Entre los múltiples simbolismos y
complejidades del Rit.: Mas.:, y especialmente durante el desarrollo de los
TTrab.:, existe una serie de expresiones y frases a las que nos acostumbramos a
escuchar durante las sucesivas TTen.:, pero ante las cuales no nos detenemos a
analizar su significado. Sin embargo, cuando tenemos la oportunidad de hacerlo,
nos sorprendemos con que la respuesta no aparece con facilidad. Es deseable que
el M.:, no obstante la vigilancia y empeño que debe poner en la construcción de
su personalidad, también se preocupe por estudiar la riqueza que oculta el
Rit.: de la Ob.:, porque en él se hallan muchas pistas y claves para
desentrañar los Misterios de esta Aventura de hacer Masonería, y especialmente
deberíamos prestar atención a esas expresiones que en el Simbolismo aparecen
fugazmente, casi desapercibidas en esa maraña compleja que resulta ser el ceremonial
Mas.:, pero que poseen incalculable valor. Nunca no ha dejado de llamar la
atención una de estas expresiones, cual es "Observar el Sol en su
Meridiano", y que será objeto de nuestras reflexiones.
La
expresión "Observar el Sol en su Meridiano" aparece en el Rit.: del
Ap.: y en ocasión de la Apert.: de los Ttrab.:. Preguntado el H.: Seg.: Vig.:
por el Ven.: Maest.: para qué ocupa el lugar del Mediodía, este primero
contesta "Para mejor observar el Sol en su Meridiano, mandar a los Obreros
al Trabajo y llamarlos a la Recreación, a fin de que la Orden reciba Honra y
Gloria". Esta respuesta está muy relacionada con el hecho de que los
TTrab.: comienzan ritualmente "a Mediodía en punto". El Ven.:
pregunta al H.: Pr.: Vig.: sobre a qué hora comienzan sus TTrab.: los AAp.:
MMas.:, quien le informa que comienzan a Mediodía en punto. Como el H.: Seg.:
Vig.: está siguiendo simbólicamente la marcha aparente del Sol hacia el Cenit,
el Ven.: lo interroga sobre la hora y aquél da noticia a la Primera Luz de la
Log.: que ha llegado el momento propicio para comenzar la labor del Tall.:,
señalándole que se está en la hora exacta para iniciarlos: "Mediodía en
punto, Ven.: M.:".
Será
necesario explicar la expresión "Observar el Sol en su Meridiano"
haciendo referencia sumaria a algunas cuestiones sobre Astrología y Astronomía,
la orientación de la Log.: y la alusión a que los TTrab.: comienzan a Mediodía
en punto y terminan a Medianoche en punto.
Hagamos un repaso sobre la orientación y las representaciones astrológicas y
astronómicas de la Log.:. Como se sabe, el decorado del Tall.: es una
representación simbólica del Universo (la palabra "Logia" proviene,
entre otros orígenes, del sánscrito "Loka", que significa "Mundo"
o "Universo"). El techo tachonado de estrellas representa a la Bóveda
Celeste, los signos zodiacales simbolizan a los Doce Tutores astrales de
nuestro Sistema Solar, la marcha ritual en sentido antihorario hace alusión al
Movimiento Aparente del Sol por los doce Signos del Zodíaco a lo largo del
"Año Solar" (unos 25.868 años terrestres). El Sol y la Luna,
representados en el techo del lado del Or.: hacen referencia a los principales
astros rectores de la Tierra, y la altura y tamaño simbólico de la Log.: es desde
el Centro de la Tierra hasta el confín del Cosmos. Recordando simbólicamente a
la orientación que poseían los antiguos Santuarios Iniciáticos, como la Gran
Pirámide o las Catedrales góticas, el Temp.: posee cuatro lados que
corresponden a los Puntos Cardinales y que en sentido Antihorario son: a)
Occidente, hacia la entrada del Templo, luga donde toma asiento el H.: Pr.:
Vig.:, con Bóveda Celeste oscura y cubierta de nubes y las CCol.: J.: y B.:; b)
Sur, o Mediodía, donde toma asiento el Seg.: Vig.:; c) Oriente, hacia el fondo
y en el terreno más alto del Temp.: luego de traspasados los tres escalones,
donde toma asiento el Ven.: y con Bóveda Celeste iluminada y despojada de
nubes; y d) Norte, donde toman asiento los AAp.:, lugar de oscuridad y llamado
también "el Lado Profundo" u "Oscuro". Esta orientación,
que hace referencia al Movimiento Aparente del Sol en el hemisferio nórdico y
más propia para las LLog.: del Norte, no resulta congruente con el Movimiento
Aparente del Sol en el Hemisferio Sur. En efecto, el Movimiento Aparente del
Sol no es igual en el Norte como en el Sur, cuando lo hace alrededor de la
Tierra. En el Hemisferio Septentrional el Sol sale por el Este, llega a su
punto más alto por el Sur al Mediodía (en latín "Meridies", que
significa "Sur" y de ahí la palabra "Meridiano"), se pone
por Occidente y se oculta a medianoche en su punto más bajo del Norte (el lugar
simbólico de los AAp.:). Por el contrario, en el Hemisferio Sur el Sol nace por
el Este, llega a su punto más alto en el Norte, se esconde por el Oeste y a
medianoche está en el Sur.
