sábado, 31 de mayo de 2014

En el año del Greco...El Expolio de El Greco.

El Expolio de El Greco.

El Expolio del Greco Catedral de Toledo.jpg
El Expolio es un cuadro pintado por El Greco (Domenikos Theotokopoulos, 1541-1614) para la Sacristía de la Catedral de Toledo. Es un Óleo sobre lienzo y mide 285 centímetros de alto y 173 cm de ancho, fue realizado entre los años 1577 y 1579 y se conserva todavía en la Sacristía de la Catedral de Toledo, España

En 2013 fue restaurado en los talleres del Museo del Prado, quedando expuesto en la pinacoteca madrileña hasta su devolución a la Catedral de Toledo, que se producirá cuando concluyan las obras de acondicionamiento de su sacristía para la celebración del cuarto centenario del fallecimiento del artista.1

Según Cossío, este cuadro es el más poético y de expresión más elevada del artista, suponiendo un momento cumbre de su producción.2 Para Gudiol es una de las mejores obras del pintor y obra capital en la historia de la pintura europea.3
 
 Su historia
 
El cabildo de la catedral de Toledo debió de encargar al Greco la realización del Expolio el 2 de julio de 1576 pues existe un documento que en esa fecha recibió 400 reales de adelanto a cuenta del cuadro.2 Se trata del primer documento que acredita la presencia del pintor en Toledo.4 Se trata de los primeros trabajos en Toledo, junto a las pinturas del retablo de Santo Domingo el Antiguo, recién llegado de Italia.5
El cuadro situado en la Sacristía de la catedral de Toledo.

El motivo del cuadro encargado por el cabildo, El Expolio, es el momento inicial de la Pasión en el que Jesús es despojado de sus ropas. El pintor se inspiró en un texto de san Buenaventura y la composición que ideó no satisfizo al cabildo. En la parte inferior izquierda colocó a la Virgen, María Magdalena y María Cleofás, mientras que en la parte superior por encima de la cabeza de Cristo situó a gran parte del grupo que lo escoltaba. Las tres Marías no constan en los evangelios canónicos como presentes en ese momento ni tampoco en el evangelio apócrifo de Nicodemo, el único que relata el Expolio. En cuanto al realce jerárquico de los acompañantes por encima de Cristo, el Greco se inspiró en iconografías antiguas bizantinas como el prendimiento de Cristo o el beso de Judas, donde es habitual en esos iconos que la muchedumbre rodee a Jesús por la parte superior. El cabildo no aceptó esta composición, consideró que eran impropiedades que oscurecían la historia y desvalorizaban a Cristo6

Este fue el motivo del primer pleito que el pintor tuvo en España, después vendrían otros que se sucedieron a lo largo de su vida por desavenencias sobre los cuadros con sus clientes. El 14 de septiembre de 1579 reclamó el pago del cuadro alegando que era extranjero y no disponía de bienes en Toledo. El cuadro no acabó de pagarse hasta el 8 de diciembre de 1581.4 En el pleito los tasadores nombrados por el Greco, Baltasar de Castro, pintor, y Martínez de Castañeda, escultor, manifestaron sobre el lienzo que la estimación es tan grande que no tiene precio... pero que atendiendo a la miseria de los tiempos... se puede pagar 900 ducados.3

La cantidad solicitada era desmesurada, pero los tasadores representantes del cabildo presentaron una valoración muy baja, ofreciendo solamente 228 ducados, alegando las incorreccciones de las cabezas sobrepasando la de Cristo y las tres Marías que no se mencionan en los Evangelios. La falta de acuerdo llevó a convocar un árbitro decisorio, que manifestó que el cuadro era uno de los mejores que había visto y lo valoró en 318 ducados. Sobre los problemas iconográficos dijo estar poco preparado para solventarlos y delegó en la autoridad eclésiastica. El pintor acabó recibiendo como pago 350 ducados pero no tuvo que cambiar las figuras que habían generado el conflicto.7

Parece ser que durante el pleito, El Greco estaba dispuesto a prescindir de las tres Marías, pero finalmante pudieron ser mantenidas, favoreciendo la estética de la composición pues subrayan el movimiento ascensional del cuadro.4

La fama que le proporcionó este cuadro y los de Santo Domingo el Antiguo le llevaron a establecerse definitivamente en Toledo.

Análisis de la obra

Detalle del cuadro
La obra está firmada sobre una hoja de papel que aparece abajo a la izquierda, en caracteres griegos minúsculos: “Doménikos Theoto [Kópulos]Krès Ep[oíei]”.

El momento del expolio no era un tema frecuente en aquella época en el arte occidental. En la composición representa a Cristo en el centro, mirando al cielo con una expresión de serenidad, vestido con una túnica de color rojo intenso que domina el resto de la composición; y a su alrededor, una masa de figuras dispuestas a desnudarlo para comenzar la Pasión. Tanto el modelado de las figuras como el cromatismo provienen de su época veneciana.8

La idealizada figura de Jesucristo destaca vigorosamente del resto y parece ajena al gentío violento que lo rodea. Una figura en la parte trasera con un sombrero rojo apunta acusadoramente a Cristo, mientras otros dos discuten sobre sus vestiduras. Otro hombre vestido de verde a la izquierda de Cristo lo sujeta con una cuerda y va a proceder a desnudarlo para su crucifixión. Mientras otro vestido de amarillo en la parte inferior derecha se inclina hacia la cruz y perfora un agujero para facilitar la inserción de un clavo que atravesará los pies de Cristo. El rostro melancólico del Salvador queda violentamente yuxtapuesto a las figuras de sus ejecutores, que se amontonan en torno a él, creando una impresión de desorden con sus movimientos, gestos, picas y lanzas.9 En la parte inferior izquierda aparecen las tres Marías contemplando la escena con angustia.

