domingo, 24 de enero de 2016

Eloy Reverón...La Negritud de Bolívar.

La realidad con respecto a la negritud o la supuesta indianidad de Bolívar no ha convencido a buena parte de la población venezolana aunque ha sido aclarada por los especialistas en antropología forense venezolanos, avalados por la experiencia y alto nivel de prestigio mundial con que ellos cuentan. Si consideramos que en el siglo XXI, está comprobado que la humanidad entera tiene su origen en África, ese conocimiento tardará mucho en internalizarse en la ideología racista todavía imperante. No obstante lo señalado vamos a dar a comentar algunas imágenes de Simón Bolívar, poco difundidas, tal vez por los mismos motivos racistas.

En la sociedad del siglo XIX, el color de la piel era un certificado para la aceptación social. Lo que hace equivalente a un tono más oscuro, con un grado de exclusión en la escala social. La negritud o la indianidad era sinónimo de puerta cerrada a la condición de noble aunque contara con el dinero para compran esa gracia. Solo el poder real, vale decir, el poder del Rey, claro está mediante el pago por ese derecho podía cambiar esa realidad.

De allí proviene una tradición histórica que se conoce como “El Nudo de la Marín”. El simple hecho de referirse a la bisabuela paterna del Libertador en términos tan despectivos como “La Marín”, ya se aprecia la carga ideológica que trae la tradición mantuana.

Algunos escritores godos se han avergonzado de esta presunta negritud del Padre de la Patria, pero con sentido ético suficiente para no negar la carga documental del hecho, o no esconder las piedras que hicieron sonar ese río de rumores. Ellos se refieren en términos de las circunstancias del nacimiento de María Josefa Marín de Narváez, y el matrimonio en «artículo mortis» de Pedro Domingo de Ponte y Andrade Montenegro y Marín de Narváez, quien fuera cuñado de Juan de Bolívar y Martínez Villegas, abuelo paterno del Libertador con su concubina, una «negra de calidad» llamada Lorenza María.

Otra agravante a favor de su negritud es la ausencia de títulos nobiliarios que en aquella época se podían adquirir, siempre y cuando no se le encontrara en las investigaciones genealógicas, ningún nudo racial, algo así como un certificado de blanqueo, u otro origen de piel oscura en su árbol genealógico. Los Bolívar tenían suficiente dinero como para comprar eso y mucho más. Sin embargo, el antecedente de “blanqueo” no llegaba a tanto como para admitir grado de nobleza.

La gente carente de sentido de la ética profesional, juzga a los demás por su propia condición, simplemente dice: “Chávez pagó para que le hicieran ese Bolívar con rasgos negroides. El tema es que resulta menos inverosímil pensar que los retratos de Bolívar más conocidos, son aquellos donde una mano subjetiva dirigiendo el pincel, hiciera resaltar su herencia vasca. Pero existen algunos retratos de autores que no tuvieron motivo para hacerlo. Por eso mostraremos otro aspecto del argumento, la iconografía. A eso debería responder esta reflexión. ¿Todos sus pintores fueron objetivos a la hora de delinear sus rasgos sobre el lienzo? ¿Tenían necesidad de ello?  

El racismo imperante en el siglo XIX, mayor y más intenso que el actual: ¿no consideraría normal blanquearle los rasgos, como quien retoca el negativo de una fotografía de retrato? Habría que someter al juicio de expertos aquellas líneas de su imagen que mi ojo profano encuentra semejante a rostros de cultura masai, que he logrado retratar en la ruta del cacao de la costa venezolana. ¿Sería sacrílego someter sus restos a una prueba de ADN?  Estas notas son anteriores a los estudios de antropología forense realizados.

Finalmente el origen de este término "nudo de la Marín" al parecer proviene de la mala voluntad del escribano venezolano Rafael Diego Mérida y el político y militar peruano José de la Riva Agüero, enemigos políticos del Libertador. Doña María Josefa Marín de Narváez, nació en el año de 1668, y bautizada en la catedral de Caracas el 26 de abril del siguiente año, según consta en el Libro V de Bautismos de Blancos; hija natural reconocida del capitán Francisco Marín de Narváez.  La condición de su nacimiento, y la caballerosidad del padre al mantener oculto el nombre de su madre, fueron nuevas causas de los rumores, porque con su influencia pudo haber hecho no necesitar dispensación para registrar como blanca a la hija de una india, o a una negra como la célebre esclava blanca, Isaura la protagonista de la tele novela brasileña de ese nombre.

