miércoles, 29 de julio de 2015

Libertador Simón Bolívar y la cuestión diplomática con Estados Unidos en la figura de Juan Bautista Irvine.


 "Jamás conducta ha sido más infame que la de los americanos con nosotros: ya ven decidida la suerte de las cosas y con protestas y ofertas, quien sabe si falsas, nos quieren lisonjear para intimidar a los españoles y hacerles entrar en sus intereses"
 Carta de Bolivar a J.R. Revenga
Mayo de 1820


En 1818, la ambición de Estados Unidos por forjarse un espacio preponderante entre las naciones que emergían independientes era acelerada y constante. El 12 de julio de ese año arribó a Angostura el agente diplomático estadounidense Juan Bautista Irvine.
 
En el papel, tres eran las tareas encomendadas a  Irvine por el Secretario de Estado John Quincy Adams: 1. Manifestar la simpatía de su país hacia las nuevas repúblicas que nacían en América del Sur. 2. Protestar por los dos barcos capturados (Tigre y Libertad) por las fuerzas patriotas en el Orinoco y 3. Esclarecer el curso que tomarían las relaciones entre su país y Venezuela Los acontecimientos futuros mostrarían otro derrotero respecto de las prioridades de la misión del agente estadounidense.

Las goletas estadounidenses Tigre y Libertad habían sido capturadas por la flota republicana comandadas por el Almirante Brion cuando intentaban burlar el bloqueo del Orinoco a fin de evitar el abastecimiento de los españoles sitiados en Angostura y en los Castillos de Guayana La Vieja y habían sido contratadas por el gobernador español de Guayana, Lorenzo Fitzgerald.

Las naves fueron apresadas en fechas distintas. La Tigre salió del Orinoco con la misión de traer armas, municiones y tabaco que habían sido comprados por Fitzgerald al comerciante británico Lamson. El 17 de marzo izó velas en Salem, puerto del estado de Massachusetts en Estados Unidos y entró en puerto en el Orinoco el mes de abril. Posteriormente, saldría llevando otro cargamento cuando fue capturada el 4 de julio de 1817. Por otro lado, la goleta Libertad había salido de Martinica en junio, cargando municiones. Ya navegando por el río se encontró con los buques patriotas que lo bloqueaban y, no obstante le advirtieron que estaba violando el bloqueo y le dieron órdenes de devolverse, intentó regresar de manera furtiva para remontar el Orinoco, cuando fue apresada por la escuadrilla del Capitán de Navío Antonio Díaz.

Bolívar recibió a Irvine en medio de grandes expectativas acerca de su misión. El 13 de julio había escrito al General Páez anunciándole la llegada del agente diplomático estadounidense e informándole que al día siguiente presentaría sus cartas credenciales con lo cual podría comenzar a realizar sus funciones.

Irvine escribió diez notas a Bolívar entre el 25 de julio y el 8 de octubre. El Libertador acusó recibo y respondió en otras tantas ocasiones, la última de las cuales fue el 12 de octubre. El tenor de la primera carta de respuesta da cuenta que el tema único de la misiva de Irvine es el de las goletas Tigre y Libertad, es decir uno solo de los objetivos de su misión a Venezuela.

El Jefe Supremo explicó a Irvine que la contestación a su mensaje del 25 de julio, debía esperar por la consulta del proceso seguido a los dueños de los barcos. Así mismo, con respecto a su nota del 27 de ese mismo mes, le informó que los mismos recibirían las indemnizaciones del caso, siempre que fuera aceptada la justicia con la cual actuaron las armas de Venezuela. Repite su opinión de alta valía respecto de la misión del estadounidense en Venezuela, pero advierte que los barcos norteamericanos "...olvidando lo que se debe a la fraternidad, a la amistad y a los principios liberales que seguimos, han intentado y ejecutado burlar el bloqueo (...) para dar armas unos verdugos y para alimentar unos tigres que por tres siglos han derramado la mayor parte de la sangre americana..."

El 29 de septiembre, después de un largo debate epistolar en el que el Libertador desplegó sus extraordinarias dotes de estadista, manejando con habilidad y experticia los ámbitos político, jurídico, económico y los de la diplomacia, redactó una nueva nota en la que reitera las evidencias expuestas el 25 ese mismo mes a Irvine, lamentando que éste en su carta del 26 las haya rechazado. Por enésima vez, expone las razones de Venezuela, pero ahora dice tajante que dadas las circunstancias se ve obligado "a resolver de una vez la cuestión".

