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Era también la parte
más sagrada de los templo egipcios y se ubicaba en la parte más interior y
oscura del templo. Solo podían acceder los sumos sacerdotes y el faraón, pues
solamente los purificados podían entrar en contacto con la divinidad.
En definitiva se
recrea un lugar físico, donde de alguna forma reside la divinidad, que solo
pueden conocer los selectos y esclarecidos.
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Sea entonces el
sancta sanctorum el lugar mítico del hombre, el centro simbólico donde se escucha el Silencio como fuente de todo el
conocimiento, y por este conocimiento de todo Amor. Y si ello es así, como tal
cosa en el mundo real, no es mas que una ensoñación, solo podré hablar del
Camino que nos conduce o de esos fogonazos de luz esquiva que nos apuntan en su
dirección ideal. Pues desde mi óptica resulta inalcanzable como el cero
del uno, donde este justifica su razón, pero nunca puede ser como él, pues el
cero es el espejo donde el uno se mira. Nadie puede ser a la vez él mismo y su
reflejo. De la misma forma que no se puede ser Dios y Hombre al mismo tiempo.
Por más que muchos se empeñen. Pues solo los dioses hablan y se entienden en su
“lengua” con los dioses. Si los hombres hablan con los dioses el lenguaje será
ininteligible para la razón.
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En el instante en que te fundes con la sombra, cambia el paisaje, ahora
definitivamente muerto. Luminosos fractales anuncian una armonía desconocida,
las palabras recuperan todo su silencio, Ya que encuentras del espíritu su
secreto, ¡Ay ¡ Dejas de ser hombre y te transformas en misterio, Dejas de ser
uno para comprender el cero.
Tal vez poco después,
recuperado el sentido del tiempo, el latir del viento, el abrazo del sol y su
aliento; si consigues escuchar al hermano, ayudarle en silencio, comprenderle
por el álito de su mirada, perdonarle y amarle por sus defectos. Comprendiendo
el momento sin necesidad de interpretar el destino. Quizá puedas entonces decir
que has conocido si quiera de forma fugaz, el sendero que algún día te
conducirá al rincón secreto, al centro de la esfera a la quietud del
pensamiento, a la sabiduría del silencio.
Juan Galvez
Fuente; http://explorandosenderos.blogspot.com/
Pierre Cubique.·.
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