La figura preparando la Cruz podría derivar de una figura similar inclinada hacia delante en un tapiz de Rafael y un cartón de la Milagrosa captura de peces, que podría haber conocido durante su estancia romana.

Cossío en su célebre libro sobre El Greco realizó el siguiente análisis sobre este cuadro:

Detalle: las tres Marías miran con melancolía como un hombre, pintado en atrevido escorzo, barrena la cruz para clavar los pies de Cristo. El pie blanco de Jesús que será clavado se representa en medio estableciendo un fuerte vínculo.
 
El Greco debía representar a Cristo, no como Dios, sino como hombre y víctima inocente de las pasiones humanas. Aunque esto enlazaba con otras composiciones pintadas en Italia, aquí concentró todos los elementos, principales y secundarios, dispersos en sus cuadros anteriores, en una sola acción alrededor del protagonista. Lo rodea un grupo apretado de cabezas duras y sombrías, cada una con personalidad propia, que sirven de fondo al claro e inocente rostro de Cristo. Todavía introduce dos episodios diferentes según la tradición veneciana, pero no como antes, dispersos en otros escenarios del cuadro como plazas y pórticos, sino pegados a Cristo y cerrando la escena inferiormente. Se trata del hombre que prepara la cruz y enfrente las tres Marías que con tristeza lo observan. Y a tal extremo llevó la concentración de la acción que el Cabildo pretendió con argumentos teológicos que el pintor modificara el cuadro.10
 
Aunque muchas figuras del cuadro tienen un gran atractivo, la unidad de composición es tan perfecta que todo el interés lo absorbe la figura de Cristo. El maestro supo crear este efecto con grandísima destreza, estableciendo una composición en círculo alrededor de Jesús. Las masas no están como en cuadros anteriores solamente a derecha e izquierda, se encuentran también al fondo para que sobre ellas se destaque el protagonista, lo perfilan por todos los lados, incluso en el primer plano en la parte inferior para cerrar completamente la escena. Se muestra todo el contorno de Jesús que ocupa en centro del grupo que lo rodea, adquiriendo por contraste un gran relieve.10
 
Todo lo que no es el protagonista se encuentra oscurecido y rebajado mientras que Cristo se ilumina y destaca. El artista lo consigue mediante el colorido y el claroscuro. Así el rostro iluminado de Cristo y su túnica roja forman un contraste muy fuerte con las oscuros rostros de los acompañantes y con la entonación gris que domina el fondo del cuadro, en la misma línea de grises que la armadura del caballero a la derecha de Jesús.10
 
La escena representada es únicamente humana. Hombres y mujeres llenan todo el espacio. La naturaleza solo aparece en una porción de cielo nuboso y algo de tierra bajo el pie de Cristo.10
Señaló que Justi encontraba en este cuadro reminiscencias bizantinas: en la posición frontal de la escena, en la simetría con que están dispuestos los personajes y en la concentración de la multitud.10


El Cabildo de la catedral que había encargado el cuadro encontró teológicamente injustificable que las cabezas de la escolta sobrepasasen la de Cristo. El Greco se había inspirado en iconos bizantinos en temas como el beso de Judas o el prendimiento de Jesús donde la multitud rodea a Cristo superiormente. El contraste estético entre la quietud y melancolía del rostro del Salvador y los sombríos rostros que lo rodean es asombroso.

Fuente: Wikipedia

La Catedral de Toledo reabre la sacristía con la restauración de «El Expolio»

La Catedral Primada de Toledo ha reabierto hoy al público su sacristía tras la remodelación de este espacio, en el que el protagonista es el recién restaurado cuadro "El Expolio", de El Greco, de quien este año se conmemoran los cuatrocientos años de su fallecimiento. El arzobispo de la Catedral de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, ha destacado durante el discurso inaugural de este espacio museístico y religioso, que se ha celebrado con el Transparente del templo como fondo, que la restauración de la sacristía y sus obras artísticas "era un ambicioso proyecto que ha llegado a término felizmente".

De este modo, ha resaltado que se ha realizado una "labor extraordinaria" en un proceso de rehabilitación y restauración no solo de "El Expolio" de El Greco, sino también del resto de lienzos, pinturas al fresco y elementos de orfebrería que han dado como resultado "una gran pinacoteca, aunque siempre sacristía", con salas temáticas dedicadas, entre otros, a la virgen María y San Juan Bautista y a Jesucristo.

Dómenicos Theotocópuli pintó "El Expolio" en la misma sacristía donde se expone, en 1587, por encargo del Cabildo catedralicio, y antes de mostrarse durante dos meses en Madrid, el cuadro fue restaurado en los talleres del Museo del Prado a petición del Cabildo.

Con el nuevo discurso museístico, el recorrido comienza en la antesacristía, donde se pueden contemplar, entre otros, dos lienzos de San Pedro y San Pablo y que da paso a la Sacristía Mayor, presidida por "El Expolio" y está rodeado por la serie del Apostolado de El Greco, al que también acompañan otras pinturas de este mismo pintor y de Francisco de Goya.

En el centro de la sacristía se ha situado una alegórica obra de orfebrería en plata de Lorenzo Vaccaro, que representa los continentes de Europa, África, América y Asia.

En esta restauración también se han tenido en cuenta los frescos de la bóveda de la sacristía, obra de Luca Giordano, que representa la Descensión de la Virgen para imponer la casulla a San Ildefonso, patrón de Toledo.

