En la medida que avanza el siglo 21, los cambios
se están produciendo más rápidos en lo comunicacional, tecnológico, nuevas
práctica y desarrollo gerencial, organizacional, demográfico, económico, políticos y hasta la
forma de hacer negocios, toda esta complejidad demanda personal con alto
niveles de compromiso y competencias muy cónsonas con esta realidad.
Esta nueva tendencia se da en toda la sociedad humana y particularmente en la organizaciones y/u empresas del siglo XXI, es importante resaltar que para dinamizar todo procesos de cambios, se necesita de lideras capaces de comprender todos los fenómenos gerenciales, sociales y económicos, además de ser individuos con un conjunto de habilidades, conocimiento para adaptarse a las exigencia de la nueva economía.
La conjugación de toda esta complejidad social, económica, organizacional, humana, política, cultural además de las experiencias vivida tanto en la administración pública, privada y como consultor de capital humano me han permitido racionalizar la búsqueda hacia una categoría alternativa capaz de comprender, dinamizar los procesos humanos y productivos desde una perspectiva holística sinérgica, empática dando origen al nacimiento de la categoría denominada diplomacia gerencial.
Esta categoría que comienza a configurarse, desde una perspectiva humanística y lógica, plantea que los seres humanos por naturaleza son sociables y adaptativos, pero que también necesitan de un conjunto de factores sociales, económico y ambientales para lograr un mejor equilibrio humano y profesional. un contexto caracterizado por lo individual, solo gano yo, monopolio de las decisiones, poca comunicación, poco humanismo, las personas padecen de un conjunto de síntomas negativos y de resistencia a los cambios generada por tal realidad.
Por esta razón, se hace imperante la necesidad de entender que estamos trabajando con seres humanos que poseen un conjunto de valores, creencias, experiencia y aprendizajes que no son fáciles de cambiar por su misma esencia cultural y humana, todas estas características nos conlleva a concluir que cada individuo posee su autonomía, su propias prácticas humanas y estratégicas para su subsistencia familiar y laboral.
Todo esto nos conlleva a que la conducción de
todo este proceso organizacional amerita muchas reflexiones, liderazgo,
madures, conocimiento, autocrítica, experiencia además de sentido común, porque
se trata de convivir y ganar –ganar, esta premisa tomada de covey permite a mi
manera de entender garantizar el éxito, aceptando la diversidad del pensamiento
humanos.
Por eso se hace necesario hablar de diplomacia gerencial, la entenderemos como las relaciones entre los individuos dentro de un marco de respeto, vínculos amistoso y de cordialidad basado en un conjunto de pautas entre la cuales se nombran la diversidad del pensamiento, afinidad, negociación, cultura, las normas interna de la organización y por último la química que exista entre las parte.
Este beneficio sirve de feedback y actúa como fuerza impulsora de la gestión, estimulando la búsqueda de nuevas formas de alcanzar buenos resultados dentro de un mercado competitivo, elevando a mayores niveles de creatividad, entendimiento y respeto.
Por consiguiente y compartiendo lo señalado por Mc Lujan: estamos viviendo en una aldea global, donde la revolución de la comunicaciones, tecnología y el nuevo realiniamiento del pensamiento humano ha acelera cada vez la búsqueda de oportunidades en los negocios, en la apertura de nuevos acuerdos conformándose un nuevo orden mundial basado en el respeto a la ideas y la tolerancia entre los seres humanos.
De todo lo anterior se desprende que el papel de
los líderes, es de suma importancia en todo este proceso, porque son ellos los
responsables de lograr y promover los cambios y transformaciones a lo interno
de la organización produciendo el logro de los objetivos y el beneficio
colectivo de los miembros de esta.
La diplomacia gerencia se propone como una vía
estratégica que busca que las partes involucradas en todo el proceso de gestión
pueda llegar acuerdos, entre todos con el fin de propiciar un ambiente y un
clima organizacional en equilibrio.
Es importante resaltar que los líderes que asumen
la diplomacia gerencial como nueva estrategia alternativa para el logro del
objetivo deben considerar un conjunto de competencias personales:
• Capacidad de escucha y de comunicarse
verbalmente.
• Adaptabilidad y capacidad de dar una respuesta
creativa ante los contratiempos.
• Capacidad de controlarse a sí mismo, confianza,
motivación para trabajar en la consecución de los objetivos.
• Sentirse orgulloso de los logros conseguidos.
• Eficacia grupal e interpersonal, cooperación,
capacidad de trabajar en equipo y habilidad para negociar.
• Eficacia dentro de la organización,
predisposición a participar activamente y potenciar el liderazgo.
• Respeto por los individuos por sus derechos y
dignidad
• Estimulo al reconocimiento y a la creatividad.
Todos estos componentes producen un conjunto de
interrelaciones fundamentales que son determinante para lograr cerrar el ciclo
de efectividad de la diplomacia gerencial a lo interno de la organización y
promover la interacción entre las partes que conforman y estructuran a las
organizaciones inteligentes capital humano, capital financiero, capital
estructural, capital social y el capital tecnológico. Además de otras
competencias profesionales y especializadas que son importante en esta
propuesta.
En conclusión se debe tomar en cuenta como
premisa que cada ser humano posee su propia filosofía, modo de vida, la tarea
de un buen al líder es comprometerlo y brindarle oportunidades apoyos para que
esto desarrollen su proyecto de vida y de trabajo, por eso la importancia de
producir esa química interactiva entre quienes conforma la estructura de la
organización de allí la importancia de aplicar como estrategia efectiva a la
diplomacia gerencial.
Pierre Cubique.·.
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