miércoles, 8 de julio de 2015

Eloy Reverón: Negro Primero y el Primero de los Negros.

A partir de este momento de 2015 celebramos el 24 de junio como día del Ejército popular. Ese es el símbolo que alude el ingreso de un cofre vacío que reconoce la presencia del Negro Primero al Panteón Nacional. No se trata de unos restos mortales, sino de un símbolo que reconoce a la negritud como una parte importante de toda la gama de colores que tratan de definir nuestra venezolanidad.
 
Pedro Camejo
Es el reconocimiento de ese espacio para el héroe popular anónimo que había sido siempre excluido de una memoria histórica donde es precisamente ese pobre en sus chozas quien está detrás del héroe, y sin el cual el héroe no existiera. Y es por eso que el Gobierno no encontraba mejor manera de hacerle este justo reconocimiento en aras de la igualdad.

Por eso digo que del Negro Primero al Primero de los Negros como José Leonardo Chirino y al mismo presidente Petion, a quien la historia del colonizador lo percibe como alguien de otra historia porque lo conquistaron los franceses y no los españoles. Es precisamente en este tipo de detalles donde se aprecia el discurso de la historia para la dominación.



Al margen de intereses mezquinos, se trata del reconocimiento histórico de un pueblo que se lanzó a un estallido social en una búsqueda instintiva por defender no solo su Libertad, sino por alcanzar su igualdad y en contra del sistema colonialista esclavista español, que heredó la Oligarquía Conservadora al reinstalar su hegemonía en 1830, esclavitud que vino a ser abolida, sólo cuando resultó ser más barato alquilar a los esclavos que comprarlos. Pero sin ir muy lejos también es aquel cuyo nombre jamás estuvo registrado en partida ni en acta de nacimiento alguna, porque nunca bajó del cerro hasta aquel febrero cuando las balas del FMI lo callaron para siempre.

Aunque antes que la esclavitud, los soldados de Su Majestad habían llevado a la práctica un modo de producción que no aparece ni si quiera en los manuales del materialismo histórico. Me refiero a la explotación de la mano de obra desechable. Algo tan abominable como tomar a un ser humano como si fuera una fruta de un árbol y obligarlo a sacar perlas del fondo del mar hasta que se muera. Me limito a mencionarlo porque es materia de la teoría bolivariana de la historia, la cual merece un espacio aparte. Por ahora nos interesa dejar sentado que es un espacio simbólico que representa a toda la negritud excluida del culto que la patria le rinde a sus antepasados gloriosos.
La historiografía para la Dominación
separa espacialmente la Historia. No considera a Petion
como a uno de los nuestros

Para que los godos de siempre entiendan algo que contradice los enunciados de su cultura de dominación, es difícil hacerlos comprender, sobre todo, a los diputados godos que no quisieron asistir al homenaje, que según los últimos adelantos de la ciencia antropológica, todos somos descendientes del continente africano, o como bien acuñaron los amos de estos godos locales, somos afrodescendientes. 
 
Petión Apoyó a Bolívar
y a todos los patriotas que acudieron
a su protección







Esa godarria tampoco puede entender por qué tres cientos años dominio cultural no podían ser borrados mediante la firma del Acta de la Independencia, y una década de guerra civil no había sido suficiente para alcanzar los objetivos últimos de los más humildes, de los herederos de la sangre que había forjado las bases económicas de lo que sería el capitalismo mundial. Esto mucho menos porque la historia de los godos tampoco lo ha explicado. Hagamos un esfuerzo.





 Provisionalmente nos interesa dejar sentada la idea de que el 24 de junio es un día relativo a varias celebraciones de gran importancia para la historia de la Humanidad. Desde gran revolución agraria, los pueblos de nuestra América celebran el solsticio de verano durante la sexta luna del año. Cito a manera de ejemplo la fiesta del INTI RAIMI como fecha de la apertura a la gran cosecha del Maíz celebrada por los incas como herencia de otras culturas más antiguas que ellos.

La herencia pagana del cristianismo la sincretiza como fiesta de San Juan, quién fue reconocido por los masones, tanto católicos como protestantes como su santo patrono en su día internacional. 

Históricamente se ha especulado la versión de que la celebración de una batalla decisiva fue resultado del acuerdo firmado y sellado con un abrazo en la ciudad de Santa Ana de Trujillo por los generales Pablo Morillo en nombre de su rey, y por Simón Bolívar en nombre de la Gran Colombia. Pero esto es una versión historiográfica construida a partir de la desintegración del proyecto político del Libertador en el año de 1830. 

Monumento que alude símbolos masónicos
en Santa Ana, lugar del encuentro
Fotografía: Eloy Reverón
Mientras la América toda existió en una sola nación como un solo Estado emancipado la batalla de Ayacucho fue la fecha de la gran batalla mediante la cual los ejércitos patriotas unidos echaron al Ejército de los Borbones. De manera que también existe una Orden de los Libertadores como creación de la república que surge de la división de la Gran Colombia, mientras cada republiquita separaba su espacio geográfico y su tiempo histórico al servicio de los nuevos colonizadores que se adueñarían de ellas a través de una nueva forma de conquista: la deuda externa negociada por separado para mejor beneficio del acreedor.



Si no caemos en la trampa de la historia para la dominación, la cual divide espacial y temporalmente la historia para dividir de igual manera nuestra consciencia histórica y de esta manera evitar el ejercicio de la praxis revolucionaria, la cual está directamente ligada al juramento que solicitó el presidente Chávez a más de 40 mil milicianos en la avenida Bolívar en el año 2010. Un juramento abalado por sus padres, vale decir, por el espíritu de nuestros ante pasados como diría la indianidad. 


Mano de obra desehcable
Todo esto lo digo como una persona que ha dedicado su vida a estudiar la historia como camino de búsqueda espiritual en las raíces ancestrales y en el hallazgo de esa identidad con mi comunidad histórica donde encuentro a la historia como instrumento de cambio social, como camino hacia la libertad y la igualdad hacia la cual nos conducen los cinco caminos históricos desde donde viene el Plan de la Patria, en la búsqueda de la vida plena como la entendían los griegos y los incas, o la mayor suma de felicidad posible como la explicó El Libertador. Pero sobre todo, para encontrar la ruta íntima de la ética como compromiso ancestral a favor de nuestra descendencia.





Entonces dejamos claro que en el Panteón no está solo Negro Primero representado en ese cofre, sino que él representa también al Primero de los Negros, como dije, a José Leonardo Chirino y la fuerza histórica que recibió desde la Quisqueya, primera república fundada en 1804, base de operaciones utilizada tanto por Miranda en el inicio de la guerra por la independencia de nuestra América, tal como lo expresó en su manifiesto de Coro. Pero también la negritud del Haití de Petión como protector de Bolívar, Mariño, Sucre, Piar y todos los patriotas que encontraron apoyo en la República independiente de América donde se había abolido para siempre la esclavitud.

Pero todavía existe una esclavitud sutil, como la llamaba Alí Primera. Su látigo no marca la espalda pero deja una cicatriz más profunda en la conciencia. Es la hipnosis colectiva promovida desde las pantallas luminosas del cine, la tv y los avisos luminosos de la ciudad. Inducen a los mediante la proyección de imágenes agradables de jóvenes sensuales gozando de buena salud, jugando bajo el sol y la playa, mientras subliminalmente le ordenan a consumir veneno. Adictos mueren millones de seres prematuramente, y todavía hablan de Libertad.

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