Guillermo ordena abrir fuego contra las multitudes que se manifestaban frente a su palacio. Mueren 250 berlineses cuya sangre regó la semilla revolucionaria. El 19 de marzo, el Rey se vio obligado a permitir la libertad de prensa, de asociación y la creación de partidos políticos, así como el derecho al voto. Su sucesor, Guillermo I, nombraría por primera vez un primer ministro, Otto von Bismarck.

Ya es capital del Imperio. La primera lámpara eléctrica llega en 1879. En 1902 se abre la primera línea de metro entre el Zoo y la Warschauer Tor. Comienza el sigloXX con 1.900.000 habitantes y con las organizaciones sindicales más poderosas de toda Alemania que en 1918, finalizada la I Guerra Mundial, fuerzan la proclamación de la República y el exilio del káiser Guillermo II, mientras los bandos socialistas y comunistas se despellejan entre sí y la derecha reaccionaria intenta fallidos golpes.

Berlín se ha convertido en la capital indiscutible de la cultura europea, con Fritz Lang, Bertok Brecht, Erwin Piscator, Max Reinhart, Elisabeth Bergner, Josephine Baker o Kurt Tucholsky, que hicieron de Berlín la ciudad más vibrante y creativa de los años 20. Pero los efectos de la crisis de la bolsa generaron una inflación desbocada que llevó a todo y a todos a ponerse en venta. La extrema miseria, económica y moral, llevó Hitler al poder en 1933, que la hundió en sus horas más negras y que dejó tras de sí una ciudad destruida en sus dos tercios, cubierta por 75 millones de metros cúbicos de escombro y dramáticamente dividida hasta que llegó Gorbachov, con su Perestroika, y un osado primer ministro húngaro que permitió el tránsito de los alemanes del Este al Oeste a través de Hungría. La caída del Muro de Berlín, marcada a fuego en la mentalidad berlinesa, constituye uno de los momentos más intensos de la conciencia histórica de la ciudad.

Está llevando décadas cerrar la cicatriz del Muro, pero Berlín es hoy una capital europea imprescindible y puntal de tendencias urbanas y artísticas. Tras recuperar el título de capital de Alemania en 2000, se ha vestido de edificios gubernamentales de cristal, buscando una imagen de transparencia y libertad, desde los que se toman decisiones que incumben a toda Europa y desde los que se disparan fuegos artificiales para celebrar este cumpleaños número 775. Berlín celebra con la satisfacción de quien es consciente de lo que ha costado llegar hasta aquí y con la desinhibición de quien es consciente de lo incierto que es el mañana.

Pierre Cubique.·.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Hablando de...“ABSOLUTO” y “RELATIVO”




                                                                                   Por Franklin Ugas   

“ABSOLUTO” y “RELATIVO” son dos términos que en el mundo oriental y en el occidental han suscitado terribles controversias intelectuales, arduas polémicas que finalmente no concluyen en nada, excepto crear bandos irreconciliables. Y es que, tal como señala el V.M. Samael Aun Weor en su libro “La Gran Rebelión”, “dos mentes, severamente disciplinadas dentro de férreas estructuras intelectuales, discutiendo entre sí o polemizando sobre tal o cual realidad, creen cada una en la exactitud de su propio concepto y en la falsedad del concepto ajeno”. Y luego pregunta el Maestro: “¿Cuál de ellas tiene la razón?, ¿quién podría, honradamente, dar garantías en uno y otro caso?, ¿en cuál de ellas el concepto y la realidad resultan iguales?

El hecho es que, a causa de las opiniones encontradas, el mundo está dividido en dos grandes grupos: los materialistas y los espiritualistas (véase conferencia del V.M. Samael titulada “Espiritualismo, Materialismo y Dialéctica”).

Para los secuaces del materialismo dialéctico todo es relativo, y en base a esta premisa de Lógica Formal afirman que “nada puede trascender esa misma relatividad”, que “lo absoluto es inexistente”, mientras que en el terreno del espiritualismo, con sus diversas formas, los jerarcas establecen “dogmas de fe” que deben ser aceptados en calidad de “verdades absolutas” e incluso “indiscutibles”, so pena de “excomunión”.
Triangulo impossible- la apertura de la Mente Interior
Curiosamente, y dentro del espiritualismo de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, las organizaciones pseudo-esoteristas también han implantado dogmas con carácter “absoluto”, determinante y concluyente, como es el caso del dogma de la evolución, copiado del cientificismo materialista y trasplantado a las doctrinas que tratan del posible desarrollo interior del hombre.

En ese intrincado laberinto de las opiniones, tanto los de la izquierda o materialistas como los de la derecha o espiritualistas son creyentes y hasta empíricos, pero nunca científicos o conocedores por experiencia directa de lo que con tanto “rigor lógico” plantean.

La Gnosis de todos los tiempos, esa que siempre ha enseñado cómo lograr la apertura de la Mente Interior para poder pensar con verdadera libertad, sin dogmatismos de ninguna especie afirma que “lo Absoluto sí existe” y que “él es la causa-causorum u origen real de la gran maquinaria de la relatividad, es decir, del Infinito Universo con sus diferentes dimensiones y la variada gama de fenómenos que en él se procesan”.
La Tercera Fuerza transciende lo dual y relativo
Los orientales llaman “Paratantra” al mundo fenoménico donde todo es dual y relativo, sometido a cambios o transformaciones incesantes, pero lo que comúnmente ignora el pensamiento religioso y científico es que además de esa dualidad mecánica existe una tercera fuerza que reconcilia a los contrarios, esto es: una tercera fuerza neutralizante que nos permite llegar a la comprensión del “sí” y del “no”, del día y de la noche, de la luz y de las tinieblas, de la vida y de la muerte, de Dios y el Diablo, etc., hasta llegar por esa vía a la raíz misma, a las causas primeras del dualismo.

Esta tercera fuerza, a la cual nos estamos refiriendo, es el “TAO”, es la Conciencia Superlativa del Ser, el Centro de un Círculo Mágico desde donde podemos evadir las confrontaciones lógicas de la derecha e izquierda del Péndulo mediante la comprensión.