La siguiente sala para el visitante es la Sacristía del Arzobispo, donde se pueden contemplar obras de Velázquez, Tiziano, Tristán y Juan de Borgoña.

El recorrido continúa por la sala de la Virgen María y San Juan Bautista y finaliza con la reservada a Jesucristo, entre las que se reparten lienzos de Caravaggio, Van Dyck, Rafael o Tristán, con el gran lienzo de la crucifixión.

El arzobispo de Toledo ha recordado que las catedrales se concibieron como "una catequesis de la fe católica" y ha aseverado que esta, que además es Primada de España, "ayuda a vivir la fe católica en la experiencia estética de sus visitantes", por lo que el deber del Cabildo Catedralicio es "conservar este patrimonio, para otorgar al presente y futuro la contemplación de un legado tan preciado".

La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha subrayado que las catedrales se idearon con la finalidad de que fueran "una biblia en piedra", algo que pasa especialmente en la de Toledo, que además "traspasa los límites de la creatividad y la lleva más allá", gracias sobre todo a las obras de artistas como El Greco.

Con la reapertura de la sacristía y la restauración de "El Expolio", Cospedal ha valorado que hoy se vuelve a mostrar "una de sus mayores obras, bellísima y espléndida", con un valor "tan grande que no se puede poner precio".

También el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha valorado la labor de "restauración impecable" realizada tanto en la sacristía como en una de las obras más emblemáticas del pintor cretense, un artista con el que Toledo "ha decidido identificarse, con su genialidad y con la cultura".


 
Fuente; http://ciudaddelastresculturastoledo.blogspot.com/2014/01/el-expolio-de-el-greco.html

THE FREEMASONS HALL: EL GRAN TEMPLO DE LA GRAN LOGIA UNIDA DE INGLATERRA EN LONDRES.

The Freemasons Hall es una de las visitas obligadas para cualquier masón que se acerque por Londres.

Situado en Great Queen St, a 5 minutos de la parada de metro de Covent Garden, el edificio ofrece al visitante uno de los museos sobre la Orden más completos e interesantes. Un Hermano gibraltareño suele hacer las labores de anfitrión para todos aquellos QQ.·. HH.·. 

Aca les dejamos un video de la visita guiada a través de La Gran logia de Inglaterra.



miércoles, 28 de mayo de 2014

Hablando de historia...Boletín del Ejército Libertador de Venezuela. N° 50.



A continuación les dejamos el boletin de guerra Nº 50, donde se relatan las actuaciones militares previas a la Primera Batalla de Carabobo, ocurrida el 28 de Mayo de 1.814.

A continuación los hechos...

Los oficiales que tuvieron el honor de ser heridos durante los días que estuvo sitiada esta plaza, y de que ofrecimos instruir al públi­co en el anterior Boletín, son los Capitanes Rafael Sanz [1] (que ha muerto ya), y Cirilo Rodríguez [2]; los Tenientes José Serrano, Fran­cisco Abren [3], Patricio Peña, y Carlos Monagas; los Subtenientes Laureano García, Carlos Chaves, y Fernando Figueredo [4]; el tam­bor mayor general Pauela; y el oficial de rentas de Guanare, Clau­dio Chirinos.

Los que merecen una recomendación distinguida son, en primer lugar el Coronel Juan Escalona [5], que tanto contribuyó al buen su­ceso de la defensa; y que por su infatigable actividad proporcionó en un todo el almacén de víveres, y como segundo Jefe de la plaza, llenó perfectamente su deber.

La conducta valerosa del Teniente Coronel Taborda [6] le hace digno de consideración, como a todo el cuerpo de la artillería, y en especial al Subteniente Sosa que mandaba el cuarto ángulo.

El Capitán Espinosa, de caballería, en varias salidas que efectuó de la plaza con sus carabineros, hizo prodigios de valor, el Capitán Izaguirre, con toda su compañía, el Capitán Rosales, del Vencedor de Araure, el Teniente Peña, del mismo, el Teniente Campuzano, el Subteniente Pío, del de Valencia, el Subteniente Hidalgo, del 5° de la Unión, el Subteniente Lecuna, del Vencedor de Araure, y el Sar­gento primero Reyes González, de la Brigada de Caracas.

El 1° de este mes la escuadrilla combinada, a las órdenes del Comandante Lefevre, atacó a la española; y después de un comba­te de dos horas, tuvo que dejar de perseguirla por falta de muni­ciones. Ha ido a proveerse a Ocumare, de donde habrá hecho la vela otra vez para Borburata.

Ayer al amanecer se vio retirar precipitadamente de Tocuyito al ejército español mandado por Ceballos [7]. En consecuencia de este movimiento, se nos han pasado muchos de sus soldados, y al­gunos respetables Sacerdotes que mantenían como presos, en el último estado de miseria; y unánimemente aseguran que esta ope­ración del enemigo ha sido causada por haber ocupado nuestras tropas de Quíbor, a Barquisimeto, y haberse acercado a San Carlos, a cuya plaza habían intimado la rendición. En el mismo día salie­ron en el alcance de los que se retiran, las bravas Divisiones del Oriente y la nuestra que defendió a San Mateo, todas a las órde­nes del General Mariño [8].

Las noticias incontestables que se tienen de Boves [9], son de ha­ber salvado al fin, solamente cien hombres de infantería, y menos aún de caballería. El, y sus compañeros de fuga, han marchado por Cañuto, sin duda para Calabozo, y no pararán hasta San Fer­nando de Apure, donde irán también muy pronto nuestras tropas vencedoras a castigar su obstinación.

