jueves, 29 de agosto de 2013

Talento Masónico...Escuchar: talento de líderes y diplomáticos.


“You cannot lead unless you can listen”. No puedes liderar a menos que sepas cómo escuchar, dijo Benjamin Todd Jealous, presidente y CEO de la estadounidense Asociación Nacional para el Avance de la Población de Color –National Association for the Advancement of Color People’s- en una conferencia sobre liderazgo impartida a alumnos de la Escuela de Negocios de Wharton.

Escuchar parece instalarse entre las habilidades fundamentales para aquellos quienes planean asumir o han asumido el rol de liderazgo, si desean desempeñarse a la altura de los tiempos. El proceso de globalización avanza, y en medio del contexto actual los profesionales se ven empujados a una movilidad laboral y geográfica que los obliga a adaptarse constantemente a nuevos grupos, ciudades, trabajos y países. 

Sin embargo, hay un grupo de profesionales que han hecho de establecerse en nuevos destinos y relacionarse con distintas culturas el núcleo de su carrera. Son los diplomáticos. Para transmitir a los estudiantes de MBA los secretos de adaptarse con éxito, de negociar con personas de otras culturas y países y de saber cómo generar relaciones fructíferas con distintas personalidades, muchas escuelas de negocios están buscando la asistencia de diplomáticos de carrera.

Comprender al otro

“A la hora de relacionarnos con otros, escuchar es lo primero y fundamental, es la vía para entender claramente qué le interesa más a la otra persona”, explica Patrick Duddy, anteriormente embajador estadounidense en Venezuela y ahora profesor de la materia de “Latin America Global Academic Travel Experience” en la Fuqua School of Business de la Duke University. 

Duddy es el prototipo de profesional que, gracias a su carrera diplomática, buscan las escuelas de negocio globales para mostrar a los estudiantes MBA el tipo de experiencia que se gana luego de años de trabajo y vida en culturas distintas. Al igual que un emprendedor o manager, los diplomáticos deben muchas veces lograr tratados o acuerdos con personalidades que son ajenas a su cultura y valores, e incluso hostiles a la propuesta que llevan a la mesa de negociaciones. 

Felicia Skira, directora asociada del Global EMBA de la española Esade, advierte que “la diplomacia es un elemento clave para cualquier programa MBA, teniendo en cuenta que actuar en la 'arena global' adquiere cada vez más importancia. Los líderes de negocios hoy tienen que mirar al mundo en su totalidad, entendiendo que cada cultura, entorno político o social, y organizacional, tienen un tipo distinto de estilo de comunicación. Es en este sentido que el saber aplicado en las relaciones internacionales tiene mucho valor”. 

Una publicación del Centro para la Diplomacia Pública de la Annenberg School de la Univerdity of Southern California analiza las “cinco herramientas de la diplomacia corporativa”, que son el capital psicológico, el capital intelectual, el capital social, la pasión y la discreción. Entre las habilidades y características que agrupan estas herramientas resaltan “el entusiasmo por la diversidad y la disposición a asumir desafíos, la investigación y reconocimiento de distintos mercados, industrias, culturas y competidores, y por supuesto la habilidad de construir relaciones de confianza con personas de diversos lugares del mundo, lo cual facilita el networking, las negociaciones y el trabajo en equipos de composición diversa”.

Así, Fernando Zembroni, profesor de Dirección Comercial en la argentina IAE, reafirma que “la habilidad básica de la diplomacia es saber ponerse en el lugar del otro en términos culturales. Es un aspecto cada vez más útil para las empresas que amplían sus relaciones con clientes, proveedores, u otros tipos de stakeholders que radican en otros países”. 

Por su parte, Karen Walch, profesora de Cross Cultural Negotiations y Global Negotiations en la estadounidenseThunderbird School of Global Management, define tres áreas básicas sobre las cuales debe soportarse la conducción de los negocios. “Primero se necesita conocer la parte funcional, es decir las distintas áreas como contabilidad, márketing, finanzas y demás. Lo segundo es tener una noción de la estructura política, legal y social donde se va a operar. Y en tercer lugar es necesario entender cómo influye la mentalidad cultural y lingüística, y los valores. Es en este tercer punto donde las habilidades diplomáticas son cruciales”. 

En el caso de Thunderbird, Walch explica que estos componentes se integran a la hora de analizar casos o preparar proyectos. “Por ejemplo, para impulsar una campaña de márketing en un país específico es necesario mirar a lo que normalmente se hace allí, qué imágenes, palabras, rituales o símbolos pueden ofender a nivel de moral y valores”.

Estrategias de las Escuelas

Para exponer a los estudiantes a ambientes internacionales y modos diversos de conducir negocios y establecer relaciones, las escuelas implementan variadas iniciativas. Por ejemplo, en Fuqua se viene desarrollando desde 2004 elGlobal Academic Travel Experience  o GATE, en el cual se facilita que los estudiantes MBA se dividan en grupos que viajen por distintos países de distintas regiones del planeta, y luego compartan las experiencias y conocimientos adquiridos. 

De este proyecto participó Duddy, quien asumió precisamente el acercamiento a las culturas latinoamericanas.“Para realmente alcanzar una comprensión profunda de cómo es el ámbito en el cual se pretende hacer negocios, el emprendedor o el inversionista debe comprender la cultura. En mi caso, para ilustrar cuestiones relacionadas con el ambiente latinoamericano, traté de abordar por un lado las tendencias macroeconómicas y del otro, elementos de la dinámica política, y también elementos culturales autóctonos. El contexto para hacer negocios nunca es exclusivamente económico o político, sino que política y economía se afectan mutuamente”.   

Otra estrategia que aplican algunas escuelas es establecer alianzas con otras instituciones reconocidas por un trabajo sostenido en el tema de las relaciones internacionales. Es el caso de Esade y la Georgetown's McDonough School of Business, según Skira, quien señala que el programa Global Executive MBA combina la experiencia de la primera que aporta su conocimiento sobre negocios internacionales, mientras la segunda es líder en la enseñanza interdisciplinaria de las relaciones internacionales. 

