El Expolio de El Greco.
El Expolio es un cuadro pintado por El Greco (Domenikos Theotokopoulos, 1541-1614) para la Sacristía de la Catedral de Toledo. Es un Óleo sobre lienzo y mide 285 centímetros de alto y 173 cm de ancho, fue realizado entre los años 1577 y 1579 y se conserva todavía en la Sacristía de la Catedral de Toledo, España.
En 2013 fue restaurado en los talleres del Museo del Prado,
quedando expuesto en la pinacoteca madrileña hasta su devolución a la
Catedral de Toledo, que se producirá cuando concluyan las obras de
acondicionamiento de su sacristía para la celebración del cuarto
centenario del fallecimiento del artista.1
Según Cossío, este cuadro es el más poético y de expresión más elevada
del artista, suponiendo un momento cumbre de su producción.2 Para Gudiol es una de las mejores obras del pintor y obra capital en la historia de la pintura europea.3
Su historia
El cabildo de la catedral de Toledo debió de encargar al Greco la
realización del Expolio el 2 de julio de 1576 pues existe un documento
que en esa fecha recibió 400 reales de adelanto a cuenta del cuadro.2 Se trata del primer documento que acredita la presencia del pintor en Toledo.4
Se trata de los primeros trabajos en Toledo, junto a las pinturas del
retablo de Santo Domingo el Antiguo, recién llegado de Italia.5
El cuadro situado en la Sacristía de la catedral de Toledo.
El motivo del cuadro encargado por el cabildo, El Expolio, es el momento inicial de la Pasión
en el que Jesús es despojado de sus ropas. El pintor se inspiró en un
texto de san Buenaventura y la composición que ideó no satisfizo al
cabildo. En la parte inferior izquierda colocó a la Virgen, María Magdalena y María Cleofás,
mientras que en la parte superior por encima de la cabeza de Cristo
situó a gran parte del grupo que lo escoltaba. Las tres Marías no
constan en los evangelios canónicos como presentes en ese momento ni
tampoco en el evangelio apócrifo de Nicodemo, el único que relata el
Expolio. En cuanto al realce jerárquico de los acompañantes por encima
de Cristo, el Greco se inspiró en iconografías antiguas bizantinas como
el prendimiento de Cristo o el beso de Judas, donde es habitual en esos
iconos que la muchedumbre rodee a Jesús por la parte superior. El
cabildo no aceptó esta composición, consideró que eran impropiedades que
oscurecían la historia y desvalorizaban a Cristo6
Este fue el motivo del primer pleito que el pintor tuvo en España,
después vendrían otros que se sucedieron a lo largo de su vida por
desavenencias sobre los cuadros con sus clientes. El 14 de septiembre de
1579 reclamó el pago del cuadro alegando que era extranjero y no
disponía de bienes en Toledo. El cuadro no acabó de pagarse hasta el 8
de diciembre de 1581.4
En el pleito los tasadores nombrados por el Greco, Baltasar de Castro,
pintor, y Martínez de Castañeda, escultor, manifestaron sobre el lienzo
que la estimación es tan grande que no tiene precio... pero que
atendiendo a la miseria de los tiempos... se puede pagar 900 ducados.3
La cantidad solicitada era desmesurada, pero los tasadores
representantes del cabildo presentaron una valoración muy baja,
ofreciendo solamente 228 ducados, alegando las incorreccciones de las
cabezas sobrepasando la de Cristo y las tres Marías que no se mencionan
en los Evangelios. La falta de acuerdo llevó a convocar un árbitro
decisorio, que manifestó que el cuadro era uno de los mejores que había
visto y lo valoró en 318 ducados. Sobre los problemas iconográficos dijo
estar poco preparado para solventarlos y delegó en la autoridad
eclésiastica. El pintor acabó recibiendo como pago 350 ducados pero no
tuvo que cambiar las figuras que habían generado el conflicto.7
Parece ser que durante el pleito, El Greco estaba dispuesto a prescindir
de las tres Marías, pero finalmante pudieron ser mantenidas,
favoreciendo la estética de la composición pues subrayan el movimiento
ascensional del cuadro.4
La fama que le proporcionó este cuadro y los de Santo Domingo el Antiguo le llevaron a establecerse definitivamente en Toledo.
Análisis de la obra
Detalle del cuadro |
La obra está firmada sobre una hoja de papel que aparece abajo a la
izquierda, en caracteres griegos minúsculos: “Doménikos Theoto
[Kópulos]Krès Ep[oíei]”.