Se asegura también que la capital de Barinas ha sido reocupada por las armas de la República.

Cuartel General de Valencia, abril 12 de 1814. - 4° y 2°.

Por el Mayor General,
ANTONIO MUÑOZ TEBAR.
Secretario de Guerra.

* De un impreso de época coetánea. En la “Gazeta de Caracas”, N° 59 correspondiente al lunes 18 de abril de 1814, se inserta el texto de este documento cuyo original manuscrito no ha podido examinar la Comisión Editora.

Notas

[1] Consta que el 9 de octubre de 1811 el Poder Ejecutivo de Vene­zuela le había conferido "al paisano Don Rafael Sanz" el empleo de Sub­teniente graduado de Ejército.

[2] En septiembre de 1810 era Subteniente de bandera en el Batallón de Pardos de Aragua.

[3] Así se lee en la Gazeta. ¿No será una errata, por "Abreu"?

[4] No parece que deba tratarse del más tarde Coronel Fernando Figueredo (San Carlos, Cojedes, 1790-Nutrias, 1841) habida cuenta de que el Dr. Vicente Dávila expresa que éste "entró con la Revolución desde 1810, como Capitán que era de la Colonia" (“Boletín del Archivo Nacional”, N° 6, p. 151). Aquí, como se ve, figura con el grado de Subteniente. Sin embargo, cabe siempre la posibilidad de que sea la misma persona, con algún error en la graduación que se le asigne en el Boletín citado.

[5] El más tarde General Juan de Escalona (Caracas, 1768-1834) quien había sido uno de los Miembros del Triunvirato de 1811.

[6] Muy probablemente se trata del Domingo Taborda mencionado en la nota 6 del Doc. N° 97 en la Correspondencia Oficial.

[7] José Ceballos.

[8] Santiago Mariño.
[9] José Tomás Boves


 José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.
Director de la Publicación Internacional, "Ni vestido ni desnudo"

Historia y Tradición... 28 de mayo de 1814, Primera Batalla de Carabobo



Muchos paisanos desconocen que en la gloriosa sabana de Carabobo, el 28 de mayo de 1814, se ejecutó exitosamente una Primera Batalla, donde el 24 de junio de 1821, el ejército republicano al mando de nuestro Libertador, magistralmente derroto’ al aguerrido ejército español, comandado por el general Miguel de La Torre y Pando, este segundo combate se conoce como “el decisivo”, aunque para lograr la salida definitiva de las fuerzas realistas de Venezuela con la Toma de Puerto Cabello el 8 de noviembre de 1823, sucedieron unos sesenta combates. Carabobo significa en lengua Aruaca: Karau: sabana, Bo, significa agua y repetido es una especie de superlativo, muchas aguas.  Retrocediendo las páginas de oro de nuestra ejemplar e incomparable historia, estudiamos que el año 1814, se presentaba como el más aciago y angustioso de la lucha por recobrar la independencia nacida el 5 de julio de 1811. Bolívar ante las adversidades mantenía su férrea voluntad de vencer, se autodenominaba ``el hombre de las dificultades``. El jefe realista José Tomás Boves, había derrotado al comandante Vicente Campo Elías el 3 de febrero en el funesto sitio de La Puerta-cerca de San Juan de los Morros.

El 12 de febrero, el general José Félix Ribas se cubre de gloria en la poblacion  de La Victoria, luchando con los jóvenes provenientes de Caracas,  contra Francisco Tomas Morales, segundo de Boves. El capitán neogranadino Antonio Ricaurte se inmola el 28 de marzo en San Mateo, haciendo volar el parque de la pólvora con un tizón proporcionado por Petrona, la esposa del mayordomo de la hacienda, causando a la vez estragos en la fuerza opositora. En la población de La Victoria se realiza el 5 de abril, el encuentro amistoso de las fuerzas de oriente y occidente, al  aproximarse el general margariteño Santiago Mariño, acompañado de: José Francisco Bermúdez y el teniente coronel Antonio José de Sucre entre tantos jefes; en su avance derrota el 31 de marzo a Boves en Bocachica-cerca de Villa de Cura. 

El 10 de mayo, el Libertador desde Valencia ordena al general Ribas traer nuevos refuerzos de Caracas, éste regresa con seiscientos efectivos el 19 de mayo. Boves se encontraba en Calabozo; Bolívar se sitúa en Tocuyito el 25 de mayo. El 27 de mayo, las fuerzas republicanas que se encontraban entre Barrera y la colina de Las Manzanas, pernoctaron en la sabana de Carabobo, los cinco mil efectivos se organizaron en dos líneas de combate, la primera al mando del siempre leal, el general Rafael Urdaneta, con los coroneles José Francisco Bermúdez, Manuel Valdez y Florencio Palacios como comandantes de divisiones, la segunda línea al mando del Libertador teniendo como segundo a Mariño con las divisiones de Leandro Palacios y Diego Jalón; Ribas comandó la caballería y la reserva; la artillería con dos piezas, bajo la dirección del insigne barcelonés Pedro María Freites. En esta importante cita histórica se encontraban presentes la flor y nata de nuestros ilustres próceres, estaban ausentes el capitán José Antonio Páez quien se encontraba ejecutando operaciones exitosas en Mérida y Manuel Piar realizando operaciones en Barcelona. 