Mientras, en IAE, el enfoque no apunta a incluir cursos o seminarios sobre habilidades diplomáticas, sino hacer que la práctica de estas habilidades se inserte en el resto de las materias. Según Zembroni, “IAE tiene la suerte de que su MBA es internacional y siempre hay muchas nacionalidades representadas, es posible entonces que los estudiantes trabajen en equipos diversos, aprendiendo cómo reaccionan, reflexionan, se comportan y qué valores aprecian personas de culturas distintas”. Igualmente, se hace énfasis en facilitar intercambios estudiantiles con escuelas de otros países, como otra forma de que el estudiante tenga una experiencia de adaptación a un entorno internacional. 

En la Thunderbird School of Global Management, en EE.UU., se aplica una metodología mixta. Karen Walch indica que “primero se enseña el conocimiento intelectual acerca de las técnicas y mejores prácticas en la conducción de negocios internacionales, lo mismo que sobre el trabajo en equipos multiculturales. Pero al mismo tiempo les pedimos a los estudiantes que vayan reflexionando sobre sus sentimientos y pensamientos a la hora de interactuar con un colega de otra cultura, para hacerlos percatarse de forma consciente de las diferencias, y cómo logran rebasarlas y encontrar terreno común. A esto se suma que estimulamos la participación en pasantías y colaboraciones con empresas extranjeras y en ONGs”. 

Liderazgo globalizado

Duddy se refiere a que “en Fuqua se maneja el concepto de liderazgo de consecuencia, que consiste en entrenar líderes que no sólo tengan la capacidad de dirigir, sino una conciencia ética. Quienes realmente comprenden más ampliamente el mundo tienden a entender los desafíos que enfrenta este, y por ende los temas relevantes a la agenda social son también relevantes para estos líderes”. 

Por su lado, en su valoración del tipo de líder que suele ser el latinoamericano, Zembroni advierte que “aunque son escasas las compañías latinas que son multinacionales en toda regla, y son escasas las ocasiones en que un líder de una compañía latina tiene que manejar problemas regionales, sí hay muchos latinos trabajando en compañías relevantes a nivel global. En estos casos, creo que los latinos tienen la ventaja de ser menos rígidos, y por tanto más adaptables, para desempeñarse bien en un contexto desafiante e incierto como el de hoy”. 

Fuente; http://mba.americaeconomia.com

Pierre Cubique.·.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Talento Masónico...A 50 años del emblemático discurso del Q.·. H.·. Martin Luther King.



Estados Unidos conmemora este miércoles el 50 aniversario del discurso "I have a dream" de Martin Luther King, que proporcionó el impulso definitivo a un movimiento de derechos civiles que aún dividía al país, pero también se convirtió en símbolo de la lucha por las libertades en todo el mundo.

"I have a dream" ("Tengo un sueño"), la histórica declaración que King pronunció en la "Marcha en Washington" en agosto de 1963, fue el empujón que hacía falta para materializar un cambio demandado durante meses, pero también despertó la incomprensión de buena parte de la población blanca, que no estaba preparada para el movimiento.

"Probablemente, a la mayoría de estadounidenses les llevó un tiempo aceptar el mensaje", dijo a Efe Glenn T. Eskew, experto en el movimiento de derechos civiles en la Universidad de Georgia.

Pero el discurso de King sí tuvo un impacto inmediato: "una solidificación del apoyo a la reforma de los derechos civiles en todo el país por parte de los liberales que querían ver esos cambios", según el profesor de Historia.

LA MARCHA EN WASHINGTON
La "Marcha en Washington" del 28 de agosto de 1963 era el colofón de un "verano del descontento negro", en palabras de King, que había comenzado "con la violenta represión de manifestantes pacíficos en Birmingham (Alabama) tres meses antes", recordó Eskew.
Las más de 700 protestas que le siguieron infundieron en el país el temor a un movimiento violento. Una semana antes de la "Marcha en Washington", un 60 % de los estadounidenses se oponían a su celebración, y en septiembre de 1963, un 50 % del país opinaba en otra encuesta que el movimiento de derechos civiles iba demasiado rápido.

"En ese momento, la mayoría de los estadounidenses blancos vieron la "Marcha en Washington" como un acontecimiento perturbador, incluso peligroso, que llegaba en medio de un nivel sin precedentes de conflicto racial", escribió Philip Klinkner, profesor de política en la Universidad de Hamilton (Nueva York), en el diario "USA Today".

El Gobierno de John F. Kennedy trató incluso de evitar que se convocara la Marcha, temeroso de que se convirtiera en un "revés" para la Ley de los Derechos Civiles que el presidente había presentado ese junio ante el Congreso, explicó Eskew.

Con todo, la poderosa imagen de King hablando de su sueño frente al monumento a Lincoln caló en los progresistas de todo el país y provocó que la mayoría blanca "comenzara a darse cuenta de que los negros ya no tolerarían el estatus quo", apunta Klinkner.

LEY DE LOS DERECHOS CIVILES
Otro factor para la aceleración del movimiento fue la creciente tensión de la Guerra Fría, en la que EE. UU. "tenía que presentar una imagen positiva al mundo" y cualquier impresión de "racismo era un detrimento para su política exterior", subrayó Eskew.

"Estados Unidos no podía ganarse el favor de la gente en África y Asia si había gente en casa clamando libertad", coincidió Klinkner.

Un año después, el presidente Lyndon Johnson firmó la Ley de los Derechos Civiles y en 1965 aprobó la Ley del Derecho al Voto, mientras los movimientos sociales de todo el país se apoyaban en las palabras de King, en especial tras su asesinato en 1968.

"(King) influyó en el movimiento estudiantil de los 60 contra la guerra de Vietnam, en el resurgir del feminismo, en el movimiento de gais y lesbianas que concluyó en los disturbios (de Stonewall) en 1969 en Nueva York, e incluso en el movimiento "Red Power"" de indios americanos a finales de los 60, señaló Eskew.