Esta situación conlleva una carta de Irvine de 1° de octubre en la que éste da por finalizado el debate por el tema de las goletas, juzgando que Venezuela actuó ilegalmente. Bolívar contesta el día 7 sin dejar pasar la oportunidad de decirle que se va a desentender del penúltimo párrafo de su carta por considerarla "en extremo chocante e injurioso al gobierno de Venezuela" y que para contestarlo sería preciso usar el mismo lenguaje de Irvine "contrario a la modestia y el decoro con que por mi parte he conducido la cuestión".

Le dice que no va a forzarlo a reciprocar los insultos, pero que aunque no lo hará, no va a permitir que Irvine, "ultraje ni desprecie al Gobierno y a los derechos de Venezuela". Finaliza contundente: "Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra todo el mundo entero, si todo el mundo la ofende".

No obstante todo eso, se despide con los usos protocolares de su elevada investidura, el respeto, la decencia y la alta responsabilidad que tiene al regir los destinos de Venezuela y su representación en el escenario internacional. A pesar que Venezuela no había consolidado su independencia y el gobierno aún no tenía autoridad sobre todo el territorio de la república, Bolívar actuó como un avezado Jefe de Estado en términos del manejo de la diplomacia, con honor, dignidad y firmeza, entendiendo la valía de establecer –en ese contexto- sólidas relaciones de amistad con Estados Unidos, sin dejar de salvaguardar los intereses soberanos de la naciente República, sembrando con ello parámetros insoslayables de comportamiento republicano, independiente y soberano en los manejos de la política exterior de la Nación.

Todavía, vuelve a escribir a Irvine el 12 de octubre como respuesta a una nota de éste del 8 del mismo mes. En ella el agente diplomático manifiesta su extrañeza por la respuesta de 7 de octubre del Libertador. Bolívar le dice que así habría sido, si Irvine se hubiera limitado a dar por cerrado el asunto, pero que el tenor de la misma le obligaba a responder para no dar por ciertos ninguno de los argumentos expuestos en la carta y que no son sino la reiteración de los anteriores, refutados uno a uno y en su momento. De esa manera, el Jefe Supremo cerraba toda posibilidad a dejar asuntos abiertos con la posibilidad de ser usados contra la República.

Con esto, Bolívar da por finalizada su comunicación con Irvine, no recibe ni envía ninguna nueva correspondencia al representante del gobierno de Estados Unidos. Lo que había comenzado con grandes augurios y esperanzas 4 meses antes, había resultado un fiasco, ante la desatención de Irvine a la propuesta amistosa y apegada a derecho de Bolívar y el posterior escalamiento del discurso agresivo, incluso amenazante del estadounidense.

Juan Bautista Irvine no regresó de inmediato a su país. Incluso participó como invitado especial en la instalación del Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819. Irvine informó de su misión al Secretario de Estado John Adams, en los que destilaba rencor por su fracaso, tildando a Bolívar de dictador y tirano, así como iluso y quijotesco. El 27 de febrero de 1819, abandonó la ciudad, frustrado por la ruina de su gestión. En su país se consagró a escribir artículos periodísticos en los que calificó a Bolívar de "'general charlatán y político truhán´".

Unos meses después de la partida de Irvine, el gobierno de Estados Unidos envió a Venezuela al Comodoro Oliver H. Perry quien arribó a Angostura el 25 de julio de 1819. Su misión era dar y recibir explicaciones sobre el fracaso de la misión de Irvine.

Bolívar había abandonado Angostura el 23 de mayo en dirección a los llanos occidentales donde habría de reunir a los más destacados jefes del ejército a fin de convencerlos de la necesidad de trasladar las operaciones bélicas a Nueva Granada. La jefatura del gobierno había sido asumida por el vicepresidente Francisco Antonio Zea, quien tuvo una desacertada gestión en el manejo de los asuntos gubernamentales. Perry logró de Zea lo que Irvine no pudo conseguir de Bolívar: la devolución de las goletas Tigre y Libertad en lo que Manuel Alfredo Rodríguez considera el primer revés de la diplomacia venezolana. Según Francisco Pividal cuando el Libertador tuvo conocimiento del hecho, "consideró humillante tal proceder".

