La palabra cónsul ha tenido diferentes
acepciones. En la antigua Roma se titulaba cónsul al primer magistrado. En la Edad
Media a un echevin (regidor) oficial de policía o de justicia municipal.
Después se aplicó a los jueces del tribunal de comercio. Más tarde perteneció a
la jurisdicción mercantil de Italia y fue aplicada a los agentes establecidos
por un soberano en las ciudades y puertos de comercio en países extranjeros con
la misión de velar por el sostén de los privilegios de la nación y terminar las
controversias entre los comerciantes.
La institución parece tener origen en la
necesidad que durante las Cruzadas experimentaron los italianos de nombrar
jueces protectores que residiesen en países extranjeros con el objeto de
defender su comercio, particularmente en las regiones asiáticas. A ejemplo de
estos, según dice Pando en su Tratado de Derecho internacional, algunos
Estados de Europa empezaron, desde el siglo XIII, a hacerse conceder el derecho
de enviar cónsules, y las naciones más civilizadas comenzaron también a emplear
esta especie de agentes en sus relaciones recíprocas a fines del siglo XV o
principios del XVI, aunque, según el distinguido escritor Martens, hay ejemplos
de cónsules nombrados y enviados por las potencias de Europa por los años 1256,
1264, 1268, 1278, 1291.
El sabio publicista romano Nicolao opina que los
cónsules fueron creados en el siglo XI (año de 1189) por los griegos, aunque
con diferente nombre, puesto que los tres primeros que enviaron a las otras
naciones llevaban el título de jueces del comercio y sus facultades a
este respecto eran ilimitadas.
Pese a que los genoveses, pisanos y venecianos
principiaron desde el siglo XIII a hacerse conceder el derecho de enviar
cónsules, semejante costumbre no se generalizó hasta el siglo XVI y, sobre
todo, después del reinado de Luis XIV. Aquellos Estados de Italia, que desde
los primeros sucesos de la Cruzada abrieron a su comercio las puertas de
Oriente, reconocieron la necesidad de establecer jueces para la defensa de su
comercio, con tanto más motivo cuanto que, muy en breve, se hicieron dueños de
una parte del Peloponeso y de las más fértiles islas del Archipiélago. En
efecto, muchos ramos del comercio, concentrados hasta entonces en [[Asia],
rompieron sus viejos límites; los tesoros de la India no se detuvieron más en Constantinopla,
sino que se esparcieron ¨por las principales ciudades del Mediodía de Europa y
he aquí la primitiva causa del establecimiento de los cónsules.
Casi en la misma época, los negocios crecían y se
multiplicaban a medida que las relaciones entre los pueblos eran más
frecuentes, y esto originó el que se crearan en muchos países jueces
conservadores que los comerciantes extranjeros tenían el derecho de nombrar
para decidir sus controversias y vigilar el sostenimiento de los derechos que
les pertenecían.
Ricardo III de Inglaterra confirió por el año de 1486
el empleo de cónsul a Lorenzo Strozzi para residir en Italia, y particularmente
en Pisa y sus dependencias, asegurando Anderson que este fue el primer cónsul
inglés establecido en país extranjero. En 1522 Enrique VIII nombró a un
comerciante llamado Consir de Baltasarú en calidad de cónsul en Candia.
Los Aldermauns que las Ciudades
Hanseáticas mandaron a algunas otras, desempeñaban igualmente las funciones de
cónsules. Más tarde, y cuando en algunas ciudades mercantiles se concedía a los
comerciantes ingleses el constituirse en corporación, el jefe de este cuerpo Cour
Master ejercía una especie de jurisdicción consular sobre los súbditos de
su nación pertenecientes a aquella corporación.
En un principio, las misiones de los cónsules se
reducían a velar por los intereses del comercio nacional y hacer juzgar según
las leyes de su país y por jueces de su nación, nombrados por ellos al efecto,
todas las cuestiones suscitadas entre sus nacionales y entre aquellos que
gozaban de su protección. Pero, al paso que los gobiernos fueron conociendo la
importancia del establecimiento de los cónsules; al paso que se poblaron las
regiones del Nuevo Mundo y que las luces fueron difundiéndose en las diferentes
partes del globo, impeliendo al comercio a adquirir un desarrollo maravilloso,
aquella importancia aumentó de grado
Su tarea fundamental es de
asistir a los ciudadanos del país de origen en ciertas labores, como la
tramitación de los documentos que necesite para diversos fines, orientarlo para
su defensa, en caso de necesitarlo, legalización de documentos oficiales
(cuando existe esa posibilidad), poderes, fes de vida, certificados
acreditativos de nacionalidad, otorgamiento y renovación de pasaportes,
tramitación de documentos de identidad nacionales de su país, promoción
económica, cultural y turística, etc.
En Venezuela y en otros paises se clasifican de la siguiente manera:
Cónsul General.
Cónsul General de primera.
Cónsul General de segunda.
Cónsul de primera.
Cónsul de segunda.
Vicecónsul.
Cónsul de primera.
Cónsul de segunda.
Vicecónsul.
Y equivalen a los siguientes cargos diplomáticos;
Embajador.
Ministro Consejero.
Consejero.
Primer Secretario.
Segundo Secretario.
Tercer Secretario.
Por:
José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.---------------------
Profesor Universitario.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.
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