"La diplomacia cultural puede ser descrita como un conjunto de acciones, que
se basan en, y utilizan el intercambio de ideas, valores, tradiciones y otros
aspectos de la cultura y de la identidad, ya sea para fortalecer las relaciones,
mejorar la cooperación socio-cultural o la promoción de los intereses
nacionales; la diplomacia cultural puede ser practicada tanto por el sector
público, el sector privado o la sociedad civil." Dr. Emil Constantinescu
El concepto de Diplomacia Cultural debe ser como un campo de estudio nuevo en el debate académico.
Un poco de historia
La Diplomacia Cultural (o “Diplomacia de las Culturas”) no es algo
recien inventado en este siglo XXI, sino que ha existido como una
práctica a lo largo de los últimos siglos. No obstante, la novedad de
éste campo de estudio reside en que, hasta hace pocos años, no habia
existido un interés en analizar y conceptualizar, desde la rama
académica de las relaciones internacionales, qué es y cómo se aplica la
Diplomacia Cultural. De hecho, en la actualidad ésta disciplina no está
relegada a la periferia del estudio de las Relaciones Internacionales,
sino que la Diplomacia Cultural es hoy un campo académico en ebullición
que, a través del estudio y la investigación, se ha establecido con
éxito como una teoría y práctica con fuerza propia.
Así, mientras que el término “Diplomacia cultural” ha quedado
definido recientemente, la evidencia de su puesta en práctica viene
existiendo desde hace siglos y puede observarse a lo largo de la
historia. Exploradores, viajeros, comerciantes, maestros y artistas
pueden ser considerados ejemplos prácticos de embajadores informales y
diplomáticos culturales (por ejemplo, el establecimiento de rutas
comerciales regulares permite un intercambio frecuente de información y
regalos culturales entre los comerciantes y representantes del
gobierno). Ejemplos y prácticas que tuvieron lugar mucho antes del
nacimiento del Ius Gentium o Derecho Internacional que rige y regula las
Relaciones Internacionales.
Estos intentos de intercambio cultural pueden ser identificados como
los primeros ejemplos prácticos de lo que ahora hemos venido a denominar
Diplomacia Cultural. De hecho, cualquier persona que interactúa con los
diferentes pueblos y naciones, ya sea en la actualidad o en el pasado,
facilita una forma de intercambio cultural y político que tiene
consecuencias directas en los campos del arte, el deporte, la
literatura, la música, la ciencia, los negocios, la economía, y más
allá.
Por tanto, a través de la interacción de los pueblos, el intercambio
de la lengua, la religión, las ideas, las artes y las estructuras
sociales podemos ver como las relaciones entre esos pueblos y naciones
divergentes pero coexistentes han mejorado a lo largo de la historia,
mejorando el bienestar y nivel de vida de dichas sociedades mediante el
aprendizaje mutuo con otras culturas.
Del cielo a la tierra: aplicación práctica
La aplicación y puesta en práctica de la teoría de la Diplomacia
Cultural incluye todos los intentos y modelos (con éxito o no) que se
han practicado a lo largo de la historia por parte de actores
individuales, organizaciones, estados o instituciones con el fin de
facilitar y mejorar las relaciones y la colaboración entre diferentes
culturas. Estos modelos incluyen, por ejemplo, diferentes programas de
intercambio cultural y artes (el famoso ‘Guernika’ de Picasso), las
delegaciones internacionales (los embajadores del jazz americanos), así
como algunas competiciones deportivas (los duelos olímpicos entre US y
URSS durante la Guerra Fría).
¿Por qué es importante la Diplomacia Cultural?
En un mundo interdependiente y globalizado como el nuestro, en el que
la proliferación de las tecnologías de la comunicación de masas asegura
que todos tenemos un mayor acceso a los demás que nunca, la Diplomacia
Cultural es fundamental para el fomento de la paz y la estabilidad a
nivel global. Cuando es aplicada a todos los niveles, posee la capacidad
de influir en la opinión pública y en la ideología de las personas,
comunidades, culturas y naciones, que pueden acelerar la realización de
los principios que la sustentan y que definimos a continuación. Al
lograr el primer principio, se permite alcanzar el segundo, que a su vez
permite que el tercero se alcance y así hasta lograr el quinto
principio fundamental, el de la paz y la estabilidad mundial.
Los principios son:
1- Respeto y Reconocimiento de la Diversidad Cultural y Patrimonial.
2- Diálogo Intercultural Global
3- Justicia, Igualdad y Cooperación
4- Protección Internacional de los Derechos Humanos
5- Paz y Estabilidad Mundial
Para mayor información sobre esta iniciativa se puede consultar la pagina oficial http://www.culturaldiplomacy.org/index.php?en
Por;
José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.---------------------
Profesor Universitario.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.
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