Las fuerzas realistas al mando del general Juan Manuel Cajigal y Niño con seis mil efectivos y siete piezas de artillería, se colocaron delante de las serranías Las Hermanas dando la cara a Valencia. El Libertador arengó a sus soldados diciéndole: “Soldado, vosotros tenéis delante los mismos jefes y los mismos españoles de quienes habéis triunfado en más de cien combates, éste debe ser el último”. El ataque se inició a la una de la tarde y culminó cinco horas después; la maniobra ordenada por Bolívar utilizando la caballería para desarticular los flancos enemigos resultó exitosa, mientras que la infantería avanzó ordenadamente con bayoneta calada para destrozar las fuerzas oponentes quienes huyen, unos hacia El Pao, otros hacia Barquisimeto y otros hacia San Carlos.

El enemigo dejó en el terreno mil muertos, mil quinientos prisioneros, quinientos fusiles, las siete piezas de artillería, ocho banderas y cuatrocientos caballos, las bajas patriotas fueron apenas de veinte muertos y cuarenta heridos. Bolívar persiguió a las fueras en retirada hacia Tocuyito y Urdaneta hasta San Carlos. En este combate se destacaron todos los intrépidos integrantes del ejército libertador, no fue una lucha decisiva, pero sirvió para mantener en alto el espíritu de lucha. El 24 de junio de 1821 las fuerzas se ubicaron en sentido inverso. Antes de los dos enfrentamientos llovió, ¿sería acaso una bendición? .Parece que los realistas en 1821 se habían olvidado de esta batalla favorable a la causa redentora en 1814, Carabobo es un libro abierto de abnegación, patriotismo, libertad y soberanía.

 Por;
Eumenes Fuguet Borregales E.·. V.·. M.·. 2002
de la R.·. L.·. Sol de América Nº 37
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General de Brigada.
Miembro de Número de la Academia de la Historia del Edo. Carabobo.
Miembro de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Director de la Revista Internacional "Historia y Tradición".

martes, 27 de mayo de 2014

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR. RICARDO LEÓN CELAYA,CON MOTIVO DEL BICENTENARIO DE LA PRIMERA BATALLA DE CARABOBO, EL 28 DE MAYO DE 1814 Y EL INICIO DE LA PRESENCIA DE LA RÉPLICA DE LA ESPADA DEL LIBERTADOR, SIMÓN BOLÍVAR.





DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR. RICARDO LEÓN CELAYA, EN SESIÓN SOLEMNE DEL CONCEJO MUNICIPAL DEL MUNICIPIO LIBERTADOR, CON MOTIVO DEL BICENTENARIO DE LA PRIMERA BATALLA DE CARABOBO, EL 28 DE MAYO DE 1814 Y EL INICIO DE LA PRESENCIA DE LA RÉPLICA DE LA ESPADA DEL LIBERTADOR, SIMÓN BOLÍVAR, EN DICHO MUNICIPIO, DEL 27 DE MAYO AL 02 DE JULIO DE 2014. PROMOVIDO POR LA ILUSTRE SOCIEDAD BOLIVARIANA Y SOCIEDAD DIVULGADORA DE LA HISTORIA  MILITAR DE VENEZUELA.


TOCUYITO,27 DE MAYO DE 2014.



Hoy, hemos disfrutado y compartido, con un hermoso pueblo, la llegada y presencia de la réplica de la espada de nuestro Libertador, Simón Bolívar. El júbilo y la felicidad popular, se expresó, en la marcha de traslado de la Plaza Bicentenario, hasta la Plaza Bolívar de Tocuyito. Donde fué depositada, en las honorables manos de la Autoridad Municipal Ejecutiva, abogado, Juan José Perozo, Autoridades Regionales, Directores del despacho, Concejales, integrantes de la Sociedad Bolivariana, Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela, trabajadores y Pueblo en general, quienes eternizan su brillo al símbolo, determinado, no solo por su origen y pertenencia, sino también, por su glorioso resultado histórico. Una espada, se constituye en una extensión de una mano, conducida por un brazo y dirigida por un corazón, que es la sede del alma, como contundentemente, impactó con esta frase, Hipócrates de Kos, Padre de la Medicina, a Platón. Quien, en las profundidades de sus disertaciones filosóficas, se refería en término de ¡MI ADMIRADO HIPÓCRATES! Esto quiere decir, que la consagración del  hecho histórico, no solo esta determinada por blandir la espada, sino también, por el uso, propósito y fin. Establecido, insoslayablemente, por el corazón de quien la porta. Por ello,  tenemos espadas, utilizadas para el perjuicio, el daño alevoso y el atropello, como la de Atila.

Quien, estimulado por Constantino, en los alrededores de los años 1260, utiliza su espada, para reprimir la unión del Sumo Pontificado de Teodosio, al incorporar a los Cristianos, Católicos, los Isis, los Mitras y los seguidores de Juan el Bautista y alertado por el Papá Pio León, quien le dijo: “Atila, quien pretende vivir de su espada y reprimir con su espada, termina victima de ella”. Atila preguntó ¿Quién lo dice? ¡La palabra de Dios! A lo cual, Atila respondió “es solo la palabra, eso no tiene valor”. Pero, poco tiempo después, al atacar a Roma y caer mortalmente herido, por la espada de Peliaskas, Primer Comandante de los ejércitos de Roma, se le oyó murmurar: “Me ha vencido tu Dios”. Igualmente, producto del mandato de corazones nobles, debemos reconocer, la existencia de espadas progenitoras, elevadas y liberadoras de hombres y de pueblo, como lo es la gloriosa espada de nuestro Libertador, Simón Bolívar, cuya replica esta hoy, frente a nosotros, ubicada en un caballete, que nos grita la magnificencia del poder liberador y de justicia. Y que además, permite en nuestra juventud, la siembra y cosecha del bien, por una patria justa y noble. Se convierte también, en motivo de nuestra convivencia, la realización de la Primera Batalla de Carabobo, el 28 de mayo de 1814

