La responsabilidad de un buen mentor en una
empresa, debe ser modelo a seguir, es la representación masónica del Segundo Vigilante, quien tiene la enorme responsabilidad de guiar a los aprendices en
los inicios de su “carrera” masónica…Pero, quien dice que las logias masónicas no
son modelos empresariales!?
Un mentor es aquel que ayuda a
otra persona con menos experiencia para que adquiera o desarrolle los
conocimientos, capacidades y carácter que le sean necesarios para alcanzar sus
metas en la empresa. Lo hace principalmente para que se encuentren preparados
ante un nuevo puesto o nuevas responsabilidades o nuevas metas. Debe poder
diferenciarse el mentoring del coaching, ya que aunque ambos pretenden
aleccionar a una persona no son la misma cosa y tienen diferencias.
Para poder ser un buen mentor,
se debe enseñar y mostrar los beneficios de los conocimientos y experiencia con
los que se cuentan, además de explicaciones de cómo manejar situaciones para
que el aprendiz vaya desarrollando la habilidad en cada situación y para
resolver problemas que se puedan dar a lugar. Un buen mentor
debe contar con una actitud muy positiva y un buen nivel de ética en el
trabajo, ya que su principal labor va a ser ayudar a otra persona a ofrecer un
buen rendimiento y hacer bien su trabajo.
Un buen mentor debe pensar en su
aprendiz, estar realmente interesado en el desarrollo, crecimiento y éxito de
las otras personas, una persona capaz pero también interesada en los demás.
Hay que ofrecer aliento a la otra persona,
mostrarle que no hay que tener miedo al fracaso ni al éxito, que se debe seguir
adelante, fomentando las ganas del aprendiz y resolviendo las dudas que vayan
surgiendo.
Un aspecto clave de un mentor es
enseñar a la otra persona a vestirse y actuar de manera correcta y de manera
profesional. Hay que enseñarle las correctas etiquetas sociales en todos los
aspectos que se relaciona con el trabajo, incluso se le debe indicar cuándo no
está haciendo lo correcto o cuando lo está haciendo mal, preferiblemente en
privado para no avergonzarlo o hacerlo sentir mal. También debe potenciar las
principales competencias y capacidades con las que cuenta el aprendiz, debe ser
capaz de compartir sus conocimientos y habilidades sin reservas.
Retar y desafiar a un aprendiz
es un buen truco para que siga adquiriendo capacidades y consiguiendo nuevas
cosas, afrontando nuevos retos y desarrollando su trabajo adecuadamente. Hay
que darle buenas oportunidades dentro de sus capacidades y ofrecer nuevas
metas.
Un buen mentor debe estar con su aprendiz durante
toda su evolución asegurándose de que va bien, aconsejándole en lo que sea
necesario y reconocer públicamente los méritos de su aprendiz.
Ser un mentor es una tarea cuyo
principal premio es el reconocimiento y la satisfacción de haber hecho bien
esta labor, por lo que es muy importante saber cómo ser un buen mentor,
una persona que enseñe a otra persona en su trabajo a la que le guste el
desarrollo de las personas, que ofrezca su conocimiento y experiencia además de
sus mayores ganas.
Ser mentor significa tutorar....No torturar....
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