Pero existe otro documento: el testamento del capitán Marín de Narváez, del cual puede desprenderse que reconoció tener una hija natural en una doncella principal, cuyo nombre calló por varón, pero no se casó con ella, aunque señala que la falta de necesidad de «dispensación», acusa su raza blanca; y que el término «doncella principal», en los siglos XVI y XVII, tiene la acepción de una sirvienta de piel clara de las grandes señoras.

Dicho lo anterior dejamos a juicio, los rasgos destacados por dos pintores, uno identificado como Simón Bolívar, libertador de su patria, cuyo autor es anónimo perteneciente a la colección del doctor Leonardo Altuve Carrillo, Caracas, el cual hace referencia: Edición Príncipe del Canto a Junín, París, 1826.

Pero mucho más marcados los rasgos en el pincel de José María Espinoza, realizado en Bogotá durante los últimos años de su vida, después de 1828, antes de 1830, el cual pertenece a la colección del señor Arnold Zingg de Caracas.
 Si realizamos un análisis a la Carta de Jamaica (1815), a la luz de la aventura reciente del Libertador dentro de lo que había sido hasta aquel momento, una guerra civil, llamada entonces guerra de colores, la cual surgió de la crisis de autoridad del Rey, para defender la Independencia declarada el 5 de julio de 1811 por una minoría de la población, donde apenas había un representante por los pardos.

Si revisamos la cronología de la experiencia vivida por Simón Bolívar soportó la discriminación racial, tanto por el bando de los blancos bogotanos que lo apodaban El Longanizo, atribuirlo al color de la piel, resulta lógico si lo vemos fuera del contexto bogotano donde vivía un excluido que vestía con casaca militar roída y usaba condecoraciones y sobrevivía como indigente en los alrededores de la plaza principal.

También están las referencias de Simón Rodríguez en Defensa de Bolívar, donde señala con indignación que aquellos que una vez le tendieron la alfombra a su paso, cuando cayó en desgracia lo llamaban el “sambo ese”.  De manera que el residuo de la degenerada clase mantuana no ha cambiado desde entonces.


Fuente: Prof. Eloy Reverón
http://simonbolivarmason.blogspot.com/2016/01/la-negritud-de-bolivar-eloy-reveron.html

domingo, 17 de enero de 2016

Quien es quien en diplomacia...La Escuela de Derecho y Diplomacia Fletcher.


La Escuela de Derecho y Diplomacia Fletcher (Fletcher School of Law and Diplomacy en idioma inglés, también llamada simplemente Fletcher School) es el centro académico más antiguo de los Estados Unidos dedicado exclusivamente a los estudios de posgrado en relaciones internacionales. Es una de las 8 escuelas y facultades que conforman la Universidad Tufts

The Fletcher School, junto con la School of Arts and Sciences y la School of Engineering, ocupa el campus central de la universidad en Medford/Somerville, Massachusetts. Stephen W. Bosworth.

Excluyendo a los doctorandos que no están matriculados en cursos, la escuela cuenta con unos 450 estudiantes a tiempo completo, un 42% de los cuales son estudiantes internacionales, representando a más de 70 países de todos los rincones del planeta.

La clasificación del año 2008 de la revista Foreign Policy sobre los mejores másters en relaciones internacionales considera el programa de The Fletcher School como el cuarto mejor del mundo, por delante de los programas de universidades como Columbia, Princeton, London School of Economics, Yale o Stanford
 
 The Fletcher School fue fundada en 1933 gracias al legado de Austin Barclay Fletcher quien, después de su muerte en 1923, donó más de 3 millones de dólares a la Universidad de Tufts. Una tercera parte del legado debía destinarse a una escuela de derecho y diplomacia “con los objetivos de formar a individuos destinados al servicio diplomático y de enseñar aquellas materias propias de las relaciones exteriores.” La escuela fue inaugurada diez años más tarde, en 1933, naciendo como un proyecto de colaboración de las universidades de Harvard y Tufts. La universidad de Tufts asumiría más tarde la responsabilidad exclusiva en la administración de la escuela, pero the Fletcher School ha continuado su estrecha cooperación con Harvard, donde los estudiantes de Fletcher pueden también cursar sus clases, así como los estudiantes de Harvard pueden matricularse en cursos de Fletcher.
 