Utilizando las capacidades investigativas de su propio Ser, el Maestro Samael Aun Weor escudriñó en los viejos textos secretos de la sabiduría oriental y en su obra “Mi Regreso al Tíbet” nos dice lo siguiente (Capítulo 1, “Las Siete Eternidades”):
“El Espacio Abstracto Absoluto es la causa-causorum de todo lo que es, ha sido y será. El Espacio profundo y dichoso es, ciertamente, la Incomprensible Seidad, la mística raíz inefable de los siete cosmos, el origen misterioso de todo eso que conocemos como Espíritu, Materia, universos, soles, mundos, etc. Eso, lo Divinal, el Espacio de la Felicidad, es una tremenda realidad más allá del Universo y de los Dioses”... “Aquello no tiene dimensión alguna y en verdad es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será; es la vida que palpita intensamente en cada átomo y en cada Sol”...

El Absoluto– raíz del Espíritu y de la Materia
Prosigue el V.M. Samael su escrito diciéndonos que

“Aquello –el Absoluto– es la raíz del Espíritu y de la Materia, más no es lo uno ni lo otro. Aquello trasciende las leyes de Número, Medida y Peso, lado por lado, cantidad, cualidad, adelante, atrás, arriba, abajo, etc. Aquello es eso que tiene realidad más allá del pensamiento, del verbo y del acto; Aquello no es del Tiempo y está más allá del silencio y del sonido y de los oídos para percibirlo; Aquello es lo Inmutable en profunda abstracción divinal, luz que jamás ha sido creada por ningún Dios ni por ningún Hombre; Aquello es eso que no tiene nombre”

Más adelante el Maestro explica cuál es “la primera diferenciación o modificación de Aquello ante lo cual tiemblan los Dioses y los Hombres”, y nos habla del “Gran Océano del Espíritu, de Brahma”, aclarando que “Brahma es Espíritu, pero Aquello, el Inmanifestado, no es Espíritu sino Luz Increada”.

Así, pues, dialécticamente el Maestro Samael nos va haciendo inteligible este tema de lo Absoluto y lo Relativo, de gran importancia para los objetivos que buscamos los estudiantes de la Gnosis, pues en el ambiente cultural-espiritual de la época moderna existe un peligro psicológico que radica en el criterio –muy difundido, por cierto– según el cual “no es posible llegar al conocimiento absoluto ni mucho menos a la perfección absoluta, total, radical y definitiva”.
Existe una Vía Directa que nos lleva de regreso hacia el Absoluto
La influencia nefasta de ese modo absurdo de pensar, aún no ha sido debidamente sopesada. Sin embargo es contradictoria la actitud de los intelectuales, ya religiosos o ya científicos, porque supuestamente lo que se busca siempre con la educación y con los sistemas religiosos es lo que ellos mismos denominan “la excelencia”, o sea la perfectibilidad del género humano y sus ejecutorias.

Los teólogos occidentales, por ejemplo, lamentablemente se han embotellado en el dogma de la predestinación, según el cual y por vía de creencia queda aceptada la posibilidad de una “santidad” o “perfección absoluta” de ciertos personajes elegidos o escogidos “a priori” por el Buen Dios. Entre tanto, por su lado, las multitudes se acogen a aquello de “genio y figura hasta la sepultura”, expresado en el refranero español, o bien justifican sus defectos psicológicos con la frase “errar es humano”...

“No existe en las corrientes gnósticas el dogma de la predestinación. El gnóstico serio –enfatiza el V.M. Samael Aun Weor– es un elegido a posteriori”, vale decir, es un auto-elegido. Sobre el punto hay una frase que a la letra dice: “Dios no tiene hijos preferidos, Dios es el preferido de alguno de sus hijos”.

Hace falta mucho estudio reflexivo y mucho refinamiento psicológico y espiritual, real y consciente, para poder entender que existe una Vía Directa que nos lleva de regreso hacia el Absoluto.

Véase que, no obstante, las gentes siempre buscan la estabilidad, anhelan lo imperecedero, lo que tenga continuidad, porque –quiérase o no– tanta relatividad causa desasosiego en el ignorante, mientras que el gnóstico o conocedor se empeña en trascender lo Relativo con el propósito de afianzarse en lo Absoluto.

martes, 22 de octubre de 2013

Actualidad...Declaración de los altos grados escoceses americanos


 
FEDERACIÓN AMERICANA DE SUPREMOS CONSEJOS DEL RITO ESCOCÉS ANTIGUO Y ACEPTADO 
 
(FASCREAA)
 
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
 
Los Supremos Consejos del Grado 33° que conforman la “Federación Americana de Supremos Consejos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado” (FASCREAA), reunidos en el Cénit de Mendoza, República Argentina, el 29 de septiembre de 2013 (E.·.V.·.), en el marco de su III Asamblea General, y considerando que se hace necesario señalar para referencia futura un rumbo particular para el Hemisferio Occidental, basado en la Tradición Masónica y en las Constituciones llamadas de Federico de 1762 y 1786, en las Reformas de Lausana de 1875 y en la Declaración de Ginebra de 2005,


DECLARAN

1. Reafirmar con visión contemporánea el carácter iniciático, tradicional y progresivo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y la fidelidad a los antiguos usos y costumbres de la Masonería.

2. Reafirmar que los Altos Grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado son un verdadero Centro de Unión, representando una corriente filosófica y espiritual original, que concilia la Libertad Absoluta de Conciencia y el respeto a las concepciones metafísicas que son opciones personales de cada uno de sus miembros. Por ello reafirmamos el sentido adogmático del método de perfeccionamiento fraternal, filosófico y caballeresco que anima al Rito.

