lunes, 16 de marzo de 2015

Hablando de...José Antonio Ramos Sucre, entre la poesia y la diplomacia.




José Antonio Ramos Sucre nace en Cumaná, Venezuela el 9 de junio de 1890, fue un poeta, educador y diplomático venezolano. Considerado uno de los más destacados escritores e intelectuales de la historia literaria del país.

Olvidado durante algún tiempo es reconocido y admirado internacionalmente a partir de la década de los cincuenta. "Los críticos de su época lo habían definido como un poeta cerebral, impermeable a las respiraciones de la vida, y por tanto, condenado a la creación de paisajes irreales o abstractos. Sus textos permitían adivinar, sin embargo, detrás de un sutil enmascaramiento, una historia de soledad, neurosis y desinteligencia con el medio."

Nace en Cumaná Edo. Sucre el 9 de junio de 1890. Hijo de Jerónimo Ramos Martínez y de Rita Sucre Mora, sobrina del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Aprende sus primeras letras en Cumaná en la escuela Don Jacinto Alarcón. En 1900 es enviado a Carúpano para ser educado por su padrino y tío paterno, el historiador y letrado, presbítero José Antonio Ramos Martínez, quien lo inició en el latín y la literatura, pero también lo apartó de los juegos infantiles. En 1902 falleció su padre. En 1903 después de la muerte del tío regresó a su hogar en Cumaná.

En su ciudad natal estudia en el Colegio Nacional de Cumaná, hoy Liceo Bolivariano Antonio José de Sucre, dirigido entonces por Don José Silverio González Varela. En 1908, por sus dotes excepcionales, es nombrado su asistente. En 1910 se gradúa de bachiller en Filosofía, viajando de inmediato a Caracas para iniciar en la Universidad Central de Venezuela sus estudios de Derecho y Literatura y continuar aprendiendo idiomas (griego antiguo y moderno, francés, inglés, italiano, portugués, alemán, danés, sueco y sánscrito). Al ser cerrada la universidad por el gobierno del General Juan Vicente Gómez, se ve obligado a continuar los estudios por su cuenta.

Graduado de abogado en la UCV en 1917 y posteriormente de Doctor en Leyes en 1925, no ejerce esta profesión sino que se gana la vida como profesor de Historia y Geografía Universal, Historia y Geografía de Venezuela, latín y griego, en liceos de educación media, como el Liceo Caracas, hoy llamado Liceo Andrés Bello. A partir de 1920 trabaja como asistente al traductor e intérprete del Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1921 aparece su primer libro, Trizas de papel, y dos años después publica el ensayo Sobre las huellas de Humboldt. Durante los años siguientes aparecen diversas colaboraciones en medios periodísticos y revistas, recibe el título de Doctor en Ciencias Políticas.
Publica La Torre de Timón en 1925, libro que incluye Trizas de papel, Sobre las huellas de Humboldt y 52 textos inéditos.

Es designado Cónsul General de Venezuela en Ginebra en 1929. Ese mismo año aparecen simultáneamente sus dos últimos libros: El cielo de esmalte y Las formas del fuego

Hombre de carácter solitario e introvertido, se dedica al estudio y a la lectura, así como a su obra poética, pero su labor intelectual es seriamente perturbada por una enfermedad nerviosa que se manifiesta en un frecuente estado de insomnio. En ese estado febril recorre las calles de la ciudad en horas nocturnas. En sus textos expresa el sufrimiento que le produce su cada vez más pronunciada fatiga mental. Afirma que el contexto artístico e intelectual venezolano es mediocre, retórico y conformista, apegado a formas estéticas degradadas. Contra esto, Ramos Sucre innova en el campo de la poesía al ser uno de los primeros venezolanos en cultivar el poema en prosa, así como el uso de varias voces poéticas en lugar del «yo» único e inmutable.

El 13 de junio de 1930 durante su estada diplomática en la ciudad de Ginebra, se suicida al tomar una sobredosis de veronal. Tras un largo tiempo de padecer insomnio, su intención fue producir su muerte el día que cumplía los 40 años de edad, el 9 de junio, pero su deceso se produjo 4 días después.

Su obra, al no poder ser catalogada dentro de las corrientes literarias de su tiempo, no será tomada en cuenta hasta casi medio siglo después, cuando se le reconoce como uno de los poetas más originales y avanzados de siglo XX venezolano. Sus cartas y otros escritos son publicados mucho después de su muerte, en un volumen titulado Los aires del presagio. Su poesía en muchas ocasiones ha sido calificada de "pre-vanguardista", de hecho, colaboró con el único número de la revista Válvula, uno de los principales órganos de la vanguardia del país. Salvo la coincidencia temporal con otros autores de la misma época, la obra de Ramos Sucre no puede clasificarse en un movimiento determinado. 

Son los escritores de los grupos Sardio y El techo de la ballena los que, durante la década de los 60, rescatan su obra y la dan a conocer como una poesía que desafía la división rígida del género. En 2006, el escritor venezolano Rubi Guerra recibió el Premio de Novela Corta Rufino Blanco Fombona por su novela La tarea del testigo (Caracas: Fundación Editorial El perro y la rana, 2007), basada en los últimos meses de Ramos Sucre en Europa.



José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.   
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.


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