Las amazonas eran mujeres guerreras que vivían en Ponto, Asia Menor
(actual Turquía), donde formaron un reinado independiente bajo el
liderazgo de Hipólita. En la Iliada, Homero las llama las Antianiras, que significa las que luchan como hombres.
De hecho, algunas leyendas cuentan que lucharon contra los Frigios que
eran ayudados por el joven Príamo durante la Guerra de Troya; sin
embargo, ya para la vejez de éste, se unió a ellas y su reina Pentesilea
en contra de los griegos.
Es muy probable que el término se derive del iraní *ha-mazan- que significa guerrero; aunque en la etimología popular griega se designaba Ἀμαζών, es decir, amazos que quiere decir sin pechos,
lo cual se encuentra estrechamente relacionado con la leyenda de que
las amazonas en su juventud se cortaban o quemaban el pecho derecho para
que existiera ningún impedimento físico en el uso del arco y la flecha;
aunque en las representaciones artísticas aparecen con ambos pechos, el
derecho siempre lo tienen cubierto. Además del arco, la flecha y su
pecho derecho cubierto, era común que se les representara portando una
espada, un hacha y un pelta, escudo con forma de medialuna.
La leyenda cuenta que las amazonas no permitían a ningún hombre vivir
en Ponto o tener relaciones sexuales con ella; con el fin de preservar
su raza, anualmente visitaban a los gargarios y los bebés varones eran
sacrificados, entregados a sus padres o abandonados; las niñas, en
cambio, eran conservadas y educadas por sus madres en el arte de la
guerra.
Las amazonas eran:
- Ainia, que quiere decir rápida, enemiga de Aquiles y acompaño a Pentesilea durante la Guerra de Troya.
- Antíbrota, también seguía a Pentesilea
- Antíope, hija de Ares y hermana de Hipólita
- Asteria (“estrella” en griego antiguo), asesinada por Heracles cuando fue a buscar el cinturón de Hipólita
- Cleta, seguidora también de Pentesilea.
- Helena, hija de Títiro
- Hipólita, reina de las amazonas en Ponto, hija de Otrera y Ares,
quien le regaló un cinturón mágico que, más tarde le robó Heracles.
- Melanipa, hermana de Hipolita
- Mirina, asesinada por Mopso
- Otrera, esposa de Ares y madre de Hipólita
- Pentesilea, hija de Ares y Otrera
- Talestris, llevó a Alejandro Magno 300 amazonas con el objetivo de crear una raza fuerte e inteligente
- Tebe
Aunque no se tiene certeza de la existencia real de estas guerreras,
algunos descubrimientos arqueológicos en Escitia y Sarmacia sugieren que
las mujeres sármatas quizá participaron en algunas guerras, lo cual
daría un sustento histórico para la existencia de las amazonas.
De lo anterior, y en contexto a lo aguerrido analizo lo siguiente;
La
participación de la mujer en el terreno de lo Iniciático, nos llevaría a
culturas y tiempos muy antiguos. No debemos olvidar que, incluso en la
Masonería Operativa, está documentada la presencia de mujeres en la
construcción de algunos edificios religiosos (esposas, viudas o hijas de
Masones Operativos)
Los
celtas, quienes estuvieron entre 800-1.000 años antes de nuestra era, daban a
la mujer el más alto grado de estimación al permitir que, contando con los
mismos méritos que los varones y después de una larga y dura iniciación,
alcanzasen la dignidad de Druídas sin que quede en sospecha o entredicha la
"virilidad" y "hombría" de aquellas tribus que llegaron a
conquistar gran parte de Europa y Asia Menor y se enfrentaron hasta morir a las
tropas de Roma.
Hemos
de tener en cuenta que los Druidas eran los responsables de la educación de la
juventud y, en especial, de los hijos de los jefes de cada clan o tribu; los
encargados de asesorar en la paz y en la guerra y los que poseían todos los
conocimientos que, de alguna manera, ayudaban al grupo a superar las distintas
situaciones.
En
la cultura griega, el papel de la mujer también tuvo que ver con el sacerdocio
y los oráculos. La literatura de aquella gran cultura, rinde homenaje a la
mujer en multitud de sus brillantes pasajes y, cosa curiosa, nunca se la
menoscaba o desprecia, sino más bien se pone de manifiesto su virtud, fortaleza
y dignidad.
En
Roma, donde los dioses abundaban y los oráculos también, existieron dignidades
sacerdotales femeninas cuyo "poder de influencia" alcanzaba a los
emperadores y a sus decisiones más delicadas, tanto en la paz como en la
guerra.
vemos que, a los antiguos no les dolían prendas a la hora de dignificar a las
mujeres con puestos que, en algunos casos, tenían una decisiva influencia en la
marcha de los distintos países o en las decisiones de los "hombres".
