viernes, 27 de noviembre de 2015

D. Francisco Javier Pérez, designado nuevo Secretario General de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE)

Hoy, Ni vestido ni desnudo se complace en informar que su siempre amigo, el Dr. Francisco Javier Perez, quien fuese Presidente de la Academia Venezolana de la Lengua, distinguido con el sillon letra "R" ha sido designado nuevo Secretario General de la Asociación de Acadenias de la Lengua Española (ASALE) (@ASALEinforma )

Desde este espacio, felicitamos y reconocemos el denodado trabajo realizado por tan insigne acadénico en pro de la lengua española 

Acá una breve reseña biografica tomada de la pagina web oficial de la Academia Venezolana de la lengua.( http://avelengua.org.ve/cms/individuos-de-numero/dr-francisco-javier-perez/ )

Nace en Caracas, el 30 de diciembre del año 1959. Estudia la primaria y el bachillerato en el Colegio San Ignacio y egresa con los títulos de Bachiller en Humanidades y Senior del colegio.

Licenciado en Letras, Magíster en Historia de Venezuela y Doctor en Historia en la Universidad Católica Andrés Bello.

Lexicógrafo, historiador de la lingüística y ensayista, es Profesor Titular de la Universidad Católica Andrés Bello, dirigiendo la Cátedra de Teoría Literaria en la Escuela de Letras y desempeñándose como investigador de planta en su Instituto de Investigaciones Históricas.

Ha sido investigador y Director de Investigaciones en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) e investigador en la Universidad de Augsburgo (proyecto “Nuevo Diccionario de Americanismos”, que dirigían Günther Haensch y Reinhold Werner).

Profesor invitado de las maestrías de lingüística del Instituto Pedagógico de Maracay y del Instituto Pedagógico de Barquisimeto y de Literatura Venezolana en la Universidad Central de Venezuela. Profesor de Seminario en la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela. Profesor del Seminario de Lexicografía dialectal en la Escuela de Lexicografía de la Real Academia Española. Durante diez años se desempeñó como profesor en el Departamento de Humanidades de la Universidad Metropolitana.

Ha sido Investigador Nivel III (Programa de Promoción al Investigador-Fundación Nacional de Ciencia y Tecnología).

Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua. Dirige el Boletín de la corporación y coordina el Instituto de Estudios de la Lengua (INEL) y la Comisión de Publicaciones.

Miembro Correspondiente Hispanoamericano de la Real Academia Española. Vocal de la Comisión Permanente de Lexicografía de la RAE (Madrid, año 2008).

Miembro Correspondiente de la Academia Panameña de la Lengua.

Miembro de Número del Instituto de Estudios Canarios (Tenerife-España).

Presidente de la Fundación Julio César Salas. Vicepresidente de la Asociación Otro Futuro. Miembro fundador de la Fundación Pedro Grases. Director Académico de la Cátedra Fundacional Andrés Bello (UCAB).

Pertenece a los Consejos Editoriales de las revistas Montalbán [Universidad Católica Andrés Bello, Caracas], Tierra Firme [Universidad Central de Venezuela, Caracas], Revista UNICA [Universidad Católica Cecilio Acosta, Maracaibo], Diálogos culturales [Universidad de Los Andes, Mérida], Estudios Canarios (Instituto de Estudios Canarios, Tenerife-España) y Normas (Universidad de Valencia, Valencia-España).

Columnista del diario El Nacional y miembro de su Consejo de Cultura.

Columnista en El Ucabista, publicación periódica de la Universidad Católica Andrés Bello.

Premio de Ensayo “Julio César Salas”. Mención Honorífica en el Premio de Ensayo “Orlando Araujo”. Botón “Profesor Luis Díaz” (Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe, Vicerrectorado Académico de la Universidad de Carabobo). Premio IBBY [International Board on Books of Young People] por su Diccionario venezolano para jóvenes. El “Encuentro de Profesores e Investigadores de la Lingüística” [ENDIL] le rindió homenaje en su edición número XXIII, celebrada en el Instituto Pedagógico Rural “El Mácaro” (estado Aragua), el año 2004.
  

José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario. 
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua del Estado Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo. 

Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Historia y Tradición...Bolívar y la religión católica.




