Algo de los Solsticios....
De acuerdo con Wikipedia, el diccionario
de moda y más consultado de la actualidad, “Solsticio es un término
astronómico relacionado con la posición del sol en el Ecuador celeste.
El nombre proviene del latín “solstitium”(sol sistere, o sol quieto)”.
La idea central que evoca la etimología de la palabra es que el sol al
terminar su aparente viaje en el firmamento hacia el norte y hacia el
sur, y encaminarse en sentido contrario, parece estar quieto.
Naturalmente, esto es solo un efecto óptico.
Para el área ecuatorial
en donde está ubicada Venezuela, el fenómeno no reviste mayor
importancia practica en el ciclo de lluvias y sequías que caracteriza al
trópico. Pero al sur y al norte de la Tierra, dada la oscilación del
planeta, como consecuencia del impacto de un meteorito hace muchos
millones de años, la mayor o menor exposición al calor del sol determina
las estaciones y todo lo que ellas conllevan. En esto es que radica la
relevancia de los solsticios.
Cuando el sol llega a su solsticio de
verano el 21 de junio en el hemisferio norte y el 21 de diciembre en el
sur, los días comienzan a parecer más cortos, dado que el día
paulatinamente va a tener cada vez menos luz solar. A la inversa, cuando
el sol llega al solsticio de invierno el 21 de diciembre en el norte y
el 21 de junio en el sur, el día parece contar cada vez con más luz.
Por
esta razón, al presentarse el solsticio de verano algunos pueblos de la
antigüedad acostumbraban a lamentar el triunfo de la oscuridad (la
muerte y todo lo que sobre el cielo y la tierra puede ser considerado
malo) sobre la luz (la vida y todo lo que pudiera ser considerado
bueno), y a partir del de invierno celebrar el triunfo de la luz sobre
las tinieblas. Un paso alegórico más adelante los llevaban a celebrar la
victoria de lo bueno sobre lo malo.
Es en este sentido que la
Masonería adopta los solsticios como símbolos. En lo personal, yo
prefiero el solsticio de invierno por representar el camino que debe
emprender un Masón en su esclarecimiento y perfeccionamiento personal, y
en la cada vez más ampliada visión sobre los fenómenos que tiene ante
sus sentidos y su reflexión personal. Es el viaje de la oscuridad a la
luz lo que me atrae, el trabajo para disipar las tinieblas y el combate
activo contra la ignorancia, la ambición y la hipocresía.
Sin
embargo, reflexionar sobre el triunfo temporal del mal sobre el bien,
que representa el solsticio de verano, y su final derrota a mediano
plazo, no es poca cosa.
De allí, que reunirnos los Masones con
ocasión del solsticio verano es un motivo más para la construcción
personal y social en que estamos empeñados.
Por lo tanto, sea bienvenida la citación al Taller
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