Antoni Gaudí i
Cornet (Riudoms o Reus, 25 de junio de 1852 – Barcelona,
10 de junio de 1926) fue un arquitecto español, máximo representante del modernismo
catalán.
Gaudí fue un
arquitecto con un sentido innato de la geometría y el volumen, así como una
gran capacidad imaginativa que le permitía proyectar mentalmente la mayoría de
sus obras antes de pasarlas a planos. De hecho, pocas veces realizaba planos
detallados de sus obras; prefería recrearlos sobre maquetas tridimensionales,
moldeando todos los detalles según los iba ideando mentalmente. En otras
ocasiones, iba improvisando sobre la marcha, dando instrucciones a sus
colaboradores sobre lo que tenían que hacer.
HORNO DE FUSIÓN O ATANOR
El
horno de fusión o atanor es el instrumento más característico de un laboratorio
alquímico. En el Park Güell, sobre la escalinata de la entrada, nos encontramos
con una estructura en forma de trípode que en su interior contiene una piedra
sin desbastar, en bruto, perpetuamente mojada por un pequeño surtidor. Este
elemento representa la estructura básica de un horno de fusión alquimista y es
una copia del modelo que aparece en un medallón del pórtico principal de la
catedral de Notre-Dame de París. Básicamente, el atanor consta de una envoltura
exterior compuesta de ladrillos refractarios o cemento. Su interior está lleno
de cenizas que envuelven el "huevo filosófico", la esfera de vidrio
en cuyo interior se halla la materia prima o piedra sin desbastar. Un fuego
situado en la parte interior es el encargado de calentar el huevo, pero no
directamente, ya que es difuminado por las cenizas. La alquímia, además de una
técnica espiritual o forma de mística, se basaba también en el trabajo sobre
minerales y operaciones físicas concretas y se caracterizaba por la
equivalencia o paralelismo entre las operaciones del laboratorio y las
experiencias del alquimista en su propio cuerpo. De esta manera, el atanor
representaba la reproducción del cuerpo, el azufre era el alma, el mercurio era
el espíritu, el sol el corazón y el fuego la sangre. Las etimologías de la
palabra atanor son dos: por un lado derivaría del árabe "attannûr",
horno y por otro procedería de la palabra griega "thanatos", muerte,
la cual, precedida de la partícula "a", expresaría el significado
"no muerte", es decir, vida eterna, etc.
LOS TRES GRADOS DE PERFECCIÓN DE LA MATERIA
Aquí
hacemos referencia a la piedra en bruto que se encuentra en el interior del
atanor. La piedra sin desbastar representa el primer grado de perfección de la
materia, el segundo grado viene representado por la piedra desbastada en forma
de cubo, y en tercer lugar un cubo acabado en punta, es decir, con una pirámide
superpuesta. En la simbología masónica estas tres formas representan también
las tres posiciones que se pueden ir asumiendo dentro de la Logia: aprendiz,
compañero y maestro; tal como eran los grados tradicionales de las hermandades
obreras medievales. Gaudí plasmó en la torre Bellesguard, también conocida como
Casa Figueras, todo este simbolismo. La estructura del edificio, situado al pie
de la sierra de Collserola y construido con piedra y ladrillo, está formada por
un cubo coronado por una pirámide truncada. La orden de los francmasones dice
que "cada hombre debe tallar su piedra". Y es que esa piedra será
tanto la piedra angular del templo como la piedra angular de la personalidad
del masón. El trabajo ulterior de perfeccionamiento consistirá en superponer
una pirámide al cubo.
LA CRUZ EN SEIS DIRECCION
ES Este
elemento que se halla en la mayoría de proyectos y construcciones gaudinianas
como una manera de obsesión, es una representación de un principio arraigado a
sus creencias pero situado, al menos formalmente, dentro del campo de la
Iglesia. Gaudí utilizó dos técnicas para realizar las cruces en seis
direcciones: -La primera la podemos encontrar en el colegio de Santa Teresa de
Barcelona y es un desarrollo evidente de la piedra cúbica; se trata de la
proyección espacial de la piedra cúbica. - En el Turú de las Menas del Park
Güell figuran tres cruces que no son más que dos taus a las que se han
superpuesto sendos cubos coronados por sus correspondientes pirámides. Estas
taus indican las direcciones norte-sur y este-oeste y entrelazadas, nos indican
los cuatro puntos cardinales. La tercera cruz, por su parte, es una flecha que
indica una dirección ascendente. Inicial de la palabra tierra, la tau es un
símbolo de origen remoto que aparece en monumentos megalíticos de las islas
Baleares en forma de taules (un pedestal sosteniendo una superficie pétrea).
Dentro de la francmasonería, la tau tiene un simbolismo preciso. Por una parte,
representaría a Matusael, el hijo de Caín que crearía este símbolo para
reconocer a sus descendientes y, por otro, sería el signo de reconocimiento que
realizaría el oficiante con la mano derecha en la ceremonia de acceso al grado
de Maestro.
LA X
Tiene
una gran importancia en el simbolismo masónico. Este símbolo se encuentra en
las bóvedas de la cripta de la Colonia Güell, donde está repetido hasta trece
veces, y también en el pórtico del Nacimiento de la Sagrada Familia, en la cruz
que corona el Árbol de la Vida, que muestra una descomunal X. Este símbolo se
realiza sobre la base de un hexágono regular y éste forma el perímetro interior
de dos triángulos equiláteros entrelazados, los cuales formarían la estrella de
David, que sería la notación alquímica de los cuatro elementos básicos. El
hexágono es una forma muy repetida en la obra de Gaudí, del cual incluso se
puede extraer un cubo volumétrico si dividimos el hexágono en tres rombos. Cabe
recordar que la X, además, es la notación alquímica del Crisol, un instrumento
necesario para la obra hermética. Asimismo, la X también está relacionada por
tradición con el apóstol Andrés, crucificado sobre esa forma.