 The Fletcher School ofrece una formación multidisciplinar que conduce a los títulos de posgrado de Master of Arts in Law and Diplomacy (MALD), programa de dos años de duración, Master of Arts, programa de un año, y Doctor of Philosophy. En el 2000 la escuela lanzó el Global Master of Arts Program (GMAP), un programa de máster de un año de duración destinado a profesionales con experiencia que combina la enseñanza presencial en el campus con enseñanza a distancia a través de internet. Asimismo, en el 2008 the Fletcher School introdujo dos nuevos programas: 1) el programa de dos años Master of International Business (MIB) que combina la flexibilidad de un currículum de relaciones internacionales con una especialización en economía y empresa internacional. 2) el programa de un año Master of Laws (LL.M.), un programa de posgrado a tiempo completo para juristas profesionales que desean especializarse en alguna área particular del derecho internacional. La escuela no ofrece cursos de grado.
 
La gran mayoría de estudiantes están matriculados en el programa MALD, un programa de dos años que exige la redacción de una tesina o tesis de máster. Los estudiantes han de especializarse en dos áreas de estudio a escoger entre más de veinte. Áreas tales como Derecho Internacional Público, Derecho y Desarrollo, Economía y Empresa Internacional y Derecho Económico, Organizaciones Internacionales, Información y Comunicación Internacionales, Negociación Internacional y Resolución de Conflictos, Seguridad Humana, Comercio Internacional y Políticas comerciales, Teoría y Política Monetarias Internacionales, Economía del Desarrollo, Políticas Internacionales sobre Recursos y Medio Ambiente, Teoría y Sistemas Políticos, Estudios de Seguridad Internacional, y Economía Política Internacional y Negocios Internacionales así como áreas de estudio regionales como los Estados Unidos, Asia-Pacífico y Civilización Islámica y del Sudoeste Asiático. Los estudiantes pueden también diseñar su propia área de estudio. Cada área exige normalmente 3 asignaturas de entre las propias de su curriculum de área. Todos los estudiantes han de aprobar un total de 16 cursos y un examen de competencia en lengua extranjera.

Los estudiantes de Ph.D. han de completar tres áreas de estudio además de escribir la tesis doctoral.

El programa MA está pensado principalmente para profesionales. Es un programa de un año de duración donde se exige al estudiante aprobar 8 asignaturas y presentar una tesina.

La Fletcher School dispone en la actualidad de programas oficiales conjuntos con otras facultades y universidades que otorgan el título de MALD y el correspondiente a la institución con la que se comparte el programa. Así, se mantienen programas conjuntos con las otras escuelas de la universidad de Tufts como las facultades de Arte y Ciencia, Ingeniería, Medicina, Odontología, la escuela de posgrado Sackler de ciencias biomédicas, la escuela Gerald J. y Dorothy R. Friedman de políticas y ciencias de la nutrición y la escuela Cummings de veterinaria. Más allá de Tufts, la escuela también mantiene programas conjuntos MALD/JD con las facultades de Derecho de la Universidades de Harvard y de Berkeley, MALD/MBA con la Tuck School of Business del Dartmouth College, con el Instituto de Empresa de Madrid y con la HEC School of Management en París y MALD/MIA con la universidad de St. Gallen en Suiza y con la Diplomatische Akademie en Viena. Asimismo, la Fletcher School cuenta con programas de intercambio académico de un semestre de duración con el Graduate Institute of International Studies en Ginebra, la escuela de negocios Amos Tuck de Dartmouth College, la HEC School of Management y el Instituto de Estudios Políticos (Sciences Po) en París, el Instituto de Empresa en Madrid, la China Europe International Business School en Shanghai, la Indian School of Business y la Graduate School of International Studies de la Universidad Yonsei en Corea.

