La elaboración de un diccionario es una tarea compleja. Ir extrayendo
cada palabra de la documentación existente, tratar de definir con otras
palabras su significado, todos sus significados. Averiguar de dónde
vino, qué otras palabras la sucedieron.
Enumerar de cuántas locuciones forma parte, buscar ejemplos...
Palabra por palabra, letra por letra, de la A a la Z y vuelta a empezar.
La lengua nunca se está quieta.
- ¿Son todos los diccionarios iguales?
No todos los diccionarios son iguales: no contienen los mismos términos y no ofrecen el mismo tipo de información.
El Diccionario académico es un diccionario normativo y esto ya lo
hace especial. Un tipo de diccionario muy frecuente son los de uso, que
describen el español común actual, algunos de los más conocidos son el
Vox, el Seco o el María Moliner.
También existen los diccionarios de dudas, que no recogen el léxico
de una lengua, sino solo las dudas más habituales. En obras como el
"Diccionario panhispánico de dudas" no figuran verbos como "amar", que
no presentan dificultades, pero sí uno como "abolir", que causa dudas
con la diptongación ("abolo/abuelo"). Se publican, además, diccionarios
etimológicos, técnicos, de sinónimos y antónimos, combinatorios,
inversos, de preposiciones, del léxico de una zona, para estudiantes,
etc.
- ¿Si una palabra no está en el diccionario es que no existe?
Ningún diccionario recoge todas las palabras. Los diccionarios ni
siquiera recopilan todas las formas de una palabra. Los sustantivos se
registran por su forma en masculino singular; los verbos, por su
infinitivo,... esto no implica que el resto de las formas sean
incorrectas.
Los diccionarios no recogen necesariamente toda la familia léxica de
una palabra (puede figurar "mediterráneo", pero no "mediterraneidad").
Tampoco están todas las formas que se pueden derivar de un término: se
registra "casa", pero no "casita" (aunque sí se registra "-ita" como
sufijo).
- ¿Si una palabra está en el diccionario se considera adecuada solo por eso?
Puede causar sorpresa ver que el DRAE recoge "almóndiga", se puede
creer que al estar recogido tiene carta de naturaleza, pero es
fundamental fijarse en cómo aparece en el Diccionario.
"Almóndiga" remite a "albóndiga". La voz con "m" no aparece definida y
lleva la abreviatura "U. c. vulg.", 'usado como vulgar', es decir, se
trata de un vulgarismo, término que se juzga impropio de personas
educadas.
- ¿Por qué el diccionario académico mantiene acepciones políticamente incorrectas?
Es una crítica común, pero conviene tener claro el uso real que se
hace de las palabras, muchas de las definiciones que ofenden al verlas
aisladas y que por escrito responden al uso real que se hace de un
término. En otras ocasiones no responden al uso actual, pero testimonian
el uso de otros momentos históricos.
- ¿Cómo llega una palabra a entrar en el Diccionario? ¿y cómo sale?
Las decisiones de la Academia se toman en comisiones especializadas,
que se aprueban en el Pleno, los datos se obtienen del Banco de datos
del español compuesto por el "Corpus diacrónico del español" (CORDE), el
"Corpus de referencia del español actual" (CREA) y el "Corpus del
español del s. XXI" (CORPES XXI), una base de datos de casi 300 millones
de registros léxicos, que recoge textos de todos los países de habla
española.
Pero del Diccionario desaparecen también palabras o acepciones. Este
material queda disponible en el "Nuevo tesoro lexicográfico", un
diccionario de diccionarios que reúne 70 obras desde el s. XV hasta el
XX.
- ¿Qué tipo de léxico no recogen los diccionarios?
Diccionarios como el académico o los de uso son diccionarios de
lengua general, no incluyen jerga técnica, no registran qué significados
e implicaciones tiene una palabra en el ámbito del derecho, la
medicina, etc.
Los diccionarios tampoco recogen las palabras que son propias de
determinadas zonas y que no pertenecen al caudal general; otras obras
dan cuenta de este patrimonio dialectal.
- ¿Si una palabra se usa con un sentido que no tiene en el diccionario es incorrecto?
No necesariamente. Las palabras están cargadas de connotaciones que
son difíciles de definir, de sistematizar. Es parte del genio del
idioma, los usos metafóricos, metonímicos, etc. están más presentes en
el día a día de lo que creemos.
- Además del significado de las palabras ¿qué más ofrecen los diccionarios?
Ni siquiera los diccionarios que sobre todo dan significado ofrecen
solo significado. Dan etimologías, información gramatical como la clase
de palabra, el género, la conjugación; etiquetas y marcas (vulgar,
arcaico, coloquial, malsonante,...), información ortográfica. Ofrecen
ejemplos de uso y locuciones que tienen un significado acuñado.
- ¿La Real Academia solo hace diccionarios?
Ni la RAE hace solo un diccionario, ni hace solo diccionarios. La
Academia elabora, además del DRAE, el "Diccionario panhispánico de
dudas", el "Tesoro lexicográfico del español" y el "Banco de datos del
español"; también el "Diccionario del estudiante" y otras obras
normativas como la Gramática y la Ortografía.
- ¿Los diccionarios son solo para empollones?
Los diccionarios son utilísimas herramientas de trabajo, no solo para
el redactor o el escritor, sino también para el común de los hablantes.
Hoy, cuando se consume la información tan rápido conviene saber que
la Academia tiene gran parte de sus obras disponibles en internet,
accesibles incluso desde los mismos dispositivos en los que estamos
leyendo o escribiendo, sobre todo ahora, que las redes sociales han
hecho que quienes no escribían con regularidad tengan que hacerlo.
Los diccionarios son el gran libro, la llave para acceder a todo lo
demás. Tienen, paradójicamente, mucho de efímero y mucho de eterno.
José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.---------------------
Profesor Universitario.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica
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