ESLOGAN EN TODO EL MUNDO
La frase "I have a dream" tampoco tardó en convertirse en un eslogan fuera de Estados Unidos: se coreó en el movimiento contra el "apartheid" en Sudáfrica, se inscribió en el muro de Berlín y el construido por Israel en Cisjordania, y se blandió en pancartas durante las protestas en la plaza pequinesa de Tiananmen en 1989.
"(El discurso) ha estado presente prácticamente en todas las luchas por la libertad en el mundo", afirmó a Efe Steve Klein, director de comunicación en el Centro King de Atlanta (Georgia).

Ese mensaje universal ha hecho que "I have a dream" tenga hoy un puesto fijo en la mayoría de clasificaciones de mejores discursos del siglo XX, pero también que sea distorsionado por movimientos completamente opuestos a los ideales de King.

El 28 de agosto de 2010, cuarenta y siete años después de la "Marcha en Washington", líderes del movimiento ultraconservador "Tea Party" se congregaron frente al Monumento a Lincoln para comparar sus ideas con el "espíritu" de King, en palabras de Sarah Palin.

"La gente interpreta el significado universal de algo de formas diferentes", señaló Eskew. "El mensaje de igualdad de King puede apelar a todo el mundo, incluso si tienen objetivos abiertamente contrarios a su causa".

Pierre Cubique.·.

Talento Masónico...Resiliencia; 5 facultades para afrontar adversidades.




Es curioso que descubramos palabrejas ya en edad adulta, cuando parece que son ya pocas las definiciones de nuestro diccionario que nos pueden sorprender. Pero sí, para muchos todavía queda un mundo de letras y significados por descubrir, términos que proceden de disciplinas específicas que son muy inspiradoras por el poder que tienen en otros escenarios distintos. ¿Algunos ejemplos de este tipo de palabras? Hay varios: asertividad, serendipia, tensegridad, iteración, empatía, resiliencia, procastinación

Muchas de esas palabras logran ordenar y conectar todo un cúmulo de ideas que andan por ahí dispersas. Cuando conocemos y entendemos uno de esos conceptos, de repente parece que por fin nos hemos explicado a nosotros mismos una realidad algo borrosa con la que nos enfrentamos diariamente. Uno de esos términos es cada vez más conocido… y necesario, porque señala directamente a cómo nos enfrentamos a las adversidades, ahora que las tenemos (casi) siempre presentes: se trata de la resiliencia.
 
Origen de la palabra “resiliencia”

Aunque tiene un origen similar a la palabra estrés,ya que ambos proceden del ámbito de la mecánica, su uso está extendiéndose cada vez más en el ámbito de la psicología. Si el estrés, en origen, define el esfuerzo al que está sometido un material (por ejemplo, un pilar de un edificio), la resiliencia se usa en la física para expresar la capacidad de recuperación que tiene ese material a causa del esfuerzo al que ha sido sometido. Hoy, el concepto tiene mucho que ver con la persona y con esta realidad tan aparentemente nociva que nos está tocando vivir.

¿Qué es la resiliencia y por qué conviene saber más sobre ella?


La resiliencia(psicológica) consiste en la capacidad de hacer frente a las adversidades, superarlas e, incluso, ser transformados por el propio proceso. Al igual que un objeto abollado recobra su forma primitiva si tiene la suficiente elasticidad, los seres humanos dotados de resiliencia serán capaces de salir de una dificultad si consiguen desarrollar cierta plasticidad en forma de habilidades… resilientes.

Ojo, la resiliencia va más allá del concepto de flexibilidad: no se alude solamente a la capacidad de adaptarnos al entorno, sino de la capacidad de adelantarnos a él. No se trata únicamente de ser versátiles para cuando haya momentos complicados: la cosa es estar bien situados para cuando la adversidad te mire a la cara, tener la capacidad de enfrentarse a ella con los mejores recursos posibles y, además, salir reforzado de la lucha que tendremos con ella.

5 habilidades para ser resilientes y no caer en el derrotismo;


1. Doblegar esfuerzos

“Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”

Es momento de darlo todo. Levantarse más temprano, leer más, relacionarse mejor… Las oportunidades no llegan caídas del cielo. La perseverancia y el estar en contacto de forma permanente con los contenidos asociados a las posibles oportunidades es una obligación que nos debemos tomar muy en serio. Debemos luchar de forma consciente contra la procastinación, porque cada día que pasa sin estar encima de lo verdaderamente importante (profesionalmente hablando) nos aleja de cualquier objetivo a la vista.

2. Apostar por la serendipia

“El verdadero descubrimiento no consiste en encontrar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos”

Nos abandonamos en exceso a la planificación y, sin embargo, actuar de modo programado hace que olvidemos que en lo desconocido probablemente también podemos encontrar oportunidades. Debemos permitirnos salirnos del guión establecido y actuar contraprogramándonos a nosotros mismos: acudiendo a sitios diferentes o que no teníamos previstos, leyendo contenidos que aparentemente no tienen que ver con nuestro expertise, relacionándonos con personas que no conocemos.

3. Alejarse de la victimitis.


”Sólo triunfa en el mundo quien se levanta y busca las circunstancias… y las crea si no las encuentra“

“Yo no puedo”, “no va a servir para nada que lo intente”, “seguro que no consigo nada”, “la situación no es propicia”… son frases que nos aprisionan cuando tenemos que afrontar una decisión o llevar a cabo una acción que contenga cierto riesgo. La victimitis consiste en ponernos trabas a nosotros mismos, exagerando las debilidades y las amenazas, menospreciando las fortalezas y las oportunidades existentes. Alejarse de la victimitis es complicado. De pequeño ya éramos expertos en acudir a ella para dar respuesta a nuestros fracasos: “el profe me tiene manía”.

4. Saltar obstáculos

“Me parece que el secreto de la vida consiste simplemente en aceptarla tal cual es”

Cuando tenemos una dificultad: ¿la interpretamos como un problema… o la interpretamos como un reto? Es un proceso prácticamente inconsciente, ojo, pero si encontramos retos y desafíos en lugar de problemas en nuestra vida, estaremos facilitando que la pasión sea el instrumento con el que nos enfrentemos a la adversidad, en lugar de la desidia y cierta sensación amarga que aparecen cuando enfocamos de forma pesimista el escollo.