El Libertador en muchos de sus escritos, discursos y conversaciones, exterioriza su acendrada formación cristiana y manifestación de fe; nos ha legado aparte de la independencia, sus estimulantes mensajes de esperanzas, de moral y del permanente culto al Dios Todopoderoso. 

Su nombre lleva incluido el  de “la Santísima Trinidad”,  devoción de la familia  a la augusta Trinidad, a la cual “El Padre de la patria” procuró conservar, exaltar y venerar. Santísima Trinidad es el nombre del panteón familiar que se encuentra en la Catedral de Caracas, y de la iglesia convertida en el Panteón Nacional, construida con importantes aportes de la familia Bolívar. 

Entre tantas aseveraciones relacionadas con el tema, seleccionamos algunas: en el discurso  enviado al Congreso de Bolivia preparado en  Lima el 25 de mayo de 1826 expone: “La religión gobierna al hombre en la casa, en el gabinete, dentro de sí mismo; sólo ella tiene derecho de examinar su conciencia íntima”, igualmente: “Los padres de familia no pueden descuidar el deber religioso hacia sus hijos”; de ese mensaje son sus sabias palabras: “El destino del ejército es guarnecer la frontera. ¡Dios nos preserve de que vuelva sus armas contra los ciudadanos!”. El 19 de septiembre de 1812 desterrado en Curazao, le escribe al español Francisco Iturbe, quien le consiguió el pasaporte para salir de Venezuela: “Los beneficios que se hacen hoy, se reciben mañana, porque Dios premia la virtud en este mundo mismo”. 

Ante la Asamblea Popular realizada en la iglesia de Francisco en Caracas el 2 de enero de 1814 expresa: “La Providencia y no mi heroísmo, ha operado los prodigios que admiráis”. En momentos difíciles en Carúpano el 7 de septiembre de 1814, culmina su  famoso Manifiesto: “Dios concede la victoria a la constancia”. En la conocida Carta de Jamaica escrita el 6 de septiembre de 1815: “Siempre las almas generosas se interesan en la suerte de un pueblo que se esmera por recobrar los derechos con que el creador del universo los han dotado”. Movilizándose hacia Ocaña el 23 de enero de 1815: “Persuadamos a los pueblos que el cielo nos ha dado la libertad para la conservación de la virtud y la obtención de la patria de los justos”. El 17 de febrero de 1818 en un discurso a los llaneros dijo: “Bendecid pues a la Providencia que os ha procurado un gobierno, el más conforme a la dicha del género humano”. Le escribe al general chileno Bernardo O Higgins desde Huaraz-Perú el 14 de junio de 1824: “Dios guía los pasos de los hombres”.

En Chancay-Perú, el 10 de noviembre de 1824, le escribe a monseñor Rafael Lasso de La Vega, Obispo de Mérida: “Casi todo el Perú es nuestro; porque el cielo es prodigioso con los que combaten por la justicia, y severo con los opresores”. Desde Potosí le escribe a su hermana María Antonia el 27 de octubre de 1825: “protegeré la religión hasta que muera”. El 6 de diciembre de 1830 llega a la hacienda-ingenio San Pedro Alejandrino en Santa Marta, al día siguiente en la biblioteca de la casona le dice al ilustre español Don Joaquín de Mier y Benítez el dueño de la residencia: “Jesucristo, Don Quijote y yo, hemos sido los grandes majaderos de la humanidad”. El 10 de diciembre de 1830, al dictar su Última Proclama y Testamento indica: “En el nombre de Dios Todopoderoso. Amen…Yo…firmemente creo y confieso el alto y soberano misterio de la Beatísima y Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero y en todos los demás misterios que cree, predica y enseña nuestra santa madre iglesia católica, apostólica y romana, bajo cuya fe y creencia he vivido y protesto vivir hasta la muerte como católico y fiel cristiano”.

 En un momento de lucidez antes de fallecer le diría a sus leales amigos que lo acompañaban: “Me siento morir, mi plazo se cumple. Dios me llama; tengo que prepararme a darle cuenta, y una cuenta terrible ha sido la agitación de mi vida; y quiero exhalar mi último suspiro en los brazos de mis antiguos compañeros, rodeado de sacerdotes cristianos de mi país y con el crucifijo en las manos”. Bolívar tiene un templo en el corazón de los hombres de buena voluntad.