Batalla embrionaria, precursora, logística, estratégica, operacional, sentimental e histórica de la concluyente y libertadora Batalla del 24 de junio, en el Magno Campo de Carabobo. Fue una batalla de la guerra de Independencia de Venezuela, en la que, las fuerzas de la Segunda República, al mando de Simón Bolívar, derrotaron las fuerzas españolas, al mando del Mariscal de Campo, Juan Manuel de Cajigal y Martínez. La presencia de tan gloriosa juventud, en este hermoso acto y el mandato de la Pedagogía y de la Academia, me impone referir, que al mencionar una Segunda República, es por que hay una primera, como cuando se menciona un padre, es porque hay, la hermosura de un hijo. Por ello, la Primera República, se asocia a un hecho exquisito para los historiadores, admitiendo el hecho histórico y enriquecerlo con la información más próxima a la veracidad. La historia es esquiva, pero acariciante, Perpetua y fortalecedora. Pero, lo que no permite, es que tratemos de forjarla al gusto y capricho del historiador.        
                                                                                                    
Dr. Ricardo Leon C.
Por ello, en la importancia de la Primera República, podemos tener y esto lo deposito en las ilustres manos de nuestros líderes, jóvenes e historiadores, dos circunstancias, en las cuales, LO QUE SE VE, NO ES. Vamos a revisar que en ese periodo, de 1675 a 1692, el asentamiento de la compañía Guipuzcuana, en nuestro territorio, por mandamiento expreso de la corona atropellante y colonizadora, fundamentó su presencia en: tómese inmediata medida, en contra del envió o contrabando de nuestros productos (cacao, tabaco, café, granos  y perlas) a Curazao u otras Islas del Caribe, para así garantizar, proveer a nuestra población y mantener estable, los costos de dichos productos al consumidor. En apariencia, la causa era noble. Pero ocurre, que nuestros productos y nuestros sueños, eran metidos dentro de un cofre, bajo el SISTEMA DE LAS TRES LLAVES, y embarcados para el enriquecimiento y gozo del colonizador, más allá del Atlántico. Y si bien, contra esta medida insurge el negro Miguel (Miguelote), oriundo de Valencia, y a quién la historia todavía, le puede regalar a nuestros oídos el taconeo de sus zapatos, al trajinar por las vetustas calles de la Parroquia Santa Rosa, su movimiento armado de 420 hombres capaces de derrotar a 1350 hombres del Rey.

Puede analizarse, como una rebelión contra la corona, a cuyos hombres derrota y emancipador por nuestra patria. Pero, ¿Quién podría negar que Miguelote, hacia uso de café, cacao, tabaco, plátanos, cambures y perlas, para enviarlas al exterior, sin importarle el consumo interno y disfrutar el aumento de sus costos? De rodillas, ante la historia, nos podríamos preguntar, si la actuación de Miguelote, se corresponde con una gesta emancipadora o por el contrario, se corresponde con la respuesta de un guerrero, que acompañado de valientes, derrota un ejército, cinco veces superior en número, para defender su negocio. Ante la segunda escaramuza, el negro Miguelote huye a Curazao, y a partir de allí es muy poco lo que se conoce sobre sus pasos. Lo que si es trascendente, es aportar que mientras estos hechos ocurrían, de Bilbao, Vizcaya y atravesando el atlántico y el caribe, embellecía al puerto de cabello, la llegada de Nuestra Santa Madre Patrona de los marinos y pescadores, Virgen de la Begoña.

A quien, en la actualidad, adoramos, en la Iglesia del Municipio hermano, de Naguanagua.

Y en cuanto al periodo de la Segunda República 1750-1840, en el cual, impera el sentimiento de libertad, y deslastre colonial. Es pertinente incorporar, la diferencia entre el derrotado por nuestro Simón Bolívar, Mariscal de Campo Juan Manuel De Cajigal y Martínez (realista) con Juan Manuel Cajigal, patriota, militar y cartógrafo, cuyo nombre, honra el observatorio naval, en el cerro de la planicie, de Caracas. Tras el éxito de la campaña de reconquista de Domingo de Monteverde, con la toma de Caracas ,el 29 de julio de 1812, el gobierno colonial, se reinstauró en Venezuela. Monteverde, planeaba lanzar una ofensiva contra la Provincias Unidas de la Nueva Granada. Sin embargo, antes de actuar, dos coroneles rebeldes exiliados, se le adelantaron a inicio del año 1813. Simón Bolívar, quien inició, su campaña Admirable en Occidente (un espacio geográfico comprendido del Perú a Venezuela). Mientras que, Santiago Mariño, desembarcó en Oriente con exiliados de Isla Trinidad.