5. Experimentar


“No he fracasado. Simplemente he descubierto diez mil alternativas que no funcionan”

Ya está bien de sancionarnos los errores. Es hora de recompensarnos los grandes fracasos y repensarnos los éxitos mediocres. ¿Tenemos verdaderas ambiciones o sólo el ánimo de cumplir con lo mínimo? Los brazos cruzados no ayudan. Si aspiramos a algo grande, necesitaremos iterar todo el tiempo, probar, errar, aprender, mejorar… experimentar constantemente.
Pierre Cubique.·.

Historia y Tradición...La leyenda del conquistador Martin Tinajero.



Con la finalidad de saldar deudas contraídas por el gobierno español con los Welser, banqueros alemanes, el rey Carlos V dispone una capitulación suscrita en Madrid el 27 de marzo de 1528; aceptada por Enrique Ehinger y Gerónimo Sailer. La Capitulación los autoriza: “descubrir, conquistar y poblar la vasta región que comprendía la provincia de Venezuela; los obliga fundar dos ciudades y tres fortalezas; movilizar cincuenta técnicos para las minas a conseguir todo en un plazo de dos años”. Dos gobernadores alemanes tuvo Venezuela, con el afán de conseguir las supuestas riquezas de “El Dorado”, llegarían hasta las cercanías de Bogotá: Ambrosio Alfinger Primer Gobernador y Capitán General de Venezuela, fundador de Maracaibo y Jorge Spira. Un funcionario de los Welser fue Nicolás Federmann (1505- 1542), al llegar a Coro a comienzos de mayo de 1535, es designado por Spira teniente gobernador, con la misión de expedicionar los primeros meses de 1536 hacia el occidente, para llegar hasta el Cabo de la Vela en la Guajira.

En el grupo de Federmann se encontraba un joven conquistador español conocido como Martín Tinajero, nacido en la población de Écija, provincia de Sevilla de la comunidad autónoma de Andalucía, cuya patrona por cierto es la virgen del Valle, celebrada el 8 de septiembre. Martín hijo de labriegos, dedicados también a la preparación de la arcilla para elaborar tinajas, de allí la denominación de tinajero. De excelente comportamiento, colaborador en los oficios de la casa y bondadoso con sus compañeros de vecindad. La leyenda escrita por Fray Pedro de Aguado sobre Martín Tinajero informa que de adolescente en la iglesia del pueblo, escuchó: “Tu corazón está destinado a una gran leyenda”, Martín pensaba que sería un llamado al sacerdocio. Entusiasmado por los amigos dispuestos a buscar aventuras en el Nuevo Mundo y motivados por la Leyenda de El Dorado”, embarcaron hacia Coro.

Martín iba en la expedición de Federmann como cocinero; el capellán era el Padre Vicente Requejada, nacido en Zaragoza. Primer Agustino en llegar a Hispano América. La expedición se dirigió en dirección Rio Hacha; el grupo sufrió las inclemencias de las lluvias, transitaron en áreas boscosas y desérticas, colmadas de plagas; en ocasiones no conseguían agua o comida; el joven Martín no soportó la travesía, falleciendo en septiembre de 1536, supuestamente en la región cercana a Bobures. Federmann continuó su periplo; luego de varios días decide regresar a Coro por la misma ruta; durante su avance notan una aroma extraña y agradable a cierta distancia donde habían dejado semi enterrado a Martín; al aproximarse notaron el aumento de la fragancia; en el espacio del pecho se encontraba una colmena de abejas; sus compañeros admirados comentaban que: “el corazón de Martín siempre era de miel”. En su pueblo se le consideraba un “soldado santo”.

La muerte de este joven conquistador dio lugar a varias leyendas registradas por los cronistas de la época Fray Pedro de Aguado y Fray Pedro Simón, reseñada igualmente por el historiador José de Oviedo y Baños (1671-1738), natural de Bogotá y en tres ocasiones Alcalde de Caracas; nos dejó su importante obra “Historia de la conquista y población de la provincia venezolana”. El ilustre valenciano José Bernardo Núñez (1895-1964), primer Cronista Oficial de Caracas, ensayista y escritor de fina pluma, nos ofrece igualmente su relato de este personaje del siglo XVI. El escritor uruguayo-venezolano, reconocido cuentista Armando Quintero Laplume (1944- ), en su obra: “el corazón de Martín Tinajero, origen de una leyenda”, nos recrea de manera amplia sobre este joven personaje. Aquiles Nazoa, conocido escritor caraqueño, humorista, poeta (1920-1976), nos relata en su Credo: … Creo en el perro de Ulises y en el gato risueño de Alicia en el País de las Maravillas, en el loro de Robinson Crusoe, en los ratoncitos que tiran del carro de la Cenicienta; en Reralfiro el caballo de Rolando y en las abejas que labraron su colmena en el corazón de Martín Tinajero.


Por; QH.·. Eumenes Fuguet Borregales

martes, 27 de agosto de 2013

Historia y Tradición...Juan Bta. Pavageau, no cumplió la voluntad del Libertador.





El 20 de enero de 1830 el Libertador  lee su mensaje al Congreso constituyente reunido en Bogotá, será su última gran actividad pública y política; renuncia a la presidencia de Colombia, conocida como Gran Colombia o Colombia La Grande el 27 de abril. Sale de Bogotá el 8 de mayo con destino a Cartagena de Indias. El 1ro de julio en el Cerro La Popa recibe la infausta noticia del asesinato del general en jefe Antonio José de Sucre. El 1ro de diciembre llega a la Casa de la Aduana en Santa Marta, propiedad del español Joaquín de Mier y Benítez. 


 El 6  llega a la Quinta de San Pedro Alejandrino del mismo anfitrión. El día 10 recibe los Santos Sacramentos de parte de monseñor José María Estévez, Obispo de Santa Marta; dicta su última Proclama y expresa su voluntad testamentaria  ante sus albaceas  y Don José Catalino Noguera, Escribano Público. El aparte 9no del referido documento indica: “ORDENO QUE LOS PAPELES QUE SE HALLAN EN PODER DEL SEÑOR PAVAGEAU, SE QUEMEN”. 


