Es muy interesante ver que estos 7 hábitos los aplica a todos
los ámbitos de la vida: empresas, familias, adolescencia, niñez, etc.
Ha desarrollado una gran cantidad de libros únicamente basado en estos
hábitos. Yo misma he tratado de aplicarlos en mi vida y he de decir que
en verdad funcionan. Vale la pena revisarlos un poco, ya sea que los
tomes al pie de la letra o que los vayas integrando a tu propia cultura,
dan resultados positivos.
¿Qué
resultados? Covey plantea 3 propósitos: Una visión clara de nuestro
destino, un plan de vuelo para llegar a él, una brújula para saber donde
andamos (retroalimentación).
Desde mi punto de vista el resultado más importante es poder vivir
cada día de nuestras vidas con tranquilidad y por lo tanto, relajados y
felices sabiendo que todo está bien. No porque no vayan a presentarse
contratiempos sino porque también ellos están contemplados en el plan de
vuelo.
Los 7 hábitos son los siguientes. Acuérdate que un hábito es algo que
se puede adquirir, dicen los que saben de esto que con 21 días seguidos
de hacer algo se vuelve un hábito, así que adelante, manos a la obra.
Hábito 1: Ser proactivo, tener la habilidad de actuar en base
a principios y valores más que solamente reaccionar con base en la
emoción o las circunstancias.
Todo el día, todos los días estamos expuestos a estímulos ya sean
internos o externos que disparan ciertas respuestas en nosotros. Las
respuestas que hemos dado hasta hoy han sido resultado de nuestras
creencias, dadas por la vida en una cierta cultura familiar y social.
Entre un cierto estímulo y la respuesta que damos, siempre existe un
pequeño lapso de tiempo, tal vez segundos, en el que podemos ser capaces
de cambiar esa respuesta aprendida y usar otra mucho más asertiva, más
en concordancia con quien soy hoy y con los valores que quiero para mí,
para mi familia, para mi empresa, para mi país, etc.
Es decir, puedo usar el botón de pausa (respiración profunda) y
actuar diferente, ¿o igual? Empiezo a hacer análisis de mis respuestas y
empiezo a darme cuenta de si me han servido o no, o que tal vez puedo
hacerlo mejor.
Ser proactivo también incluye prever las situaciones que aparecerán
en el día. En realidad no es tan difícil puesto que somos seres con
rutinas y usamos las mismas palabras día tras día. (¿Cómo te fue?, bien,
mmmh, ¿ya está la cena?, tengo hambre, ¿ya llego tu hija?, siempre es
lo mismo con ella, seguramente no ha hecho la tarea,…)
Ser proactivo sería incluir ciertas pautas a nuestro día: escuchar
nuestro propio lenguaje, crear una cuenta de banco afectivo para cada
una de nuestras relaciones (depósitos y retiros de buenos momentos), ser
amable, saber disculparse, no juzgar, no criticar, cumplir las
promesas, perdonar.
¿Estoy asumiendo responsabilidad por mis actos y por mis emociones?
¿Estoy siendo consciente de mis creencias?
¿Estoy usando el botón de pausa (respiración profunda)?
Habito 2: Comenzar con el fin en la mente. Crear una visión
clara y obligatoria del propósito que tiene su empresa, su familia, su
vida, etc.
¿En realidad sabemos hacia dónde vamos?, ¿sabemos que queremos? Por
lo general la vida nos va llevando desde que somos muy pequeños. Los
adultos nos dicen que hacer y qué no hacer, nos dicen que aprender, que
estudiar, donde, como, etc. Cuando somos capaces de tomar decisiones,
nuestra mente ya está llena de creencias y por lo tanto tomamos esas
decisiones en base a lo que nos inculcaron.
Vuelvo a hacerte la pregunta, ¿sabes a dónde vas?, ahora que
probablemente seas jefe de una empresa, de una familia, de una mascota,
de un árbol, de lo que sea, ¿en realidad sabes a donde se dirigen?