La Fletcher School alberga varios programas de investigación, institutos y centros dedicados a los derechos humanos y la resolución de conflictos, las relaciones comerciales internacionales, los estudios de seguridad internacional, la seguridad humana, los asuntos medioambientales internacionales, los medios de comunicación y la tecnología.

Fuente:
http://www.tufts.edu/
http://fletcher.tufts.edu/



José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario. 
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua del Estado Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo. 

Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.

sábado, 9 de enero de 2016

Hablando de...Vanitas vanitatum omnia vanitas

"Vanitas vanitatum" Ölgemälde auf Leinwand. Format ca. 75 x 110 cm. Jens Rush

«Vanitas vanitatum omnia vanitas» («Vanidad de vanidades, todo es vanidad»). El mensaje que pretende transmitir es la inutilidad de los placeres mundanos frente a la certeza de la muerte, animando a la adopción de un sombrío punto de vista sobre el mundo. Es, al mismo tiempo, un elemento esencial en el surgimiento del bodegón como género individual.

 Si los objetos en la Edad Media pueden figurar en la pintura, es porque tienen un sentido. En las vanidades, los objetos representados son todos símbolos de la fragilidad y la brevedad de la vida, de que el tiempo pasa, de la muerte.

Entre todos estos objetos simbólicos, el cráneo humano, símbolo de la muerte, es uno de los más corrientes. Se encuentra este memento mori (acuérdate de que vas a morir) entre los símbolos de las actividades humanas: saber, ciencia, riqueza, placeres, belleza... Las vanidades denuncian la relatividad del conocimiento y la vanidad del género humano sujeto al paso del tiempo, a la muerte.

Otros símbolos que suelen encontrarse en las vanidades son fruta pasada, que simboliza la decadencia como en senescencia; las burbujas, que simbolizan la brevedad de la vida y lo repentino de la muerte; humo, relojes, y relojes de arena, que simbolizan la brevedad de la vida; e instrumentos musicales, símbolos de la brevedad y la naturaleza efímera de la vida.

En el siglo XVII, estos bodegones moralizantes se hicieron muy frecuentes como memento mori, complemento indispensable para la predicación y la devoción en Europa bajo formas y con intenciones apenas diferentes al Norte y al Sur, para el catolicismo y para el protestantismo.

Es un género que gozó de gran apreciación entre los pintores del Norte de Europa, en Flandes y en los Países Bajos, pero también fuera de ese ámbito, con artistas de la talla de Jacques Linard o Philippe de Champaigne en Francia, Francesco Solimena en Italia o Antonio de Pereda, Andrés Deleito y Juan de Valdés Leal en España.

 Pierre Cubique.·.

domingo, 3 de enero de 2016

Talento Masónico...Que leer en el 2016.




Las 12 campanadas del 31 de diciembre no anuncian únicamente la llegada del nuevo año, sino también el momento oportuno de dejar atrás los malos momentos, recuerdos o energías y renovar los aires para los 365 días que vienen por delante. Para que estos nuevos aires no queden por el camino a fines de enero, te acercamos una serie de libros inspiradores para leer durante los primeros días del año.

1. Los cuatro acuerdos – Miguel Ruiz

Basado en la sabiduría de la cultura tolteca, este libro escrito por el mexicano Miguel Ruiz se ha convertido en una guía práctica para lograr la liberación personal. A través de sencillas técnicas, en estas 160 páginas los lectores aprenderán a eliminar las creencias heredadas que los limitan, para luego sustituirlas por otras que respeten la realidad interior de cada individuo y le permitan alcanzar la libertad.

2.   El hombre en busca de sentido – Viktor Frankl

Este libro del psiquiatra austriaco Viktor Frankl, publicado por primera vez en el año 1946, relata las horribles experiencias que el autor padeció en los campos de concentración. Con un temple inigualable Frankl revela cómo a pesar de las atrocidades que le tocó vivir, entendió la vida como algo digno de vivir. Una obra capaz de transmitir un mensaje esperanzador sobre la capacidad de los seres humanos de superar las dificultades y encontrar el verdadero camino.