 
Eumenes Fuguet Borregales E.·. V.·. M.·. 2002
de la R.·. L.·. Sol de América Nº 37
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General de Brigada.
Miembro de Número de la Academia de la Historia del Edo. Carabobo.
Miembro de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo
Director de la Revista Internacional "Historia y Tradición".

viernes, 20 de noviembre de 2015

Primer Consejo Regional de Escritores Carabobeños DÍA NACIONAL DEL ESCRITOR.





INVITACIÓN
Primer Consejo Regional de Escritores Carabobeños
DÍA NACIONAL DEL ESCRITOR
“Conmemorativo del nacimiento de Don Andrés Bello y Sesquicentenario de su muerte”
29/11/1.781 -- 29/11/2.015  y  15/10/1.865 – 15/10/2.015

PROGRAMA
Sábado 28/11/2.015

9:00 a.m.         Misa Solemne en la Catedral de Valencia, celebrada por nuestro Primer Miembro Honorario Mons. Dr. Reinaldo Del Prette. Arzobispo de Valencia.
Ofrenda Floral frente al Monolito del Libertador en la Plaza Bolívar. Palabras del General de Brigada (r) Eumenes Fuguet Borregales.

Acto Central. Centro de Artes Vivas Alexis Mujica (CAVAM)

10:30 a.m.       *Palabras de Instalación a cargo del Presidente de la Asociación de Escritores
 Carabobeños. Dr. Oswaldo Angulo Perdomo.
*Entrega del Informe de Gestión de la Junta Directiva. Dr. José Sánchez Toledo.
*Juramentación de nuevos miembros, por el Presidente y Directivos de AECA.
*Entrega de Certificados a los Escritores Juramentados, a Fundadores y Colaboradores.
*Palabras de la Dra. Marlene Robles de Rodríguez en representación de los
  recipiendarios.
*Donación  de la Colección General Daniel Florencio O’Leary a la Asociación
de Escritores Carabobeños, por el General de División (r) Freddy Yáñez Méndez y
de la Obra “Raíces Multiplicadoras” del Artista Plástico Silvio Gil L. 
*Imposición del Botón de Honor de la Asociación de Escritores Carabobeños al Cronista
 de la Ciudad de Valencia Prof. José J. Burgos y, a la Profesora Laura Antillano,    Premio Nacional de Literatura, por la Dra. Ligia Monsalva y Prof. Alí J. Campos.

12:00 m.          *Presentación del Orador de Orden por el Dr. Santiago Rodriguez.
*Discurso de Orden por el Historiador y Académico Licdo. Luis Cubillán Fonseca.
*Presentación del Grupo musical  “Las Brujas”
*Brindis – Refrigerio.        
   

“Por la Convivencia y Solidaridad de los Escritores Carabobeños”
Valencia, Estado Carabobo. Teléfonos: 0241-858.04.82 / 0414-442.24.78 / 0412-852.32.00

viernes, 13 de noviembre de 2015

Repudio ante el atentado terrorista perpetrado en Paris Francia, el 13 de noviembre 2015.

 











Ni vestido ni desnudo, quiere hacer público el más enérgico repudio por el atentado perpetrado con 6 explosiones casi simultáneas, a todas luces causadas por terroristas que convirtieron a la ciudad de Paris en un escenario de guerra iendo todo esto solo en  contra del derecho fundamental a la vida, el día 13 de Noviembre de 2015.

No puede haber ninguna justificación para un atentado tan horrendo contra personas que, bajo la consigna de Libertad, Igualdad y Fraternidad profesan el mas alto sentido de convivencia y amor por la paz promovidos un país de tan arraigada tradición masónica y laicista como lo es la república de Francia.
   
Este ataque ha causado más de 150 muertos y cientos de heridos heridos y puede ser uno de los ataques terroristas más graves en la historia de Francia

Desde Ni vestido ni desnudo hacemos llegar todo el apoyo moral a los Hermanos y Hermanas que hacen vida en todas las organizaciones masónicas asi como aquellas liberales y adogmáticas en particular a La Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain - El Derecho Humano, ante la posible perdida de alguno de sus miebros y/o familiares u amigos en este abominable hecho

Así mismo hacemos llegar nuestras mas profundas y sentidas condolencias a los familiares de los fallecidos a consecuencia de este repudiable hecho, Paz a sus restos y consuelo a las familias de las victimas.
 