3. Reafirmar con fuerza el respeto a la dignidad humana trabajando por el perfeccionamiento social, combatiendo la ignorancia y la superstición, y rechazando toda opresión, segregación y discriminación. En particular, afirmamos nuestro compromiso con la incorporación de la mujer a la Iniciación y prácticas de los Altos Grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

4. Reafirmar que, si bien tradicionalmente las Grandes Constituciones dan facultad a los Supremos Consejos de trabajar en el grado 1º al 33º, hoy se entiende que los tres grados de la Masonería Simbólica corresponde que sean administrados de manera independiente por Obediencias Simbólicas, quedando el Supremo Consejo con la autoridad en todo lo que concierne a los grados 4º al 33º. Esto sin perjuicio del lugar que puedan ocupar los Altos Grados en las estructuras organizativas obedenciales.

5. Reafirmar que el Ser Humano como centralidad, tanto en sus derechos como en sus responsabilidades, y en el medio ambiente social y natural en el cual desarrolla sus actividades vitales, constituye la base de los trabajos, especulaciones y acciones del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Masonería Universal.

6. Reafirmar su convicción de que son características indeclinables del Rito Escocés Antiguo y Aceptado la búsqueda incesante de la Verdad y de la Justicia a la luz del Conocimiento, el respeto de los Derechos Humanos y de los Principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad. En particular reafirman su defensa de la Democracia, el respeto de los derechos de las minorías, el fomento de la Libertad de Conciencia y de la Laicidad, y del rol de la Educación integral y solidaria como la manera más idónea para la formación de ciudadanos libres, responsables y comprometidos con su realidad.

7. Reafirmar su propósito de promover la mayor colaboración entre los Masones enfocado hacia el fortalecimiento y unidad de la Orden Masónica, fomentando la integración progresiva de los pueblos y países del continente americano, pero abrazando a la Humanidad entera en coherencia con nuestros ideales universalistas.

8. Reafirmar el carácter de progreso de la Masonería, que tiene asimismo por objeto “la Unión, la Felicidad, y el Bienestar de la familia humana en general y de cada hombre en particular. Y que debe, pues, trabajar con confianza y energía y hacer incesantes esfuerzos por conseguir esos objetos, únicos que reconocen dignos de ella”, al tenor de las “Nuevas Instituciones Secretas y Fundamentos” de 1786.

9. Reafirmar la vigencia del postulado contenido en el artículo II de la Constitución llamada de Federico de 1786, que sostiene que el Soberano Gran Inspector “tiene como misión y peculiar deber el instruir e ilustrar a los Hermanos; conservar entre ellos la Caridad, la Unión y el Amor Fraternal, y dedicarse, por último, y en todas partes, a ejercitar la Paz y la Misericordia”, obligación que FASCREAA entiende se debe cumplir prioritariamente con el ejemplo.

Aprobado en el Cénit de Mendoza, República Argentina, a los veintinueve (29) días del mes de septiembre del año 2013 (E:. V:.)

(Firmado por los Supremos Consejos del REAA de la Federación Americana de Supremos Consejos presentes.)

lunes, 21 de octubre de 2013

Talento Masónico...QH.·. Francisco Antonio Zea




Intelectual y masón colombiano, nacido en Villa de la Candelaria de Medellín, Provincia de Antioquia (Virreinato de la Nueva Granada), 21 de Octubre de 1770, y muerto en Bath (Inglaterra), el 28 de noviembre de 1822.

Vida

Hijo legítimo de Pedro y Rosalía, pertenecientes ambos a la pequeña nobleza provincial, realizó sus primeros estudios en la única escuela existente en su ciudad natal. En 1782 inició el bachiller en el Real Colegio y Seminario San Francisco de Asís, de la ciudad de Popayán. A comienzos de 1786, Zea obtuvo una beca para continuar sus estudios superiores de Jurisprudencia en el Colegio de San Bartolomé, regentado por los padres de la Compañía de Jesús. Al concluir sus dos primeros cursos, presentó oposición a la cátedra de Gramática, la cual obtuvo con mención sobresaliente. Concluidos sus estudios, no sin grandes penurias económicas, optó y obtuvo por oposición la cátedra de Humanidades. Gracias a un pronto ganado prestigio intelectual, el virrey José de Ezpeleta le nombró preceptor de sus hijos.

Dentro del aún incipiente ambiente proilustrado santafereño, a los 24 años Zea se inició como activo publicista de la nueva filosofía natural, la cual, desde 1762, había empezado a pregonar en el virreinato el médico, filósofo y naturalista gaditano D. José Celestino Mutis, desde 1783 fundador y director de la Real Expedición Botánica de la Nueva Granada. A primeros de abril de 1791, Zea publicó en el Papel Periódico de Santafé de Bogotá, el primer y recién aparecido periódico neogranadino, su siempre citado Avisos de Hebephilo, ardorosa llamada a los jóvenes del Virreinato para abrazar la causa de la regeneración patriota por medio del cultivo de las ciencias naturales y las matemáticas, olvidándose del escolasticismo y su método, el peripato.

En noviembre de 1791, a petición del mismo Mutis, Zea fue designado Agregado Científico de la Real Expedición Botánica de Santafé. Entre 1792 y 1794, Zea alternó sus actividades como botánico y la agitación intelectual que por doquier bullía en la capital del virreinato. Entre otros, trabó amistad con Antonio Nariño y Álvarez y Pedro Fermín de Vargas, los dos más connotados precursores de la emancipación de la Nueva Granada. A finales de 1791, el primero de ellos le había hecho miembro del Arcano de la Filantropía, primer y selecto club “literario”, casi siempre asociado con los orígenes de la masonería neogranadina y la preideología emancipadora del Virreinato (véase Masonería).