Los referidos papeles, recopilados por más de diez años,  guardados en diez baúles los poseía el señor Juan Bautista Pavageau  desde el 28 de septiembre de 1830 por  instrucciones de Bolívar a su Edecán, el General irlandés Daniel Florencio O´ Leary. La disposición testamentaria fue desobedecida y rescatados estos papeles para los archivos de la nación por Daniel Florencio O´Leary y Juan de Francisco Martín, uno de los albaceas del Libertador según consta en el artículo 13 del referido documento testamentario. Juan Bautista Pavageau nació en Santo Domingo en 1.788; hijo de padres  con alta posición económica, lo cual le facilitó una excelente formación intelectual. Con la caída de Napoleón y la situación en Jamaica, la  capacidad económica se hizo insoportable por cierto tiempo. 


Recuperado en sus finanzas, Pavageau sin ser político, conoció al Libertador en Jamaica; le  facilitó recursos financieros para apoyar las operaciones militares en su afán redentor. En la Nueva Granada conoce a Juan de Francisco Martín, con quien se asocia en actividades mercantiles que les resultaron exitosas.  En los últimos momentos del Padre de la Patria en Santa Marta, Pavageau   puso a la orden su fortuna para apoyar en lo que fuera necesario para la sanación del ilustre enfermo e inclusive para trasladarlo a Curazao, Jamaica y Londres. Fallecido Bolívar el 17 de diciembre de 1830, Pavageau cumplió funciones en el consulado francés en Cartagena. En mayo de 1831 O`Leary y Juan de Francisco Martín se trasladaron a Jamaica, lugar donde el comerciante francés Juan Bautista Pavageau tenía depositados los  diez baúles contentivos de los invalorables  papeles del Libertador, entregados por éste a su persona en Cartagena, con el objeto de ser llevados a París. 


Una vez en Jamaica  Martín y O’Leary procedieron a dividir los papeles en tres partes: los correspondientes a los años 1813 a 1818, fueron enviados al general de brigada Pedro Briceño Méndez (1792-1835), residenciado en Curazao, y quien tuvo como misión escribir la historia de la guerra durante ese periodo; una segunda parte contentiva de documentos de 1819 a 1830 fue conservada por O’Leary, la tercera parte la dejó para sí Juan de Francisco Martín, cuyos papeles correspondían a diversos años que iban de 1813 a 1830, en su gran mayoría documentos de carácter oficial y correspondencia particular de  algunos funcionarios, estas tres partes lograron reunirse nuevamente, experimentando a su vez, un notable incremento con la incorporación de numerosos documentos comprados por el Estado venezolano o recibidos en calidad de donación. La primera parte en ser recuperada fue la que se hallaba en manos del edecán Daniel Florencio O’Leary.  


Luego de su muerte, en febrero de 1854, pasaron al cuidado y continuación del acopio por parte de su hijo Simón Bolívar O’Leary  Soublette, quien, en carta dirigida al general Antonio Guzmán Blanco  en fecha 16 de agosto de 1879, le ofreció el cúmulo de documentos y le pidió que publicase las denominadas Memorias del general O’Leary, llamada así erróneamente, pues como memorias sólo existen los dos tomos de Narraciones y otro que corresponde a un Apéndice, el resto de la colección corresponde a los documentos del Libertador; los manuscritos adquiridos por el gobierno nacional en 1883, se publicaron en 32 tomos, a los cuales se les añaden dos volúmenes editados por la Sociedad Bolivariana en 1956, y que corresponden a los índices realizados por Manuel Pérez Vila, con lo cual la obra se constituye en un total de 34 tomos.


Eumenes Fuguet Borregales
E.·. V.·. M.·. 2002
de la R.·. L.·. Sol de América Nº 37
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General de Brigada.
Miembro de Número de la Academia de la Historia del Edo. Carabobo.
Miembro de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Director de la Revista Internacional Historia y Tradición.

lunes, 26 de agosto de 2013

...Para la historia de la masonería venezolana... Por José Antonio Ferrer Benimelli.

Presentación

Tengo el honor de presentar un artículo que marca un hito en la historiografía masónica venezolana porque resume de manera magistral, una serie de afirmaciones que podrán servir de guía a los estudiantes en el proceso de levantamiento bibliográfico y los respectivos seguimientos de fuentes . Este artículo que se puede clasificar como una clase magistral, fue solicitado por el nunca bien ponderado profesor Manuel Pérez Vila (1922 1991N) para el Diccionario de historia de  Venezuela, publicado en 1988. No pudo escoger mejor investigador que el doctor José Antonio Ferrer Benimelli, primera autoridad en historia de la masonería en habla hispana.
Dr José Antonio Ferrer Benimelli 
Foto E Reverón México D.F. 2010

Antes de dejar de estar con nosotros, don Manuel había publicado algunos artículos sobre la historia de la masonería en Venezuela donde mostraba su preocupación por la negativa de los masones venezolanos de aquel entonces, a permitir acceso a los documentos históricos del archivo de la Gran Logia en el Templo Masónico de Caracas ubicado entre las esquinas de Jesuitas y Maturín.

La lectura de este artículo ha sido seleccionada para los estudiantes que inician el próximo seminario de investigación histórica que tendrá lugar en el semestre impar de la Escuela de Historia de la U.C.V.. Nos hemos tomado la licencia de agregarle, entre ( ), algunos datos para fines didácticos.

                                             
Eloy Reverón



 

Sin más preámbulos:                                           La Masonería por  JAFB.

