Los argumentos para la abolición de la
esclavitud vinieron del Nuevo Testamento, un texto que proporciona los
principios universales del derecho natural para atacar a la esclavitud y
defender la dignidad humano y el indiscutible valor de la persona
humana.
Hacia finales del siglo XVIII empezó a surgir una oposición moral y política al comercio de esclavos. Varios grupos religiosos como cuáqueros, evangelistas, metodistas y católicos denuncian la esclavitud en nombre de la caridad cristiana y de la dignidad de la persona humana. En Gran Bretaña se funda la Sociedad para la Extinción del Comercio de Esclavos, mientras grupos de cuáqueros en Norte América ayudan a que la opinión pública conozca la verdad sobre el cruel tráfico de esclavos. Peticiones públicas, campañas de boicot y la difusión de materiales describiendo e ilustrando, las condiciones de vida de los esclavos a bordo de los barcos o trabajando en las plantaciones, son algunas de las acciones que estos grupos realizaron.
En 1688 Aphra Behn publica “Oroonoko”, o El Esclavo Real, la primera novela en que se discuten las buenas y malas costumbres en relación a los esclavos.
En 1707 el magistrado John Holt declara que: "Tan pronto como un negro pisa Inglaterra, se hace libre". Pero distintas disposiciones judiciales contradicen más tarde este primer intento inglés contra la esclavitud.
El capitan, historiador y escritor John Gabriel Stedman publica en 1794 un recuento de sus experiencias en Surinam, que se convirtió en un clásico de la literatura abolicionista. Stedman se incorporó con su brigada inglesa a las fuerzas holandesas para reprimir una revuelta de esclavos negros contra los dueños de las plantaciones de azúcar en la colonia holandesa de Surinam, en Suramérica. La colonia era conocida por el mal tratamiento que los dueños de las plantaciones infligían a los esclavos.
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Thomas Clarkson tenía unas fuertes convicciones religiosas y además se dedicaba a la política, por lo que empleó toda su influencia para luchar contra un sistema que iba contra los principios evangélicos. Durante siete años recorrió más de 35.000 millas a caballo recopilando testimonios de esclavos y dando a conocer por Inglaterra los horrores del esclavismo. En 1787 funda en Londres la British Antislavery Society
Gran divulgador recogió elementos de tortura que empleaban los plantadores para la sumisión de los esclavos en las colonias: Cepos, grilletes, etc. Pero lo que quizás causó más impacto en sus coetáneos fue el croquis que recogió de un barco negrero en el que se indicaba la capacidad de este para transportar por el océano de manera hacinada y claramente inhumana a los pobres esclavos.
A Clarkson se le reconoce como el iniciador del boicot moderno, ya que logró apelar a la conciencia de los individuos añadiendo en los envases de productos como el cacao o el azúcar la leyenda “no hecho por esclavos”. De esta manera trataba de conseguir que disminuyera la demanda de productos obtenidos bajo trabajo forzado y así facilitar el camino para lograr la abolición total de la esclavitud.
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“A menos que Dios lo haya llamado justamente para esto, terminará agotado ante la oposición de hombres y demonios. Pero si Dios está de su lado, ¿quién podría con usted? ¿Son, todos ellos juntos, más fuertes que Dios? Oh, no se canse de hacer el bien. Siga adelante en nombre de Dios y en el poder de su potencia, hasta que aún la esclavitud en Norteamérica –la cosa más vil que haya visto yo bajo el Sol– se esfume. Que la guía divina que desde su juventud Dios le proporciona continúe fortaleciéndolo en esta y todas las cosas, es la oración, estimado señor, de este atento siervo”.John Wesley
En 1807, Wilberforce publicó A letter on the Abolition of the Slave Trade justo la víspera de la importante votación en la que, por abrumadora mayoría se prohibió el comercio de seres humanos en todo el Imperio Británico. Un año después el comercio de esclavos es abolido en los Estados Unidos y en 1815, las principales potencias europeas reunidas en el Congreso de Viena acuerdan terminar con el tráfico en todas sus colonias. El comercio de esclavos se había prohibido, pero no así el trabajo esclavo. En 1823, “el político de Dios” como era conocido Wilberforce entre sus contemporáneos, inició una campaña de diez años para terminar por completo con la esclavitud. Publicó su obra Appeal to the Religion, Justice and Humanity of the Inhabitants of the British Empire in Behalf of the Negro Slaves in the West Indies, en la cual sostenía que la emancipación total e incondicional era un “deber ante Dios” de carácter moral y ético.
En 1831 se produce en Jamaica la revuelta más importante en territorio Británico protagonizada por 20.000 esclavos que quemaron más de 100 plantaciones. Este hecho convenció al gobierno británico de la imposibilidad de mantener el sistema esclavista forzando a la abolición. La noche en que Wilberforce murió, en 1833, la Cámara de los Comunes vota La Cláusula de Emancipación que abolió la esclavitud en todas las colonias inglesas del mundo.
José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.---------------------
Profesor Universitario.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica
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