Usando las redes sociales la diplomacia electrónica puede impactar
directamente en los acontecimientos y en los residentes de países
extranjeros, evadiendo los filtros mediáticos y en algunas ocasiones
incluso las leyes nacionales e internacionales, algo que la diplomacia "tradicional" no puede.
Esa tendencia ha pasado a definirse como “Twiplomacia” (diplomacia en
Twitter), en la que líderes mundiales, diplomáticos y organizaciones no
gubernamentales se sirven por igual del
poder popular de las redes sociales para amplificar sus mensajes y objetivos.
Antes eran consideradas una pérdida de tiempo y una obsesión, pero
ahora las redes sociales emergen como
una herramienta más para los movimientos sociales y las relaciones
diplomáticas a nivel mundial.
En la actualidad, “84 por ciento de los gobiernos están presentes en
Twitter. Hay 130 jefes de Estado y de gobierno
“Las redes sociales ayudan a desmitificar la
diplomacia y a abrir puertas a lo que hacemos”
“Los personas pueden relacionarse con los gobernantes. Le da otra
dimensión al activismo y a la comunicación con el gobierno”,
La dedicación de un día entero a Facebook, Twitter o Tumblr, por citar
solo tres de las grandes redes, muestra el interés que la ONU le da a estas
plataformas como herramienta para la diplomacia y el cambio.
Existe esta antigua idea de que en las relaciones diplomáticas existe
una línea directa entre un país y otro.
Las redes sociales ayudan a desmitificar la
diplomacia y a abrir puertas a lo
que hacemos”, indicó Michael Grant, vicerepresentante permanente de Canadá en
la ONU.
Organizaciones de la sociedad civil
Al aprovechar las ventajas de la viralidad de vídeos, las etiquetas
(“hashtags”) en Twitter y otras plataformas y un enfoque estratégico, aun las
campañas más pequeñas pueden adquirir una dimensión global.
Campañas como “black lives matter” (“la vida de las personas negras
importa”, en alusión a la movilización popular tras el asesinato de varios
afrodescendientes en Estados Unidos) y “bring back our girls” (“devuelvan a
nuestras niñas”, lanzada luego de que Boko Haram secuestrara a unas 270
escolares en Nigeria), muestran cómo
iniciativas básicamente locales adquirieron grandes proporciones y se
convirtieron en eslóganes globales.
Anna Nelson, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja y editora
del blog Intercross, dijo que las redes sociales habían cambiado de forma
radical la forma en que su
organización, y muchas otras, ejecutaban sus campañas.
“En casos de crisis, hay personas que quieren hacer algo. Es difícil
que actúen, en especial en zonas de guerra, pero las redes sociales les ofrecen
la oportunidad de participar en la búsqueda de fondos y la generación de
conciencia”, explicó Nelson, quien también se refirió al trabajo de la
organización en Afganistán, Siria y Ucrania.
Las redes sociales son un megáfono. No va a llegar a todo el mundo,
pero se igualan las condiciones de juego
Diplomático
“La diplomacia internacional ya no ocurre exclusivamente a puertas
cerradas”, observó Maher Nasser, director del Departamento de Información
Pública de la ONU, al abrir un panel sobre cómo los diplomáticos usan las redes
sociales.
El informe de Twiplomacy señala que más de 3.500 embajadas y embajadores tienen cuenta en Twitter y
todos salvo uno de los gobiernos del llamado G-20 (Grupo de los 20 países
industrializados y emergentes) están presentes en esa plataforma.
Hasta noviembre de 2014, los
gobernantes del mundo habían enviado 2,2 millones de tuits, un promedio
de cuatro al día.
El vicerepresentante permanente de Canadá en la ONU, Michael Grant,
dijo que usa Twitter a diario tanto para buscar información como para
difundirla.
“¿Son absolutamente necesarias las redes sociales?”, preguntó Grant, y
respondió: “No. Pero creo que uno puede mejorar su trabajo con las redes
sociales”.
“¿Forma 100 por ciento parte de la diplomacia?”, inquirió. “Sí”,
afirmó.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio y Desarrollo de
Canadá tiene 420 cuentas en plataformas
de redes sociales en 91 países, entre ellas, Facebook, Youtube, Twitter,
LinkedIn y Weibo. Además, más de 50 jefes de misión canadienses tienen cuenta
en Twitter.
Canadá usa las redes sociales para “replicar y amplificar mensajes”
como discursos de diplomáticos y apariciones públicas, así como información de
índole más práctica con el fin de alertar a sus ciudadanos sobre conflictos o
desastres naturales, ejemplificó.
Sin embargo, aclaró que las
redes sociales todavía no cambiaron las relaciones internacionales ni la
dinámica de la diplomacia. “Cambia, pero no de una forma drástica como se
podría pensar”, precisó.
Por su parte, Masood Jan, representante permanente de Pakistán ante la
ONU, fue aún más contundente: “Mi participación en las redes sociales es
estática. No tengo instrucciones claras de mi gobierno. Es una zona gris,
todavía no han tomado una decisión”, reconoció.
Pero ya hay “guerras digitales” entre algunos miembros del Consejo de
Seguridad, máximo órgano de seguridad de la ONU, por información confidencial
filtrada a la prensa a través de las redes sociales, indicó.
“Hay numerosas acusaciones de espionaje. En el Consejo de Seguridad, a los
miembros les encanta tuitear.
Aun la información más confidencial aparece en diarios como The New
York Times y The Washington Post, y suele atribuírsela a un tuit”, relató Jan.
A medida que las plataformas de redes sociales adquieren mayor
relevancia en la vida contemporánea y una fuerza creciente en las relaciones
diplomáticas y el trabajo de organizaciones no gubernamentales, esta no será la
última vez que se escuche hablar de la twiplomacia en acción en las relaciones
internacionales.
Pierre Cubique.·.