El 25 de mayo de 1820, en carta a José Rafael Revenga, ministro de Relaciones Exteriores y de Hacienda, El Libertador le había manifestado con contundencia sus aprehensiones respecto a la política de Estados Unidos. Le dice "Jamás conducta ha sido más infame que la de los americanos con nosotros: ya ven decidida la suerte de las cosas y con protestas y ofertas, quien sabe si falsas, nos quieren lisonjear para intimidar a los españoles y hacerles entrar en sus intereses", y agrega a continuación "Yo no sé lo que deba pensar de esta extraordinaria franqueza con que ahora se muestran los norteamericanos: por una parte dudo, por otra me afirmo en la confianza de que habiendo llegado nuestra causa a su máximo, ya es tiempo de reparar los antiguos agravios (...)

Ya que por su anti-neutralidad la América del Norte nos ha vejado tanto, exijámosle servicios que nos compensen sus humillaciones y fratricidios. Pidamos mucho y mostrémonos circunspectos para valer más o hacernos valer". Seguramente, estaba pensando en su nefasta experiencia con Irvine de dos años atrás.

José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.   
 
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.

lunes, 27 de julio de 2015

Dr. Ricardo León Celaya, para un bardo amigo y hermano, Pedro Quiñonez.



 

PARA PEDRO QUIÑÓNEZ, UN BARDO AMIGO Y HERMANO, QUIÉN NO ESCRIBE COMO ESCRIBE, DE RICARDO LEÓN CELAYA, DESPUES DE LEER SU LIBRO “SUEÑOS Y PALABRAS”.



Pedro, es un hombre y nombre que amo, por su lealtad, valor, pescador de corazones y enseñarnos que “solo la verdad os hará libre”, “Roma será el Centro de las Oraciones” y en el Ludus Magnus,a solicitud de Ligia y Marco Crasso, les unió en matrimonio, diciéndoles; “como en caná, les Bendigo en el nombre de Dios padre, de Jesús el hijo y el Espíritu Santo”. Expresiones que enriquecen nuestras vidas e impiden la carencia del alma. Además, a ese Pedro, lo ama nuestro Jesús. Pero, este Pedro, el Quiñónes, no escribe como escribe, pero si escribe lo que escribe. Lo cual, es muy diferente. Lo primero, es un paisaje de percepción. Lo segundo, es responsabilidad. 

Cuando el Bardo Pedro, me dedicó uno de sus maravillosos monumentos al ingenio, como decía mi San Jerónimo, solo vi, trazos, enrejados como mallas, que mi escaso intelecto no alcanzó a codificar para construir un mensaje escrito. Es decir, no sé lo que Pedro, me dice con su escritura. Pero, si me preocupo, me ofendo, por un escrito de puño y letra de Pedro, lo percibo como un ESPIRITUGLIFO. Es decir, un gráfico proveniente del espíritu, baranda del alma de un hombre bueno, incapaz de hacer daño al prójimo y quién en Soliloquío, me diria; ¡Que importa, Ricardo, si no entiendes lo que te escribo, si además de que todo es bueno, basta con que lo entienda yo, tu tienes que continuar ignorante para perpetuarme como sabio!. Por ello, Pedro, si no sé de palabras. ¿Como saber de sueños?. Pero, leí tu libro y de acuerdo a sus Capítulos; transitando sin respirar, por la soledad de la nostálgica memoria. A tu dama ausente, le arrestaré el pensamiento que le trazó el camino para irse y le apartaré el viento, para pedirle que te deje una huella. En un verso, se Bendice la vida y sobra imagen. En el escenario, no hay oscuridad, por que el brillo de los actores lo impiden. Creo, Pedro, en la hermosa oferta de Nuestro Señor y vivimos en un mundo de luz, para ir a otro de mas luz, porque allí esta él y Nuestros Amados Padres, Familiares y Amigos con la mas hermosas de sus sonrisas y el mas eterno de los abrazos. En solo una voz, es suficiente, y mas si la desperdiciamos, al no entendernos, para caminar por el mundo pobremente anónimos y morir en soledad , sentados al pié de la torre de Babel. Cada día, es solo un a través, hacia cualquier morada.LA INVIDENCIA, se libra de las perversiones del mundo exterior y disfruta su vida, por lo pristino de su luz interior y siempre nos aproxima, al tanteo, como niños, para abrazarnos. Envejecer, regalo del bello tiempo, hermano de Dios, quién con su pasar, inventa un punto en el infinito para convivir en castidad. Llovía, mendicidad para todos, cuando no ocurra, los montes se reirán del llanto de los hombres para asperjar el suelo, porqué con nuestras vilezas, nos comportamos, exactamente contrarios, al ejemplo de Jesús. 