En agosto de 1794, Zea fue inculpado en uno de los tres sumarios, el denominado Pesquisa de Sublevación, dentro de la supuesta y abortada conspiración en contra del virrey y la audiencia neogranadinas. A los 29 años, a comienzos de noviembre de 1795, Zea partió de Santafé rumbo a Cádiz en calidad de reo de Estado; quedaba en el Consejo de Indias el fallo definitivo sobre su causa y la de nueve procesados más, el cual se falló a mediados de 1799, gracias al interés que por ellos demostraron, a la caída de Godoy, los ministros Saavedra y su sustituto interino Mariano Luis de Urquijo. Aunque primero se les concedió la ciudad de Cádiz y sus arrabales como cárcel provisional, se decretó a continuación su inmediata libertad, el derecho a continuar sus estudios y profesiones, la restitución a sus pueblos de origen, la devolución de todos los bienes embargados y el pago de los sueldos atrasados.

Contando siempre desde Santafé con un permanente apoyo de Mutis, logró Zea relacionarse con los más selectos círculos botánicos de la Corte. Con la ayuda de José de Cavanilles, en 1800 publicó en los Anales de Historia Natural, su primer trabajo científico en España: "Memoria sobre la quina según los principios del Sr. Mutis", con el cual se inició una ardua batalla científica en la Península en contra de la escuela y práctica botánicas de Casimiro Gómez Ortega y su más allegado colaborador, Hipólito Ruiz (director de la Expedición Botánica del Perú y Chile), uno y otro celosos y apasionados enemigos de la persona y obra científica de Mutis. En octubre de 1800, el Ministro Urquijo autorizó que Zea pudiera pasar un año en París, con el objeto de actualizarse científicamente antes de regresar a Santafé, y así ayudar en la conclusión y publicación de la obra médica y botánica de Mutis.

Aunque se ignoran casi totalmente las actividades profesionales de Zea en París, se dice que fue entonces cuando conoció y alternó con las principales autoridades científicas europeas presentes entonces en la capital francesa: Georges Cuvier, François Dominique Arago, Jean Victor Audouin, Pierre Simeon Laplace, Georges Bory, Alexandre Brongniart y Volts Berthier. Desde París logró Zea insertar, en 1801, varias contribuciones suyas en los citados Anales: la descripción de las "Cascadas prodigiosas" del Salto de Tequendama, como las de Fusafasugá e Iconozo.

Zea regresó a Madrid a finales de 1802, y por petición de Cavanilles, a comienzos de enero 1803, Pedro Cevallos le nombró segundo profesor de Botánica del Real Jardín Botánico de Madrid, asignándolo además como segundo redactor de los periódicos oficiales, la Gaceta de Madrid y El Mercurio Histórico y Político, cargos que ocupó hasta mediados de mayo de 1804. Entusiasta promotor de la "botánica agrícola", y tras la muerte de Cavanilles, Pedro Cevallos lo nombró, a comienzos de mayo de 1804, Director y Primer Profesor del Real Jardín Botánico de Madrid, a lo cual añadió, a finales de 1804, la redacción y dirección del Semanario de Agricultura y Artes. Durante el ejercicio de Zea como Director del Jardín Botánico se planeó la creación de veinticuatro jardines provinciales.

A comienzos de 1806, Zea contrajo matrimonio en Cádiz con Felipa Meilhon de Montemayor. Del matrimonio nacieron dos hijas, de la cuales se crió la mayor, Felipa, nacida en mayo de 1807, que, años más tarde, casó en Francia con el Mariscal de Campo francés, Vizconde Alexandre De Rigny.

En marzo y julio de 1807, Zea propuso y obtuvo de Cevallos la creación en el Jardín Botánico de la cátedra de Agricultura y Economía Rural, seguida de un sistema de premios y distinciones de mérito y honor para los alumnos más destacados del Real Jardín.

En 1807 la carrera científica de Zea empezó a tornarse en política. En agosto de dicho año, planteó en El Mercurio madrileño la inevitable difusión y seductora penetración de las ideas de la Revolución Francesa, anticipando varias de sus inevitables consecuencias, tanto en España como fundamentalmente en Hispanoamérica. Los sucesos napoleónicos en España marcaron un nuevo e inesperado rumbo en la vida de Zea. A mediados de mayo de 1808, Joachim Murat le designó como diputado americano en las recién convocadas Cortes de Bayona, en esta ocasión en representación de la Capitanía General de Guatemala, una vez que Ignacio Sánchez de Tejada había sido nombrado en representación del Virreinato de la Nueva Granada. En unión a los otros seis diputados americanos, Zea influyó, más que los demás, en la redacción del Capítulo X de la que sería la primera constitución escrita de la nueva España peninsular y ultramarina.

Zea adhirió entonces con entusiasmo, como los cinco restantes diputados americanos de Bayona, al credo regeneracionista, antes que revolucionario, que Napoleón ofreció y quiso plasmar en dicha carta: enunciados de derechos y garantías individuales; libertad económica, de comercio, cultivo e industria; igualdad formal entre peninsulares y americanos; diputación y representación permanente para éstos en las Cortes y otros órganos de gobierno del reino. En julio de 1808, Zea dio la bienvenida y juró al nuevo monarca José Napoleón Ien nombre de los dominios americanos. Ingresó luego en Madrid dentro de la comitiva oficial del nuevo Monarca, y a finales de julio de 1808 siguió a José en su huida hacia el Norte, tras el desastre francés de Bailén. No obstante, a finales de septiembre del mismo año, Zea fue acusado y procesado por el Consejo de Castilla por mantenerse fiel al nuevo régimen francés. Sufrió el embargo y confiscación de todos sus bienes, los cuales recuperó al retornar a la capital a finales del mismo año.

Si bien Zea continuó en sus cargos del Jardín Botánico, siendo ya miembro de la Orden de España Josefina, fue nombrado, en agosto de 1810, Jefe de la Segunda División del Ministerio del Interior presidido por el Marqués de Almenara. Sin embargo, a comienzos de septiembre de 1811, fue designado Prefecto en Comisión de la Provincia de Málaga en reemplazo de otro neogranadino, el Conde de Casa Valencia. Su misión tuvo por objeto reorganizar la Administración Civil de una provincia clave para el pretendido dominio francés en el sur y este español.