3. Tres personas para cambiar tu vida - Keith Ferrazzi

En el transcurso de estas 472 páginas el autor demuestra que si una persona alcanzó el éxito en cualquier ámbito de su vida, fue porque contó con la compañía, la fe y el respaldo de una serie de personas. A partir de esta hipótesis, Ferrazzi plantea para alcanzar el éxito es esencial contar con relaciones salvavidas, relaciones íntimas que se entablan con unos pocos que, además de confiar en ti, te brindan el ánimo, el feedback y el apoyo que necesitas.

4. El monje que vendió su Ferrari – Robin Sharma 

El exitoso abogado Julian Mantle es el protagonista de esta historia que tiene como autor al experto en liderazgo y desarrollo personal, Robin Sharma. Tras vivir una vida llena de estrés y con el dinero como único objetivo, Julian sufre un infarto que lo deja al borde de la muerte. Tras recuperarse decide dejar la vida que llevaba atrás y emprende un viaje que lo llevará a conocer los grandes misterios de la vida.

5. El lugar del alma – Gary Zukav

Quienes han leído este libro escrito por el docente estadounidense Gary Zukav, aseguran que el mensaje que se esconde entre sus páginas te acompañará por el resto de la vida haciendo de ésta algo mucho mejor. En estas 208 páginas se abordan temáticas como la existencia, el destino, el significado del alma humana, entre muchas otras.

6. El poder del pensamiento positivo – Norman Vincent Peale 

Este libro de uno de los conferencistas más reconocidos del siglo XX se ha convertido en un clásico atemporal del pensamiento positivo. Inspiración de cantidad de personalidades, en sus páginas este libro enseña a poner en orden los pensamientos, tener claridad a la hora de tomar decisiones, aprender a controlar las emociones e incluso a dar verdadero sentido a la existencia.


Pierre Cubique.·.

sábado, 2 de enero de 2016

Talento Masónico...La columna de la armonía.



 

Con afecto al I.·. y P.·. H.·. Adalberto Pic Donaire

“La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu”, afirma, en su relato a Don Quijote y a la barberil y clerical compaña, la hermosa Luscinda, que, en hábito pastoril, pone en salvo su flor en la Sierra Morena, resguardándola de las fogosidades de un tan gentil como fastidioso Cardenio.

Componer y aliviar, he aquí dos de las gracias del ars musicae más dignas de ser tomadas en consideración a la hora de hablar sobre esta tercera columna, la de armonía, que, junto con las de Septentrión y Mediodía, configuró desde los comienzos de la Francmasonería los efectivos de la Logia.

Pues la expresión “columna de armonía” no se refería al principio al conjunto de piezas musicales interpretadas o escuchadas en el Templo masónico, sino a los HH.·. músicos encargados de la ejecución de las mismas.

Se impone, pues, en primer lugar, esbozar una breve historia de la amorosa relación entre música y Francmasonería.

A continuación, y dado que los Francmasones no asistimos a conciertos o recitales, sino a Trabajos, habrá que efectuar algunas apreciaciones al respecto de tal diferencia.

Finalmente, se extraen una serie de criterios de cara a que la música en nuestras Tenidas sea, como efectivamente lo es, un elemento simbólico de primer orden, que no empaña sino acompaña los diversos momentos y acciones del Rito.

Esbozo histórico

En primer lugar, hay que afirmar sin dudarlo que la música no es mero adorno –por tanto, prescindible llegado el caso-, sino que es esencial a la Francmasonería: el ritmo es ya música, tres golpes de mallete regulan nuestros Trabajos, conceden la palabra, nos llaman al orden, honran a visitantes especiales, expresan nuestras alegrías y duelos…

No es casualidad. No en vano, está documentado que los Masones modernos o especulativos adoptaron desde sus comienzos la música que, efectivamente, era disfrutada por los antiguos masones operativos, aquellos viejos cánticos en notación gregoriana que, entre las rotundidades y escuetos melismas del tetragrama, lograban acompasar piedra y alma, golpe de mallete con mordisco certero y atinado del cincel, discernimiento y arte.

Más tarde, el más laico estilo de los ministriles contribuía a celebrar, con cada cuerda pulsada como contrapunto al golpe de viento, los diferentes cuerpos de oficios de la construcción, entretejidos de notas y palabras íntimas, recordando el riguroso deber de secreto.