El momento del expolio no era un tema frecuente en aquella época en el
arte occidental. En la composición representa a Cristo en el centro,
mirando al cielo con una expresión de serenidad, vestido con una túnica
de color rojo intenso que domina el resto de la composición; y a su
alrededor, una masa de figuras dispuestas a desnudarlo para comenzar la
Pasión. Tanto el modelado de las figuras como el cromatismo provienen de
su época veneciana.8
La idealizada figura de Jesucristo destaca vigorosamente del resto y
parece ajena al gentío violento que lo rodea. Una figura en la parte
trasera con un sombrero rojo apunta acusadoramente a Cristo, mientras
otros dos discuten sobre sus vestiduras. Otro hombre vestido de verde a
la izquierda de Cristo lo sujeta con una cuerda y va a proceder a
desnudarlo para su crucifixión.
Mientras otro vestido de amarillo en la parte inferior derecha se
inclina hacia la cruz y perfora un agujero para facilitar la inserción
de un clavo que atravesará los pies de Cristo. El rostro melancólico del
Salvador queda violentamente yuxtapuesto a las figuras de sus
ejecutores, que se amontonan en torno a él, creando una impresión de
desorden con sus movimientos, gestos, picas y lanzas.9 En la parte inferior izquierda aparecen las tres Marías contemplando la escena con angustia.
La figura preparando la Cruz podría derivar de una figura similar inclinada hacia delante en un tapiz de Rafael y un cartón de la Milagrosa captura de peces, que podría haber conocido durante su estancia romana.
Cossío en su célebre libro sobre El Greco realizó el siguiente análisis sobre este cuadro:
Detalle:
las tres Marías miran con melancolía como un hombre, pintado en
atrevido escorzo, barrena la cruz para clavar los pies de Cristo. El pie
blanco de Jesús que será clavado se representa en medio estableciendo
un fuerte vínculo.
El Greco debía representar a Cristo, no como Dios, sino como hombre y
víctima inocente de las pasiones humanas. Aunque esto enlazaba con otras
composiciones pintadas en Italia, aquí concentró todos los elementos,
principales y secundarios, dispersos en sus cuadros anteriores, en una
sola acción alrededor del protagonista. Lo rodea un grupo apretado de
cabezas duras y sombrías, cada una con personalidad propia, que sirven
de fondo al claro e inocente rostro de Cristo. Todavía introduce dos
episodios diferentes según la tradición veneciana, pero no como antes,
dispersos en otros escenarios del cuadro como plazas y pórticos, sino
pegados a Cristo y cerrando la escena inferiormente. Se trata del hombre
que prepara la cruz y enfrente las tres Marías que con tristeza lo
observan. Y a tal extremo llevó la concentración de la acción que el
Cabildo pretendió con argumentos teológicos que el pintor modificara el
cuadro.10
Aunque muchas figuras del cuadro tienen un gran atractivo, la unidad de
composición es tan perfecta que todo el interés lo absorbe la figura de
Cristo. El maestro supo crear este efecto con grandísima destreza,
estableciendo una composición en círculo alrededor de Jesús. Las masas
no están como en cuadros anteriores solamente a derecha e izquierda, se
encuentran también al fondo para que sobre ellas se destaque el
protagonista, lo perfilan por todos los lados, incluso en el primer
plano en la parte inferior para cerrar completamente la escena. Se
muestra todo el contorno de Jesús que ocupa en centro del grupo que lo
rodea, adquiriendo por contraste un gran relieve.10
Todo lo que no es el protagonista se encuentra oscurecido y rebajado
mientras que Cristo se ilumina y destaca. El artista lo consigue
mediante el colorido y el claroscuro. Así el rostro iluminado de Cristo y
su túnica roja forman un contraste muy fuerte con las oscuros rostros
de los acompañantes y con la entonación gris que domina el fondo del
cuadro, en la misma línea de grises que la armadura del caballero a la
derecha de Jesús.10
La escena representada es únicamente humana. Hombres y mujeres llenan
todo el espacio. La naturaleza solo aparece en una porción de cielo
nuboso y algo de tierra bajo el pie de Cristo.10
Señaló que Justi encontraba en este cuadro reminiscencias bizantinas: en
la posición frontal de la escena, en la simetría con que están
dispuestos los personajes y en la concentración de la multitud.10
El
Cabildo de la catedral que había encargado el cuadro encontró
teológicamente injustificable que las cabezas de la escolta sobrepasasen
la de Cristo. El Greco se había inspirado en iconos bizantinos en temas
como el beso de Judas o el prendimiento de Jesús donde la multitud
rodea a Cristo superiormente. El contraste estético entre la quietud y
melancolía del rostro del Salvador y los sombríos rostros que lo rodean
es asombroso.