Ocho meses escasos estuvo Zea al frente de la prefectura malagueña. A mediados de agosto de 1812 acogió y acompañó al rey José durante su rápida visita a la provincia de Málaga en tránsito hacia Valencia, tras la derrota francesa de los Arapiles. A continuación, Zea siguió el paulatino repliegue de las tropas francesas del sur, vía Granada. Permaneció en Madrid hasta mediados de marzo de 1813, cuando partió junto a José rumbo a la frontera francesa.

Poco o nada se sabe de las actividades de Zea en Francia entre junio de 1814 y marzo de 1815. A comienzos de marzo de este año, después de dejar a su mujer e hija en París bajo el cuidado del naturista francés Aimé Bompland, pasó a Londres. Más tarde, se embarcó para las Antillas inglesas con el propósito de unirse a la causa emancipadora sudamericana. A mediados de mayo de 1815 llegó a Kingston, donde encontró a Simón Bolívar, que había abandonado Cartagena de Indias en la víspera de la llegada del Pacificador Pablo MORILLO. A mediados de febrero de 1816, estando en Puerto Príncipe, el Libertador lo designó Intendente de Hacienda de la nueva fuerza expedicionaria. A comienzos de mayo de 1816 desembarcó en la Isla Margarita, siguiendo a las tropas de Bolívar en sus fallidos intentos por controlar la costa oriental venezolana (Carúparo).

Muy pronto tuvo que presenciar los primeros actos de barbarie de uno y otro bando: fusilamientos, quema y destrucción de pueblos y ahorcamientos de civiles. El último día de dicho año de 1816, Zea desembarcó nuevamente con Bolívar en Barcelona, provenientes de Haití, donde éste se había refugiado desde finales de junio de 1816, harto del inicial desorden militar patriota. A comienzos de mayo de 1817, en el puerto de Cariaco, cerca de Cumaná, Zea se unió al canónigo chileno José Cortés de Madariaga; al general Santiago Mariño, segundo jefe militar venezolano; al almirante Bryon y a nueve más preclaros patricios venezolanos, quienes, sin la anuencia del Libertador, conformaron el primer Congreso Venezolano, que luego desconoció y deshizo Bolívar.

Tras la caída de Angostura, Zea fue pieza clave en los esbozos de construcción del futuro Estado colombiano. A finales de septiembre, Bolívar lo designó Presidente del Tribunal de Secuestros, que debía ejecutar el decreto, dictado por aquél desde Guayana la Vieja, confiscando todos los bienes pertenecientes tanto al anterior gobierno español como a sus partidarios, españoles o americanos. A mediados de octubre, Bolívar lo nombró miembro de la Comisión que debía repartir entre los oficiales y soldados el producto de las ya ejecutadas confiscaciones realistas. A finales de dicho mes, Zea resultó electo Presidente de la Sala de Estado y Hacienda del Consejo de Estado, órgano recién creado por Bolívar y en el cual éste depositó todos los poderes civiles y militares existentes en sus manos. A comienzos de noviembre, Bolívar conformó un Consejo de Gobierno, cuerpo propiamente gubernativo, presidido por el almirante Brión, y del cual Zea fue electo vocal. A comienzos de 1818, Zea asumió la presidencia del Consejo de Gobierno al partir Bolívar y Brión para sus respectivos frentes militares.

Desde este momento, y gracias a la íntima unión que mantuvo con las ideas y pretensiones de Bolívar, Zea fue el indiscutido cofundador de la nueva República de Colombia, que sellaría la Unión de Venezuela y la Nueva Granada. A finales de junio de 1818 apareció, bajo su dirección y con la ayuda de Juan Germán Roscio y José Luis Ramos, el primer número de El Correo del Orinoco, periódico o gaceta oficial del gobierno venezolano. A primeros de octubre de 1818, y por encargo del Libertador, Zea redactó una dura respuesta a las gestiones españolas, tendentes a lograr una mediación de las potencias europeas en la pacificación americana, documento que fue la base del conocido manifiesto del 20 de noviembre siguiente, por el cual Bolívar, como Jefe Supremo de la República de Venezuela, rechazó enfáticamente tal iniciativa europea.

En enero de 1819, a la vez que Zea era elegido Presidente del referido Congreso venezolano de Angostura, Bolívar y aquél fueron en seguida designados Presidente y Vicepresidente del gobierno provisional emanado de dicha Asamblea. Al ausentarse Bolívar del teatro de operaciones, Zea acaparó las presidencias del Ejecutivo y Congreso venezolanos. A comienzos de septiembre de 1817, varios militares, ya héroes venezolanos, entre ellos Arismendi y Mariño, forzaron y obtuvieron su renuncia. Con el rotundo triunfo patriota en Boyacá (7 de agosto de 1819), y con la toma de Santafé de Bogotá (10 de agosto siguiente), cambiaron las cosas en Angostura. El último día de noviembre de 1819, el Congreso reeligió a Zea nuevamente Presidente de la corporación. A mediados de diciembre el Congreso aprobó la "Ley Fundamental de la República de Colombia", corredactada por Zea. Le correspondió a éste pronunciar las históricas palabras: "¡La República de Colombia queda constituida! ¡Viva la República de Colombia!" Una vez más Bolívar y Zea fueron designados primer Presidente y Vicepresidente de la Unión colombiana.
Por voluntad expresa de Bolívar, a comienzos de 1819 y sin perder su calidad de Vicepresidente, Zea fue nombrado Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante los gobiernos de los Estados Unidos de América y varias Cortes europeas, con el objeto de obtener un pronto reconocimiento político internacional para Colombia o, en su defecto, encontrar un abierto apoyo financiero, si no militar, para concluir su lucha emancipadora frente a España.

