Todos los Masones,
sabemos que estas tres palabras, son el lema que identifican a la
Francmasonería. Al escuchar la palabra libertad, enseguida pensamos en la forma
de gobierno, que un pueblo tiene para elegir a sus autoridades en forma
libre y democrática. La libertad va más allá de ese ejercicio que nos permite
expresarnos para escoger las autoridades, de nuestras instituciones.
Cuando en julio de 1789 la ciudad
de Paris estallo ante la revolución Francesa, el mundo escuchaba por primera
vez palabras como democracia, igualdad y Libertad, esa revolución fue la
respuesta a siglos y siglos bajo los privilegios de la monarquía. Por
primera vez, se elaboraba un discurso Político que ubicaba como principal
protagonista al pueblo.
Cuando se habla de LIBERTAD, se
esta hablando de los valores mas altos de la democracia, de la soberanía
popular y la igualdad de derechos para todos los ciudadanos, del voto
universal, de los derechos humanos, libertad de prensa, libertad de culto,
libertades económicas etc.
Conviene tomar de antemano las
precauciones necesarias para depositar los destinos de la libertad en manos de
la VERDAD, que es eterna, antes que en las de los hombres, que pasan, si
el gobierno olvidase los intereses del pueblo o si cayese en manos de los
hombres corrompidos, la luz de los principios admitidos puede iluminar
sus traiciones, para encontrar la muerte ante la sola idea del crimen y
la tiranía.
Queridos hermanos ¿Cuál es el
objetivo hacia el que nos dirigimos?, el goce pacifico de la libertad y de la
igualdad, el reino de esa eterna justicia que representa la eterna Jerusalén
celeste.
Queremos un orden de cosas en el
que todas las pasiones bienhechoras y generosas se encuentren estimuladas por
las leyes; queremos reemplazar en nuestro país el egoísmo por la moral,
el honor por la honradez, los usos por los principios, el decoro por
el deber, la tiranía por el imperio de la razón, la vanidad por la
grandeza del alma, levantar templos a las virtudes y fosas a los vicios,
es un ideal que nos permite consumar, la suma de felicidades de los
pueblos.
Queremos, en una palabra, consumar
el destino de la humanidad, darle FE VIVA, A NUESTROS IDEALES FILOSÓFICOS,
LIBERAR A LA PROVIDENCIA DEL LARGO REINADO DE IMPUNIDAD, DEL CRIMEN Y MANTENER
NUESTRO JURAMENTO DE REPUDIAR A LOS TIRANOS Y A LA TIRANÍA.
La primera regla de nuestra
conducta Masónica, debe ser, dirigir todas nuestra medidas al mantenimiento de
nuestro LEMA MASÓNICO Y AL DESARROLLO DE LAS VIRTUDES. Debemos abrazar e
instituir todo cuanto contribuya a fomentar el amor a la patria, a purificar
las buenas costumbres, a educar los espíritus, a dirigir las pasiones del
corazón humano hacia el interés público.
En la Masonería, se encuentra el
santuario de la verdad, aquí residen y perduran los más altos ideales de
hermanos Masones fundadores de Repúblicas y destructores de tiranos y tiranías.
Nuestro lema, forjan un conjunto de
principios de moral republicana, donde estamos obligados a proclamarlos en nuestro
nombre dentro y fuera de nuestra institución por el bien de nuestra República.
La instrucción Masónico, hay que
hacerla; pero no es suficiente; esto es solo un trabajo simbólico;
pero no es ni puede ser esto toda la instrucción que requiere un hombre de mas
de 21 años para convertirse en un abanderado de los mas nobles y genuinos
ideales de la humanidad, que lucha contra su propia imperfección, contra
las pasiones, los vicios, la ignorancia, la superstición, el error,
la maldad, la tiranía y el fanatismo.
El conocimiento de los que
simbolizan los grados no le da a un hombre el conocimiento de la historia de la
humanidad, ni le ilustra sobre lo caras que han resultado para el género humano
la conquista de la libertad y la Igualdad. De la única manera que
la Masonería es la mas noble y perfecta de la instituciones humanas, es
precisamente poniéndola a hacer la más noble y perfecta obra humana. Los
golpes de mallete de la masonería no son para hacer ruidos, sino para dirigir
la voluntad y perfeccionar al hombre, en el trabajo y la lucha por
la libertad la igualdad y la fraternidad.