Sus orígenes en Venezuela están  ligados a la emancipación y a los libertadores, siendo un tema complejo, oscuro y todavía (en 1988) falto de una investigación seria y desapasionada. Por lo que respecta a Simón Bolívar sabemos que perteneció, en 1805-1806, a la logia San Alejandro de Escocia de París; sin embargo, su nombre no aparece después en ninguna logia de la Gran Colombia, ni de Venezuela. Por otro lado, según el historiador Américo Carnicelli, encontramos masones no sólo en las tropas libertadoras, sino también en el ejército realista. De las llamadas logias Lautaro, Reunión Española, Caballeros Racionales (ninguna de las cuales funcionó en Venezuela) hay que decir que no eran logias masónicas, sino sociedades políticas patrióticas. No está  de ningún modo comprobado que Francisco de Miranda estuviese directamente relacionado con alguna de esas asociaciones políticas; se ha escrito también que él, personalmente, se afilió a una logia masónica regular en Filadelfia en 1783, según unos autores, o en París en 1797, según otros, pero no se han encontrado pruebas de que haya pertenecido a la masonería. En Venezuela, una de las primeras logias que existió tuvo su sede en Puerto Cabello hacia 1804-1806; así lo afirman los testimonios, algo posteriores, del arzobispo Narciso Coll y Prat y del abogado Juan Germán  Roscio; uno de los miembros de esa logia era el letrado José Gutiérrez de Rivero, y a ella concurrían oficiales del apostadero naval de aquella población. Por esa misma época se intentaba fundar en la isla de Margarita otra logia, que según Roscio era promovida por un fraile franciscano «pero fue delatada y se frustró»; tal vez era la logia San Juan de la Margarita, que según el historiador Helio Castellón fue fundada allí en 1808.


Ya iniciada en América la Guerra de Independencia, varios hispanoamericanos residentes en Cádiz  y en Londres fundaron en 1811 asociaciones secretas para contribuir a la emancipación, las cuales han sido confundidas con logias masónicas, pues adoptaron aspectos de su ritual. En Londres, entre otros, participaron Andrés Bello y Luis López Méndez; en Cádiz,  Rafael Diego Mérida, miembro de la Sociedad de Caballeros Racionales, quien regresó luego a Venezuela, vía Filadelfia, con el encargo de fundar en Caracas una sociedad filial; no se sabe si llegó a hacerlo, pero en 1813 el padre Manuel Vicente de Maya lo acusaba de haber intentado durante la Primera República «...establecer aquí una logia de Francmasones...» No hay pruebas seguras de las actividades de otras logias, como la Patria, que se dice fue fundada en Carúpano en 1814, y la Colón, que habría existido en Caracas entre 1811 y 1815. En cambio, con la llegada a Venezuela ese último año del ejército expedicionario cuyo jefe era el general Pablo Morillo, vinieron varios jefes españoles afiliados a la masonería; entre ellos Salvador de Moxó, Miguel de la Torre, Juan Bautista Pardo; la Inquisición caraqueña recibió la denuncia de que Morillo era grado 33. 

Entre 1817 y 1818 existían en Caracas 2 logias, una de las cuales tenía su sede en la casa del comerciante Francisco González  de Linares, cuyo hermano Manuel era también un prominente masón; el inglés John King, de paso entonces por Caracas, realizaba proselitismo masónico. Al mismo tiempo, y sin que hubiera forzosamente relación entre estas actividades, en el territorio guayanés dominado por los republicanos, un comerciante inglés, James Hamilton, crea en 1818 en Angostura la Concordia Venezolana, bajo la autoridad de la Gran Logia Provincial de Kingston (Jamaica). Entre los militares británicos  que se alistaron en el ejército republicano había varios masones, que fundaron la logia Columbiana, ya activa en diciembre de 1820, y que en febrero de 1821 celebró una sesión en Achaguas, donde estaba acantonada la Legión Británica.  

En 1821, en Caracas, aparece el taller La Unión, y en Valencia la logia Concordia, ambas dependientes de la Gran Logia de Pensylvania. A partir de 1821, tras la batalla de Carabobo, se organiza la masonería venezolana instalándose  en 1822 las logias Protectora de las Virtudes en Barcelona, Perfecta Armonía en Cumaná,  Fraternidad Colombiana en Caracas, Valor y Constancia en Valencia, Unanimidad de Cartago y Bolívar, en La Guaira, todas ellas con cartas patentes de la Gran Logia de Maryland (Baltimore); en 1823 lo hacen Regeneradores en Maracaibo y Aurora en La Guaira, ésta con carta patente de la Gran Logia de Nueva York; al inicio de 1824 existen en Angostura las logias The Eastern Star of Colombia número 379 con carta patente de la Gran Logia de Escocia, y La Concordia número 792, con carta patente de la Gran Logia Unida de Inglaterra. Uno de los más  antiguos libros masónicos que se publicaron en Venezuela, posiblemente el primero, fue el titulado Espíritu de los Estatutos y Reglamentos del Orden Frac-Masónico [sic] y Diccionario de todos los términos y expresiones que están  en uso para los trabajos de las Logias, impreso en Cumaná  en 1823 y redactado por Manuel José Ribas, de la logia Perfecta Armonía.
 

El 16 de mayo de 1824 se funda en Caracas la Gran Logia de Colombia y se instala solemnemente el 24 de junio de ese mismo año, siendo Diego Bautista Urbaneja  su primer gran maestre; su territorio, la República de Colombia de entonces, abarcaba los departamentos de Venezuela, Nueva Granada y Quito. Las logias venezolanas que de inmediato pasaron a formar parte de la obediencia de esta Gran Logia, fueron Protectora de las Virtudes (Barcelona), Perfecta Armonía (Cumaná),  Unanimidad de Cartago (La Guaira), Concordia (Valencia), Unión (Caracas), Fraternidad Colombiana (Caracas), Virtud Premiada (Carúpano), Regeneradores (Maracaibo), Libertad (Puerto Cabello), Valor y Constancia (Valencia), Bolívar (La Guaira), Guaira (La Guaira) y Concordia Colombiana (Caracas); a éstas se añadieron pronto otras como Concordia Venezolana (Angostura), Unión Filantrópica (Coro), Amistad (Barquisimeto), Aurora (San Felipe), San Juan de la Constancia (Guanare) e Hijos de Colón (El Tocuyo). Paralelamente, el Supremo Consejo de Nueva York, presidido por José Cernau, envió en 1823 patentes a 3 capítulos de Cumaná,  Barcelona y La Guaira. A mediados de la década de 1820 la actividad masónica se hizo muy conspicua en Caracas. El Cabildo Eclesiástico  de la catedral observaba con alarma que durante un entierro celebrado en diciembre de 1824 en la iglesia de San Pablo se habían visto insignias masónicas.