A comienzos de marzo de 1820, después de cinco años de ausencia y manifiesta añoranza, Zea partió para Europa. Recaló primero en la Isla danesa de St. Thomas y, tras conocer el golpe de Riego, decidió dirigirse directamente a Londres, prescindiendo de su tránsito por Washington. A mediados de junio de 1820 Zea arribó a la capital inglesa llevando consigo varios y ambiciosos objetivos para su misión europea, entre ellos recuperar para la nueva Colombia el arruinado crédito financiero y moral de las precedentes repúblicas de Venezuela y Nueva Granada; solicitar el reconocimiento inmediato y formal de Inglaterra, y en su defecto alcanzar al menos un decidido apoyo inglés para una negociación definitiva con España de un pacto que, aunque provisional, implicara un reconocimiento expreso de la emancipación y autogobierno colombianos por parte de España, y con ello el cese inmediato de tan calamitosa guerra de exterminio; y, después de fracasar en los anteriores propósitos, obtener del resto de las potencias europeas, con o sin la iniciativa inglesa, una serie de apoyos financieros y militares que deberían concluir con el reconocimiento comercial y finalmente político de Colombia.

A comienzos de agosto de 1820, mes y medio después de su llegada, Zea suscribió con los representantes de un Comité de Acreedores, Herring, Graham y Powles, un acta o póliza de compromiso por la cual se consolidaban las aludidas deudas en un monto de 547.789,12 libras. Paralelamente, y tras varias entrevistas privadas sostenidas con lord Castlereagh, a comienzos de octubre de 1820, Zea presentó al Duque de Frías, embajador español en Londres, un "Plan de reconciliación y Proyecto de Confederación Hispánica", por el cual España reconocería gradualmente la independencia de todas las ex-colonias americanas que así lo solicitasen, empezando por Colombia, a cambio de lo cual ésta recibiría, a título de compensación por tales renuncias, una cierta supremacía política, comercial y, eventualmente, alguna cesión territorial, dentro de la Confederación que unas y otra crearían como conclusión de tal propuesta. A pesar de la entusiasta acogida y eventual coautoría dada por Frías a dicho proyecto, éste fue tajantemente rechazado en Madrid, y luego desautorizado y condenado por Bolívar y Santander.

A la vez que negociaba con Frías, Zea obtuvo de Richard Rush, ministro de los Estados Unidos en Londres, una promesa formal para un próximo reconocimiento de Colombia por parte del gobierno de J. Monroe, habiendo además adelantado con aquél las bases de un próximo Tratado de Comercio bilateral. Igualmente, negoció la compra de armamentos desde Bélgica, que completó con la adquisición de tres grandes navíos suecos con destino a la armada de almirante Brión. Promovió, igualmente, Zea en estas fechas el envío de varios contingentes de colonos noruegos, irlandeses e ingleses a Colombia.

Durante el otoño de 1820, Zea recibió y alternó intensamente con su entrañable amigo Antonio Nariño, a quien acompañó a Francia desde donde éste se embarcó para unirse a Bolívar, en la conformación política de la recién creada Unión colombiana, viaje que aprovechó Zea para concretar el embarque de la expedición Mazeroni.

En junio de 1821 el ministro Eugenio De Bardaxi le invitó a Madrid para unirse a los recién llegados comisionados colombianos José Rafael Revenga y José Tiburcio Echavarría, enviados a España por Bolívar con el objeto de negociar la paz prevista en los Tratados de Santa Ana (Venezuela) de finales del anterior mes de noviembre (Armisticio y Regularización de la Guerra). Como consecuencia de las inmodificadas pretensiones colombianas por un reconocimiento pleno de su independencia por parte de España, como en virtud de la ruptura del Armisticio por parte de Bolívar y subsiguiente triunfo patriota en Carabobo (24 de junio de 1821) y recuperación de Caracas (29 de junio siguiente), Zea y sus colegas fueron expulsados y obligados a salir de España a finales de agosto de 1820.

En agosto de 1821, y en razón de la tenaz oposición que sobre los créditos de Zea hizo ante Bolívar el antiguo agente de Venezuela en Londres, Luis López Méndez, el nuevo gobierno colombiano, salido del Congreso constituyente de Cúcuta, no sólo desconoció los contratos pactados por Zea, sino que en octubre de dicho año le revocó todos los poderes de que disponía éste para arreglar la deuda colombiana. No obstante, y a falta de otros recursos para cumplir con lo inicialmente pactado en Londres, Zea suscribió en la primavera de 1822, esta vez en París, un nuevo empréstito con Herring, Graham y Powles, por la suma de 183.978 libras, el cual nuevamente mereció la desaprobación de las autoridades colombianas.

A comienzos de abril de 1822, Zea lanzó en París su famoso Memorándum dirigido al ministro de Relaciones Exteriores francés, el Vizconde de Chateaubriand, y, posteriormente, a todos los embajadores de las potencias europeas residentes en París, por el cual Colombia declaró que, ante la incapacidad española no sólo para recuperar sino para gobernar sus antiguas colonias, la mayoría de las cuales había ganado militarmente su independencia, Colombia se abstendría a partir de entonces de entablar relaciones políticas y comerciales con aquellos gobiernos que no reconociesen como tal al gobierno de su país. Anunció, en consecuencia, que Colombia cerraría sus puertos y comercio a los súbditos de los gobiernos que continuasen dilatando su reconocimiento como nuevo miembro de la sociedad de naciones.

A comienzos de marzo de 1822, mermado notablemente en su salud, Zea recibió en París un significativo homenaje público por parte de los más selectos financieros y políticos franceses afectos a la causa colombiana, encabezados por el Abad de Pradt. A comienzos de julio, se le ofreció en Londres un nuevo homenaje público, al cual asistieron igualmente las más prominentes personalidades de la ciudad y no menos de catorce miembros de la Cámara de los Comunes y uno de la Cámara de los Pares. A finales de septiembre, Pedro GUAL, ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, comunicó a Zea la cancelación de todos los exiguos poderes que aún le quedaban. Se designó una vez más al ex-ministro Revenga para sustituirlo en todas sus funciones y gestiones en Europa.