Fuente: Wikipedia
La Catedral de Toledo reabre la sacristía con la restauración de «El Expolio»
La Catedral Primada de Toledo ha reabierto hoy al público su sacristía
tras la remodelación de este espacio, en el que el protagonista es el
recién restaurado cuadro "El Expolio", de El Greco, de quien este año se
conmemoran los cuatrocientos años de su fallecimiento. El arzobispo de
la Catedral de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, ha destacado durante el
discurso inaugural de este espacio museístico y religioso, que se ha
celebrado con el Transparente del templo como fondo, que la restauración
de la sacristía y sus obras artísticas "era un ambicioso proyecto que
ha llegado a término felizmente".
De este modo, ha resaltado que se ha realizado una "labor
extraordinaria" en un proceso de rehabilitación y restauración no solo
de "El Expolio" de El Greco, sino también del resto de lienzos, pinturas
al fresco y elementos de orfebrería que han dado como resultado "una
gran pinacoteca, aunque siempre sacristía", con salas temáticas
dedicadas, entre otros, a la virgen María y San Juan Bautista y a
Jesucristo.
Dómenicos Theotocópuli pintó "El Expolio" en la misma sacristía donde se
expone, en 1587, por encargo del Cabildo catedralicio, y antes de
mostrarse durante dos meses en Madrid, el cuadro fue restaurado en los
talleres del Museo del Prado a petición del Cabildo.
Con el nuevo discurso museístico, el recorrido comienza en la
antesacristía, donde se pueden contemplar, entre otros, dos lienzos de
San Pedro y San Pablo y que da paso a la Sacristía Mayor, presidida por
"El Expolio" y está rodeado por la serie del Apostolado de El Greco, al
que también acompañan otras pinturas de este mismo pintor y de Francisco
de Goya.
En el centro de la sacristía se ha situado una alegórica obra de
orfebrería en plata de Lorenzo Vaccaro, que representa los continentes
de Europa, África, América y Asia.
En esta restauración también se han tenido en cuenta los frescos de la
bóveda de la sacristía, obra de Luca Giordano, que representa la
Descensión de la Virgen para imponer la casulla a San Ildefonso, patrón
de Toledo.
La siguiente sala para el visitante es la Sacristía del Arzobispo, donde
se pueden contemplar obras de Velázquez, Tiziano, Tristán y Juan de
Borgoña.
El recorrido continúa por la sala de la Virgen María y San Juan Bautista
y finaliza con la reservada a Jesucristo, entre las que se reparten
lienzos de Caravaggio, Van Dyck, Rafael o Tristán, con el gran lienzo de
la crucifixión.
El arzobispo de Toledo ha recordado que las catedrales se concibieron
como "una catequesis de la fe católica" y ha aseverado que esta, que
además es Primada de España, "ayuda a vivir la fe católica en la
experiencia estética de sus visitantes", por lo que el deber del Cabildo
Catedralicio es "conservar este patrimonio, para otorgar al presente y
futuro la contemplación de un legado tan preciado".
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha
subrayado que las catedrales se idearon con la finalidad de que fueran
"una biblia en piedra", algo que pasa especialmente en la de Toledo, que
además "traspasa los límites de la creatividad y la lleva más allá",
gracias sobre todo a las obras de artistas como El Greco.
Con la reapertura de la sacristía y la restauración de "El Expolio",
Cospedal ha valorado que hoy se vuelve a mostrar "una de sus mayores
obras, bellísima y espléndida", con un valor "tan grande que no se puede
poner precio".
También el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha valorado la labor
de "restauración impecable" realizada tanto en la sacristía como en una
de las obras más emblemáticas del pintor cretense, un artista con el
que Toledo "ha decidido identificarse, con su genialidad y con la
cultura".
Leer más: La Catedral de Toledo reabre la sacristía con la restauración de «El Expolio» - La Razón digital http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/5203070/cultura/la-catedral-de-toledo-reabre-la-sacristia-con-la-restauracion-de-el-expolio#Ttt1u0RqEE5c6eEr
Fuente; http://ciudaddelastresculturastoledo.blogspot.com/2014/01/el-expolio-de-el-greco.html
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