Es deber de la Masonería y de todos los Masones hacerse solidarios ante el pesar del prójimo....que el G.·.A.·.D.·.U.·. de aliento y reposo al necesitado, consuelo a las penas, valor y templanza al ayudador.


Pierre Cubique.·.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Ponencia del Prof. José Rafael Otazo: Los sacerdotes; Verdaderos patriotas con sotana. 13º Congreso Nacional de Historia Regional y local



 
Ponencia
Los sacerdotes; Verdaderos patriotas con sotana
13vo. Congreso Nacional de Historia Regional y local
4, 5, 6 de noviembre de 2.015
Caracas, Venezuela


Primero que nada quiero agradecer a Dios, así como al Ministerio del Poder Popular para la Cultura en la figura del Centro Nacional de Historia y sus autoridades, así como al comité organizador del 13vo. Congreso Nacional de Historia Regional y Local, por haber aceptado este breve pero justo reconocimiento a aquellos hombres religiosos comprometidos con el sueño de libertad que desde siempre abrazo a nuestra América y en particular a nuestro país, cuna y forjador de libertades; para ser compartido en tan importante ocasión como lo es el desarrollo de este certamen.

Así mismo y no menos importante agradecer a la digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela, como a la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela, en el Estado Carabobo, a sus juntas directivas, consocios y demás miembros por su generosidad al haberme permitido como parte de ellos traer esta disertación y en particular al señor general de brigada Eumenes Fuguet Borregales por su apoyo incondicional para la realización de esta investigación.

Comienzo por recordar que “El Colegio Santa Rosa de Lima”, fue fundado en 1673 por el Obispo Fray Antonio González de Acuña, siendo oficialmente inaugurado el 29 de agosto de 1696 por el Obispo peruano Diego Baños Sotomayor. Por lo que de esta manera, se daba cumplimiento a un precepto manifiesto de la autoridad española que, desde 1592, ordenaba la creación de seminarios con el objeto de propagar la religión católica en las Colonias de América.

Recordemos también que dentro de los meritos históricos de la institución seminarista, es que, con su nacimiento también nace La Capilla Santa Rosa de Lima, punto que sirvió de escenario para la declaración de la Independencia de Venezuela el 5 de julio de 1811.

Ya Para el 22 de diciembre de 1721 se logra que el Rey Felipe V le dé facultad al Seminario para otorgar grados de carácter académicos a través de la Real Cédula, hecho que también se logra por Bula Papal el 18 de diciembre de 1722.

Sin embargo, es para 1784, cuando el régimen académico se independiza del Seminario, prenda que dio origen al Real y Pontificio Seminario Universidad Santa Rosa de Lima de Santiago de León del Valle Caracas, la cual fue fundada solemnemente el 11 de agosto de 1725 por el Obispo Juan José Escalona y Calatayud. Bajo las entonces condiciones que el régimen colonial imponía, la universidad llevó a cabo su misión de formar ciudadanos fieles y útiles al Rey y a la Iglesia.

Más tarde, con el advenimiento del proceso de independencia, por voluntad de Simón Bolívar y con la colaboración del Dr. José María Vargas, se concluye la reforma que la convierte en republicana desde el 24 de junio de 1827 con el nombre de Universidad Central de Venezuela.

Dado lo anterior, y en exaltación a ese docto seminario veremos que durante el proceso emancipador, muchos sacerdotes y seminaristas, tuvieron una valiosa y decidida participación, poco conocidas o divulgadas, su presencia en momentos difíciles, proporcionaban tranquilidad espiritual; muchos acompañaron a los soldados en las extenuantes marchas, sin importarle el peligro, estaban al lado de los enfermos y moribundos. Los sacerdotes y los seminaristas, merecen ser reconocidos, por su callada y gran misión apostolar.