Si
retrocedemos cincuenta años o poco más, veremos que la situación de la mujer
era totalmente dependiente del hombre. No solamente en cuanto a lo económico , sino también en el terreno
puramente jurídico.
Si
era maltratada, nadie, movía un dedo por poner remedio a la
lamentable situación. La mujer, a todas luces, era una "pertenencia"
más del hombre que, dueño y señor, no solamente mandaba en ella, sino que podía
abusar de una autoridad que las leyes y la costumbre le concedían.
A
finales del siglo XIX y principios del XX, emergen los primeros
movimientos femeninos reclamando el derecho al voto (sufragio universal), a la
educación y al respeto y dignidad de la mujer.
En
el terreno laboral y juntamente con la infancia, la mujer ha sido
explotada y sigue siéndolo en medio mundo durante siglos como
mano de obra barata, sin derecho alguno y con salarios inferiores.
Todo,
absolutamente todo lo conseguido por las mujeres en el terreno de la igualdad,
han tenido que arrancárselo a una sociedad dirigida por y para hombres.
Solamente bien avanzada la primera mitad del siglo XX, los legisladores,
hombres en su práctica totalidad, empiezan a introducir algunos cambios en las
leyes, dando a la mujer "casi" los mismos derechos y obligaciones que
a los varones.
Una
gran parte de la Masonería de finales del pasado siglo e inicios de éste,
especialmente dentro de lo que podríamos calificar como "masonería
francesa", parece querer avanzar por caminos de Libertad, Igualdad y
Fraternidad reales, aplicando una mayor justicia, con respecto a la mujer.
Muchas
mujeres, ponen sus esperanzas en una Orden cuyos principios les atraen y, al
mismo tiempo, les inspiran confianza en un mejor y más justo futuro de la
humanidad de la que forman parte.
A
finales del pasado siglo, principios de éste, muchos Masones estaban
convencidos de la necesidad de admitir al "Ser Humano Mujer" en las
Logias para que participase y colaborase en la construcción de una humanidad
más justa y solidaria que, dicho sea de paso, resulta totalmente inconcebible
sin la mujer que es más del 50% de la población mundial.
Otros
muchos, basándose en lo que todos conocemos, la literalidad e "certidumbre"
de las Constituciones de 1.723, ignoran
el derecho de la mujer a estar presente en todos los foros, incluida la
Masonería A finales del pasado siglo, se llevan a cabo algunas iniciaciones de
mujeres en Logias masculinas pero, eso sí, contraviniendo las directrices de
los dirigentes de las distintas Obediencias. Al conocerse los hechos, se
condena e irradia a los que se atreven a semejante "modernidad". Esta
situación, como era de esperar, dio pie al nacimiento de Obediencias mixtas y
femeninas.
La
mujer, desde mediados de este siglo, ha estado ganando a pulso el lugar que el
hombre le ha negado durante siglos en la sociedad. Nada les ha sido regalado
por nosotros. Cada paso adelante, les ha costado grandes sacrificios.
Hoy
podemos encontrar mujeres en todos los sectores directivos o productivos. Todo
ello, naturalmente, ha sido consecuencia lógica del ejercicio del derecho a la
educación a todos los niveles. Hoy, en muchas de las carreras que se imparten
en nuestras Universidades, superan en número a los hombres.
Muchas
mujeres trabajadoras, por razones de supervivencia o por desearlo así, ya no se
plantean la maternidad como meta obligatoria Hoy las mujeres, por la razón que
sea, guste o no a un sector de la sociedad más intolerante, quieren ser dueñas
de su destino y de sus órganos de reproducción. La elección de estado, hijos o
profesión, es su derecho y responsabilidad, exclusivamente.
Masones
que, de ninguna manera, aceptan a la Mujer en Masonería. Estos Hermanos,
los más intransigentes carecen de argumentos realmente válidos y, generalmente,
intentan poner el acento en la "tradición" y en una cierta (fascista, nazi o irracional)
trasnochada antropología "científica" que, según ellos demuestra con
pelos y señales que los hemisferios de la mujer son distintos de los del
hombre, y que sus capacidades están casi exclusivamente limitadas a poder
coser, planchar, cocinar y servir de incubadora de nuestros hijos. Para juzgar
esta actitud, sobran los comentarios.
Con
toda la tolerancia de que soy capaz, he de decir que, quien así se expresa,
está faltando gravemente al Derecho Positivo, a los Derechos del Hombre y a la
Constitución Española, además de otras muchas leyes de carácter nacional y
supranacional.