Ante la desesperada situación, Monteverde, intentó reconquistar Maturín. Toda vez, que las provincias de Guayana, Nueva Barcelona y Cumana, estaban en manos de Mariño. Pero, fracasó. Cuando intentó detener a Bolívar, fue mutilado en batalla, herido en un brazo, no muere por ello, se refugia y capitula en Puerto Cabello, donde Cajigal lo relevó del mando y regresa a España. Los Realistas, quedaron reducidos a sus posiciones en el valle del río Orinoco (Las Mercedes del Llano y Cabruta), Apure y la Provincia de Coro. Luego, de la toma de Caracas por Simón Bolívar, el 06 de agosto de 1813. Afortunadamente para ellos, la llegada del Brigadier José Ceballos con cinco mil soldados peninsulares, les permitió resistir para volver a la ofensiva. Aquí me voy a permitir, sentarme a la orilla del camino, debridar una viruta y aportarle a la juventud, el hermoso conocimiento de que Brigadier es un grado militar universal, es un general de brigada, comanda una brigada. Pero, con el ánimo de ser corregido, en la práctica, apliquemos lo que yo denominaría, código de los cuatro, para aproximarnos a precisar, el número de nuestros héroes, por componentes:


Pelotón (4 hombres), compañía (16 hombres), batallón (64 hombres), brigada (256 hombres), regimiento (1024 hombres), división (4056 hombres). En febrero de 1814, las principales amenazas para la Segunda República de Venezuela, eran los ejércitos de José Tomás Boves, en los llanos (8000 hombres, dos divisiones). José Ceballos (4000 hombres, una división) y Juan Manuel De Cajigal (3000 hombres, tres regimientos), quienes, reorganizadas sus fuerzas, empezaban sus ofensivas. Además, el Coronel Francisco Rosete, bajos las órdenes de Boves, actuaba despiadadamente en los Valles del Tuy. Ante este peligro, Santiago Mariño, se decidió auxiliar a Simón Bolívar. Pero, ya era tarde, para contener a todos sus enemigos.

El 23 de marzo, el ejército patriota de occidente y de oriente, al mando de Bolívar y Mariño, respectivamente, se reunieron en los pilones, ubicado en el valle del rio tiznados, actual San José de Tiznados, con el fin, de sumar fuerza contra los realistas. Sin embargo, su mando permaneció dividido, lo que habría de ser decisivo en el futuro. La mayoría de las tropas de Bolívar, venían de la región andina y las de Mariño, de la costa oriental (Sucre, Anzoátegui y Nueva Esparta). Cuando, en las tropas de Mariño, se comenzó a producir una masiva deserción, luego de la batalla de Bocachica, entre Guárico y Anzoátegui, el 31 de marzo de 1814. Bolívar, se lo recriminó, a pesar de las deserciones y la infiltración realista en sus respectivas unidades. Esto contribuyó, a aumentar la tensión emocional, entre ambos comandantes.

El ejército español, luego de partir de Coro, se detuvo el 16 de mayo en Guataparo, a tan solo 7 kilómetros de la ciudad de Valencia, en cuyas proximidades, estaba el ejército de Ceballos. El Mariscal de Campo Juan Manuel De Cajigal y Martínez, asumió una posición defensiva. Pues, deseaba no atacar, hasta que Boves, hubiese penetrado los Valles de Aragua. Simón Bolívar, partió de Valencia, el 16 de mayo con 4 divisiones y al día siguiente, encontró a De Cajigal, desplegado en orden de combate en Tocuyito. Los patriotas, atacaron la vanguardia enemiga. Pero, De Cajigal evitó el combate y se retiro vía San Carlos, para auxiliar al derrotado ejercito de Ceballos, en su intento de tomar Valencia.

Bolívar, estratégicamente, retrocedió hasta Valencia, donde tenia una mejor posición, el 18 de mayo de 1814. De Cajigal, volvió a avanzar hacia Valencia, llegando a las afueras de la ciudad el 20 de mayo. Pero, al ver la cercanía de las fuerzas patrióticas, retrocedió y tomó posiciones, en las sabanas de Carabobo. Ante esto, las fuerzas patrióticas ocupan la sabana de Carabobo los días 25 y 26 de mayo, con cinco divisiones y con toda la caballería que había en la ciudad, al mando de Simón Bolívar. El 28 de mayo, ambos ejércitos se trenzan en combate, el cual comienza a las 01 de la tarde, cuando la división de Rafael Urdaneta, abrió fuego contra el enemigo, flanqueando a los realistas por la derecha. Pero, esto era un truco, un artificio y una creatividad del engaño bélico y magistral inteligencia del guerrero, a favor del triunfo, que distrajo a De Cajigal, del principal ataque, que se dió por el centro y el flanco izquierdo, con el avance de José Francisco Bermúdez, Juan Manuel Valdés y Florencio Palacios. Durante una hora, los realistas resisten. Pero ante la fuerza, el feroz combate y un nutrido fuego cruzado, empiezan a ceder. El mariscal De Cajigal, envía a sus mejores tropas, los carabineros de granada a proteger dicha posición. En respuesta, Bolívar ordena a Santiago Herrera, que la caballería de José Gregorio Monagas, Juan Josefo Rondón y Lucas Carvajal, ataquen a los carabineros de granada. Mientras, la artillería patriota de Diego Jalón, se dedica a bombardear la posición del Estado Mayor realista, enloqueciéndolos, forzándolos a cambiar de lugar varias veces, e impidiéndoles, todo tipo de reacción. Mientras, los lanceros patriotas, atacan de frente a los carabineros, quienes empiezan a retroceder y arrastran con ellos a la infantería realista. La cual, rompe filas y huyen despavoridos. A las 6 de la tarde, la batalla termina y De Cajigal, intenta organizar una retirada ordenada, lo cual, le es impedido por la caballería Republicana, cuyo código de vida parecía, ser inclementes, sin perdón y contundentes por la libertad. El Mariscal y su Estado Mayor, logran escapar sudorosos, temblorosos, acobardados y hambrientos, con unos pocos hombres. Tras su derrota, De Cajigal, escapó hacia Apure y por allí le otorgó, amplio poderes a José Tomás Boves, para que continuara su campaña.