En su memoria, el hermoso pasado-presente del Sabio Agustín, hijo de Mónica, hermano de Erasistrato y admirado de Eusebio Jerónimo. Un lienzo, útil para un mensaje a nadie, a la nada o a ambos. Una promesa, el borde espinoso de una mentira, donde la luz puede correr detrás del tiempo. Un presente, la belleza infinita. Por todos y para todos nuestros amados padres, hijos, nietos, familiares, amigos, amores y los que no están, quienes nunca se han ido por decreto de nuestro corazón y la rúbrica de nuestro eterno amor. Vivencia, lo que escribo, y fluye con una facilidad que me impide conocerme. Es decir, me hace ser lo  que no soy, un reiterado pecador que busca con locura abrazar lo Justo y el Perdón. Sin legado, no me preocupa, soslayo lo material, me hospedo en mi sangre, la palabra y la fé. Regreso, no me interesa, tengo mucho a quienes acompañar y descanso en la seguridad que Dios, en su Benevolencia, me otorgará el privilegio de esperar, a quienes amo, con el mas indescriptible de los gozos.

Bueno, mi Bardo Pedro, he cumplido mi orden de responder a un amigo que me obsequia un libro. En tu obra, no hay letras, eso es solo un símbolo. No hay palabras, eso es solo una armadura. No hay mensaje, sería muy poco y común. Lo que encuentro, es una insondable filosofía, muy poco común en los comunes e inexistente en los cualquiera. Conseguí el  rutilante brillo de la sabiduría, habitando en un hombre humilde, leal, de servicio y Apóstol de la Medicina, como yo. Pedro, la única manera que se me ocurre para despedirme, es rogarte que me ubiques caminando, siempre jubiloso por alguna de las calles de mi hermoso pueblo de San Jerónimo de Guayabal, Estado Guárico, y de repente, al doblar la esquina de la Casa Vieja Leonera, hospedaje de mis Amados Padres Familiares y Querencias, me encuentro frente a ti y ensayo de inmediato la inclinación, la reverencia y deposito al suelo mi rodilla derecha, mientras con la mano izquierda, desencumbro mi sombrero de cogollo para colocarlo delante de mi pecho y decirte, ¡BENDICIÓN PEDRO! ese soy yo.







Dr. Ricardo León Celaya

San Jerónimo de Guayabal, 12 de junio de 2015

martes, 21 de julio de 2015

Hablando de...El lenguaje diplomático.


Muchas veces no se trata de la diplomacia de salón sino de aquella técnica que, al decir de Nicolson, se transforma en “ese cauteloso hablar quedándose por debajo de la realidad que capacita a los diplomáticos y ministros para decirse entre sí cosas punzantes sin ser por ello provocativos ni descorteses”.

En este sentido, la necesidad de mantener siempre el tacto y la mesura, aun en situaciones críticas y de siempre dejar abiertos los cauces para las negociaciones y la solución política de cualquier asunto, da como resultado la existencia de una técnica, donde los modismos afables y amigables, pueden incluso contener serias advertencias.

Un ejemplo demuestra que cuando se dice que un Embajador “ha sido llamado a consultas” generalmente significa que se le llama para bajar el nivel de las relaciones entre dos países y para darle instrucciones precisas frente a tal hecho, aunque esas llamadas pueden prorrogarse durante largos períodos, durante los cuales la Misión Diplomática queda a cargo de un funcionario de menor rango o queda simplemente acéfala.

Este lenguaje tiene una utilidad clara, pues sirve para evitar la complicación innecesaria de negociaciones diplomáticas o el escalamiento de un conflicto que enerva más a las partes así como permite brindar un mensaje objetivo a la opinión pública evitando caer en una situación alarmista.

En definitiva, los diplomáticos deben ser profesionales que conozcan todas las técnicas que facilitan la paz y el diálogo, donde al decir de Maurois sepan decir las cosas difíciles o penosas de una manera estratégica y agradable.

Es vital que las pasiones se alejen para que afloren los intereses, pues de las primeras es muy difícil una transacción, más aún cuando un resentimiento producido por una palabra inadecuada ha causado más guerras que las rivalidades económicas.

A través de la diplomacia se tratan los asuntos entre los países, desde los rutinarios hasta los más espinosos. Si el lenguaje de estos tratos fuera el común de la población, muchas platicas entre diplomáticos terminarían con los puños.

El lenguaje elegante colabora a la mejora de las relaciones entra países, o por lo menos a no empeorarlas.