Tras su muerte, debida a un ataque de hidropesía, Zea fue enterrado en la Abadía de San Pedro y San Pablo de Bath, donde aún reposan sus restos a la espera de su repatriación a Colombia.
A comienzos de diciembre de 1825, tres años después de su muerte, y tras muchas y nuevas inconsecuencias de la primera diplomacia colombiana, Colombia fue reconocida formalmente por Gran Bretaña. Las restantes potencias europeas lo harían un poco más tarde. España tan sólo reconocería a Venezuela en 1845, y a la antigua Nueva Granada, desde siempre heredera del nombre de Colombia, a finales de enero de 1881.

Obra

La obra de Zea se halla repartida entre sus escritos políticos y sus estudios sobre botánica. En cuanto a los primeros, a finales de diciembre de 1822 apareció en Londres la edición bilingüe, repartida en dos tomos, de su obra póstuma Colombia: siendo una relación geográfica, topográfica, agrícola y política de aquel país, adaptada para todo el lector en general y para el comerciante y el colono en particular, que ha sido considerada como la obra cumbre de la propaganda revolucionaria hispanoamericana de todos los tiempos.

En lo referente a la Botánica, a mediados de abril de 1805, con motivo de la inauguración de su cátedra de Botánica en el Real Jardín Botánico de Madrid, pronunció su famoso Discurso acerca del mérito y utilidad de la Botánica, pieza en la cual enfatizó su pensamiento sobre el carácter utilitarista de dicha ciencia para el mejor futuro y posición económica de todo el imperio español.

Zea entabló una agria polémica con Sebastián López Ruiz e Hipólito Ruiz para defender la prioridad de Mutis en el descubrimiento de la Cínchona. A su vez, sus teorías fueron impugnadas por Ruiz y José Pavón, quiénes le acusaban de la supuesta insuficiencia de su educación botánica.

En 1805 obtuvo la cátedra de botánica de Madrid; con ocasión de un discurso de elogio de su disciplina, expresó que, en su opinión, la Botánica comprendía dos especialidades distintas: la taxonomía y la economía botánicas.

Aunque trató de restablecer la ciencia en Colombia después de las guerras de Independencia, y escribió a Georges Cuvier en 1822 solicitando una misión científica, el resto de la vida de Zea estuvo dedicada a la política y alejada, por lo tanto, de la Botánica.

Bibliografía

Fuentes

Memoria sobre la quina según los principios del Sr. Mutis. (Anales de Historia. Natural [vol. 2] 1800); impresa de nuevo en Quinas de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. (Ed. de Enrique Pérez Abeláez y Fernando Fernández de Soto Morales; Madrid, Cultura Hispánica, 1957). Discurso sobre el mérito y utilidad de la botánica. (Madrid; imprenta Real, 1805).

Estudios

BARRIGA VILLALBA, Antonio María: El Empréstito de Zea y el préstamo de Erik Bollmann de 1822. (Bogotá).
BEAUCHAMP, Alphonse de. Biografía del Ciudadano Francisco Antonio Zea. (Caracas 1928). BOTERO SALDARRIAGA, Roberto. Francisco Antonio Zea. (Bogotá, 1945).
CADENA, Pedro Ignacio. Anales diplomáticos de Colombia. (Bogotá, 1878).
JOS, Emiliano: "Una sociedad hispánica de Naciones en 1820 según el plan de don Francisco Antonio Cea". En: Contribuciones para el Estudio de la Historia de América. (Buenos Aires, 1941, p. 89 y ss.).
CAVALIER, Germán. Historia diplomática de Colombia. Textos. [Tomo I:1820-1830] (Bogotá, 1976).
ORTIZ, Sergio Elías: "Francisco Antonio Zea y sus actividades científicas". En: Boletín Cultural y Bibliográfico. (Bogotá; 1965, VIII (11), pp: 839 y ss.).
VÁSQUEZ CARRIZOSA, Alfredo. Historia Diplomática de Colombia. [Tomo Iº: Gran Colombia] (Bogotá, 1993).
ZUBIETA, Pedro A. Apuntaciones sobre las primeras misiones diplomáticas de Colombia (Primero y segundo períodos, 1809-1819-1830). (Bogotá 1924.)
BOTIRO SALDARRIAGA, R. Francisco Antonio Zea. (Bogotá; Ediciones del Concejo, 1945). BRONX, HUMBERTO Francisco A. Zea. (Medellín; Imprenta Municipal, 1967).
J.Alberto NAVAS SIERRA / Thomas F. GLICK

viernes, 18 de octubre de 2013

LA ENTREVISTA DE GUAYAQUIL José de San Martín y Simón Bolívar


 Por;José Alfonso Luján

LA ENTREVISTA DE GUAYAQUIL  de Don José Francisco de San Martín Matorras y Don Simón Bolívar, se reunieron el 26 de julio de 1822 en Guayaquil; fue la única reunión que tuvieron. Jamás se supo que se discutió allí. Un reciente descubrimiento histórico en Quito, a resuelto el misterio.

 Ha a aparecido el Libro del Secretario de Bolívar, donde se anotaba toda su correspondencia. Y en la cual figura una carta personal a Don Antonio de Sucre. En ella le hace ver las conversaciones con el Libertador platense y sus observaciones. De acuerdo al Informe, San Martín estaba decepcionado de la dejadez de sus generales. Así mismo habría añadido que estaba dispuesto a dejar el mando político del Perú y retirarse a Mendoza. Buscaba una victoria militar que le permitiera hacerlo con honor y estaba en Guayaquil para pedir refuerzos que le permitieran obtener ese triunfo. Su actitud fue generosa y sostuvo que, si las tropas venían con Bolívar, él se pondría a sus órdenes. No se discutió de Guayaquil, el cual Bolívar, lo había anexado a la Gran Colombia, a expensas del Perú. La discrepancia fue por la posición de San Martín, de instaurar una monarquía constitucional. Planteando traer un príncipe europeo. Bolívar se opuso. 