Pero, Boves optó por retirarse a los llanos, mientras conseguía refuerzos y pertrechos a sus tropas. En este momento y en este aparte del heredado gozo de la gesta emancipadora, de nuestro Simón Bolívar y todos nuestros gloriosos guerreros, este humilde orador, totalmente impedido, por ausencia de méritos, pisar siquiera el primer escalón del pedestal bolivariano, me permito aportar, que en comunión geográfica entre las sagradas tierras de Carabobo y de San Jerónimo de Guayabal, Estado Guárico, el mágico cordón de la historia, las relaciona. Cuando, mi pueblo natal, sirvió de retiro a la vergonzante y cruel figura, de José Tomás Boves. Quien, trajinaba por nuestros patios entre mangos, samanes y mamones, a dorso desnudo simulando, como todo fariseo (hipócrita con cara de virtuosismo), generosidad y benevolencia, estirando su mano, por encima del alambre, para dar una migaja a un vecino. Lo cual, le valió el apodo de “el taita”. Su mirada escrutadora, aguileña e inestable con su piel blanca, le facilitó al poblador, de San Jerónimo de Guayabal, mi pueblo natal, llamarlo el catire. Nuestro respetado y admirado peregrino de la historia, General de Brigada de nuestro glorioso ejército venezolano, forjador de libertades, Eumenes Fuguet Borregales, en una visita que hizo a mi amado pueblo, San Jerónimo de Guayabal, para constituir allí el capitulo fundador de la Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela, en el estado, le aportó a nuestra juventud, el hecho histórico, en el cual, los travesaños de las ventanas de mi pueblo, de madera o de hierro, fueron utilizados por José Tomás Boves, para fabricar lanzas para mas o menos 400 hombres. El muy desalmado realista, se paseaba por nuestro pueblo y acostumbraba, en horas de la tarde disfrutar del nutritivo torrente del rio Guárico que nace en Belén, Estado Carabobo, hoy cerca, del Haras Vista Hermosa y disfrutaba, ver nuestras mujeres, practicar el lavado de ropa y enseres con piedra, palos y a orilla de río. Lamentablemente, malvado como pocos, el día que monto en su cabalgadura, seguido por sus hombres, tomando hacia Los Lajeros, volteo, para gritarle a un grupo de pobladores a orillas del río Guárico: no hay duda, este río es muy hermoso, muy provechoso para ustedes. Pero, estén pendientes porque verán correr la sangre por sus aguas. Y el sanguinario, le dió su espalda al pueblo y afortunadamente, lo abandonó.

La batalla del 28 de mayo de 1814, pudo ser decisiva para la Independencia Venezolana. Pero, Simón Bolívar, en vez de avanzar hacia el Guárico, para acabar con la rebelión de los llaneros, con todo su ejército de una vez. Optó por dividirlo. Encargó al General Rafael Urdaneta, con setecientos infantes, marchar al occidente, cuatrocientos infantes y setecientos jinetes ir contra Ceballos y De Cajigal, para impedir que apoyaran a Boves. Bolívar, decidió ir hacia Valencia. José Félix Ribas, fue enviado por refuerzos a Caracas y acampó en Aragua. Mientras, José Tomás Boves, partió con un poderoso ejército, desde Calabozo, en una campaña que terminaría en la segunda batalla de La Puerta, donde nuestro glorioso ejército, al mando de nuestro libertador, Simón Bolívar, fue derrotado (Lamentablemente, corrió la sangre por el río Guárico). He aquí la grandeza de nuestro Libertador, conoció las derrotas y se sobrepuso, perpetuando en su espíritu, el sentimiento de justicia y libertad. Por ello, en la grandeza del valor histórico de nuestro Libertador, su desmitificación, es un imperativo. Porque así, nos mantenemos cerca de sus hechos, logros y de su verdad. Nuestro Libertador, nos dió todo para engrandecernos. Nuestro reto es darlo todo, para escasamente, parecernos a él.

Si alguna vergüenza, reflexión o arrepentimiento, fuese concebible, en el nefasto conquistador u opresor, es el error de habernos colonizados. Porque logró con ello, el invencible sentimiento Libertador de nuestros héroes, que obliga eterna gratitud.
Cuando nuestro Libertador, Simón Bolívar, se califico, como: EL HOMBRE DE LAS DIFICULTADES, no es que las dificultades lo perseguían, como un Anatema, sinó, que las dificultades lo disfrutaban. Porque, serian resueltas y convertidas en triunfos. Tanta clarividencia, nos obsequia nuestro Libertador, Simón Bolívar, en lo social, republicano, humano, humanístico, espiritual y hasta lo sentimental que en su CARTAS DE AMOR A MANUELITA, fundación editorial el perro y la rana, página 100, escribe:



Adorada Manuelita:


Tu conducta y la mía, que estrechan nuestra relación, con el cúmulo de la sensualidad, que corre por tus venas y las mías, le dan a esta pasión enfermiza, el desenfreno de mis sentidos, irritados por el mal que ha invadido ya, mi pobre humanidad. Y todo esfuerzo, que consigo  por el trajín continuo del trabajo intelectual y físico, casi desborda, en el vivo interés, que me hace recordarte. No te hagas esperar, ven por favor, te ruego. Pues, muero ahora y se que tu, me piensas vivo. Soy tuyo. Bolívar. 


¡Que grandeza! Que tarea tan grande!!! nos deja nuestro Prócer, Ante la más grande de las dificultades, reconocerse muerto, mientras lo piensan vivo.  


LA HISTORIA, NO DEJA DE CLAMAR PORQUE ESTE HOMBRE, SIMÓN BOLÍVAR, LA RECORRA Y ACARICIE DE NUEVO.



MUCHAS GRACIAS.


Dr. Ricardo León Celaya

Orador de Orden