No es sorprendente pues que mucho del lenguaje diplomático venga del francés y del latín. Suena bien y sobre todo evita reacciones negativas en quien lo escucha.

Por ejemplo, si un diplomático dice esto es un casus belli causará una impresión favorable llena de finura, gracia y distinción. De acuerdo, se trata de una práctica declaración de guerra, pero nadie se podrá quejar que esa guerra ha tenido un comiendo delicado, lleno de garbo y desenvoltura.

La llegada de la valisse es todo un acontecimiento en una embajada. No otra cosa que una o más valijas que tienen garantía de inviolabilidad por parte del país donde se encuentra la embajada, es decir, nadie la abre en la aduana.

Desde luego, la valisse se utiliza para llevar y traer correspondencia entre embajadas y sus países, lo que demuestra la falta de confianza de los gobiernos en sus propios servicios de correo. La valisse es muy apreciada pues permite el fácil acceso personal de la embajada a productos de origen del país.

Si alguien dice esto es un caso foederis hay que ponerse a temblar. Quiere decir que ese país va a llamar a sus amigos para que le ayuden contra cierta nación. Cuando un embajador se va de vacaciones, o por alguna otra razón se ausenta de su puesto dejando miles de asuntos pendientes, el pobre tipo que los sustituye recibe el nombre de chargé d’affaires. Lo bonito del título compensa lo pesado del trabajo.

La vida del diplomático está llena de actos sociales, menos de las que uno se imagina y más de los recomendables para la salud. En estos actos sociales cobra especial importancia el placement, o sea, el arte de colocar a las personas alrededor de una mesa de manera que todos estén a gusto y rodeados de gente con la que simpatizan. Se trata de que todos pasen el tiempo agradablemente. El placement es complicado dada la cantidad de países que ya tiene el mundo y el hecho de que no puede ignorarse a ninguna nación por pequeña que sea.

Unos de los ejemplos más clásicos del lenguaje diplomático se da más o menos frecuentemente cuando algún gobierno declara algún diplomático persona non grata. En realidad eso significa “no lo queremos aquí, váyase a su país inmediatamente”. Suena muy bien y halaga a los otros diplomáticos pues le está diciendo que ellos son persona grata.

En la política interna de un país está permitido utilizar frases que parecen grosera y vulgares si se compara con las de la diplomacia internacional. Un político habla duro a sus paisanos y suave a los extranjeros. Supóngase el caso hipotético de un país que poco a poco va enojándose con otro.

Ese país utilizará el lenguaje diplomático para manifestar su posición sin alarmar a nadie innecesariamente. Las etapas de una escalada de enojo son variables, sin embargo para propósitos didácticos pueden distinguirse ocho:

1. “Mi gobierno no puede permanecer indiferente” es la primera manifestación de que algo anda mal. Equivale a decir algo como “ándate con cuidado porque este asunto es importante para nosotros y vamos a hacer algo al respecto”.

2. “Mi gobierno percibe con preocupación” es una advertencia más fuerte aunque todavía no hay nada firma al respecto. Es una forma de decir “voy a tomar una decisión que no te va a gustar”.

3. “Mi gobierno se ve obligado a reconsiderar la posición” equivale a decir “hasta ahora si no fuimos amigos por lo menos nos tolerábamos, a la siguiente que hagas va haber enemistad”.

4. “Mi gobierno se siente obligado a formular expresamente sus reservas” significa un claro “cuidado por que no voy a permitirlo”.

5. “Mi gobierno se ve obligado a considerar sus propios intereses” es una advertencia que puede sonar bien en un periódico, pero para el que entiende el lenguaje diplomático quiere decir que el asunto va muy mal. Significa “voy a romper relaciones contigo”.

6. “Mi gobierno lo considerara como un acto no amigable” representa una etapa muy avanzada del conflicto. Equivale a decir “te estoy amenazando y va en serio”.

7. “Mi gobierno no puede hacerse responsable de las consecuencias” es igual a decir “un paso más y nos vamos a dar de golpes, te lo advertí antes y nunca me hiciste caso”. Sin embargo, ¡que elegancia y que caballerosidad hay en esa expresión!

8. En la última etapa hay un ultimátum, “o haces esto, o es la guerra”. En lenguaje diplomático se puede decir “Mi gobierno tendrá bien en esperar su amable respuesta no después del 15 a las 5:30 de la tarde, hora local”.



José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.   
 
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.

sábado, 18 de julio de 2015

Hablando de... La masonería y la homosexualidad.