Va
contra el Derecho Positivo puesto que todas las leyes de nuestro país,
reconocen el derecho de la mujer a pertenecer a cualquier Organización, Cuerpo
Legislativo, Consultivo, Judicial, Fuerzas Armadas, etc. A los Derechos del
Hombre puesto que "todos los hombres son nacidos iguales"
No
será necesario recordar que según las tan repetidamente citadas
"Constituciones”, a las que algunos solamente apelan cuando les conviene,
el Masón debe respetar a las autoridades legítimamente constituidas y cumplir
las Leyes. Creo que extenderme más resulta innecesario.
Masones
que la aceptan pero en las llamadas "Logias de Adopción" y bajo
supervisión de hombres. Se trata, sin duda alguna, de un menoscabo a la
capacidad de la mujer para ejercer la libertad de elección o para poder llevar
a cabo la Obra con las herramientas que, igual que al hombre, les concedió ese
SER a quien invocan, precisamente, algunos de los que niegan la participación
de la mujer en nuestras Tenidas. No deja de ser una fórmula
"machista" rechazable para la mujer, por simple dignidad.
Masones
que, aceptándola en su Obediencia, no desean tenerla en su propia Logia, pues
se sienten incómodos. Estos son, sin duda alguna, los más sofisticados en
sus planteamientos. Por un lado, desean quedar fuera de la sospecha de
"machistas" y, por otro,
amparándose en eufemismos tales como: "dejo que vengan pero no en mi
Logia, por favor", están negando el derecho a la igualdad que todo Ser
Humano, por el simple hecho de nacer (sin importar sexo, raza o color) tiene
¿Qué oculto temor se esconde tras esta postura?
No
existe, ni ha existido nunca, ninguna evidencia científica seria (¡algunos
llegan a recurrir a teorías antropológicas de clara raíz fascista!) que
demuestre que la capacidad intelectual de la mujer es menor a la del hombre. El
querer basar el "rechazo" a la mujer en Masonería en semejantes
argumentos, dice muy poco en favor de quien lo hace, descalificándole de
entrada.
Masones
que aceptan a las mujeres, en cualquiera de los supuestos: Logia mixta o
femenina.
Estos,
a mi juicio, han superado muchos de los traumas ancestrales de su sexo. Han
llegado hasta el punto de ver como algo natural que las mujeres participen en
los Trabajos de la Logia, expongan sus ideas y edifiquen juntamente con sus
padres, hermanos, compañeros e hijos, la Obra que nos conduzca a la
construcción de una Humanidad fraterna, tolerante y solidaria.
A
otros hermanos, los más "puristas", les preocupa sobremanera cómo
podrían llevarse a cabo las iniciaciones de mujeres puesto que, según ellos,
los Rituales de Iniciación no están pensados para el sexo femenino; Es natural
pues fueron redactados por hombres.
¿Qué
diferencias podrían existir en cuanto al Ritual de Iniciación? Simplemente la
adaptación del Ritual al necesario pudor. Estamos hablando de Iniciación y no
de la dramatización, al pie de la letra, de un Ritual pensado por y para
hombres. Qué es más importante: ¿El espíritu o la Letra?
Está
comprobado, lamentablemente, que los que decimos rechazar los dogmatismos,
podemos caer en otros de distinto signo pero no menos peligrosos, por el férreo
apego a simples prejuicios culturales que nos impiden evolucionar de acuerdo
con la razón.
Hemos
de profundizar, con la valentía necesaria y de una vez por todas (¡bajar a los
más profundo de nosotros y no solamente encontrar, sino "labrar" esa
piedra dura y resistente a todo ejercicio de tolerancia y amor!) en este
problema humano que, hoy por hoy, divide a gran parte de la Humanidad en dos
bandos condenados a entenderse. ¡No existe otra solución, y por mucho que
algunos se empeñen en retrasarla tiene que llegar el día de la igualdad!
La
Masonería siempre ha tenido a gala ser adelantada en la evolución de la
Humanidad. Hoy, en el siglo XXI, es necesario que los gestos releven a las
palabras o, de lo contrario, estaremos impidiendo a más de la mitad de esa
Humanidad, que decimos desear mejorar con nuestro diario Trabajo, el acceso al
Conocimiento.
¿Sería
esta actitud no Masónica de recibo? ¿Estaría nuestra actuación en consonancia
con lo que decimos desear?
No
podemos seguir escondiéndonos tras "cortinas" de antropología
trasnochada o ideas producto de miedos y temores subjetivos. Debemos dar un
paso adelante que, reconozco, para muchos significará un importante cambio en
sus estructuras mentales.
Queramos
o no, estemos de acuerdo o no, ha llegado el tiempo de posicionarse en este
asunto que divide a la masonería universal en dos bandos antagónicos. Nosotros,
los que trabajamos la Piedra Interior, debemos ser justos con las que, en un
acto de amor supremo e irrepetible, nos dieron la vida y, ahora, llaman a
nuestras puertas en demanda de Trabajo.
Celta.·.