Mencionaremos algunos distinguidos de aquellos servidores de Dios y sus actividades resaltantes, comenzando por: José Antonio Tinedo. El 8 de mayo de 1799, en la Plaza Mayor de Caracas, administró los últimos auxilios espirituales, al protomártir José María España; al arroparlo con su sotana, exclamó: “Dejad cristianos, que para desahogar mi corazón, me despida un momento, del amigo de mis tiernos años, del compañero de mi juventud, dejadme llorarlo”.

Los sacerdotes franciscanos: Tomás Sandoval y Juan Agustín González, implicados en el movimiento del 19 de abril de 1810, fueron apresados y enviados a España. Cuando se complicaba la situación en el Ayuntamiento, Juan Germán Roscio, envía apresuradamente, al joven sacerdote José Félix Blanco hasta la iglesia de La Merced, hoy Santa Capilla, a buscar al canónigo chileno José Cortés de Madariaga, quien fuera verdadero protagonista de ese memorable día, quien le dijo a una penitente en plena confesión: “Hija mía, sus pecados pueden esperar la Patria no”. Al llegar a la encendida reunión, Madariaga se incorporó auto proclamado, Diputado del Clero y del Pueblo; al pedir el derecho de palabra, enérgicamente manifestó: “Queremos un gobierno solo para los americanos”. Desde el balcón del Ayuntamiento caraqueño, hoy Casa Amarilla, cuando el capitán general Vicente Emparan, preguntó al pueblo de pie en la Plaza Mayor, hoy Plaza Bolívar, si querían que los siguiera gobernando, el dedo de Madariaga indicando el “NO” rotundo, encendió los ánimos, para que Emparan renunciara y dejara el poder a los criollos, por primera vez. Madariaga en una ocasión dijo: “Yo me glorié de ser americano, cuando trate a Miranda”. Al ser apresado fue enviado a Cádiz, con el grupo denominado por Monteverde los ocho monstruos. Junto a él Fueron ellos Juan Germán Roscio, Juan Pablo Ayala, Juan Paz del Castillo, Francisco Isnardy, Manuel Ruiz, José Mires y Juan Barona, patriotas hecho prisioneros y enviados a las bóvedas de Ceuta en las Costas de Marruecos, España.

Decía Monteverde:

“Estos ocho monstruos son el origen y raíz primitiva de todos los males y novedades de la América que ha horrorizado al mundo entero”.

Como vemos ya los hombres de sotana marcaban una huella indeleble en nuestra historia patria, destinada inevitablemente a disfrutar de la plenitud de la libertad.

El presbítero Francisco Ribas, hermano del prócer José Félix, dijo en esa memorable ocasión del 19 de abril: “El pueblo, lo que debe pedir, es la independencia y la separación de las autoridades”.

De igual forma,

José Félix Blanco sería el primer Capellán Militar, al incorporarse el mismo año 1810, en la Campaña de Coro, a las órdenes del general Francisco Rodríguez del Toro, el marqués del Toro, también acompañó a Miranda en la toma de Valencia en agosto de 1811; luchó en Puerto Cabello, Trincheras y Vigirima; el Libertador lo designó en 1814, Primer Vicario del Ejército, El sacerdote Blanco, participó a las órdenes de Páez, en Achaguas y El Yagual. En 1817, prestó valiosos apoyos en la Campaña de San Félix, como jefe de las Misiones del Caroní. En mayo de 1826 se opuso al movimiento de la Cosiata, fue Comandante de Armas de Maracaibo en 1835, recopiló, junto con Ramón Azpúrua, la “Historia de Venezuela”. En mayo de 1837, fue designado Ministro de la Defensa, y en 1841, diputado por Carabobo.

También mencionaremos a;

Los Sacerdotes en las provincias, y el 19 de abril de 1810: Es el caso de Monseñor Mariano Talavera y Garcés, coriano, tío de la heroína Josefa Camejo, fue el vice-presidente de la Junta merideña. El sacerdote Antonio María Briceño Altuve, miembro también de la Junta Patriótica de Mérida, participó en la Campaña de los llanos de Apure y Arauca, fue diputado por Barinas, en el Congreso de Angostura.