 En 1825, el masón brasileño José de la Natividad Saldanha  1795-1830), residente en Caracas, publicaba un folleto anticatólico dedicado al masón venezolano Juan de Escalona, e incluía en la dedicatoria símbolos de esa asociación (publicado en Caracas : Imprenta de Tomás Antero, 1826. - 15 p. ; 20 cm. ). Después de la crisis política debida a La Cosiata y del atentado contra su vida en Bogotá,  el Libertador Simón Bolívar, por decreto dado en esa ciudad el 8 de noviembre de 1828, prohíbe las asociaciones y confraternidades secretas (…sea cual fuere su denominación), clausurándose  inmediatamente todas las logias masónicas existentes en las diferentes ciudades de la República. Poco después, al separarse Venezuela de la Gran Colombia, el 22 de septiembre de 1830, los masones venezolanos se reorganizaron en Caracas, de forma independiente, fundando la Gran Logia de Venezuela (1838), bajo la Gran Maestría de Diego Bautista Urbaneja; año y medio después los masones venezolanos, que se encontraban investidos del grado 33 de la masonería escocesa, resolvieron constituir el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Venezuela, y a tal efecto se reunieron en Caracas el 4 de mayo de 1840, siendo elegido como soberano gran comendador José Antonio Páez,  entonces presidente de la República. El Supremo Consejo de Venezuela, unido a la Gran Logia de Venezuela, constituyeron en Caracas, el 31 de enero de 1841, el Gran Oriente Nacional de Venezuela; el general Carlos Soublette fue su primer gran maestre. El 11 de julio de 1841 se procedió a la instalación, en la Gran Logia de Caracas (Funcionaba en el n 12 de la esquina de Traposos, propiedad de don Manuel Felipe Tovar), de las nuevas autoridades masónicas; encabezaba la lista impresa el gran maestre Carlos Soublette, acompañado de Diego Bautista Urbaneja y Tomás  J. Sanabria; seguían el secretario, José Ignacio Chaquert, el gran orador, Pedro Núñez de Cáceres,  el vigilante José María Lovera, el tesorero J. Theodor, el guardasellos Felipe Esteves,  los maestros de ceremonias Roberto Basalo y José de Austria, el hospitalario José Manuel Morales y los expertos Juan José Conde,  Esteban Escobar, Gerónimo Pompa y José María de las Llamozas; el impresor, también masón, era George Corser. En 1843, la Gran Logia de Venezuela reagrupaba los talleres Perfecta Armonía número 2 (Cumaná),  Unanimidad número 3 (La Guaira), La Unión número 5 (Caracas), Concordia número 6 (Caracas), Libertad número 11 (Puerto Cabello), Unión Filantrópica número 12 (Coro), Concordia número 13 (Valencia), Regeneración número 15 (Maracaibo), América número 17 (Caracas), Restauración número 23 (Río Chico), Caracas Madre número 24 (San Fernando de Apure), Tolerancia número 25 (San Felipe), Aurora de Petare número 26 (Petare), La Paz número 27 (Valencia), Unión de Baúl número 28 (El Baúl), Independencia número 30 (Puerto Cabello) y Victoria número 31 (Nirgua). 