LA LIBERTAD: Es uno de los tres principios que componen el lema emancipador y
regenerador de la Masonería.
El mundo moral, mucho más aún que
el mundo físico, parece lleno de contrastes y de enigmas. La naturaleza nos
dice que el hombre ha nacido para ser libre, y la experiencia de los siglos nos
muestra al hombre esclavo.
Sus derechos están escritos en su
corazón, y su humillación está escrita en la historia. Todos los Masones, que
han hecho historia, han abolido la esclavitud y han levantado templos a la
libertad. La esclavitud es la peor manifestación del instinto de
destrucción; es contraria a las leyes del G:.A:.D:.U:.
Porque, el primer derecho del hombre es, la LIBERTAD.
La libertad es nuestra riqueza
debemos ¡gritarla! Cada vez que un hombre reclama libertad, es como un sol para
sus hermanos. Lo que están al servicio de la libertad no morirán jamás.
LA IGUALDAD: La francmasonería ha sido el crisol de los pensamiento de los
fundadores de republicas, por principio, repudia a los tiranos y a las
tiranías, como tampoco acepta las divisiones de casta y clases de
la monarquía. A la republica solo le interesa al pueblo, a los hombres de todas
las condiciones sociales.
Como se ha podido observar, en el
presente trabajo, los valores señalados tienen su basamento filosófico,
sociológico y psicológico debido al ámbito en el que se desarrollan: el mundo y
la persona. Este trabajo, presenta principios filosóficos que
estimula al masón a ser un hombre de servicio, para incursionar en el mundo del
valor del conocimiento humano, para poder llevar con orgullo el titulo de
francmasón.
La igualdad se establece como
principio en forma tajante <<TODOS LOS HOMBRES SOMOS IGUALES>> En nuestros
talleres, se debe involucrar muchas actitudes que pueden y deben ser educadas
en el Aprendiz, Compañero y Maestro Masón, el cual, a través de las mismas,
deberá enseñar como aprender a aceptar las diferencias legitimas, para
poder valorarlas; estas son las diferencias individuales. Así mismo deberá
también aprender y enseñar a rechazar y discutir las diferencias no
legítimas: privilegios, posesiones, el hecho de que se valore más el tener que
el ser.
¿Como podemos enseñar en nuestros
talleres la practica del valor de la igualdad? Se pueden enseñar las formas de
discriminación bajo el concepto como: la edad, la opinión, la religión, el
genero, el origen, las capacidades de cada uno y eliminar así prejuicios y
estereotipos con los que nos encontramos cada día. El saber y la creencia de
que todos somos iguales, ayudará a eliminar barreras, discrepancias y
luchas estériles por los conceptos antes mencionados. Formar
en el valor de la igualdad, es dar un paso hacia delante en el ámbito de
una verdadera convivencia.
LA FRATERNIDAD: El ser humano es por naturaleza un ser social. Los hombres no somos
islas. Libertad, Igualdad y Fraternidad, hacen la trilogía que compone la
solidaridad; persona es, o significa: RELACIÓN CON LOS DEMÁS.
A los Masones se nos enseña a
caminar por el pavimento de mosaico, de cuadros blancos y negros, que es un
hermoso emblema de la multiplicidad engendrada por la dualidad, pero por encima
de esta visión dualística de la vida, se encuentra el ara o ALTAR,
SÍMBOLO DE LA ELEVACIÓN DE NUESTRO PENSAMIENTOS. AQUÍ APRENDEMOS
A IDENTIFICAR ESAS DOS CLASES DE EGOÍSMO. Uno vil, cruel, que aísla
al hombre de sus semejantes, que busca un bienestar exclusivo al precio de la
miseria de los demás. El otro, generoso, bienhechor, que confunde nuestra
felicidad en la felicidad de todos, que asocia nuestra gloria a la
patria. El primero engendra los opresores y los tiranos; el segundo, LOS
DEFENSORES DE LA HUMANIDAD QUE LUCHAN POR LA FRATERNIDAD UNIVERSAL.
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