El Fray Ignacio Álvarez, organizador de la Junta Patriótica de Trujillo en 1810, redactó la primera Constitución de esa ciudad, tuvo que emigrar en 1814, a las órdenes de Urdaneta, hacia la Nueva Granada. Trujillo también tuvo como representantes del clero, a los presbíteros: José Manuel Segovia, José Ignacio Briceño, e Ignacio Ramón Briceño Méndez, hermano del prócer, Pedro Briceño Méndez; se adhirió en Barinas, al movimiento del 19 de abril. El sacerdote Briceño, emigra en 1814, hacia Haití.

Hablemos también del Sacerdote Buenaventura Arias, afiliado en Mérida a la Junta Patriótica del 19 de abril; emigra en 1814, con Urdaneta hacia la Nueva Granada. Sacerdote Andrés Castellón, miembro de la Junta Patriótica de Cumaná, muere prisionero en La Guaira en 1814. Sacerdote José María Márquez, se incorporó al movimiento del 19 de abril en Cumaná, fue capellán del Ejército de Oriente mandado por Mariño. La Junta Suprema establecida en Barcelona, tuvo como representantes del clero, al presbítero Fernando Amezquita, diputado y al reverendo Manuel Selent. El Sacerdote caraqueño Miguel Santana Domínguez, apoya al movimiento en su ciudad natal; en 1814, el prelado emigra a las Antillas.

La junta, que provisionalmente se formó en Guayana, siguiendo el ejemplo que Caracas dio, el 19 de abril, de 1810, fue disuelta, por las autoridades realistas, siendo apresados sus integrantes y enviados a Puerto Rico, entre ellos, el sacerdote y doctor José Cándido Martínez.

Fueron firmantes del Acta del 19 de abril de 1810: Sacerdote Francisco Ribas, Representante del clero, Fray Marcos Romero González, Guardián de la Iglesia de San Francisco, Fray Bernardo San Franco, Comendador de la Merced, Sacerdote Juan Antonio Rojas Queipo, Rector del Seminario de Caracas.

En Maracaibo, un grupo de seguidores del movimiento revolucionario del 19 de abril, activa una sociedad secreta con el nombre de “La Escuela de Cristo”, entre los integrantes, estaba el sacerdote Fernando San Just; Estos en marzo de 1812, fueron condenados a prisión. En el templo Santa Ana de Maracaibo una placa conmemorativa recuerda esta actividad revolucionaria.

Durante las votaciones en las elecciones para elegir los diputados al Primer Congreso de Venezuela. Las mismas se realizaron en las iglesias, durante los meses, octubre, noviembre y diciembre de 1810.

El 2 de marzo de 1811, se instala el Primer Congreso de Venezuela, el Arzobispo de Caracas, Monseñor Narciso Coll y Pradt, español, ofició la misa correspondiente. De los 44 diputados elegidos, nueve sacerdotes, representantes del clero, firmaron el Acta de Independencia, ellos fueron: Luis Ignacio Mendoza, Diputado por la población de Obispos- Barinas, José Luis Cazorla, por Valencia, Juan Díaz Argote, por Villa de Cura, Salvador Delgado, por Nirgua, por la Provincia de Caracas, Ignacio Peña Fernández, por Mérida, Manuel Vicente de Maya, quien al principio fue opuesto a la declaración, luego reflexiona y es firmante por La Grita, Ramón Ignacio Méndez, por Guasdualito, Juan Nepomuceno Quintana, por Achaguas, José Vicente de Unda, por Guanare.

El Triunvirato designado, el 5 de julio, como Primer Poder Ejecutivo, nombró como Consultor, al presbítero doctor Juan Vicente Echeverría. Algunas instalaciones eclesiásticas, sirvieron de sede, para importantes eventos, tales como, las reuniones previas a la Declaración de la Independencia, realizadas en la Capilla Seminario de Santa Rosa de Lima, lugar de la solemne Declaración, a las tres de la tarde. El 11 de julio de 1811, Valencia, se pronunció contra la declaración de independencia, en el grupo se encontraba el sacerdote Pedro José Hernández, quien luego cambió de ideales y protegió a las familias valencianas contra las atrocidades de Boves en 1814.

Fueron también signatarios de la Primera Constitución Nacional, la cual fue promulgada el 21 de diciembre de 1811, de 37 firmantes, 7 correspondieron a sacerdotes: Luis Ignacio Mendoza, José Luis Cazorla, Juan Díaz Argotte, Salvador Delgado, Manuel Vicente Maya, Juan Nepomuceno Quintana y José Vicente Unda; y un laico: Luís José Rivas y Tovar.