Más tarde, alrededor de 1649, tras la llegada al exilio francés de la reina Enriqueta de Inglaterra (esposa del decapitado Carlos I Estuardo) con toda su corte, se va desarrollando una música más específicamente masónica. En efecto, la reina viuda se rodeó, en el castillo de St. Germain-en-Laye, de adeptos a su causa, que se reconocían entre ellos por el título de “Hijos de la Viuda”. Nicolas Derosier y Couperin, sobre todo, animaron los rituales masónicos de la época.

Pero será en 1723, con la publicación de las Constituciones de Anderson, cuando la música reciba oficial carta de naturaleza en la Francmasonería. Con harta frecuencia se ignora que la edición de esta obra fundamental iba acompañada de piezas musicales: El canto del Maestro, del vigilante, del compañero y el canto para la recepción de aprendices.

Sobre 1773, el H.·. Jean-Christophe Naudot, músico profesional, pone un poco de orden en este heteróclito repertorio musical masónico, y lo recoge en un cantoral titulado “Canciones anotadas de la muy venerable cofradía de masones libres”.

Con el correr de los años, esta música evolucionó hacia la cantata en los países católicos; hacia el cántico, en los protestantes. La confesión religiosa marcaba también la diferencia a la hora de elegir los instrumentos: los católicos, viento, especialmente trompeta, clarinete y más tarde flauta; en las Logias protestantes se optó por el harmonium y el órgano. Los Masones católicos rechazaron el órgano, en claro intento de distanciarse de las ceremonias de iglesia, sobre todo desde las primeras condenaciones a la Masonería por parte de los Papas.

La columna de armonía la componían Hermanos músicos y cantantes, bajo la dirección de un Oficial que llevaba el título de Arquitecto de Armonía. Los miembros de esta columna no tenían que pagar capitaciones, y estaban en general exonerados de toda contribución económica a la Logia.

La evolución de la columna de armonía desde mediados del siglo XVIII fue tan en auge, que en algunas Logias importantes de Francia e Inglaterra se convirtieron en auténticas orquestas que no sólo animaban los Trabajos en los Templos, sino que también se dedicaban a dar conciertos en Pasos Perdidos (con admisión de público profano), destinados a recaudar fondos para las actividades filantrópicas de las Logias.

Pero sobre todo se desarrolló enormemente la música específicamente masónica, destinada a animar los Trabajos en Logia, destacando desde los comienzos los Hermanos François Giroust y Jean-Philippe Rameau, representativos ambos de la influencia del Arte Real sobre la composición musical. Es decir, no sólo la música pauta de algún modo el Trabajo masónico: también la Masonería influye clara y decididamente en las concepciones musicales. ¡Ahí, estará, más tarde, el único: Mozart!

Clérembaut, Spontini, Piccini, Méthui, Mazzola, Himmel o Taskin son otros tantos HH.·. compositores de música específicamente masónica.

Y, por supuesto, Mozart, ¡el Maestro!. el músico por excelencia de la Masonería. Con una producción musical específicamente masónica considerable, que manifiesta un exquisito respeto por el ritual, así como profundo conocimiento del mismo. De entre sus cantatas masónicas cabría destacar –más, si cabe- las destinadas al aumento de salario a Compañero de HH.·. Aprendices (“El viaje del Compañero”, o el canto de las despedidas), así como la que es considerada himno masónico universal, la pieza compuesta, pocos días antes de su muerte, para la reinstalación de su Logia, “La Esperanza nuevamente coronada”. Y qué no decir de “La flauta mágica”…

Haydn, íntimo del Maestro, las resonancias masónicas de cuyo oratorio “La creación” son incuestionables.

Beethoven, indudablemente iniciado, según el testimonio de su íntimo amigo Karl Holz, quien afirmó: “el Maestro había sido Francmasón, aunque en los últimos años no lo era ya de manera activa”. La obra de Beethoven que mejor refleja su espíritu masónico tal vez sea Fidelio, con un frecuente recurso a la fraternidad, si bien no es nada desdeñable su marcha masónica en si bemol, compuesta por el maestro para los HH.·. de la Logia “Los Hermanos valientes”, al O.·. de Bonn.