En la Masonería, en este como en muchos otros temas que conciernen a los derechos humanos de las minorías las reflexiones filosóficas sobre el sentido, los alcances y la extensión del lema conceptual de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, que enorgullece a los Masones desde hace tres siglos, están adquiriendo contenidos imprevistos.

Sucedió en una Logia masculina de París que en el mes de marzo del año 2005 un Hermano Masón activo notificó al Taller que un tratamiento hormonal y una cirugía mayor lo habían cambiado de hombre a mujer, y que una cirugía facial de feminización había culminado la innovación. El problema surgió por que las leyes de Francia penalizan fuertemente la discriminación de género y la República Francesa reconoció a la nueva Hermana como mujer y, en consecuencia ella pidió a las autoridades del Gran Oriente de Francia que la reconocieran como Masona y no como Masón. En principio le sugirieron que se afiliara a una Obediencia mixta o femenina.

A principios del año 2010, presionado por la situación, el Gran Maestro le concedió la calidad oficial de Masona del Gran Oriente de Francia bajo la explicación de que su caso no constituía una Iniciación ni una afiliación de una mujer, que era lo que estaba prohibido. Finalmente, cuando el Convento (Asamblea General) del Gran Oriente de Francia aprobó la Iniciación y afiliación de mujeres y Masonas el 5 de septiembre del año 2010, la Logia a la que pertenece esta Hermana la eligió el 9 de ese mismo mes y año como su Venerable Maestra.

De acuerdo con datos científicos, por lo menos el 5% de la totalidad de los hombres y mujeres se desarrollan como homosexuales, y buscarán parejas de su mismo sexo, a pesar de que ellos mismos tendrán una identidad de género como hombres o mujeres respectivamente, al igual que los heterosexuales. Sobre una población total de 6.500 millones de habitantes en la tierra, estamos hablando de un mínimo de 325 millones de homosexuales en el mundo, y si se mantiene la proporción al interior de la Orden sobre una base mundial de de 4 o 5 millones de Masones, el numero de homosexuales en ella debe estar entre 200.000 y 250.000.

Sobre esta base demográfica y cuando la discusión sobre la presencia de la mujer en las Logias en igualdad de condiciones con los hombres parecía difícil de conciliar para muchas Grandes Logias masculinas, el día 9 de septiembre del año 2006 la Agencia France Press (AFP) anunciaba a todos sus abonados en el mundo entero la celebración por parte de la Gran Logia Femenina de Francia (GLFF) de una  ”Ceremonia Solemne de Reconocimiento Conyugal” de una pareja de lesbianas, en la que la Masona, profesora de unos sesenta de años de edad , manifestaba a la agencia noticiosa que “Hacemos esto porque este gesto tiene alcance político, para aproximarnos a la igualdad de los derechos, sin ninguna exclusiva” añadiendo a continuación que “No hay persecución o exclusión en la GLFF, pero no hay posición al respecto y nuestra idea busca que la pareja homosexual sea normalizada”.

A la ceremonia asistieron una gran cantidad de Masones y Masonas de otras Grandes Logias y Grandes Orientes que con su presencia ratificaron un contenido más incluyente que el tradicional para la libertad y el respecto a las diferencias.

Aunque la noticia sorprendió por lo novedoso del tema, colocó sobre el tapete el viejo tabú de la Orden de la existencia de homosexuales de ambos sexos en sus columnas. Ya desde hacía un año y motivada por múltiples discusiones al respecto, la misma GLFF había aprobado una reforma constitucional para que las parejas de lesbianas pudieran participar en estas clases de ceremonias sin ningún problema. La verdad es que siempre han existido Masones homosexuales.

La Orden comúnmente se enorgullece en público de la calidad de Masón de Federico II, Rey de Prusia, a quien se le atribuye la redacción de las Grandes Constituciones por las que se rige el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, a pesar de su inocultable conducta homosexual. Igualmente, se honran los Masones de haber contado en sus filas a homosexuales de la talla de Leonardo da Vinci y Oscar Wilde, entre muchos otros. Sin contar, con que en cada Gran Logia se sostiene en voz baja la calidad de gay de algunos de sus miembros.