Entre los años 1813-1814. El Sacerdote Francisco Antonio Uzcátegui Dávila, se incorporó en Mérida al movimiento del 19 de abril. En su pequeña orfebrería, fabricó con el bronce de las campanas: 16 cañones, y con el material sobrante, elaboró: ollas y clavos para las herraduras; con el plomo del órgano, fabrica balas, y exclamaba: “No solo con la palabra se hace la independencia”. A quienes se le oponían a sus ideas emancipadoras, contestaba: “Debajo de esta sotana, tengo pantalones bien puestos”, Uzcátegui, apoyó al sacerdote Cortes de Madariaga, a su paso por Mérida, cuando viajaba hacia Bogotá, en comisión de la Junta Suprema.

A finales de 1813, los 85 seminaristas de Caracas, acompañados del Rector, el sacerdote Gabriel Lindo, se movilizaron hacia Guácara, a las órdenes del general José Félix Ribas, y lucharon con el comandante Francisco Antonio “Coto” Paúl, en la batalla de Vigirima, del 23 al 25 de diciembre. Urdaneta los bautizó, junto con los universitarios, como “El Escuadrón de los Escolares”. Estos jóvenes lucharon con entusiasmo, regando con su sangre no perdida, en los caminos de la redención; allí también luchó el seminarista Dionisio Centeno Mejías, procedente de Cumaná. Estos estudiantes, participaron también en la batalla de la Victoria el 12 de febrero de 1814, a las órdenes de Ribas y cuyo heroísmo, dio motivo para que la Asamblea Constituyente decretara “Día de la juventud venezolana”.

Durante el “Sitio de Valencia”. La ciudadela organizada por Urdaneta con 280 soldados ante la presencia enemiga de de mas de tres mil efectivos, fue ejemplo de sacrificio por parte de los defensores. El Arzobispo de Caracas, el español Narciso Coll y Pradt, se encontraba con cuarenta sacerdotes a su paso para Calabozo, y tuvieron que sufrir los embates del hambre, sed y del ataque enemigo, algunos de los sacerdotes murieron. A Urdaneta lo acompañaban entre otros, el sacerdote Salvador Delgado. El sacerdote y doctor caraqueño José Gabriel Lindo, Rector de la Universidad de Caracas en 1807, entusiasta por la emancipación, persona de confianza del Libertador, fue enviado en 1816 por Morillo detenido a España, donde murió en la prisión de Cádiz al año siguiente.

Durante la Campaña de Apure; Varios sacerdotes se incorporaron al ejército de Páez y participaron como capellanes y combatientes en la Reserva, durante los combates de Achaguas el 25 de septiembre de 1816, El Yagual el 11 de octubre de 1816 y Toma de San Fernando el 15 de octubre de ese año; entre ellos podemos mencionar a José Félix Blanco, Vicario del ejército; Ramón Ignacio Méndez, trinidad travieso, Luis Mendoza, Antonio María Briceño Altuve, el presbítero Becerra. Campaña de Guayana. En esa importante actividad realizada el año 1817, el Sacerdote y coronel José Félix Blanco, comandante de las Misiones del Caroní, apoyó decididamente al Ejército Republicano, quienes triunfaron el 11 de abril de 1817, en la batalla de San Félix, dirigida magistralmente por el general Manuel Piar.

Durante el Asalto a la Casa Fuerte de la Purísima Concepción el 7 de abril de 1817, por parte del jefe realista Juan Aldama; algunos Padres Franciscanos, entre ellos Juan Antonio Godoy y uno de apellido Serra, que se encontraban protegidos por el valeroso Pedro María Freites, murieron heroicamente mientras suministraban los últimos auxilios religiosos a los niños, mujeres ancianos, heridos y moribundos que allí se encontraban.

En el Atentado del Rincón de los Toros, el cual era un campamento ubicado cerca de San José de Tiznados, donde se encontraba el Libertador el 17 de abril de 1818. A la medianoche sufrió un atentado por parte del capitán realista Tomás Renovales, en la confusión murieron un sacerdote de apellido Prado y su sacristán.