Toda la eclosión musical masónica del XVIII se vio sensiblemente frenada desde comienzos del siglo XIX, sobre todo en Francia desde la firma del Concordato de 1801 entre Napoleón y el Papa Pío VII, rúbrica que hizo efectivas por primera vez en suelo francés las condenas papales a la Francmasonería, hasta entonces dejadas pasar, sin pena ni gloria, por el poder. Las Logias tuvieron que comenzar a trabajar con gran discreción y silencio… sin música. En cuanto a las Logias anglosajonas, se decantaron casi exclusivamente por el harmonium y el órgano, pasando a indicar así, plástica y servilmente, su carácter de sucursal de la iglesia anglicana. En Alemania pervive la herencia de Mozart y florecen los cantos de mesa para los ágapes, con la simpar y honesta intención de cantar loas al presidente del Taller y a su (o sus) señora.

Louis Armstrong, Count Basie, Alfons M. Mucha, Mendelssohn, Meyerbeer, Charles W. Peale, Sigmund Romberg, Johann Christian Bach, John Philip Sousa, Pleyel, Franz Listz, George M. Cohen, Gutzon Borglum, Sibelius, Irving Berlin, Scott Joplin, Niccolo Paganini, George Gershwin, Nat King Cole, Carlos Gardel, Gene Autry, Roy Rogers, Duke Ellington, Héctor Berlioz… Son parte de la pléyade de HH.·. músicos y cantantes, estrellas del panorama musical de todas las edades, que reflejaron en sus composiciones e interpretaciones la Luz indeficiente del Oriente Masónico.
Fuente: GRAN ORIENTE DE FRANCIA  | masoneria@logia-tartessos-godf.org
Pierre Cubique.·.

viernes, 1 de enero de 2016

Hablando de...El cubo, símbolo de la Verdad, el Orden y el Plano Físico.



Desde la antigüedad, el cubo ha sido un símbolo de la Verdad, el Orden y el Plano Físico. De acuerdo con "El Libro de la Formación", el universo manifestado, está representado como un cubo. En Tarot, en la Clave7 (El Carro), vemos una representación del cubo como un símbolo de la encarnación física, y como un vehículo para el Yo.

De este modo, el cubo del espacio es una representación del universo como un vehículo para la expresión y experiencia del uno mismo

El significado del cubo de espacio se pierde si no se entiende como una descripción de nuestra realidad psicológica propia. El cubo del espacio es nuestro propio espacio psicológico y sus dimensiones son las dimensiones psicológicas de nuestra propia experiencia. Es fácil encontrar su "sentido común" en nuestrapropia experiencia y de verificar su exactitud o utilidad para nosotros mismos

El Cubo del espacio describe la realidad humana de Adán Qadmon , el hombre arquetípico, comocompuesta de una vida interior se formó en los primeros cuatro Sefirot (esferas de conciencia / energía) y los ejes y centro del cubo, y una vida exterior formada por los últimos seis Sefirot y las caras opuestas del cubo

Un estudio de las relaciones espaciales de las letras hebreas (y por lo tanto Claves del Tarot) en el cubo puede revelar una comprensión más profunda del Tarot y del orden subyacente en el universo. Ten en cuenta que el Cubo del Espacio también tiene un flujo de energía a lo largo de las aristas del cubo de una clave del Tarot a otra. Este "flujo", revela mucho acerca de cómo las claves del Tarot se interrelacionan entre sí.

La Piedra Cúbica de la Masonería.