De
lo expuesto se deduce que la ubicación en nuestros TTemp.: del Ven.: (Oriente),
Seg.: Vig.: (Sur o mediodía nórdico), Pr.: Vig.: (Occidente) y AAp.: (Norte),
es una reminiscencia del origen septentrional o nórdico de la Mas.: actual,
aunque incongruente con nuestro Hemisferio Sur, por lo menos si tomamos en
cuenta el movimiento aparente del Sol alrededor de nuestro planeta. Sin embargo
se corresponde con el Movimiento Aparente del Sol a través de los Signos del
Zodiaco. En nuestras Latitudes la ubicación correcta sería a nuestro entender:
Ven.: al Oriente (igual), Seg.: Vig.: al Norte (corrección, donde el Sol llega
a su máxima altura diaria), Pr.: Vig.: al Occidente (igual), AAp.: al Sur
(corrección, en el Hemisferio Sur "Lado Profundo"). : . También
la marcha en sentido Horario, adoptada a raíz de nuestro últimos Congresos
MMas.:, es comprensible para el Hemisferio Norte pero inconsecuente con el
Hemisferio Sur, por lo que debería restaurarse la Marcha Antihoraria (a partir
de las CCol.:) Occidente-Sur-Oriente- Norte, que coincidiría además con el
Movimiento del Sol por el Año Solar. Los Signos del Zodiaco en el Temp.: pueden
dejarse como están, ya que la Eclíptica es Absoluta para los dos Hemisferios.
Así en
nuestras LLog.: sureñas el Seg.: Vig.:, ubicado en el ala Sur del Temp.:, que
observa al Sol en su Meridiano ("Meridies" o "Sur") señala
lo que sería para el Hemisferio Nódico el punto más alto y donde mayor
esplendor alcanza el Sol, que marca el comienzo de los TTrab.: del Tall.:. Como
en el Hemisferio Sur el punto más alto del Sol se encuentra en el Norte
(coincidente con la Col.: de los AAp.:), en nuestras Latitudes el H.: Seg.:
Vig.: contempla estratégicamente desde el Sur al Sol en su punto más alto
(Norte). No obstante, a pesar de esta salvedad, la interpretación, significado
y trascendencia filosófica del simbolismo Mas.: de la expresión "Observar
el Sol en su Meridiano" no ha perdido vigencia.
Cuando el H.:
Seg.: Vig.: se ubica en su lugar "para mejor observar el Sol en su
Meridiano" lo hace para estar atento al pasaje del Sol por su punto más
alto o Mediodía, que señala la apertura ritual de los TTrab.:, que tienen
duración simbólica desde el Mediodía en punto hasta la Medianoche en punto.