En El Congreso de Angostura, magno acontecimiento realizado el 15 de febrero de 1819, en Angostura, hoy Ciudad Bolívar, participaron el sacerdote y doctor Ramón Ignacio Méndez y el sacerdote trujillano Antonio María Briceño Altuve, Diputado por Barinas.

El Monseñor Mariano Talavera y Garcés, tío de la heroína Josefa Camejo, facilita en mayo de 1821 la liberación de Coro por parte del general Urdaneta; Bolívar lo denominaba “El mejor orador de América”.

Durante La Campaña de Carabobo. El sacerdote y coronel barquisimetano Andrés Torrellas, deserta de las fuerzas realistas y se incorpora a finales de 1820 a las filas republicanas. El vicario del ejército libertador en la batalla de Carabobo fue el Sacerdote y Doctor Ángel Briceño.

Durante las reuniones a propósito de La Constitución de Cúcuta sancionada el 30 de agosto, fue firmada por ocho sacerdotes a saber: Vicente Maya, Ramón Ignacio Méndez, Luis Ignacio Mendoza, Ignacio Fernández, pena, Francisco Ribas, José Félix Blanco, Antonio Briceño Altuve y Rafael lasso, panameño, amigo del Libertador.

Así miso, es deber recordar a los sacerdotes que se encuentran en el Panteón Nacional: sacerdote José Vicente Unda, monseñor Ramón Ignacio Méndez, presbítero y general de división José Félix blanco y monseñor Francisco Ibarra, primer arzobispo de Venezuela.

Además de recordar a otros distinguidos sacerdotes: Monseñor José María Esteves, fue designado vicepresidente del Congreso Admirable reunido el 20 de enero de 1830, en Bogotá; con tal investidura, fue enviado con el general Sucre a entrevistarse con Páez para evitar la disolución de la Gran Colombia, los resultados fueron negativos.

El 10 de diciembre como Obispo de Santa Marta, le suministró los últimos auxilios religiosos al Libertador en San Pedro Alejandrino, el Sacerdote Hermenegildo Barranco, cura de Mamatoco, población cercana a San Pedro Alejandrino, acompañó a Bolívar el 17 de diciembre de 1830 en sus últimos momentos.

Monseñor Macario Yepéz, ilustre prelado barquisimetano, ofició misas en memoria del Libertador, a la llegada de sus restos el 17 de diciembre de 1842. Este, debido a la cólera que azotaba a Barquisimeto, sacó a la virgen de La Divina Pastora por primera vez en procesión el 14 de enero de 1856.

El Sacerdote Antonio José de Sucre, sobrino del Gran Mariscal de Ayacucho, el año 1893, el presidente Joaquín Crespo lo envía con carácter Plenipotenciario a Quito-Ecuador, a tratar de localizar y traer los restos del “Abel de América”. Dejó sus restos el 17 de julio de 1895 en Guayaquil, sin poder conseguir los del ilustre Mariscal.

Vale destacar que muchos de los protagonistas del proceso de emancipación que declararon la independencia del país fueron formados en el seno del propio seminario, hoy la Ilustre Universidad católica Santa Rosa.

En tal sentido, valla el exhorto a esa digna institución, como a todas aquellas con responsabilidad formativa a seguir labrando el futuro de tantos venezolanos, con el amor, la paciencia, la constancia, y sobre todo en la Fe, elemento fundamental de la ecuación del hombre de bien.


Es cuanto… Señoras…Señores.



Bibliografía consultada

·       º  Fuguet B. Eumenes; Pinceladas Religiosas, Fondo Editorial del Estado Carabobo, 2012

·      º   Biblioteca de la Academia Nacional de Historia, Documentos para la Historia de la Iglesia Colonial en Venezuela, tomo II, Caracas 1965.

·     º    El Misionero, Órgano de interés de la Sociedad de Hermanos de la Caridad, Nº 69, año 20 Barranquilla, Colombia, ISSN 1657-3064.

·    º     Memoria del Congreso Internacional Bolivariano, Caracas 1985

·     º    Presidencia de la República; Documentos Que Hicieron Historia, Ediciones Conmemorativas del Sesquicentenario de la Independencia, Caracas 1962.

 
 
José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.  
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.