La visión corporativa es un conjunto de ideas generales, algunas de ellas abstractas, que proveen el marco de referencia de lo que una empresa quiere y espera ver en el futuro. La visión corporativa señala el camino que permite a la alta gerencia establecer el rumbo para lograr el desarrollo esperado de la organización en el futuro.
Para el desarrollo y formulación de la
visión, se debe tomar en cuenta ocho elementos los cuales desarrollamos a
continuación:
Es formulada para los líderes de la
organización: al formular la visión se supone que los líderes incorporan su
conocimiento de todos los actores organizacionales y de sus grupos de
referencia a la visión corporativa, comprenden la filosofía y la misión,
expectativas, necesidades de los colaboradores, conocen el negocio y el entorno
organizacional.
Dimensión de tiempo: la visión es
formulada teniendo claramente definido un horizonte de tiempo, este depende
fundamentalmente de la turbulencia del medio y de los mercados en que se
desempeña la empresa.
Integradora: la incorporación de la
visión en la gestión gerencial debe convertirse en una tarea diaria y
permanente de toda la estructura gerencial. Esta incorporación se logra por la
consistencia entre la misión y los objetivos para lograrla.
Amplia y detallada: la visión no se
expresa en números, ni en frases ambiguas, la visión debe expresar claramente
los logros que se esperan alcanzar en el período escogido, cubrir todas las
áreas actuales y futuras de la organización.
Positiva y alentadora: la visión debe
ser inspiradora, impulsar el compromiso a la pertenencia de la organización.
Debe tener fuerza, unificarlo, debe impulsar la acción, generar sentido de
dirección y camino para llegar al punto deseado.
Debe ser realista-posible: La visión no
puede ser un sueño inútil, tiene que ser, "una visión sin acción es una
Utopía" / "una acción sin visión es un esfuerzo inútil". Por
ello, al formularla debe tener en cuenta el entorno, la tecnología, los
recursos y la competencia.
Debe ser consistente: La visión debe ser
consistente con los principios corporativos; esta consistencia evitará
confusiones y obligará a un desarrollo de políticas empresariales.
Debe ser difundida interna y
externamente: la visión debe ser reconocida por los clientes internos y los
externos; por ello, requiere de un sistema de difusión que la haga conocer y
comprender por todos los miembros de la organización.
Al tomar en cuenta estos elementos, se
convienen realizar las siguientes interrogantes que nos permitirán formular la
visión de una empresa, unidad estratégica o área:
1. ¿Si todo tuviera éxito, cómo sería su
empresa dentro de 3 años?
2. ¿Qué logros de su área le gustaría
recordar dentro de 5 años?
3. ¿Qué innovaciones podrían hacerse a
los productos o servicios que ofrece su empresa, unidad estratégica o área?
4. ¿Qué avances tecnológicos podrían
incorporarse?
5. ¿Qué otras necesidades y expectativas
del cliente podrían satisfacer los productos o servicios que ofrecen su
empresa, unidad o área, dentro de 3 a 5 años?
6. ¿Qué talentos humanos especializados
necesitaría su área dentro de 3 a 5 años?
Pierre Cubique .`.
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