Su razonamiento habría enfatizado en los intereses de la república de Colombia. En nombre de esos intereses republicanos, Bolívar subrayó la inconveniencia de un príncipe europeo para el Perú, porque amenazaría la libertad de los demás. Luego añadió que si los peruanos querían esa forma de gobierno, él no se iba a oponer. Una forma de negar los refuerzos militares solicitados. En ese momento, San Martín habría entendido que no le quedaba ninguna alternativa y en beneficio de lograr la victoria permanente para el Perú dio un paso al costado. Se dice que San Martín se despidió diciéndole: “Don Simón, le dejo la gloria”. Ella habría consumido al caraqueño, con su vanidad y egocentrismo llevándolo a la muerte veinte años antes que San Martín. Por el contrario, el retiro le habría permitido al libertador platense gozar de una última paz, sazonada por la más intensa de las melancolías.

 Pero esta no es la primera vez que, tenemos prueba del egoísmo y conveniencia de Simón Bolívar, que no solo arrebato al Perú, el Puerto de Guayaquil, que estaba en plena ebullición, sino que lo anexo a la Gran Colombia. Es aquí donde se da la famosa reunión. Bolívar continuo, ingreso al Perú y junto al Ap:.M:. Don Antonio José de Sucre y Alcalá, venció a las tropas realistas en la Pampa de Junín en 1824. Contra lo que muchos olvidan, en la Batalla de Ayacucho, Don Simón Bolívar, no se encontraba, solo estaba Don Antonio José de Sucre. Otro dato interesante, años antes, Francisco de Miranda, mentor de Simón Bolívar, que retorno de su exilio a pedido de este, para hacerse cargo de la Comandancia de las Fuerzas Militares Republicanas y que luego por un error táctico del mismo Bolívar, tuvo que renunciar por pedido del Congreso de la Gran Colombia. El 30 de Julio de 1812, Miranda llegó a La Guaira, con la intención de embarcarse en la nave inglesa Sapphire en medio de un ambiente en el que pocos sabían que las negociaciones con los realistas, por las que muchos oficiales republicanos se sintieron traicionados se habían iniciado por órdenes del Congreso y no por deseos de Miranda. Por ello, cuando Miranda se hospedaba en casa del Coronel Manuel María Casas, comandante de la plaza, se encontró con un grupo numeroso, en el que se contaban Don Simón Bolívar, que lo “convenció” de que se quedara, por lo menos una noche, en la residencia de Casas. A las dos de la madrugada, encontrándose Miranda profundamente dormido, Bolívar, Casas y Peña, se introdujeron en su habitación con cuatro soldados armados, se apoderaron precavidamente de sus armas, lo despertaron con rudeza, ordenáronle que se levantara y vistiera, tras lo cual lo engrilletaron y lo entregaron al español Monteverde. 

A cambio de este acto de traición, el español dispuso darle a Bolívar el salvoconducto que éste le había solicitado para exiliarse en el extranjero, con el especial reconociéndole el gran servicio brindado al Rey, con la entrega de Miranda. El creador de la Logias Lautarianas falleció en Cádiz en una mazmorra, gracias a la traición de su pupilo. 

 Conclusiones Soy un San Martiniano fervoroso, no de ahora sino desde hace muchos años atrás. Porque reconozco en el M:.R:.H:. Don José de San Martín, los valores de la persona, del militar y ahora más aún del masón, valores que lo hicieron luchar por la Libertad, Igualdad, Fraternidad, desde muy joven, uniéndose a la causa americana. Su conducta siempre fue de desprendimiento y jamás de protagonismo.

Este descubrimiento, de ser verdadero, no hará más que aclararnos lo que muchos ya sabíamos. La calidad humana de José de San Martín, frente al protagonismo egocentrista del Q:.H:. Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte-Andrade y Blanco (un nombre bien largo y de abolengo), mejor conocido como Simón Bolívar. Para muestra: A San Martín, Argentina le dio el título de General en Jefe del Ejército de los Andes, Libertador de la Nación. Chile le designo Director Supremo, lo que el rechazo a favor de Bernardo O’Higgins. Recibió los títulos de Comandante en Jefe del Ejército Libertador de Chile y Capitán General del Ejército de Chile. En Perú, se le dio los títulos de Comandante en Jefe del Ejército Libertador del Perú, Libertador del Perú, Protector, Fundador de la Libertad del Perú, Fundador de la República y Generalísimo de las Armas. A Bolívar, se le dio el título de “Dictador del Perú”. “Dictador de Guayaquil”. Presidente de la Gran Colombia (por 11 años). Presidente de Venezuela (después de dividirla de Colombia). Presidente de Bolivia (Después de dividirla del Perú. Y Libertador de Panamá (solo por haberla separado de la Gran Granada). Con estos actos solo buscaba debilitar a los demás países para reforzar al suyo, pensando geopolíticamente (ojo, no es política). Al llegar a Lima, el Congreso lo nombra máxima autoridad como Dictador y hasta el propio presidente Torre Tagle, le tiene que rendir cuentas. Así mismo persigue al ex Presidente Riva Agüero y envía a Torre Tagle a negociar con los realistas, “Para ganar Tiempo”. Para luego acusarlo de conspiración. Impide que se proclame la Constitución e impone sus decretos y encamina al congreso a que se disuelva. Bolívar empieza las acciones para aumentar el Ejército Unido Libertador del Perú. Nombra como jefes principales del ejército unido a los generales de la Gran Colombia como Sucre, Córdova y Lara. Ningún peruano formó parte del estado mayor a excepción del General José de la Mar, que estuvo a cargo de la rama peruana del ejército. Ello se debía a que el Libertador no sentía aprecio por los peruanos tal como se muestran en diversas cartas que envió. Creo, V:.M:. que no hace falta más Conclusiones, para darnos cuentas quien era el verdadero masón, que daba todo por los demás, sin interesarle títulos o halagos. Y cuál era el Profano con mandil, “que ingreso a la Masonería, pero la Masonería no ingreso en él”. BIBLIOGRAFÍA: – Diario la República (Miércoles, 31 de julio de 2013) – “Don José. La vida de San Martín”, por José García Hamilton – Película: “Revolución, el Cruce de los Andes“ de Leandro Ipeña – “El General en su Laberinto” de Gabriel García Márquez

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