Este hábito está encaminado a que desarrolles un párrafo escrito con
la misión de tu vida, de la de tu familia, de la de tu empresa, etc. Lo
primero que habrá que hacer es un análisis de tus valores y creencias,
jerarquizarlos. Invitar a las personas cercanas a ti a que hagan lo
mismo, de tal manera que puedan llegar a una misión común. Te has
percatado, por ejemplo, que tu esposa y tú vienen de familias con
creencias totalmente diferentes. Ninguno es mejor o peor por ello,
solamente son diferentes, ahora que se forma una nueva familia habrá que
decidir qué se toma de cada familia y que no y así lograr tener una
cultura familiar mejor y más sana.
Como parte del proceso de desarrollo de este hábito será necesario
llevar a cabo varias “juntas de trabajo”. Lo pongo entre comillas porque
en las empresas esto es muy obvio, sin embargo en las familias esto no
sucede y déjame decirte que es increíblemente retador y positivo
hacerlas en casa. Estas “juntas de trabajo” deben tener un ambiente de
total respeto, un lugar donde todos somos iguales y en donde será
necesario que todos expresen sus reflexiones sin posibilidad de ser
juzgados. Aquí no hay nada bueno ni nada malo, son solamente diferentes
formas de ver las cosas.
Finalmente la misión se dará en base a la jerarquía de valores que logremos tener como comunidad (empresa, familia, etc.)
Dos últimos comentarios acerca de la misión: la misión puede ir
cambiando con el tiempo, no es estática; la misión nos servirá como
punto de referencia para saber si vamos por buen camino o no, de aquí
parte la retroalimentación.
¿Cuál es mi fin en la mente?
¿Cómo me ayudaría un enunciado de misión personal?
¿Cómo me ayudaría un enunciado de misión familiar?
Hábito 3: Poner primero lo primero.
Si desarrollaste el hábito 2 a conciencia, sabrás de qué estamos
hablando. Si hiciste tu escala de valores y la jerarquizaste, te habrás
dado cuenta de que hay cosas muy importantes para cada uno de nosotros y
sin embargo no les dedicamos ni tiempo, ni esfuerzo, las damos por un
hecho.
El ejemplo más claro es nuestra pareja. Supongamos que es lo más
importante en tu vida (espero que sea así, si no solamente imagínate que
así es). Cuando son novios se dan regalos, se escriben cartitas, hacen
citas para verse, se arreglan muy bien para verse, etc. Una vez que ya
formaron una familia y entran en la rutina del día con día, todo aquello
desaparece. Claro que sigue siendo importante, sin embargo nos perdemos
en el ritmo de la vida que nos ha tocado vivir y no nos paramos ni un
segundo a revisar.
Una dinámica muy sencilla es preguntarte ¿a qué dedicas tu dinero y
tu tiempo en un día? Tus respuestas te darán una idea de lo que en
realidad estás considerando importante hoy. Y casi puedo asegurarte que
tu pareja no está como lo más importante.
Este hábito tiene como objetivo reorganizar nuestros tiempos y lograr
dedicar momentos especiales a cada uno de nuestros seres más queridos.
¿Estoy haciendo lo más importante?
¿Qué puedo hacer para tener un mejor enfoque?
¿Cómo puedo ayudar al tiempo familiar semanal o el tiempo uno a uno?
Hábito 4: Pensar Ganar-Ganar.
Por tradición, por cómo nos han educado, estamos inmersos en una
cultura de competencia. Siempre se busca y se premia a los que hacen
mejor las cosas, esto nos lleva a una mentalidad de ganar-perder o
perder-ganar. Dicha mentalidad puede ser útil en algunos casos, sin
embargo, en la mayoría de las ocasiones nos beneficiaría mucho más una
mentalidad ganar-ganar.