En 1847 se produjo una escisión en la masonería venezolana, al ser creado un Gran Oriente disidente. Puesto que muchos miembros de la élite pertenecían a la masonería, los enfrentamientos políticos repercutían en el seno de esa institución; además  de Páez  y Soublette, fueron también masones el general Santiago Mariño(Cargo de Gran Comendador  1849 1850) y los presidentes José Tadeo y José Gregorio Monagas. Por otra parte, desde mediados del siglo XIX el progresivo debilitamiento en Venezuela del poder temporal de la Iglesia católica y la creciente, aunque no muy intensa, secularización de la sociedad venezolana permitieron un mayor desarrollo de las actividades públicas de la masonería, si bien las sesiones o «tenidas» de las logias conservaban su carácter  secreto, reservadas a los iniciados. Empezaron a ser edificados templos masónicos que ostentaban en la fachada los símbolos de la orden, como el de La Guaira, inaugurado en 1853. El joven Antonio Guzmán  Blanco pronunció uno de sus primeros discursos en las exequias masónicas del general Santiago Mariño, fallecido en 1854. En 1861 se reimprimió en Caracas el Diccionario masónico razonado. Todo esto no significaba que la oposición de la Iglesia hubiese cesado: en 1863, cuando José Félix Blanco (Ocupó el cargo de Gran Comendador 1850 1851 obtuvo del papa Pío IX la rehabilitación como sacerdote, una de las condiciones que se le impusieron fue la de abjurar públicamente de la masonería. Después de terminada la Guerra Federal se produjo la reunificación de los 2 grandes sectores de la masonería (cuando gobernaba otro presidente perteneciente a ésta, el mariscal Juan Crisóstomo Falcón), el 30 de abril de 1865, adoptando el nombre de Gran Oriente Nacional de Venezuela y bajo la Gran Maestría de Ramón Díaz; este Gran Oriente comprendía una Gran Logia, un Gran Capítulo, un Gran Consistorio y un Supremo Consejo. Desde 1863, un grupo de masones de la logia Esperanza de Caracas, entre quienes figuraban Isaac Pardo y Casiano(Casimiro) Hernández,  había constituido la Sociedad del Templo Masónico y empezaron a recabar dinero y a adquirir lotes de terreno, a fin de edificarlo, entre las esquinas de Jesuitas y Maturín; la primera piedra fue colocada en septiembre de 1864, con discursos de Fernando Arvelo (Ocupó el cargo de Gran Maestro para el período 1869 1873) y de Pardo( Isaac J. ocupó el cargo de Venerable Maestro durante el primer período de la fundación de la logia Esperanza N 37 de Caracas 1853 1854) ; como el acto fue público, el segundo de esos oradores se valió de la oportunidad para exponer los postulados y objetivos de la institución a la cual pertenecía; los trabajos se prosiguieron durante los años siguientes. Durante el régimen de Antonio Guzmán  Blanco (1870-1887), la masonería se fortaleció y se extendió en Venezuela; con el apoyo decisivo de ese presidente fue concluida la construcción del templo masónico de Caracas, inaugurado por él el 27 de abril de 1876. Las logias lo declararon «Gran Protector de la Institución Masónica en Venezuela», y como tal tuvo que enfrentar el cisma que se produjo en 1882 y que quedó resuelto en 1884. A fines de 1882 componían la masonería venezolana, según las denominaciones de la época, un Superior Consejo del Grado 33, con 48 miembros; un Gran Consistorio con 54 príncipes; un Consejo de Caballeros Kadosch con 88 miembros; un Soberano Consejo con 40 príncipes rosacruces; una Gran Logia con 60 hermanos; y 750 masones regulares pertenecientes a 19 logias simbólicas. Varios de los presidentes de la República que sucedieron a Guzmán  Blanco hasta fines del siglo, como Raimundo Andueza Palacio(Ocupó el cargo de Gran Comendador 1885 1888) y Joaquín Crespo (Ocupó el Cargo de Gran Comendador 1894 1898), pertenecían también a la masonería. Con la llegada de Cipriano Castro al poder en 1899 ésta perdió gran parte de su influencia en las altas esferas del Estado, aunque el presidente hizo restaurar en 1904 el templo de Caracas, que había sido afectado por el terremoto de 1900. «Las logias, -escribe el historiador Hello Castellón-, dejaron de ser puntos de atracción social y política». La misma situación prevaleció durante el régimen de Juan Vicente Gómez quien, sin perseguir a la masonería como institución, tampoco la favoreció. El 18 de agosto de 1916 el Gran Oriente Nacional de Venezuela se disolvió dando nacimiento a dos organizaciones diferentes: el Supremo Consejo 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y la Gran Logia de los Estados Unidos de Venezuela. Todavía hubo nuevas escisiones; en 1919 una Gran Logia Soberana de Puerto Cabello se constituía a partir de 7 logias de las regiones al norte del Orinoco; este cuerpo que todavía subsiste, se dividió a su vez en 1920, al crearse la Gran Logia Simbólica de Oriente, que se ubicó en Ciudad Bolívar y duró hasta 1923, controlando las zonas sur del Orinoco y los estados orientales. Finalmente, aquellos masones que no habían aceptado la disolución del Gran Oriente Nacional de Venezuela lo reconstituyeron alrededor de 8 talleres, entre ellos Regeneradores de Maracaibo. 

La Gran Logia de los Estados Unidos de Venezuela contaba 32 logias en 1932, y 37 en 1947; en 1952 reagrupaba 77 logias y 5 triángulos,  de las que 15 logias estaban en Caracas. Por su parte 2 logias tenían sus sedes en las Antillas Holandesas: La Acacia número 68 (Curazao) e Hiram (Aruba). En agosto de 1956, una convención celebrada en el templo de Caracas, con representantes de 72 logias, aprobó una constitución destinada a promover la unidad, a la cual se adhirieron luego otras 28; pero en octubre de 1957 surgieron nuevas discrepancias que impidieron un total acuerdo. En septiembre de 1984, según datos de Hello Castellón «...la confederación masónica venezolana llegó [...] a la cifra de 107 logias activas...» La Gran Logia de la República de Venezuela sostiene relaciones con todos las Grandes Logias regulares del mundo y es miembro de la Confederación Masónica. El único presidente de la República durante el siglo XX de quien se sabe que perteneció a la masonería fue Raúl Leoni.    J.A.F.B.



BIBLIOGRAFÍA: Anotaciones históricas sobre la masonería en Carúpano desde 1814 hasta 1918. México: Editorial Menphis, 1962; AZANCOT, MOISÉS H. Polémica masónica-religiosa. Maracaibo: Imprenta Moderna, 1909; CARNICELLI, AMÉRICO. La masonería en la independencia de América, 1810-1830. Bogotá:  Cooperativa Nacional de Artes Gráficas,  1970. 2 v.; CASTELLÓN, HELLO. Guía histórica de la masonería venezolana. Caracas: Lito-Jet, 1985; FERRER BENIMELI, JOSÉ A. Los archivo secretos del Vaticano y la masonería. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello, 1976; --. Bibliografía de la masonería: introducción histórica: confrontación con la Iglesia. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello, 1974; --. Masonería e Inquisición en Latinoamérica en el siglo XVIII: estudio histórico. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello, 1973; Folleto histórico masónico. Caracas: Logia Hermes, 1960; GAETE C., ERNESTO H. Inicios orgánicos  de la masonería escocesa en Venezuela. Caracas: Ediciones Lautaro, 1992; NAVARRO, NICOLÁS EUGENIO. La Iglesia y la masonería en Venezuela: estudio histórico. Caracas: Editorial Sur-América, 1928; REVERÓN, ELOI. Influjos masónicos en la instauración del matrimonio civil en Venezuela. Caracas: Editorial Masones Unidos, 1990; ROMERO, CELESTINO. Raíz histórica de la masonería en Venezuela. Caracas: Empresa El Cojo, 1957; La situación masónica en Venezuela [Informe]. Caracas: Gran Logia de la República de Venezuela, 1980; SUBERO, JESÚS MANUEL. [La más  antigua logia masónica en Venezuela]. Pompatar: s.n., 1978; Sucinta relación histórica de la masonería en Venezuela. Caracas: Valentín Espinal, 1852; URQUIZA GUERRA, O. SERGIO. Nuestro querido hermano Simón Bolívar. Coro: Ediciones Fraternidad, 1983; VALDIVIESO MONTAÑO, ACISCLO. Introducción a la masonería en Venezuela. Caracas: Tipografía Americana, 1928; --. Un capítulo de historia masónica venezolana. Caracas: Editorial Patria, 1930.

Un saludo fraterno de Eloy Reverón.