Pero es en Francia en donde la Masonería ha llevado más lejos la tolerancia frente a los gays y las lesbianas. Allí existe desde hace varios años una asociación denominada “Los Hijos de Cambaceres “ (Les Enfants de Cambacérès) integrada por homosexuales de ambos géneros que pertenecen a diferentes Grandes Logias, la cual honra la memoria del Masón homosexual Jean Jacques Regis de Cambacérès, (1753 – 1824), Duque de Parma, Archiduque del Imperio, segundo cónsul de la República francesa, después del 18 de brumario, de 1799 a 1804, miembro de la Academia de Francia, jurisconsulto destacado y de los autores principales del Código Civil Napoleónico al cual además le redactó el prólogo.Jean Jacques Regis de Cambacérès, en su vida Masónica desempeñó la dignidad de Gran Maestro Adjunto del Gran Oriente de Francia desde 1806 hasta 1815, periodo en el cual se crearon 1.200 Logias bajo su influencia, y además fue miembro activo del Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

“Después de varios años, un grupo de Masones ha buscado un lugar para que, en plena libertad de expresión, puedan abordar un tema que toca sus propias vidas privadas y que no pueden expresar sin dificultad en sus respectivas Logias: el homosexualismo.”

También existe en Francia la asociación de Masones gays y lesbianas de diferentes Grandes Logias denominada “Fraternite Arc en Ciel” (Fraternidad Arco Iris) creada en el mes de mayo de 2003 y registrada legalmente en la Prefectura de Montpeliers. Su dirección en internet es: http://fratec.free.fr/presentation.htm

Visto lo anterior, es claro que al amparo de las nuevas tecnologías de comunicación, el tema de los Masones homosexuales se salió del closet.

Fuente: Ivan Herrera Michel.

 Celta.·.

domingo, 12 de julio de 2015

Hablando de...Pablo Neruda, entre la diplomacia y la literatura.



      
Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, nombre auténtico de Pablo Neruda, seudónimo que utilizó por primera vez en 1920 y adoptó desde 1946, nació el 12 de julio de 1904 en Parral, Chile, pero se crió en la localidad de Temuco, entre «la poesía y la lluvia», como diría en sus memorias.

 Es interesante observar cómo su carrera literaria fue paralela a su actividad diplomática, siendo la primera causa de la segunda. Entre 1923 y 1924 publica sus primeros libros de poesía (Crepusculario, Veinte poemas de amor y una canción desesperada), mientras que en 1927 es designado como cónsul en Rangún (Birmania), y al año siguiente en Colombo (Ceilán). La publicación de los libros le proporcionó cierto prestigio, que facilitó su ingreso a la vida diplomática, gracias a que un amigo influyente intercedió en su favor luego de dos años de golpear la puerta del Ministerio de Relaciones Exteriores. Neruda relata esos momentos de espera, tras largas conversaciones con el encargado de la dirección consular: "Aunque yo carecía de dinero para comer, salía a la calle esa noche respirando como un ministro consejero".

 Fueron años de poco trabajo como funcionario consular, pues se limitaba a legalizar documentos de embarques comerciales transportados desde la India a Chile, así como reducida actividad social, aunque le proporcionó la oportunidad de conocer en Calcuta a Gandhi y seguramente dedicar muchas horas a la poesía, fruto de lo cual es Residencia en la tierra. Sin embargo, en su autobiografía se denota cierto desencanto; Neruda aclara que el Oriente no influyó en su escritura en lo temático o estilístico, sólo como marco o escenario. "No creo, pues, que mi poesía de entonces haya reflejado otra cosa que la soledad de un forastero trasplantado a un mundo violento y extraño".

 En 1930 es trasladado a Batavia (Java); se publican nuevos poemas y contrae matrimonio. En 1933 es nombrado en Buenos Aires para ejercer funciones consulares; tiene la oportunidad de conocer a Federico García Lorca, lo que se constituye en su primer contacto con un país que lo marcaría como hombre y creador, España. Con García Lorca realiza un homenaje al gran Rubén Darío, mediante un texto escrito a dos manos y leído a dos voces, un discurso al alimón, metáfora de esa peligrosa suerte en la cual dos toreros comparten muleta.

 El año de 1934  marca un cambio en su destino como diplomático y poeta. Es designado en Barcelona como cónsul mientras su amiga Gabriela Mistral ejerce el mismo cargo en Madrid; Neruda desde su llegada se siente enamorado y bien correspondido del entorno español, que le reconoce como vate. Aunque en Barcelona se siente a gusto con su jefe, Tulio Maqueira, cónsul general, los números le atormentan, mientras en Madrid le esperan las letras. "Descubrió rápidamente don Tulio Maqueira que yo restaba y multiplicaba con grandes tropiezos, y que no sabía dividir (nunca he podido aprenderlo). Entonces me dijo: —Pablo, usted debe vivir en Madrid. Allá está la poesía".