A todos nos gusta ganar, a nadie nos gusta perder. Aquellos que han
sido sometidos toda su vida y por lo tanto se han acostumbrado a perder,
no es que le guste sino que es lo que saben hacer y prefieren seguir en
ese papel de víctima antes que quedarse solos o no pertenecer.
Para poder tener un mejor ambiente ya sea en el trabajo o en la
familia, nos beneficiaría mucho más establecer una mentalidad de
ganar-ganar. ¿Qué significa esto? Significa que es necesario tratar de
solucionar los problemas llegando a acuerdos en donde las dos partes
tengan una ganancia. Por supuesto que el proceso no es fácil, habrá
ocasiones en el que alguno de los dos tendrá que ceder, y se hará
necesario que en la siguiente ocasión sea el otro el que ceda, de manera
que el balance final sea de ganadores. Al final lo que creamos es un
ambiente en donde todos están contentos y con ganas de cooperar pues
saben que cada uno de ellos es importante y su opinión es tomada en
cuenta.
Es importante acordarnos que ya tenemos un fin en la mente y por lo
tanto todos estaremos buscando lo mismo, todas las decisiones se harán
pensando en el mayor bien que está basado en los valores que son
importantes para nosotros.
Hay cinco elementos importantes en un acuerdo ganar-ganar: establecer
con claridad los resultados deseados, establecer los lineamientos,
hacer un análisis de los recursos disponibles, asignar responsabilidades
y plantear las consecuencias de no llevar a cabo el acuerdo.
¿En realidad quiero que todos ganen?
¿Estoy abierto a buscar una solución de tercera alternativa que ayude a todos?
Hábito 5: Buscar primero aprender… Luego ser entendido.
Cada uno de nosotros ve el mundo a través de los lentes que nos
pusieron en nuestra familia, nuestra comunidad, nuestra sociedad,
nuestro país. Es decir, a través de las creencias de nuestra cultura.
Esto no quiere decir que yo esté bien en todo o que yo esté mal en todo,
simplemente quiere decir que cada uno de nosotros pensamos diferente.
Inclusive dos hermanos muy cercanos, que hayan vivido supuestamente lo
mismo, ven el mundo de diferente manera.
Este hábito se trata de hacer conciencia sobre este hecho y por lo
tanto buscar primero aprender de los otros, entender su punto de vista,
reflexionar acerca de su experiencia de vida y al final tratar de que
los demás entiendan mi postura.
Habrá ocasiones en que me cueste mucho trabajo entender la forma en
que otros hacen o piensan las cosas, habrá ocasiones en que esté muy
involucrado emocionalmente, puedo alejarme un momento, platicarlo con
otras personas, reflexionado a fondo y finalmente regresar desde otro
punto de vista. Te aseguro que el resultado final será muy
satisfactorio.
¿Cómo puedo entender mejor a los demás?
¿Cómo puedo hacerme entender mejor?
Hábito 6: Sinergizar.
1+1=3
Es el resultado de sumar la aplicación de los 5 hábitos anteriores,
en equipo. Formar el nosotros en lugar de cada individuo. Usar los
mejores recursos de cada individuo para llegar al fin común juntos.
¿Cómo y con quién puedo interactuar creativamente para llegar a mejores soluciones?
Hábito 7: Afilar la sierra.
Es
como el mantenimiento que necesita cualquier cosa para poder seguir
funcionando óptimamente. Requiere de hacer seguimientos constantes y
periódicos, requiere de procesos de retroalimentación que han de ser
comparados con nuestro plan de vuelo inicial.
En algún momento también será necesario revisar la misión y hacer los
cambios necesarios según la etapa de vida por la que estamos pasando.
¿Cómo puedo participar en la renovación personal y familiar para que todos podamos aportar nuestra mejor energía?
¿Cómo ves? ¿Qué tal si lo intentas? Te puedo asegurar que poco a poco
iras viendo cambios positivos e importantes en tu vida y en tu
ambiente. Así que MANOS A LA OBRA…
Pierre Cubique.·.
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