EL PELÍCANO
Este
animal, en otro tiempo símbolo de Cristo, lo podemos encontrar en el Museo de
la Sagrada Familia y estaba destinado al Pórtico del Nacimiento. Una de las
versiones más conocidas sobre la figura del pelícano es la que habla de que
sentía un amor tan fuerte por sus hijos que, en el caso de pasar hambre, se
abría el vientre con su propio pico para alimentarlos. Otra versión dice que,
irritado porque sus crías le golpeaban con las alas, las mataba y luego,
arreprentido, se suicidaba clavándose el pico en el vientre. En una última
versión del tema se descarta el suicidio y que se clave el pico en el vientre y
se habla de que sus lágrimas resucitan a sus crias muertas. El grado 18 de la
orden de los francmasones, denominado "grado Rosacruz", tiene como
símbolo al pelícano en actitud de abrirse el vientre y rodeado de sus hijos;
sobre su cabeza hay una cruz con una rosa roja incisa y la leyenda I.N.R.I. El
pelícano representa la chispa divina latente que anida en el hombre, su sangre
es vehículo de vida y resurrección y su color es blanco, simbolizando la
superación de la primera fase de la obra alquímica. La tercera fase supone
pasar a través de la experiencia del rojo, que queda plasmada en la explosión
de una gran rosa roja en el centro del pecho.
LA SALAMANDRA, LA SERPIENTE Y LAS LLAMAS
Del
círculo situado en la escalinata de entrada al Park Güell se ha hecho una
interpretación patriótico-nacionalista, pero no existe ninguna razón por la que
Gaudí tuviera que hacer una demostración pública de una cosa secundaria en su
jerarquía de aspiraciones y convicciones. Por esta razón, cabe hacer una
interpretación hermética de la simbología de este elemento, que es la única
integradora de todo el conjunto: una cabeza de serpiente situada en el centro
de un gran disco, envuelta en llamas y éstas de agua. Los hermetistas eran
conocidos como "filósofos por el fuego" y su obra se basaba en
ordenar el caos; como al principio de los tiempos la ruina y el mal se
extendieron por el mundo por obra de la serpiente, para ordenar ese caos es
necesario quemarla. Así, el círculo simboliza el caos, la oriflama es la llama
que contiene el azufre y la serpiente es el espíritu mercurial.
EL LAGARTO
Es el
animal que baja desde el atanor hasta el disco descrito anteriormente y que se
ha interpretado como una salamandra, una iguana, incluso un cocodrilo, pero su
característica más importante es su dorso sinuoso. Se trata de una imagen
estática que sugiere una sensación de movimiento muy acusada, una nueva representación
del mercurio originario, una reiteración de las funciones del atanor, es decir,
obrar la separación, decantar las partes fijas del mineral de las volátiles.
Las escalinatas del Park Güell se nos presentan así como un paradigma hermético
que contiene los principios de la obra y no en vano son muchos los textos
alquímicos que insisten que toda la obra se realiza a través del mercurio.
EL ÁRBOL SECO Y EL ÁRBOL DE LA VIDA
El amor
de Gaudí por la naturaleza estuvo siempre presente en toda su obra. Sus
construcciones están llenas de elementos ornamentales que hacen referencia al
reino vegetal. El simbolismo alquímico está repleto de imágenes relacionadas
con la agricultura y el reino vegetal. El Árbol Seco representa el símbolo de
los metales reducidos de sus minerales y fundidos; la temperatura del horno les
ha hecho perder vida y, por lo tanto, deben ser vivificados. En el Árbol Seco
siempre existe una chispa de vida, aquella que puede hacer posible su
resurrección; de hecho, siempre pueden verse en él algunas hojas que indican la
posibilidad de que reverdezca de nuevo. La imagen del Árbol Seco fue colocada
por Gaudí en sus obras capitales, representando una naturaleza vegetal
petrificada que mantiene, sin embargo, un foco de vida. Muchas de estas imágenes
se hallan en el Park Güell. El Árbol de la Vida, como bien indica su nombre, es
el árbol inmortal, el símbolo de la vida eterna. La representación iconográfica
más reiterativa de esta clase de árbol es el ciprés. El arquitecto catalán lo
sitúa en el centro del pórtico del Nacimiento de la Sagrada Familia, rodeado de
palomas blancas, que a su vez, simbolizan las almas renovadas que ascienden
hacia el cielo.
EL DRAGÓN ÍGNEO Y EL LABERINTO
La
imagen del dragón es una constante en la obra de Gaudí. Ciertamente, es una
imagen que asociamos de forma inmediata a la leyenda de Sant Jordi, patrón de
Cataluña, pero, a diferencia de otros arquitectos modernistas, Gaudí lo
representa siempre de forma solitaria. El dragón situado en la verja de los
pabellones Güell está inspirado en "La Atlántida" de Verdaguer; se
trata de un dragón encadenado que custodia el acceso al jardín de las
Hespérides. El dragón está ligado al simbolismo de la serpiente, no es otra
cosa que una serpiente con alas que arroja llamas por la boca o la nariz. Los
rosacruces introdujeron imágenes de caballeros que clavaban sus lanzas en
dragones furiosos. Al analizar las características míticas de este animal, su
ardor ígneo aparece como la representación de nuestros instintos más incontrolables.
Vencer esta fuerza, dominar nuestro espíritu, supone la posibilidad de penetrar
en los dominios del Ser.
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