Este período de la labor en Ten.: de Ap.: es meramente ritual, y se ha
observado su origen en el Mazdeísmo iniciático, en la antigua Persia, donde
Zoroastro y sus discípulos se reunían y comenzaban su actividad cuando el Sol
se ponía exactamente en su punto más alto (Mediodía), prolongándose la jornada
hasta la Medianoche, culminándose los TTrab.: con un Convite o Banquete de
clausura. Algunos autores remontan esta práctica aún más atrás en la Historia,
exponiéndola como ya practicada por antiguas Escuelas Iniciáticas del Antiguo
Egipto. En la Mas.: medieval, el Mediodía marcaba el fin del trabajo operativo
para discutir sobre el Arte, admitir miembros y reparar fuerzas.
Hechas
todas estas disquisiciones, nos resta estudiar el contenido filosófico de la
expresión "Observar el Sol en su Meridiano" o "Mediodía".
En el plano de la vida diaria, es común reconocer que el Mediodía es el momento
del día en que el Hombre y todas las criaturas poseen la plenitud de sus
potencias físicas y mentales. En este orden de ideas, el H.: Lumen sostiene que
el pasaje del Sol en su Movimiento Aparente alrededor de la Tierra a través de
sus cuatro puntos o "Puertas" es representativo del Ciclo de la
Conciencia Humana. Así el Mediodía, momento en que el Sol se muestra con su
mayor fuerza, coincidiría con la representación del momento en que nuestra
Mente se encontraría en la cumbre de su capacidad. Debemos recordar que la
Enseñanza Iniciática exige de nosotros la total Concentración para poder captar
su rico bagaje de Sabiduría. Castaneda menciona cómo el Brujo Juan Matus lo
hacía entrar en estados de Conciencia Acrecentada a fin de instruirle en el
Conocimiento, ya que requería de él toda su atención para ello. También existen
antiguos Rituales Masónicos que requieren previamente al inicio de los TTrab.:
un instante de Silencio con el objeto de despejar de nuestro pensamiento toda
cuestión profana que pudiera entorpecernos en nuestra concentración y para
atender al desarrollo de la Ten.:. Trasladando lo sobredicho a nuestro tema,
resulta claro que el H.: Seg.: Vig.: controla que exista el clima necesario de
compenetración para que los HH.: puedan dedicarse a la labor del Tall.:, y
especialmente a que los AAp.: se encuentren bien dispuestos para recibir su
Instrucción. La facultad de dedicar todas las energías al Aprendizaje se
encuentra apoyada en la Disciplina del Silencio, que permite al H.: de Pr.:
Gr.: concentrar todos sus sentidos para captar y procesar la Inst.: que recibe
reunión a reunión.
Cada
H.:, que es también un Universo o Logia como persona, debe estar atento y
expectante al momento propicio en que todas sus facultades y energías estén
reunidas para proyectarlas hacia la Acción y las Realizaciones. Observando el
Sol de nuestro Espíritu preparado para toda Obra en el Meridiano de nuestra
Voluntad y Posibilidades bien dispuestas a trabajar, se logra la conjunción
necesaria para conseguir las Metas que nos propongamos. Es probable que la
expresión "Observar el Sol en su Meridiano" también nos ponga al
tanto de una Disciplina de la Atención y la Observación, con el fin de estudiar
profundamente nuestro Interior y al Mundo Exterior para conocerlos y dar con
los medios para perfeccionarlos. El Trab.: Mas.: es así exigente porque requiere
lo mejor de nosotros mismos.
En otro
orden de asuntos, la expresión "Observar el Sol en su Meridiano"
podría significar también nuestro deber de velar por que nuestros esfuerzos
estén siempre inspirados y encaminados hacia los más altos y nobles ideales,
con la intención de llegar en lo posible hacia lo Superior, como lo
conceptualizara Griffin.
QQ.:
HH.:: Que el momento en que se nos llama al Trab.: de Log.: se encuentre el Sol
de nuestro Espíritu bien alto y vigoroso en el Meridiano de sus
Potencialidades, a fin que podamos aprovechar al máximo la Enseñanza de la
Ord.: y de rendir lo más posible en la tarea de lograr una Inst.: más poderosa
y un Mundo mejor. Tengamos siempre el Sol de estos Proyectos nuestros ubicados
en el Meridiano de nuestros Ideales, cuya expresión más elevada está
simbolizada para los MM.: en la figura del G.: A.: D.: U.:.
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