 En efecto, en 1939 debe reemplazar a Mistral en sus labores en Madrid, debido a unas opiniones de la poeta contrarias al proceso de conquista español, lo que provoca su traslado. Neruda establece contacto y amistad con los poetas de la llamada Generación del 27. Sin embargo, los acontecimientos terribles de la Guerra Civil, particularmente el asesinato de García Lorca, inducen a Neruda a tomar partido a favor de la República en desprecio de los militares levantados, provocando una destitución disfrazada de supresión del cargo en 1936. De regreso en Chile, publicaría España en el corazón e inicia una serie de acciones a favor de los republicanos españoles, que lo llevaría a desempeñar su más entrañable cargo diplomático.

 A pesar de estar recién operado y enyesado de una pierna, acepta gustoso el nombramiento en 1939 en París como "cónsul para la emigración española"; la comisión no podía ser más explícita, Neruda se encargaría en cuerpo y alma a adelantar gestiones para que cientos de españoles puedan emigrar a Chile, lo que más allá de simpatías políticas significó salvar las vidas de familias enteras. "Eran pescadores, campesinos, obreros, intelectuales, una muestra de la fuerza, del heroísmo y del trabajo. Mi poesía en su lucha había logrado encontrarles patria. Y me sentí orgulloso".

 La mejor recompensa de Neruda fue saberse defensor de la dignidad humana; quienes hemos pasado por la experiencia consular sabemos que se trata de una actividad en ocasiones ingrata, que poco se reconoce, y cuyas satisfacciones son de orden espiritual, luego de ayudar a otro ser humano en dificultades. Sin duda, aparte de esta loable acción, Neruda siempre cumplió con sus deberes consulares; él mismo había sido víctima en su viaje a Oriente de aquellos funcionarios poseídos por un poder inexistente, quienes no reconocen que son servidores públicos: "Brindamos muchas veces en honor de todos los viajeros desdichados desatendidos por los cónsules perversos que andan desparramados por el mundo".

 Después de tan noble actuación, Neruda es nombrado cónsul de Chile en México en 1940, un México "florido y espinudo". Allí se relacionaría con otros artistas comprometidos ideológicamente como Diego Rivera. Como era su costumbre, conoció el país en sus escenarios más puros y entrañables, donde el pueblo desarrolla su vida cotidiana. "Lo recorrí por años enteros de mercado a mercado. Porque México está en los mercados".

Vendrían entonces los años de la militancia política, su designación como senador de la República, las persecuciones que lo convertirían en exiliado, como aquellos a quienes protegió, pero al mismo tiempo su consolidación como poeta, siendo reconocido en altos centros académicos y literarios del mundo entero, que no hacían distingos de posiciones políticas. El seudónimo Pablo Neruda se convierte, mediante acto debidamente notariado, en nombre legal. En su actividad pública llegó a ser candidato a la presidencia de Chile, declinando finalmente a favor de su amigo Salvador Allende, quien luego lo designaría embajador en Francia en 1971.

De esta manera, Neruda llegó al máximo cargo al que aspira cualquier diplomático, y así como paralelamente se habían mezclado sus actividades literarias y diplomáticas, en el mismo año de su consagración en el servicio exterior se le otorgó el mayor reconocimiento a su quehacer poético, el premio Nobel. Sobre este último acontecimiento no hay nada que agregar. En cuanto al cargo de embajador, no fue del todo fácil, existía la resistencia de quienes consideran que los altos nombramientos diplomáticos deben ser otorgados a apellidos de tradición y linaje. "Tal vez los viejos embajadores se estaban vengando de un arribista que llegaba a suplantarlos sin méritos burocráticos ni timbres genealógicos". Para fortuna del señor embajador, fue nombrado como consejero de la Embajada otro buen funcionario con vocación literaria, "diplomático de carrera y escritor de relieve. Se trataba de Jorge Edwards".

Como es de conocimiento general, en 1973 el poeta y diplomático Pablo Neruda moriría en su refugio personal en Isla Negra donde, cuentan, había mandado instalar un techo de zinc para escuchar claramente las gotas de lluvia al caer, sonido que lo transportaba a su infancia. Se encontraba también en medio de la oscura tormenta que representó el golpe militar, el cual lo reconocía como enemigo y posible blanco de sus ataques. De esta manera terminará el itinerario vital de Neruda, a quien la posteridad le reconocerá como uno de los mejores embajadores del país de las letras para los hombres del futuro.


José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.   
Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, capitulo Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.