Tras la polémica
renuncia del Papa Benedicto XVI que se ofició este jueves 28 de febrero,
entró en vigencia el tiempo de “sede vacante” en el Vaticano, las
reuniones previas arrancan este lunes 4 y se espera el cónclave lo más pronto
posible.
La elección del nuevo Papa debe celebrarse en
la Capilla Sixtina del Vaticano, entre los 15 o 20 días después de la
muerte o renuncia del Sumo Pontífice. Este sagrado lugar es registrado por
expertos en búsqueda de micrófonos y/o cámaras ocultas, ya que la elección del
sucesor se produce en un gran hermetismo y a puerta cerrada (cónclave = con
llave).
La mañana del incio del cónclave se celebra en
la basílica de San Pedro una misa “Pro eligendo Papa”, y por la tarde
cantan el “Veni Creator” en la Capilla Paolina para pedir la ayuda del Espíritu
Santo. Luego de estos actos protocolares entran en la Capilla Sixtina.
Los cardenales que participarán en este cónclave
serán 116, tras la renuncia por motivos de salud del cardenal Julius Riyadi
Darmaatmadja, arzobispo emérito de Indonesia. El anterior cónclave en el que
fue elegido como Papa el alemán Joseph Ratzinger estuvo formado por 115
electores.
En esta
elección se guarda absoluto silencio de todo lo conversado y no se publican los
resultados de las rondas electivas
Luego de apenas ocho años, los cardenales
electores votarán para nombrar al Papa 266°, y en este proceso no tienen
permitido recibir correspondencia, usar celulares, leer periódico o ver la
televisión.
Para elegir al Sumo Pontífice, cada cardenal
escribe en una papeleta el nombre de aquel que cree que debería salir
elegido “según la voluntad de Dios”.
Timothy Dolan, cardenal de Nueva York, expresó
que el asunto primordial en la agenda del Vaticano es cuándo empezará el
cónclave, “la mayoría de los cardenales preferirían que el cónclave se lleve a
cabo más pronto que tarde con el fin de evitar que el papado quede vacante
largo tiempo”.
En ese orden, Benedicto XVI promulgó el pasado
lunes un decreto “motu proprio” que da la facultad a los cardenales para
adelantar el cónclave que elegirá a su sucesor.
El “motu propio" concede a los cardenales la
facultad de anticipar el inicio del cónclave si están presentes todos los
cardenales y también [la facultad] de aplazarlo hasta 20 días” después de que
empiece la llamada “sede vacante”, indicó el portavoz del Vaticano, Federico
Lombardi.
La
elección del nuevo Papa puede durar horas, días o semanas
La ley actual expresa que los cardenales deben
aguardar 15 días después de que el papado queda vacante con el fin de permitir
que todos los cardenales que pueden sufragar lleguen a Roma. De esta forma, el
15 de marzo es la presunta fecha de inicio.
El primer día del cónclave cardenalicio, sólo se
realiza una ronda electoral y es necesaria una mayoría de dos tercios. A partir
de la segunda y hasta la trigésima ronda electoral se realizarán cuatro
rondas electorales, con pausas de reflexión de ser necesario.
Sólo a partir de la ronda número 30, se puede
recurrir a una elección en la que sólo salgan a votación los dos favoritos y se
elige por mayoría absoluta. En cada una de las rondas fallidas las papeletas se
mezclan con pez y se queman en la chimenea de la Capilla Sixtina, de ahí se
produce el humo negro.
Luego del consenso cardenalicio, y ya con el
nuevo Papa electo, si el ganador está dispuesto a ser el máximo jerarca de la
Iglesia, sucesor de San Pedro y vicario de Cristo en la tierra, se
anuncia con humo blanco por la chimenea y campanadas, posteriormente se
pronuncia el “Habemus Papam” y se presenta al mundo.
Pierre Cubique .·.
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