José de los Santos de Michelena y Rojas Queipo, nace en maracay, hoy Estado Aragua, la cual para aquel entonces formaba parte de la provincia de Caracas, el 1 de noviembre de 1797, fue un político y diplomático venezolano, seguidor de la doctrina de José Antonio Páez, fue Secretario de Estado de Hacienda y Relaciones Exteriores durante la primera presidencia de Páez y vicepresidente durante la segunda, además de presidente provisional.
Como diplomático, una de sus actuaciones más importantes fue el ser el representante de Venezuela en el tratado fronterizo (también de alianza y comercio) entre Venezuela y Colombia, conocido como Tratado Michelena-Pombo que fue firmado en 1833. Cuando presidente Páez lo designó enviado especial y ministro plenipotenciario ante los gobiernos de Nueva Granada y Ecuador
con el fin de proceder al arreglo definitivo de los asuntos
correspondientes al pago de la deuda pública exterior de los Estados que
habían integrado la Gran Colombia. En este mismo cargo, negoció con la Nueva Granada la concertación de un Tratado de Amistad, Alianza, Comercio, Navegación y Límites.
El 23 de diciembre de 1834,
se llegó a un acuerdo entre los países integrantes de la Gran Colombia
(Colombia, Ecuador y Venezuela), mediante el cual se distribuían los
compromisos de la deuda pendientes en cantidades proporcionales a la
población estimada de cada una de las naciones involucradas. En relación
a las negociaciones con la Nueva Granada, las mismas fueron discutidas
el 14 de diciembre de 1833 entre Michelena y Lino de Pombo,
encontrándose una fórmula de equilibrio por medio de lo que se denominó
el Tratado Michelena-Pombo, cuyos términos debían ser propuestos a los
gobiernos respectivos para su ratificación. Luego de someter sometido a
consideración por parte del Poder Legislativo venezolano, el 10 de
febrero de 1834, el tratado fue remitido con observaciones del Senado a
la Cámara de Representantes y ésta, en resolución fechada el 7 de abril
de 1835, se pronunció en contra de la mayor parte de su contenido.
El 23 de diciembre de 1834, se llegó a un acuerdo entre los países integrantes de la Gran Colombia (Colombia, Ecuador y Venezuela), mediante el cual se distribuían los compromisos de la deuda pendientes en cantidades proporcionales a la población estimada de cada una de las naciones involucradas. En relación a las negociaciones con la Nueva Granada, las mismas fueron discutidas el 14 de diciembre de 1833 entre Michelena y Lino de Pombo, encontrándose una fórmula de equilibrio por medio de lo que se denominó el Tratado Michelena-Pombo, cuyos términos debían ser propuestos a los gobiernos respectivos para su ratificación. Luego de someter sometido a consideración por parte del Poder Legislativo venezolano, el 10 de febrero de 1834, el tratado fue remitido con observaciones del Senado a la Cámara de Representantes y ésta, en resolución fechada el 7 de abril de 1835, se pronunció en contra de la mayor parte de su contenido.
En 1837, el vicepresidente Andrés Narvarte, encargado del Poder Ejecutivo, lo llamó para que desempeñara de nuevo la Secretaría de Estado de Hacienda y Relaciones Exteriores, cargo que aceptó. En mayo del mismo año, renunció a la Secretaría de Estado para aceptar el nombramiento de enviado especial y ministro plenipotenciario de Venezuela ante la Nueva Granada, misión que cumplió hasta principios de 1840 cuando regresó al país para presentarse como aspirante a la vicepresidencia de la República.
En 1845, fue nombrado nuevamente como enviado especial y ministro plenipotenciario ante las Cortes de Gran Bretaña, Francia y España y encargado de canjear en Madrid las ratificaciones del Tratado de Reconocimiento, Paz y Amistad entre Venezuela y España. Renunció a esta misión antes de empezar a cumplirla, al considerar el carácter itinerante del compromiso.
En 1837, el vicepresidente Andrés Narvarte, encargado del Poder Ejecutivo, lo llamó para que desempeñara de nuevo la Secretaría de Estado de Hacienda y Relaciones Exteriores, cargo que aceptó. En mayo del mismo año, renunció a la Secretaría de Estado para aceptar el nombramiento de enviado especial y ministro plenipotenciario de Venezuela ante la Nueva Granada, misión que cumplió hasta principios de 1840 cuando regresó al país para presentarse como aspirante a la vicepresidencia de la República.
En 1845, fue nombrado nuevamente como enviado especial y ministro plenipotenciario ante las Cortes de Gran Bretaña, Francia y España y encargado de canjear en Madrid las ratificaciones del Tratado de Reconocimiento, Paz y Amistad entre Venezuela y España. Renunció a esta misión antes de empezar a cumplirla, al considerar el carácter itinerante del compromiso.
José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.
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Profesor Universitario.
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.
Bueno pero éste artículo No Concluye con los detalles posteriores Querido Hermano: que el Congreso de los Patrioteros de aquel entonces se negaron a Ratificar el Acuerdo limítrofe con Colombia que nos garantizaba la Soberanía en toda la Goajira y más de 80 Km. a la margen occidental del río Orinoco... Aún más la forma como fue vilmente asesinado por una puñalada en el pecho que le atinaron los mismos seguidores del mismo General Páez cuando irrumpieron violentamente en el asalto al Congreso en 1848 allá en Puerto Cabello. Un verdadero drama la manera como le pagaron a éste insigne hombre de la patria respetadísimo aún por sus adversarios refiriéndose a él desde el Periódico "el Venezolano": "El Señor Michelena se debe todo a la Hacienda Nacional. No hay que equivocarnos: él es para Venezuela, lo que un Nécker para la Francia, un Pitt para la Gran Bretaña, verdadero fundador de su hacienda y de su crédito"...
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