 La Piedra Cúbica aparece como la piedra de la fundación masónica en los rituales tanto de la Royal Arch como en la Rose Croix , entre otros títulos altos de Freemasoneria

El Cubo está secretamente inscrito con el nombre de cuatro letras de Dios (Yahweh ). La Tradición masónica relaciona el Antiguo Testamento concerniente a este piedra perfecta en forma de cubo. En él, se dice a Adán que han hecho sus primeras ofrendas a Dios. Jacob usó como la almohada cuando experimentó su maravilloso sueño - al pie de la escalera que vio en su visión se basaba en una piedra cúbica. Moisés usó como talismán para sacar a los israelitas de Egipto hasta la tierra prometida. Estaba oculta en el Santo de los Santos en el primer templo y fue utilizado como la piedra angular del segundo

La piedra cúbica también se utiliza en los tres primeros grados de la Masonería Azul en el simbolismo de la piedra bruta transformada por el trabajo duro en el perfecto sillar 

La piedra sin labrar rugoso de la que las piedras del templo están tallados que se conoce como la piedra bruta . Esta piedra bruta es el candidato, todavía lastrado por las imperfecciones del mundo cuando se introdujo por primera vez en los misterios. Después de que el candidato se convierte en un iniciado y ha logrado el trabajo espiritual de la propia perfección, la piedra bruta del candidato se convierte en la perfecta sillería del maestro. Este sillar perfecto es de la forma de un cubo perfecto, cuyas seis caras se pulen a la perfección a través de lento trabajo

La Alquimia. 

En el lenguaje simbólico de la alquimia que hace referencia a una piedra de los filósofos, lapidern philosophorum, que es de forma cúbica. Esta piedra es el producto final de las siete etapas del proceso alquímico. La esencia de esta piedra se extrae de la primera materia, o materia prima, que se encuentra con facilidad y en abundancia en la naturaleza. Al principio, se trata de un cuerpo áspero sin figura o forma y se ve como la sal como elemento alquímico (cuyos cristales forman cubos perfectos).

A través de muchas etapas de purificación (representado por el elemento azufre alquímico ) que normalmente se oculta surge a partir del material crudo y renace en una forma más sutil (representado por el elemento mercurio alquímico).

Esta sustancia renacida se forma a partir de una combinación de Sol y de la Luna, de las tinturas rojas y blancas, y de la obra de azufre y mercurio. Después de muchas etapas de transformación, con la ayuda del espíritu secreto universal, la piedra filosofal altamente bendecida y finalmente perfeccionado.

   
El emblema de la escuela de misterios de Paul Foster Case de los Constructores de la Adytum es esta piedra cúbica alquímica. Adornado en las tres caras expuestas del cubo son los tres elementos alquímicos de sal(abajo a la izquierda), azufre (abajo a la derecha) y el mercurio (arriba).

La confección de esta piedra filosófica se refiere a veces como "el cumplimiento del Gran Trabajo" (Magnum Opus), una tarea que se encuentra en el corazón del plan de estudios esotéricos de las escuelas de misterios occidentales que se derivan de la tradición alquímica Rosacruz. Este cubo emblemático está orientado a las seis direcciones del espacio en el misma alineación que el trono cúbico perfecto del El Emperador (clave 4).

La Piedra Filosofal.

A la luz de esta orientación, las tres caras expuestas de la piedra filosofal se relacionan con las siguientes instrucciones en el Cubo de Espacio: la cara azul de la izquierda, marcado con el símbolo de la sal, es el oeste (que representa nacimiento en el plano físico), la cara roja de la derecha , marcados con el símbolo de azufre, es el Sur (en representación de la iniciación en la escuela de misterios), la cara amarilla anterior, marcado con el símbolo de mercurio, es la parte superior del cubo (que representa la obtención de la calificación de un maestro). Así, los tres grados alquímicas de nacimiento, iniciación, y la perfección se muestran en lael ciclo elemental de la sal, cambiando a azufre, cambiando a mercurio.

De piedra filosofal llega a ser la medicina universal y el agente metálico que puede transformar todos los demás metales. A medida que la panacea, o medicina universal, la piedra filosofal puede curar todas las enfermedades y prolongar la vida. Como un agente metálico, o piedra de toque, el toque puede transformar el plomo en oro.

Aunque altamente críptico y simbólico, el lenguaje de la alquimia se puede leer en muchos diversos niveles -desde un nivel químico literal, a un noble, como disciplina espiritual de auto-purificación. A la luz del cubo de espacio, la piedra filosofal, como la piedra cúbica de la Masonería, representa la muchas etapas que conducen a la maestría, que todos los buscadores en el camino hacia la iluminación finalmente obtendrán.


Pierre Cubique.·.