Rufino Blanco Fombona nace en Caracas, Venezuela, 17 de junio de 1874 fue un escritor, diplomático y editor venezolano, figura destacada del modernismo literario.
Fue destinado a la Embajada de Venezuela en Holanda, donde permaneció durante 1896 y 1897, luego a Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica a enseñar lengua española, allí fue nombrado cónsul en Boston entre 1898-1899 y ministro plenipotenciario de Venezuela en Uruguay 1939-1941.
De ilustre familia (descendía de conquistadores españoles, próceres de la Independencia, juristas, diplomáticos y escritores) era hijo de Rufino Blanco Toro e Isabel Fombona Palacio. Hizo la instrucción elemental en Caracas y obtuvo el título de bachiller en 1889. Inició Derecho y Filosofía en la Universidad Central de Venezuela, pero decidió ingresar en la Academia Militar y con apenas dieciocho años intervino en la Revolución Legalista (1892) y ese mismo año fue nombrado cónsul en Filadelfia. Allí empezó a cultivar la poesía y a su regreso a Caracas en 1895 participó en las revistas El Cojo Ilustrado y Cosmópolis.
trasladó a la República Dominicana, donde trabajó como periodista y fue nombrado cónsul en Boston de dicho país (1898-1899). En 1899 aparece en Caracas Trovadores y trovas, una mixtura de versos y prosas que es su primer libro. Siguieron Cuentos de poeta (1900), Cuentos americanos (1904) y Pequeña ópera lírica (1904), un libro de versos ya maduro cuyo prólogo está firmado por Rubén Darío, pues, en efecto, se inscribe dentro de la estética del modernismo, aunque luego se orientará más bien hacia el postmodernismo. Reimprimió parte de sus versos en edición bilingüe (Au-delà des horizons. Petits poèmes lyriques (París, 1908) y simultáneamente publicó una colección de artículos Letras y letrados de Hispanoamérica.
Fue a la cárcel en Maracaibo por haber matado al coronel que pretendía detenerlo por luchar contra el monopolio del caucho en su puesto de gobernador del estado de Zulia; esto le sirvió de inspiración para su primera novela, El hombre de hierro (1907), en que son ya visibles los influjos que marcarán su narrativa: el realismo francés (Honoré de Balzac) y el pesimismo naturalista de Guy de Maupassant. Escribió además contra su enemigo el panfleto De cuerpo entero; el negro Benjamín Ruiz (1900) y además atacó al gobierno con otro panfleto del mismo año, Una página de historia; Ignacio Andrade y su gobierno, donde culpaba al político de dicho nombre de haber amañado las elecciones que lo hicieron presidente y provocaron en Venezuela una guerra civil. Por entonces luchó contra el golpe de estado de Juan Vicente Gómez como secretario de la Cámara de Diputados y eso le valió un destierro que lo tuvo lejos del país durante veintiséis años.
Vivió en París (1910-1914) y luego en Madrid (1914-1936) en un periodo de su vida especialmente fértil en aspectos literarios. Comenzó con el libelo antigomecista Judas capitolino (1912); los poemarios Cantos de la prisión y del destierro (1911) y Cancionero del amor infeliz (1918), escrito con motivo del trágico suicidio de su joven esposa, que se había enterado de su infidelidad; los libros de relatos Dramas mínimos (1920) y Tragedias grotescas (1928), y las novelas El hombre de oro (1915), La mitra en la mano (1927), La bella y la fiera (1931) y El secreto de la felicidad (1933). Asimismo dirigió durante casi veinte años la Editorial América. Entre sus proyectos de esta época destaca su edición de parte de la obra de Simón Bolívar: las Cartas (1913, 1921, 1922) y los Discursos y proclamas (1913). En sus ensayos, por otra parte, propone un "proyecto panhispanista" al "panamericanismo" estadounidense y exalta la labor de los conquistadores españoles, fundadores de una comunidad de la que emergieron las nuevas repúblicas. Por otra parte reunió e imprimió una serie de estudios sobre Bolívar de Juan Montalvo, José Martí y José Enrique Rodó, entre otros (1914). Sus amigos de España e Hispanoamérica lo propusieron sin suerte en 1925 al Premio Nobel de Literatura y, opuesto a la dictadura en España de Miguel Primo de Rivera, con el apoyo de los republicanos del Partido Radical, fue nombrado a su caída gobernador civil de las provincias de Almería (1933) y Navarra (1933-34).
Al regresar a su país ingresó en la Academia Nacional de la Historia (1939) y fue nombrado presidente del estado de Miranda (1936-1937). Ya no intentó inmiscuirse otra vez en política: se dedicó a investigaciones históricas, a la poesía y a escribir su Diario (de cerca de un millar de páginas y publicado en tres partes: Diario de mi vida. La novela de dos años (1904-1905) 1929; Camino de imperfección, 1933, y Dos años y medio de inquietud, 1942; la tercera parte no se publicó al haber sido robada al parecer por los agentes de Gómez en Madrid). Agravada su dolencia cardíaca, su último libro fue de poesía: Mazorcas de oro, una recopilación de viejos poemas con algunos nuevos, y murió de un ataque al corazón durante un viaje a Buenos Aires.
José Rafael Otazo M; PhD.
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Profesor Universitario.
Miembro de Número de la Academia de la Lengua del Estado Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Miembro de la Red Profesional del Instituto Panamericano de Geografía e Historia - O.E.A.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.
Como anécdota sobre su vida, Rufino estuvo dotado de una extraordinaria fuerza física. Ismael Arciniegas contaba de él que había llegado a doblar con sus manos varas de hierro. Su corpulencia estaba acompañada de una extraordinaria temeridad, pues realizaba toda clase de actos muy arriesgados. Este comportamiento motivó que Rufino se ganara una reputación de persona temible e impredecible en los diferentes países donde vivía.
ResponderEliminarGracias por el co,plemento a la nota ! TAF.´.
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